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domingo, 4 de agosto de 2024

SAN PEDRO JULIÁN EYMARD, APÓSTOL DE LA EUCARISTÍA



 San Pedro Julián Eymard, incansable promotor de la comunión frecuente.



Ingresó al Seminario de los Padres Oblatos en Marsella, donde fue ordenado sacerdote. Luego y con el permiso de su obispo ingresa a la Congregación de los Maristas, y tras mucha meditación y maduración de su vocación, llega a la convicción de que el centro de la vida espiritual es el Santísimo Sacramento.

Movido por el deseo de adorar a Jesús Sacramentado y viendo que muchos sacerdotes seculares y laicos lo tratan con tibieza y abandono, decide retirarse de la Compañía de María y fundar la Congregación de Sacerdotes Adoradores del Santísimo Sacramento y así fomentar un estilo de vida centrado en la Eucaristía.

La comunión, de hecho, debe convertirse en el eje de la vida cristiana: «La santa comunión debe ser el fin de toda vida cristiana: todo ejercicio que no se relaciona con la comunión está fuera de su mejor finalidad» Comulgar fructuosamente es un gesto que cambia la vida: «Nuestro Señor viene sacramentalmente a nosotros para vivir ahí espiritualmente», escribe en sus notas durante el gran retiro de Roma (1865). Algunos meses antes de morir, agregará: «El que no comulga no tiene más que una ciencia especulativa; no conoce nada sino palabras, teorías, de las cuales desconoce el sentido... El alma que comulga no tenía primeramente sino una idea de Dios, pero ahora, lo ve, lo reconoce a la sagrada mesa».

San Juan María Vianney, llegó a conocer personalmente a San Pedro Julián y decía: “El mundo se opone a su obra porque no la conoce, pero se trata de una empresa que logrará grandes cosas por la gloria de Dios. ¡Adoración Sacerdotal, que maravilla! … Decid al P. Eymard que pediré diariamente por su obra". El Santo Cura de Ars afirmaba sin reparos: “Es un santo”.

Jesús Eucaristía, es el mismo cielo. Feliz el alma que puede ver a Jesús en la Eucaristía.

miércoles, 2 de agosto de 2017

SAN PEDRO JULIÁN EYMARD, 2 DE AGOSTO

Pedro Julián Eymard, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosto 


Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid 



Fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento

Martirologio Romano: San Pedro Julián Eymard, presbítero, el cual fue primeramente sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Adorador eximio del Misterio eucarístico, fundó nuevas congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para fomentar y difundir la piedad hacia el Santísimo Sacramento. Murió en la aldea La Mure, cerca de Grenoble, en Francia, donde había nacido ( 1868).
Fecha de beatificación::12 de julio de 1925 por el Papa Pío XI
Fecha de canonización: 9 de diciembrre de 1962 por S.S. Juan XXIII

Breve Biografía

Nació en La Mure, al este de Francia, por donde poco antes (1799) había pasado el papa Pío VI, prisionero del Directorio -órgano ejecutivo del gobierno republicano francés desde el 1795-, dando bendiciones, y poco después (1815) pasó también Napoleón, el fugado de la isla de Elba, con cantos bélicos triunfales. Pedro fue hijo de un labrador arruinado que cambió el oficio por el de afilador ambulante -de algo hay que vivir- y contrajo segundas nupcias con una buena mujer de pueblo que le dio a Pedro nacido entre hermanastros.

La familia no le facilita realizar su vocación religiosa; piensan que ellos son suficientemente pobres y no están para muchos dispendios, que es imposible prescindir de la ayuda que el hijo debe reportar al peculio familiar y afirman que también se puede agradar a Dios sin necesidad de buscar situaciones extremas. Pedro él es terco en su deseo. A escondidas va alternando el oficio de afilador con estudios ocultos.

El P. Guibert -futuro cardenal de París, ahora sólo un sacerdote joven-, ha pasado por el pueblo cuando Pedro tiene ya dieciocho años y, conociendo las delicadezas de Pedro con la Virgen María, avivó el incendio interior facilitando que el chico pudiera entrar en el noviciado de María Inmaculada de Marsella; pero una enfermedad lo puso al borde de la muerte y debió regresar a su casa.

Recuperada la salud, entró por fin en el seminario de Grenoble y recibió la ordenación sacerdotal en el año 1834. Es Cura de pueblo, estuvo en las parroquias de Chatte como coadjutor y como párroco rural en Montereynard; pero se muestra inquieto, como en búsqueda continua de algo que aún no sabe. Entró en contacto con el Cura de Ars y arraigó entre ellos una fuerte amistad. Llegó a entrar en el noviciado de los maristas de Marsella haciéndose miembro de la Sociedad de María; lo hacen director del colegio de Belley, Superior Provincial, Director de la Tercera Orden de María en Marsella, ciudad tan revuelta por las desatadas pasiones de la primera mitad del siglo XIX. Ejerce un intenso y amplio apostolado en la ciudad preferentemente entre los presos, enfermos y obreros. Con la señorita Jaricot funda un instituto que luego asumiría la Santa Sede como la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe.

En un ambiente impregnado de utilitarismo, que se propone endiosar la razón y que rezuma anticlericalismo por todos los poros, llegando al desprecio de lo sobrenatural, Pedro se ha pronunciado por lo que el mundo juzga despreciable, nada práctico y cosa propia de otra época perteneciente al decrépito pasado.

Consultando a sus superiores previamente y al papa Pío IX después, funda la Congregación del Santísimo Sacramento que tiene como fin la adoración continua y permanente el Señor presente en la Eucaristía; para ello hace falta contar con sacerdotes piadosos, llenos de fe y deseosos de adorar con hambre de reparación. Y a ello se dedica. No le es difícil sólo por el ambiente laico propiciado desde lo más alto del Imperio como una de las consecuencias de la Restauración; también le llegaron primero los cansancios y aburrimientos de los que pensaron que aquello era una cosa más, probablemente pasajera y sin mucha entidad; luego vinieron las incomprensiones de los buenos; después la terrible y frecuente plaga entre los clérigos de los celos que, como sucede casi siempre, terminaron en traiciones y calumnias.

Pero hace falta -piensa Pedro- instruir a la gente con verdadera doctrina porque la ignorancia es el principal de los males que está comprometiendo la fe, la piedad, la vida cristiana, la política y la vida social, permitiendo la manipulación de los ignorantes. Piensa que es preciso ocupar todos los púlpitos de las iglesias, sacar a Jesús Sacramentado del Sagrario, pero no como una momia, sino vivo, resucitado, presente y real. Hay que desempolvar la fe en Cristo Salvador presente en la Eucaristía; peregrino de ella, quemará sus energías por toda Francia, dejando tras sí asociaciones de sacerdotes, religiosas, hombres y mujeres seglares que tengan como finalidad exclusiva la adoración permanente a y agradecida al Señor Sacramentado.

Así quedaron sentadas las bases para los futuros Congresos Eucarísticos el primero de los cuales tuvo lugar en Lila, en 1881, organizado por la antigua religiosa de la Congregación del Santísimo Sacramento, Señorita Tamisier, cuando él ya estaba en el Cielo.

Su actividad fue nada llamativa ni sorprendente, no llevó el marchamo de lo cultural ni el ribete de lo social; incomprensible, sí, para un mundo bastante cegato; pero que va al núcleo de toda otra posible y saludable actividad porque señala la primacía del orden sobrenatural.

martes, 2 de agosto de 2016

SAN PEDRO JULIÁN, APÓSTOL DE LA EUCARISTÍA, 2 DE AGOSTO

Hoy 2 de agosto es la Fiesta de San Pedro Julián, apóstol de la Eucaristía
Por Abel Camasca



 02 Ago. 16 /  (ACI).- La Iglesia celebra hoy 2 de agosto a San Pedro Julián Eymard, conocido como el Apóstol de la Eucaristía y fundador de los Sacerdotes, las Siervas y la Archicofradía del Santísimo Sacramento.

Pedro Julián nació en Francia en 1811, trabajó desde muy joven con su padre y en sus horas libres estudiaba latín y recibía clases de un sacerdote. Más adelante ingresa al seminario y en tres años es ordenado sacerdote.

Con el permiso de su obispo ingresó a la Congregación de los Maristas. El centro de su vida espiritual siempre fue la devoción al Santísimo Sacramento y poco a poco fue profundizando en la idea de glorificarlo.

Decidió retirarse de la Compañía de María y fundó la Congregación de Sacerdotes adoradores del Santísimo Sacramento. Luego iniciaría las Siervas del Santísimo Sacramento y la Liga Eucarística Sacerdotal. Asimismo organizó la Archicofradía del Santísimo Sacramento. Asimismo escribió varias obras sobre la Eucaristía.

"Es un santo”, decía San Juan María Vianney de Pedro Fabián. “El mundo se opone a su obra porque no la conoce, pero se trata de una empresa que logrará grandes cosas por la gloria de Dios. ¡Adoración Sacerdotal, que maravilla! … Decid al P. Eymard que pediré diariamente por su obra", afirmó el Cura de Ars.

Después de un largo periodo de sufrimiento a causa de diversas enfermedades y de haber llevado con valentía las dificultades de impulsar obras religiosas para la salvación de las almas, San Pedro Julián partió a la Casa del Padre el 1 de agosto de 1868. Fue canonizado en 1962 por San Juan XXIII.
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