Inician causa de seminarista que siempre llevó una sonrisa
Redacción ACI Prensa
Crédito: Seminario Arcángel San Miguel.
El Obispado de San Miguel (Argentina) informó del inicio de la causa de beatificación del joven seminarista Guillermo Muzzio, quien se caracterizó por llevar siempre una sonrisa.
El “escrito de súplica” fue solicitado el 21 de noviembre de 2019 por el P. José Francisco Occhiuzzi, designado postulador de la Causa de Beatificación y Canonización de Muzzio, al Obispo de San Miguel, Mons. Damián Nannini.
De esa forma, se pidió “el inicio de la Causa del Siervo de Dios y de la Investigación Diocesana acerca de la vida y virtudes heroicas como también sobre la fama de santidad y de milagros del mencionado Siervo de Dios”, describió el edicto del 24 de junio de este año.
“Invitamos a todos los fieles a proporcionarme noticias útiles mediante las cuales podamos inferir, de alguna manera, elementos favorables o contrarios acerca de la causa”, así como “todos los escritos que se le atribuyen”, expresó Mons. Damián Nannini.
“Recordemos que al decir ‘escritos’ nos referimos, no solo a las obras impresas, sino también a los manuscritos, los diarios, cartas y cualquier otro escrito privado. Quienes deseen conservar los originales pueden enviar una copia debidamente autenticada”, precisó el edicto.
Las informaciones y materiales deben hacerse llegar al Obispado de San Miguel hasta el 28 de septiembre de este año o enviadas al email cancilleria@obsanmiguel.org
Breve biografía
Guillermo Muzzio Diehl nació el 25 de febrero de 1972 en Argentina. Fue el tercero de seis hermanos.
Su participación en campamentos de jóvenes con su parroquia, actividades con el movimiento Aventura y las misiones con comunidades wichis de El Chaco fueron las experiencias que despertaron su vocación a la vida religiosa.
Estudió en la universidad y tuvo un accidente de tránsito que lo dejó con dolores permanentes. Sin embargo, los supo llevar con paz interior. “No se puede quejar del dolor porque a San Ignacio lo operaron sin anestesia”, recordaba “Willy”, como le llamaban los más cercanos.
En el Seminario Arcángel San Miguel los testimonios coinciden en su profunda vida de oración, ya que se levantaba primero que todos para rezar solo ante al Santísimo Sacramento.
También destacó por su atención hacia los más pobres, siendo la caridad el motor de su vida.
Muzzio fue diagnosticado con Linfoma de Hodgkin pero recibió la admisión formal a las Sagradas Órdenes.
Al empeorar la enfermedad fue internado para un trasplante de médula ósea. En aquella ocasión Muzzio escribió: “Ofrezco esto por las almas del Purgatorio, para que estén pronto cerca de Dios derramando su perfume sobre todos los hombres”.
“Por la evangelización que la Iglesia lleva adelante para ganar a todos para Dios. Por la pronta canonización del Cura Brochero y para que por intercesión de él y de María la Virgen se derramen muchas gracias sobre todos los enfermos, sobre todo paciencia y fortaleza”, además pidió por la diócesis y las vocaciones sacerdotales.
Luego del trasplante un proceso de infecciones fue apagando su vida y falleció el 1 de noviembre de 2002, Día de Todos los Santos.
“Con la sonrisa por la vida” es el sentimiento con el que se le recuerda.
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