LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
12 abril
Los apóstoles habían pasado la noche trabajando y no pescaron nada; mucho moverse y poco fruto; cansados y desilusionados.
Con frecuencia se repite la secuencia evangélica: muchas palabras y pocas obras; cuando el Señor no ayuda o cuando no se trabaja en su nombre y con su espíritu, poco o nada se consigue.
No es que el Señor no esté siempre dispuesto a ayudarnos; es que nosotros preferimos trabajar por nuestra cuenta, fiándonos de nosotros mismos, de nuestros talentos y cualidades y así sale todo y nos quedamos con las manos vacías.
Sólo si echamos las redes en nombre del Señor, sólo fiándonos de él, conseguiremos fruto. Cuando el Señor ayuda, se recoge en un momento lo que fue imposible durante años; éstas son las matemáticas de Dios, que debe aprender todo apóstol.
P. Alfonso Milagro
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