| Religioso Franciscano y Mártir Martirologio Romano: Memoria de los santos Pablo Miki y compañeros,  mártires, en Nagasaki, en Japón. Declarada una persecución contra los  cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de  la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en  Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente  maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los  adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando  su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).Su memoria litúrgica es el día de mañana. 
Compañeros en el martirio: Pablo Miki, Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez,  Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la  Orden de los Hermanos Menores; Gonzalo García, Francisco de San Miguel  de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro  Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki,  catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás,  Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm  Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos. 
Fecha de canonización:Primer Santo Mexicano
 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.  Un poco de historia 
De padres españoles, nació Felipe de las Casas Martínez en la Ciudad  de México en 1572. Fue el mayor de once hermanos, de los que tres  siguieron la vida religiosa. Su padre estaba emparentado con otro  notable monje y evangelizador de América, Fray Bartolomé de las Casas.  Felipe era travieso e inquieto de niño. Estudió gramática en el colegio  de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México, dirigido por los  jesuitas. Mostró interés por la artesanía de la plata. Por eso, cuando  Felipe fue beatificado el gremio de los plateros lo nombró su patrón. 
 
A los 21 años se encontraba en las Islas Filipinas, a donde había  ido en busca de aventura. Las personas que viajaban a ese lugar, en  aquellos tiempos, no lo hacían generalmente por motivos piadosos. Ni  tampoco predominaba lo espiritual en el ambiente de Manila, ciudad  conquistada apenas en 1571. En ésta lo común era ver gente ocupada con  planes de conquista militar y haciendo planes para el comercio. Ahí  decidió Felipe ingresar a la orden de los Franciscanos y escogió el  nombre Felipe de Jesús. Entró al convento de Santa María de los Ángeles  de Manila. Un año más tarde, Jesús hizo su profesión religiosa. Cuando  tres años después se acercaba el tiempo de su ordenación, el 12 de julio  de 1596, partió rumbo a México en barco. En Filipinas no se podía  ordenar porque no había un obispo. El viaje de Filipinas a América era  una aventura peligrosa y el viaje podía durar hasta siete u ocho meses.  La travesía del barco en el que iba Felipe estuvo a punto de ser  desastrosa. Durante un mes la nave estuvo a la deriva, arrojada por las  tempestades de un lado a otro hasta que, destrozada y sin gobierno, fue a  dar a las costas del Japón. 
 
En Japón, no les tenían confianza a los misioneros. Cuando ellos  llegaron ahí no sabían qué les iba a pasar y así pasaron varios meses.  Fray Felipe de Jesús se refugió en Meaco, donde los franciscanos tenían  escuela y hospital. El 30 de diciembre todos los frailes fueron hechos  prisioneros junto con un grupo de cristianos japoneses. Comenzó el  martirio. El día 3 de enero les cortaron a todos la oreja izquierda.  Luego emprendieron una marcha en pleno invierno, por un mes, de Tokyo a  Nagasaki.  
 
El 5 de febrero, 26 cristianos fueron colgados de cruces sobre una  colina en las afueras de Nagasaki. Los fijaron a las cruces con argollas  de hierro en el cuello, en las manos y en las piernas. Los atravesaron  con lanzas. El primero fue Felipe de Jesús. Murió repitiendo el nombre  de Jesús. Las argollas que debían sostenerle las piernas estaban mal  puestas, por lo que el cuerpo resbaló y la argolla que le sujetaba el  cuello comenzó a ahogarlo. Le dieron dos lanzadas en el pecho que le  abrieron las puertas de la Gloria de Dios.   
Fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de julio de 1862. 
 
Estos mártires eran frecuentemente recordados por el Papa Juan Pablo  II dando a saber que su sangre no fue derramada en balde. Llegaron al  cielo.  
 
Este día nos podemos acercar a la Eucaristía para pedirle a Jesús nos ayude a realizar la vocación que tenemos en la vida.  
 
Recuerda que el testimonio de los santos confirma el amor a Dios  (CEC 313). El testimonio de estas personas nos puede ayudar a crecer en  nuestra vida espiritual, en nuestra vida de fe.  
Algo que no debes olvidar 
San Felipe de Jesús fue el protomártir mexicano.  
Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila.  
Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mataron.  
Murió repitiendo el nombre de “Jesús”. 
| Los                                                        Santos de hoy domingo 5 de febrero de 2012
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|   Águeda o Ágata, Santa Virgen y Mártir, 5 de febrero
 |  |  |  |   Felipe de Jesús, Santo Primer santo mexicano, 5 de febrero
 |  |  |  |   Jesús Méndez Montoya, Santo Sacerdote y Mártir, 5 de febrero
 |  |  |  |   Isabel Canori Mora, Beata Madre de familia, 5 de febrero
 |  |  |  |   Adelaida de Vilich, Santa Abadesa, 5 de febrero
 |  |  |  |   Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, 5 de febrero
 |  |  |  |   Lucas  de Demenna, Santo Abad, 5 de febrero
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