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miércoles, 27 de septiembre de 2017
martes, 26 de septiembre de 2017
HOY 26 DE SEPTIEMBRE ES LA FIESTA DEL BEATO PABLO VI
Hoy 26 septiembre es la fiesta del Beato Pablo VI, autor de la encíclica Humanae Vitae
(ACI).- El Beato Pablo VI es el Papa autor de la encíclica Humanae Vitae, la visionaria encíclica sobre la defensa de la vida y la familia, y quien llevó a término el Concilio Vaticano II iniciado en 1962 por San Juan XXIII.
Giovanni Battista Montini nació en Lombardía (Italia) el 26 de septiembre de 1897 y falleció en Castel Gandolfo el 6 de agosto de 1978, tras un pontificado de 15 años iniciado en 1963.
El 29 de mayo de 1920, a la edad de 22 años, fue ordenado sacerdote y enviado a Roma a estudiar en las en la Pontificia Universidad Gregoriana, en la Universidad de Roma La Sapienza y a la Academia Pontificia Eclesiástica.
Cuatro años después, fue asignado a la oficina de la Secretaría de Estado, en donde permaneció por 30 años.
El 1 de noviembre de 1954, a la edad de 57 años, fue nombrado Arzobispo de Milán y el 15 de diciembre de 1958, San Juan XXIII lo nombró Cardenal.
En 1963, al morir San Juan XXIII, el entonces Cardenal Montini fue elegido Papa el 21 de junio de ese año, tomando el nombre de Pablo VI y diciendo al mundo que continuaría con la labor de su predecesor.
El 24 de junio de 1967 trató el tema del celibato en una encíclica y el 24 de julio de 1968 escribió en su última encíclica, Humanae Vitae, sobre la regulación de la natalidad. Ambos fueron temas controversiales durante su pontificado.
El Beato protagonizó importantes cambios en la Iglesia. Algunos de naturaleza ecuménica, como su célebre abrazo con el patriarca Atenágoras en 1964 y el mutuo levantamiento de excomuniones.
Otros, de índole pastoral, como haber iniciado la era moderna de los viajes pontificios con visitas a los cinco continentes, así como a Tierra Santa y la ONU. Además, promulgó en 1969 la reforma litúrgica.
También, Pablo VI creó cardenales a Karol Wojtyla, en 1967, y a Joseph Ratzinger, en 1977, quienes serían luego sus sucesores San Juan Pablo II y Benedicto XVI, respectivamente.
Las encíclicas escritas por el beato son Ecclesiam Suam (6 de agosto de 1964), Mense Maio (29 de abril de 1965), Mysterium Fidei (3 de septiembre de 1965), Christi Matri (15 de septiembre de 1966), Populorum Progressio (26 de marzo de 1967), Sacerdotalis Caelibatus (24 de junio de 1967), y Humanae Vitae (25 de julio de 1968).
EL EVANGELIO DE HOY MARTES 26 SEPTIEMBRE 2017
Lecturas de hoy Martes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 26 de septiembre de 2017
Primera lectura
Lectura del libro de Esdras (6,7-8.12b.14-20):
En aquellos días, el rey Darío escribió a los gobernantes de Transeufratina: «Permitid al gobernador y al senado de Judá que trabajen reconstruyendo el templo de Dios en su antiguo sitio. En cuanto al senado de Judá y a la construcción del templo de Dios, os ordeno que se paguen a esos hombres todos los gastos puntualmente y sin interrupción, utilizando los fondos reales de los impuestos de Transeufratina. La orden es mía, y quiero que se cumpla a la letra. Darío.»
De este modo, el senado de Judá adelantó mucho la construcción, cumpliendo las instrucciones de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó, hasta que por fin la terminaron, conforme a lo mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo se terminó el día tres del mes de Adar, el año sexto del reinado de Darío. Los israelitas, sacerdotes, levitas y resto de los deportados, celebraron con júbilo la dedicación del templo, ofreciendo con este motivo cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, uno por tribu, como sacrificio expiatorio por todo Israel. El culto del templo de Jerusalén se lo encomendaron a los sacerdotes, por grupos, y a los levitas, por clases, como manda la ley de Moisés. Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del mes primero; como los levitas se habían purificado, junto con los sacerdotes, estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los deportados, para los sacerdotes, sus hermanos, y para ellos mismos.
Palabra de Dios
_____________________
Salmo
Sal 121,1-2.3-4a.4b-5
R/. Vamos alegres a la casa del Señor
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
______________
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (8,19-21):
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces lo avisaron: «Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.»
Él les contestó: «Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra.»
Palabra del Señor
_____________
Comentario al Evangelio de hoy martes, 26 de septiembre de 2017
Ciudad Redonda
Queridos hermanos:
El texto evangélico de hoy es complicado. Da la impresión de que Jesús se había distanciado de su familia. Leyendo este breve texto nos imaginamos a Jesús en medio de mucha gente que le escucha con atención. Por la puerta del fondo se intentan acercar la madre y los hermanos de Jesús. Pero Jesús no les hace mucho caso.
Esta imagen está muy lejos de la más tradicional y dulcificada imagen de Jesús como un hijo modélico, con unas perfectas relaciones con sus padres. El texto, además, es complicado porque habla de los “hermanos” de Jesús, lo que en principio es incompatible con la virginidad de su madre y su carácter de hijo único.
La realidad es que nada en la vida suele ser sencillo. La realidad de la relación entre las personas suele ser complicada, compleja. Son procesos que necesitan tiempo. A veces, corremos el peligro de, teniendo sólo presente el final, olvidarnos de las etapas intermedias. La realidad es que María debió ser una mujer normal de aquellos tiempos. Probablemente tuvo que pasar por un largo proceso personal hasta entender la actitud y la forma de comportarse de Jesús. Como les pasa a muchos padres con sus hijos, seguramente María no entendió al principio a dónde quería ir Jesús.
Quizá esa fuese la razón por la que fue a buscarle acompañada del resto de su familia. Los biblistas nos dicen que los “hermanos” es una forma genérica de referirse a la familia de Jesús. En aquel tiempo las familias no eran como ahora: padre, madre e hijo (sólo a veces hijos). Lo normal era que viviesen juntos todos en torno al patriarca. Todos eran familia. Todos eran “hermanos”. Por eso, sus familiares fueron a buscar a Jesús.
Pero Jesús ya estaba en otra onda. Estaba ya en el reino de Dios. Esa era su familia: la de los hijos e hijas de Dios, la de los que escuchan la Palabra y la ponen en práctica. Para que aprendamos que hay algo mucho más importante que la sangre. O, dicho de otra manera, que hay una sangre mayor y más fuerte, más original y vital: nuestro común origen en el Padre dios que nos creó. De ahí nace la verdadera fraternidad. María lo asimiló poco a poco.
Pero lo asimiló. Y, al final de la vida de Jesús, estuvo donde tenía que estar: al pie de la cruz y, más tarde, acompañando a los discípulos en la oración. ¿Y nosotros?
SAN COSME Y SAN DAMIÁN, MÁRTIRES, 26 SEPTIEMBRE
26 de Septiembre
San Cosme y San Damián
Mártires
Siglo III
Quiera Dios enviarnos muchos médicos generosos que, a imitación de Cosme y Damián, se dediquen a recetar gratuitamente a los pobres, y a aprovechar su ascendiente para propagar la santa religión de Jesucristo. Qué hermoso fuera que hubiera muchos médicos así.
"Lo que habéis recibido gratis, dadlo también gratuitamente" (Jesucristo Mt. 10, 8).
Santos Cosme y DamianCosme significa "adornado, bien presentado". Damián: domador.
Estos dos santos han sido (junto con San Lucas) los patronos de los médicos católicos. En oriente los llaman "los no cobradores", porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres.
Eran hermanos gemelos y nacieron en Arabia, en el siglo tercero. Se dedicaron a la medicina y llegaron a ser muy afamados médicos. Pero tenían la especialidad de que a los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio.
Las gentes los querían muchísimo y en muchos pueblos eran considerados como unos verdaderos benefactores de los pobres. Y ellos aprovechaban su gran popularidad para ir extendiendo la religión de Jesucristo por todos los sitios donde llegaban.
Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó muchísimo porque estos dos hermanos propagaban la religión de Jesús. Trató inútilmente de que dejaran de predicar, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar. Pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador.
Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, Cosme y Damián, empezaron a obrarse maravillosos curaciones. El emperador Justiniano de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Con sus ministros se fue personalmente a la tumba de los dos santos a darles las gracias.
En Constantinopla levantaron dos grandes templos en honor de estos dos famosos mártires y en Roma les construyeron una basílica con bellos mosaicos.
SANTORAL DE HOY MARTES 26 SEPTIEMBRE 2017
María del Refugio Rosat y María del Calvario Romero, Beatas
Religiosas mártires, 26 de septiembre
|
María Teresa Couderc, Santa
Fundadora, Septiembre 26
|
Lucía de Caltagirone, Beata
Terciaria Franciscana, Septiembre 26
|
Gaspar Stanggassinger, Beato
Sacerdote Redentorista, Septiembre 26
|
Gedeon, Santo
Juez de Israel, 26 de septiembre
|
Luis Tezza, Beato
El apóstol santo de Lima, 26 de septiembre
|
Cosme y Damián, Santos
Memoria Litúrgica, 26 de septiembre
|
lunes, 25 de septiembre de 2017
NOVENA A SAN FRANCISCO DE BORJA, DEL 24 SEPTIEMBRE AL 2 DE OCTUBRE
Novena a San Francisco de Borja
24 septiembre al 2 de octubre
(ACI).- “Bien sé que no son grandes, sino los que se conocen por pequeños; ni son ricos los que tienen, sino los que no desean tener; ni son honrados, sino los que trabajan para que Dios sea honrado y glorificado”, escribió una vez el gran jesuita San Francisco de Borja a su amigo San Pedro Fabro.
Cercanos a la Fiesta de San Francisco de Borja, cuya fiesta se celebra cada 3 de octubre, aquí una novena en honor de aquel que dejó todas las riquezas de la realeza para ingresar a la Compañía de Jesús y servir en la Iglesia con San Ignacio de Loyola.
Primer Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración para el primer día
Dios y Señor de los Ángeles, cuya pureza conservó tu siervo San Francisco de Borja entre los peligros de la juventud, de la abundancia y de los halagos de la corte. Por los méritos de los Ángeles y de la angelical alma de San Borja, te suplico, Dios mío, conserves la pureza de mi cuerpo y alma y me concedas el favor que te pido por intercesión de San Borja. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del segundo día
Dios y Señor de los Arcángeles, en cuyo coro encontró cabida tu siervo San Borja entre los peligros de joven, noble y hermoso, y se consagró por medio de su humildad y penitencia a ser más grande en los cielos que en la tierra. Por los méritos de los Arcángeles y el de tu gran humilde siervo San Francisco de Borja, te suplico me des la gracia para que en los peligros del mundo te sirva y ame hasta gozar de ti en el cielo. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tercer Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del tercer día
Dios y Señor de los Tronos, que hiciste trono de tu gracia a San Francisco de Borja en el estado del santo matrimonio, disponiendo que en Borja hicieran asiento muchas virtudes para ser ejemplo de ellas en todos los estados. Por los méritos de los Tronos y de este tu siervo, te suplico que mi alma descanse sólo en ti y sea trono de tu mayor gloria todos los días de mi vida. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuarto Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del cuarto día
Dios y Señor de las Dominaciones que concediste a San Borja dominar su voluntad y pasiones cuando entre las glorias del mundo atraía los corazones humanos a tu servicio, sin faltar al de los reyes de la tierra. Por las Dominaciones y por las virtudes de San Borja concédeme, Señor, que los bienes y honores de esta vida nunca me dominen de manera que me aparten del fin para el cual me has creado. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quinto Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del quinto día
Dios y Señor de los Principados, quinto coro de los príncipes del cielo, a donde subió tu humilde siervo San Borja, que despreciando el principado de la tierra se consagró al estado religioso para milagro de príncipes y esclavo de los hombres. Por los méritos de los Principados y del humilde San Borja te suplico, Señor, que use yo de la nobleza, sabiduría y poder del mundo en la medida que contribuyan a tu gloria y bien de mi alma. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sexto Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del sexto día
Dios y Señor de las Potestades, de las que te sirves para empresas de tu gloria, en este coro colocaste al gran San Borja para que, como potestad del cielo, hiciera rendirse a las del infierno, a las borrascas del aire y temblores de la tierra. Por las Potestades y por el poder que comunicaste a tu caudillo San Borja te suplico, Señor, mitigues tus rigores en los terremotos y me des tiempo para una muerte ajustada a las divinas leyes. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Séptimo día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del séptimo día
Dios y Señor de las Virtudes, séptima orden de tus ángeles, que te serviste de San Borja en el orden sacerdotal para que, como virtud tuya, arrojara demonios de los cuerpos y pecados de las almas, obrando siempre singulares maravillas. Por los méritos de las Virtudes y por la devoción que San Borja tuvo al Augusto Sacramento, te suplico enciendas en mi alma el fuego del Espíritu Santo para que como virtud del cielo atraiga almas a tu divino servicio y logre la gracia de los santos sacramentos. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Octavo Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del octavo día
Dios y Señor de los Querubines, cuyo nombre significa sapientísimos, y cuya sabiduría aprendió y practicó San Borja, doctor de ciencias y virtudes. Por los méritos de estos Querubines y de San Francisco de Borja que se aplicó con tesón a las artes, sin olvidar las virtudes, ni la perfección religiosa, os suplico, Padre de la luces, me comuniques la verdadera sabiduría, alumbres mi entendimiento para conocerte y enciendas mi voluntad para amarte eternamente. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Noveno Día de la Novena a San Francisco de Borja
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial para todos los días
Glorioso San Francisco de Borja, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma, alcánzame del Señor lo que te pido en esta novena y si no, encamina mi petición a Dios para que en mí y en todos se cumpla la divina voluntad. Amén.
Oración del noveno día
Dios y Señor de los Serafines, espíritus que en tu amor se abrazan y encienden a las almas. Tú sabes que el serafín San Borja se abrazó en tu amor y lo comunicó a todos con su enseñanza y ministerios, enviando al “Nuevo Mundo” apostólicos varones para convertir a los pueblos. Por los merecimientos de los Serafines y del serafín San Borja te suplico me libres de los riesgos de esta vida y me lleves a gozar de ti en el cielo, en donde te sirva y alabe por todos los siglos. Amén.
(Aquí se dicen las intenciones de la novena o las peticiones y se reza tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Oración final para todos los días
Santísimo y amado padre San Francisco de Borja, grande por naturaleza en la tierra y mayor por tu humildad en el cielo, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes y maestros, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas y a quien Dios ha concedido especial gracia para desterrar las tercianas y otras enfermedades; para apaciguar los discordes, conservar el honor y recobrar buena fama; para aplacar los terremotos y librar de sus daños a tantos pueblos y ciudades que te invocan como su protector y patrono.
A ti acudo, padre mío, para que como tan amante de María Inmaculada y de Jesús Sacramentado, intercedas por mí, alcanzándome el perdón de mis pecados e imitación de tus virtudes, hasta gozar de Jesús y María por medio de una santa muerte, y que en vida logre la gracia que te pido por medio de esta novena, si ha de ser para gloria de Dios y tuya. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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