Oración a San Anselmo
¡Oh bendita entre todas las mujeres,
que vences en pureza a los ángeles,
que superas a los santos en piedad!
Mi espíritu moribundo aspira
a una mirada de tu gran benignidad,
pero se avergüenza al espectro
de tan hermoso brillo.
¡Oh Señora mía!,
yo quisiera suplicarte que,
por una mirada de tu misericordia,
curases las llagas y úlceras
de mis pecados;
pero estoy confuso ante ti
a causa de su infección y suciedad.
Tengo vergüenza,
¡oh Señora mía!,
de mostrarme a ti
en mis impurezas tan horribles,
por temor de que tú
a tu vez tengas horror
de mí a causa de ellas,
y sin embargo, yo no puedo,
desgraciado de mí,
ser visto sin ellas.
Amén.
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