Papa Francisco reconoce milagro realizado por intercesión de religiosa española
Redacción ACI Prensa
Crédito: Causa dei Santi.
El Papa Francisco anunció la promulgación de nuevos decretos de la Congregación de las Causas de los Santos a dos españolas, se trata del reconocimiento el milagro realizado por intercesión de la Sierva de Dios María Lorenza Requenses y la declaración de las virtudes heroicas de María Teresa del Corazón de Jesús.
Con el reconocimiento del milagro realizado por la Sierva de Dios María Lorenza Requenses, se procedería a su beatificación, ella fue la fundadora del hospital de los Incurables de Nápoles y religiosa capuchina.
Nació en 1463 en Lérida (España) en una familia noble y se casó con Joan Llonc y murió en Nápoles (Italia) en 1539, regente de la Cancillería del Reino de Aragón.
En 1506 siguiendo a la familia de su esposo se traslada a Nápoles, donde él fue nombrado Regente de Virreinato de Nápoles, pero tres años después queda viuda y con tres hijos.
En 1516 hizo voto de dedicar su vida al cuidado de los enfermos, y entró en la tercera orden secular de San Francisco. Se dedicó a las obras de caridad y gracias a los propios bienes y a la ayuda de amigos, en 1522 inició el Hospital de Santa maría del pueblo de los Incurables, en 1526 construyó una casa para mujeres víctimas de la trata junto al complejo hospitalario.
En 1535 fundó el monasterio regido por la Regla de Santa Clara, según la reforma que se había llevado a cabo en Francia por Santa Coletta di Corbiet y posteriormente las religiosas adoptaron la Constitución de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos aumento el nombre de “Monjas capuchinas de la Primera Regla de Santa Clara”.
La venerable sierva de Dio murió en Nápoles (Italia) en 1539, el decreto de virtudes heróicas se promulgó el 9 de octubre de 2017.
El milagro reconocido hoy por el Papa Francisco y realizado por la intercesión de María Lorenza Requenses es el de la curación de la religiosa Sor María Cherubina Pirro, religiosa del monasterio de Santa María de Jerusalén, también conocido como “de las 33 capuchinas” que en 1876 se le diagnostica una tuberculosis pleuro pulmonar crónica con evolución tisiógena y localización extra pulmonar.
Después de 5 años de enfermedad, el médico confirmó que la religiosa no tenía curación. La Abadesa del monasterio de Santa María de Jerusalén animó a toda la comunidad a rezar la novena a la Virgen y pidiendo la intercesión de la Fundadora para la curación de Sor Cherubina desde el 31 de agosto al 8 de septiembre de 1881.
El 9 de septiembre se le acercó una reliquia de la Venerable Sierva de Dios a la religiosa enferma, quien aseguró haber sentido calor y una leve mejoría.
Pero en contra de las expectativas, Sor María Cherubina se curó y su recuperación fue atribuida a María Lorenza.
Sierva de Dios María Teresa del Corazón de Jesús
El Papa también ha reconocido las Virtudes heroicas de la Sierva de Dios María Teresa del Corazón de Jesús, cofundadora de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Nació en 1844 en Fuentes de Andalucía, Sevilla (España), con 17 años se casó con Paulino Fernández De Córdoba, marqués de la Puebla de Obando.
La posición social de su esposo la permitió estar entre la alta sociedad sevillana, quedó viuda con 30 años y sin hijos, y en 1874 comenzó dirección espiritual con el Beato Marcelo Spínola, por entonces párroco en la iglesia de San Lorenzo de Sevilla y posteriormente sería Obispo de Coria y Málaga, así como Arzobispo de Sevilla y Cardenal.
A través de su dirección espiritual la Sierva de Dios comenzó un activo periodo de vida espiritual y una gran actividad caritativa con la que promovió la acogida de niñas huérfanas.
Tras un largo periodo de reflexión y oración, fundó junto con Mons. Spínola la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de la glorificación del Corazón de Jesús, la devoción a la Inmaculada Concepción, la caridad hacia el prójimo y en particular la educación de las niñas.
En 1888 realiza los votos perpetuos en la congregación y es elegida superiora general en 1902. Falleció en 1908 en Sevilla (España), viviendo la virtud de la fe en modo heroico.
Siempre estuvo disponible a la voluntad de Dios, que buscó diligentemente y amó ardientemente. Esto se manifestó en los periodos de especial dificultad, como fueron la muerte de su esposo y el inicio de la congregación.
También vivió de manera heroica la caridad que se expresó de manera conmovedora en sus escritos, manifestaba tal amor en la vida de oración y en el vivo deseo de comunicarlo a los otros, empezando por las religiosas del instituto. Su amor a Dios se centraba en el amor a los hermanos que manifestó en el ámbito de la asistencia material a los necesitados, empleando para ello su fortuna y también en el ámbito moral y espiritual, fundando la congregación para la gloria de Dios y el bien de las almas.
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