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martes, 12 de octubre de 2021
HOY CELEBRAMOS LA MEMORIA LITÚRGICA DEL BEATO CARLO ACUTIS, 12 DE OCTUBRE
Hoy celebramos la memoria litúrgica del Beato Carlo Acutis
Redacción ACI Prensa
Hoy, 12 de octubre, celebramos la memoria del Beato Carlo Acutis, por primera vez, a un año y dos días de su beatificación. En aquella oportunidad, pudimos escuchar estas inspiradoras palabras sobre el joven beato:
“Su vida es un modelo particularmente para los jóvenes, para no encontrar justificaciones no solo en los éxitos efímeros, sino en los valores perennes que Jesús sugiere en el Evangelio, es decir, para poner a Dios en primer lugar en las grandes y pequeñas circunstancias de la vida, y para servir a los hermanos, especialmente a los últimos”, aseveró el Cardenal Agostino Vallini (Homilía de la Misa de beatificación de Carlo Acutis - 10 de octubre de 2020).
Estas palabras sintetizan algo esencial de la vida cristiana, algo que Carlo supo vivir muy bien: el centro de nuestras vidas debe ser Dios. Cuando hacemos de Cristo “la piedra angular” de nuestras existencias, la santidad se hace posible.
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra), ciudad donde en aquel momento trabajaban sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, ambos italianos. Meses después de su nacimiento, los padres de Carlo decidieron regresar a Italia y se mudaron con él a Milán. Desde muy pequeño, Carlo evidenció un cariño especial por Dios y una sensibilidad muy peculiar para aprender y conocer las cosas relativas a la fe, a pesar de que sus padres no eran particularmente devotos en ese entonces. Aquel amor por el Señor no pararía de crecer y se fortalecería aún más en su adolescencia, cuando a Carlo le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. En ese momento, lejos de desesperar, Carlo manifestó su voluntad de ofrecer sus sufrimientos “por el Señor, el Papa y la Iglesia”. Ese deseo, que revelaba una profunda madurez espiritual a sus cortos 15 años, era expresión de un corazón que fue tomando precozmente la forma del Corazón de Cristo.
Son abundantes los testimonios sobre la alegría de Carlo, su fortaleza, su preocupación por el bien de los que le rodeaban, su sensibilidad y empatía para con sus compañeros de colegio -especialmente si eran maltratados-, o con los pobres, a quienes asistió en numerosas ocasiones junto a sus amigos. A muchos les llamaba la atención la naturalidad con la que Carlo se acercaba a los enfermos, a los pobres o a quien estuviese sufriendo, como asegurándose siempre de que Dios estuviera en sus vidas, y sea su amor el que los alivie material y espiritualmente.
A Carlo Acutis lo han llamado “ciberapóstol de la Eucaristía”, “apóstol de los millennials” y, más recientemente, “apóstol de la Internet”; y es que hay razones suficientes para ello: Carlo fue un promotor y divulgador de los milagros eucarísticos en el ciberespacio. Una de las cosas más interesantes que hizo fue diseñar un sitio web con ese fin. Allí escribió: “Mientras más frecuente sea nuestra recepción de la Eucaristía, más seremos como Jesús. Y en esta tierra podremos pregustar el Cielo”. Es claro que sus palabras revelan la sana comprensión que tenía de las nuevas tecnologías y su utilidad en la evangelización. Se dice también que gustaba de los videojuegos y que incluso tuvo una consola PlayStation 2, la que por decisión propia solo usaba los domingos durante una hora.
Sabemos que todo santo es hijo de su tiempo, aunque simultáneamente capaz de cuestionar las condiciones propias del momento en el que vive. En ese sentido, cualquier cosa que pueda decirse de Carlo Acutis solo puede entenderse bajo ese principio. Vivió como un chico común de finales del siglo XX -paseaba, jugaba, estudiaba, ayudaba en casa, se divertía con amigos y familiares- pero no se limitó a eso; Carlo escogió la ruta hacia lo eterno, la parte mejor, sin dejarse llevar por la corriente en contra.
Carlo tuvo un trato frecuente con la Eucaristía -en la oración frente al Santísimo Sacramento y en la comunión frecuente- y una hermosa relación con la Virgen María. Carlo iba a misa varias veces por semana y amaba rezar el Rosario todos los días. Fue un joven forjado en la oración que no se perdió en el “bullicio” del mundo de hoy. Constantemente decía: “La Eucaristía es mi autopista al Cielo”.
Carlo murió el 12 de octubre de 2006, día de la Virgen del Pilar. Fue sepultado en Asís, por pedido suyo, debido al gran amor que le tenía a San Francisco. Su causa de beatificación se abrió en 2013. Fue declarado “Venerable” en 2018 y desde el pasado 10 de octubre de 2020, se cuenta entre los beatos. El milagro que hizo posible su beatificación sucedió en Brasil. Gracias a su intercesión, un niño resultó curado de una grave enfermedad.
El niño del milagro reconocido se llama Matheus. Él padecía una malformación congénita conocida como páncreas anular, condición que impide la correcta ingesta y digestión de los alimentos, entorpece la nutrición y atrofia el crecimiento de una persona, causándole además numerosos malestares. La madre de Matheus tuvo noticia de Carlo Acutis a través de un sacerdote amigo y se dedicó a pedir su intercesión por la curación de su hijo. El milagro tuvo lugar después de que Matheus venerara una de las reliquias del nuevo Beato.
¿Quién fue Carlo Acutis?
Redacción ACI Prensa
Carlo Acutis es un adolescente italiano que murió en 2006 y que fue beatificado el 10 de octubre de 2020 en Asís, la tierra de San Francisco. La vida de Acutis, aficionado a los videojuegos y a la programación por computadora, que amaba el fútbol y la Eucaristía, ha generado gran interés en todo el mundo. Aquí te contamos lo que necesitas saber de él.
¿Quién es Carlo Acutis?
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra) donde trabajaban sus padres. Algunos meses después, sus papás Andrea Acutis y Antonia Salzano, se mudaron con él a Milán.
Siendo adolescente, a Carlo le diagnosticaron leucemia. Ofreció sus sufrimientos “por el Señor, el Papa y la Iglesia”.
Murió el 12 de octubre de 2006, día de la Virgen del Pilar. Fue sepultado en Asís a pedido suyo, debido al gran amor que le tenía a San Francisco.
Su causa de beatificación y canonización se abrió en 2013. Fue declarado venerable en 2018 y fue beatificado el 10 de octubre de 2020.
¿Y fue muy santo?
Desde muy pequeño Carlo mostró un especial amor a Dios, aunque sus padres no eran especialmente devotos. Su madre decía que antes de Carlo solo fue a Misa en su Primera Comunión, su Confirmación y su Matrimonio.
Carlo también amaba rezar el Rosario. Tras su Primera Comunión iba a Misa con frecuencia y se quedaba rezando en Hora Santa luego de la Eucaristía. Se confesaba una vez a la semana.
Le pedía a sus padres que lo llevaran en peregrinación a los lugares de los santos y a los sitios de los milagros eucarísticos.
Su testimonio de fe llevó a una profunda conversión a su madre porque, de acuerdo al sacerdote que promueve su causa, él “logró acercar a sus familiares, a sus padres a la Misa diariamente. No fue al revés, no fueron los padres los que llevaron al pequeño a Misa sino era él quien iba a Misa y que convenció a otros de recibir la Eucaristía todos los días”.
Era conocido por defender a los chicos de su escuela que sufrían bullying, especialmente niños con discapacidad. Cuando los padres de un amigo se estaban divorciando, Carlo hizo lo posible para incluirlo en la vida familiar de los Acutis.
Promovió los milagros eucarísticos, especialmente a través de un sitio web que diseñó con ese fin. Allí le decía a la gente que “mientras más frecuente sea nuestra recepción de la Eucaristía, más seremos como Jesús. Y en esta tierra podremos pregustar el Cielo”.
Cuando Carlo enfermó su vida de fe aumentó. Tenía toda la intención de ofrecer su sufrimiento por la Iglesia, el Papa y la gente enferma.
¿Fue un gamer?
Esto es lo que sabemos: Carlo amaba los videojuegos. La consola que usaba era un Playstation o posiblemente un PS2, que fue lanzado al mercado en el año 2000, cuando tenía nueve años.
Sabemos que solo se permitía jugar una hora a la semana, como penitencia y disciplina espiritual, pero ciertamente sí quería jugar mucho más.
Lo que no sabemos es qué juegos solía jugar. ¿Tal vez Tony Hawk Pro Skater 2 o Gran Turismo 3? Si lo averiguamos, lo informaremos.
También era programador y, como ya hemos mencionado, hizo un sitio web sobre los milagros eucarísticos.
A Carlo también le gustaban los deportes en campo abierto. A muchos santos como a él les ha gustado el fútbol.
¿Y su cuerpo está incorrupto?
Inicialmente algunos dijeron que el cuerpo de Carlo Acutis fue encontrado incorrupto. Sin embargo, un vocero de la beatificación de Acutis dijo que el cuerpo está íntegro pero “no incorrupto”.
“Hoy lo vemos otra vez en su cuerpo mortal. Un cuerpo que ha pasado, en los años de sepultura en Asís, por el proceso normal de deterioro, que es el legado de la condición humana luego de que el pecado fuera removido por Dios, la fuente de la vida. Pero este cuerpo mortal está destinado a la resurrección”, dijo el Obispo de Asís, Mons. Domenico Sorrentino, en la Misa para la apertura de la tumba el 1 de octubre de 2020.
El cuerpo de Acutis reposa en una urna de vidrio donde fue venerado por los peregrinos hasta el 17 de octubre de 2020. Está vestido con jeans y un par de tenis Nike, la ropa que solía usar.
El corazón de Carlo Acutis, que ahora puede ser considerado una reliquia, está en un relicario en la Basílica de San Francisco en Asís.
Su madre dijo que su familia quiso donar sus órganos cuando falleció, pero no pudieron hacerlo debido a la leucemia.
20 frases del Beato Carlo Acutis que enseñan cómo vivir una juventud santa
Redacción ACI Prensa
Desde su beatificación el 10 de octubre de 2020 en Asís (Italia), cada vez se conoce más sobre la vida y obra del Beato Carlo Acutis, como por ejemplo algunas de sus frases más emblemáticas.
Si bien el llamado “ciberapóstol de la Eucaristía” tenía solo 15 años cuando partió a la Casa del Padre tras sufrir de leucemia, durante esos años cultivó una gran sabiduría fruto de su estrecha relación con Jesús y María, y que se reflejó en sus obras y palabras.
A continuación algunas de las frases que dejó como legado del que se puede aprender a vivir una juventud santa en el siglo XXI:
1. “La Virgen María es la única mujer en mi vida”.
2. “Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo”.
3. “Al estar ante Jesús Eucaristía nos hacemos santos”.
4. “Hay gente que sufre mucho más que yo”. “Ofrezco todo el sufrimiento que tendré que padecer por el Señor, por el Papa y por la Iglesia”.
5. “Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que volverse tu mejor amigo”.
6. “No temas, porque con la Encarnación de Jesús, la muerte se vuelve vida y no hay necesidad de escapar: en la vida eterna nos espera algo extraordinario”.
7. “Jerusalén está a la vuelta de la esquina”.
8. “Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias”.
9. “Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida”.
10. “La felicidad es mirar hacia Dios, la tristeza es mirar hacia uno mismo”.
11. “No yo, sino Dios”. “La santificación no es un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios”.
12. “¡Criticar a la Iglesia significa criticarnos a nosotros mismos! La Iglesia es dispensadora de tesoros para nuestra salvación”.
13. “Lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo”.
14. “Nuestra alma es como un globo aerostático. Si por casualidad hay un pecado mortal, el alma cae al suelo. La Confesión es como el fuego debajo del globo que permite al alma volver a elevarse. Es importante ir a confesarse con frecuencia”.
15. “Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios”.
16. “Nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito. Lo infinito es nuestra patria. El cielo nos ha estado esperando desde siempre”.
17. “La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo”.
18. “El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo”. “Después de la Santa Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más poderosa para combatir al demonio”.
19. “¿Por qué a los hombres les preocupa tanto la belleza de su cuerpo y no les importa la belleza de su alma?”. “Una vida es verdaderamente hermosa sólo si llegamos a amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos”.
20. “La conversión no es más que mover la mirada de abajo hacia arriba, un simple movimiento de los ojos es suficiente”.
20 FRASES DE SANTOS Y BEATOS QUE TE HARÁN AMAR MÁS EL SANTO ROSARIO
20 frases de santos y beatos que te harán amar más el Santo Rosario
POR ABEL CAMASCA | ACI Prensa
Desde que se empezó a propagar la devoción al Santo Rosario, por pedido de la Virgen María en el siglo XIII, muchos santos y beatos a lo largo de los tiempos tuvieron una profunda devoción a esta oración mariana y ayudaron a su difusión.
Aquí 20 frases de aquellos que crecieron en santidad con el rezo del Rosario:
1. San Pío X
“Si quieren que la paz reine en sus familias y en su patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos”.
2. San Francisco de Sales
“Rezar mi Rosario es mi más dulce ocupación y una verdadera alegría, porque sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más amable y generosa de las madres”.
3. San José de Calasanz
“Hacer saber a todos que sean devotos del Santísimo Rosario, en el que se contiene la vida, pasión y muerte de nuestro Redentor”.
4. San Luis María Grignion de Montfort
“La práctica del Santo Rosario es grande, sublime y divina. El Cielo nos la ha dado para convertir a los pecadores más endurecidos y a los herejes más obstinados” .
5. San Alfonso María de Ligorio
“Si queremos aliviar a las benditas almas del Purgatorio, procuremos rogar por ellas a la Santísima Virgen, aplicando por ellas de modo especial el Santo Rosario que les servirá de gran alivio”.
6. San Antonio María Claret
“Las mejores conquistas de almas que he logrado, las he conseguido por medio del rezo devoto del Santo Rosario”.
7. San Juan María Vianney (Santo Cura de Ars)
“Con esta arma le he quitado muchas almas al diablo”.
8. San Juan Bosco
“Sobre la devoción de la Virgen y el rezo del Rosario se basa toda mi obra educativa. Preferiría renunciar a cualquier otra cosa, antes que al Rosario”.
9. Santa Teresita del Niño Jesús (Teresita de Lisieux)
“Con el Rosario se puede alcanzar todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el Cielo y la tierra, uno de cuyos extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen. Mientras el Rosario sea rezado, Dios no puede abandonar al mundo, pues esta oración es muy poderosa sobre su Corazón”.
10. San Pablo VI
“El rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezcan en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del Corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor”.
11. San Josemaría Escrivá
“Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana”.
12. San Juan XXIII
“El Rosario es una muy excelente forma de oración meditada, compuesta a modo de mística corona”.
13. San Juan Pablo II
“El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo”.
14. Santa Teresa de Calcuta
“Aférrate al Rosario como las hojas de la hiedra se aferran al árbol; porque sin nuestra Señora no podemos permanecer”.
15. San Pío de Pietrelcina
“¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”.
16. San Juan Berchmans
“Denme mis armas: la cruz, la corona del Rosario de la Santísima Virgen y las reglas de la Compañía. Estas son mis tres prendas más amadas; con ellas moriré contento”.
17. San Miguel Febres (Santo Hermano Miguel)
“Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas”.
18. Beato Álvaro del Portillo
“Al desgranar el Rosario, suplicad a la Reina del Mundo por la santidad de la familia”.
19. Beato Bartolomé Longo
“Como dos amigos, frecuentándose, suelen parecerse también en las costumbres, así nosotros, conversando familiarmente con Jesús y la Virgen, al meditar los Misterios del Rosario, y formando juntos una misma vida de comunión, podemos llegar a ser, en la medida de nuestra pequeñez, parecidos a ellos, y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde, pobre, escondido, paciente y perfecto”.
20. Santo Domingo de Guzmán
“Estás viendo el fruto que he conseguido con la predicación del Santo Rosario; haz lo mismo, tú y todos los que aman a María, para de ese modo atraer todos los pueblos al pleno conocimiento de las virtudes”.
sábado, 9 de octubre de 2021
EL SEÑOR DE LOS MILAGROS: ESTA PINTURA DE JESÚS SOBREVIVIÓ A TERREMOTOS Y HOY LA VENERAN MILLONES DE CATÓLICOS - PERÚ
Esta pintura de Jesús sobrevivió a terremotos y hoy la veneran millones de católicos
Redacción ACI Prensa
Hace más de 360 años un esclavo negro pintó en una pared de barro la imagen de Jesús, la cual sobrevivió a terremotos y ahora es venerada por millones de católicos alrededor del mundo.
La historia del Señor de los Milagros, una de las devociones más multitudinarias y apreciadas del Perú, se remonta al siglo XVII, cuando la población de la capital, Lima, crecía con la llegada de esclavos provenientes de África occidental, los cuales eran clasificados por castas y entre las que se encontraban los angolas.
Estos últimos levantaron su cofradía en un galpón en la zona de Pachacamilla, a las afueras de lo que hoy se conoce como el centro histórico de Lima. En ese lugar, un esclavo angoleño, cuyo nombre se cree que era Pedro Dalcón o Benito, pintó en una pared de adobe la imagen de cristo crucificado.
La imagen permaneció desconocida para muchos, hasta el 13 de noviembre de 1655, cuando un terrible terremoto estremeció la ciudad y dejó miles de víctimas mortales.
El movimiento sísmico derrumbó todas las paredes del galpón de la cofradía, menos el débil muro de adobe con la imagen de Cristo.
“Poco quedó en pie: un paño del muro del Cristo de Pachacamilla se mantuvo milagrosamente intacto, mientras que, en sus alrededores, reinaba la desolación”, indica la Enciclopedia Católica.
Unos años después, la curación milagrosa de Andrés de León, que sufría de un tumor maligno, gracias a las oraciones devotas a la imagen de Jesús, generó una creciente devoción a la pintura.
La enciclopedia relata que las autoridades civiles y religiosas decidieron eliminar la imagen por considerar este tipo de devoción como inapropiada. Sin embargo, las personas que intentaron borrarla sufrieron hechos sobrenaturales que los obligó a renunciar a su misión.
“El pintor, lo intentó dos veces: La primera vez se desmayó, y la segunda quedó paralizado. Luego, otra persona, que también quiso intentarlo, sufrió de un temblor inusitado. Finalmente, una persona distinta de las anteriores, a la que se le ofrece paga, dijo que no podía hacerlo”, agregó.
El virrey Pedro Antonio Fernández de Castro llegó a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que se venerase la pintura en su lugar original y se levantara una ermita provisional.
El Señor de los Milagros resistió otros terremotos, como el que azotó la ciudad de Lima el 20 de octubre de 1687 y que inspiró al cuarto mayordomo Sebastián de Antuñano y Rivas a realizar la primera procesión de la imagen.
“El terremoto de 1746 tampoco tumbó el muro, aunque dejó en ruinas a la capital. Con ello, la fe en el Cristo Moreno quedaba cimentada”, explicó el mayordomo general de la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas, Manuel Orrillo, a El Comercio.
Paulatinamente la devoción al Cristo moreno se fue expandiendo y actualmente cientos de miles de personas acuden al Santuario de las Nazarenos, en el centro de Lima, especialmente en octubre para sacar en procesión una réplica de la imagen.
El Señor de los Milagros también recorre las calles en otros países en América y Europa, como Chile, Colombia, Argentina, Italia, Francia y Estados Unidos, donde las hermandades realizan multitudinarias procesiones en honor al Cristo Moreno.
Debido a la pandemia de coronavirus, el 2020 fue el primer año desde la Guerra del Pacífico, hace más de 110 años, que la venerada imagen no salió en procesión en Lima y las celebraciones se realizaron de forma virtual.
Este año, el Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, anunció que la imagen tampoco saldría en procesión por la pandemia del COVID-19, pero dijo que los fieles podrán acercarse a la Iglesia de las Nazarenas para venerarla.
jueves, 7 de octubre de 2021
HOY 7 DE OCTUBRE SE CELEBRA A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
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lunes, 4 de octubre de 2021
12 HECHOS QUE TAL VEZ NO CONOCÍAS DE LA VIDA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
12 hechos que tal vez no conocías de la vida de San Francisco de Asís
Redacción ACI Prensa
Cada 4 de octubre se celebra la fiesta de San Francisco de Asís, uno de los santos más conocidos y queridos de la Iglesia, cuyo nombre fue tomado por el Papa Francisco en su honor. A continuación, te presentamos 12 hechos sobre su vida.
1. Los retratos más antiguos de San Francisco se encuentran en Italia
El primero (izquierda) se encuentra en el monasterio benedictino de Subiaco. El retrato fue pintado durante una visita al monasterio y presenta a San Francisco sin aureola ni estigmas.
El segundo fresco (derecha) se halla en la Basílica inferior de Asís y fue pintado por Cimabue. El fresco completo representa a la Virgen con el Niño entronizados, cuatro ángeles y San Francisco.
2. Se le llamó Francisco por el pueblo de Francia
Su padre, Pedro Bernardone, fue un comerciante que trabajaba en Francia. Como se encontraba en dicho país cuando nació su hijo, la gente le apodó "Francesco" (el francés), por más que en el bautismo recibió el nombre de Juan.
3. Fue prisionero de guerra durante un año
Cuando tenía cerca de 19 años, antes de su conversión, se unió al ejército y luchó en una guerra que se libró entre las ciudades de Perugia y Asís. Fue hecho prisionero durante un año, pero finalmente fue liberado ileso.
4. Su vida se inspiró en Mateo 10,9
En Mateo 10,9, Jesús dice a sus discípulos: "no lleven oro, plata o monedas en el cinturón" cuando viajen para predicar el Evangelio. El santo se sintió inspirado a hacer lo mismo y comenzó a viajar para predicar el arrepentimiento en pobreza.
5. En el plazo de un año ganó 11 seguidores
Para el año 1210 había 12 de ellos en total, es decir, igual número que los apóstoles. En ese entonces, San Francisco redactó una regla breve e informal con consejos evangélicos para alcanzar la perfección, principalmente. Luego, viajaron a Roma para presentar el escrito para la aprobación del Papa. El viaje fue a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad y viviendo de las limosnas que la gente les daba.
6. El Papa Inocencio III decidió apoyar a los franciscanos después de un sueño sobrenatural
El Papa Inocencio III se mostró adverso a darle apoyo a San Francisco y su nuevo grupo de seguidores. Entonces, tuvo un sueño en el que vio al santo sosteniendo con su cuerpo la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de la diócesis de Roma, que estaba a punto de derrumbarse.
El Santo Padre interpretó el sueño como una indicación de que San Francisco y su grupo podrían servir de apoyo a la Iglesia y así les dio el reconocimiento oficial como una orden religiosa.
7. Asistió al IV Concilio de Letrán, donde conoció a Santo Domingo de Guzmán
El IV Concilio de Letrán fue el concilio ecuménico número 12 de la Iglesia Católica en el que se ratificó la transubstanciación y la primacía papal, entre otras cosas. Santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores o Dominicos, también estuvo presente.
8. Visitó a un sultán musulmán, le predicó el Evangelio y lo desafió
Durante la quinta cruzada, San Francisco y un acompañante viajaron a un territorio musulmán para visitar al sultán de Egipto y Siria, Al-Kamil. El santo predicó ante el sultán y para demostrar su gran fe en la religión cristiana, desafió a los presentes a un "juicio de fuego" que consistía en que él y un musulmán caminen por un sendero en llamas, con la idea de que el seguidor de la religión verdadera debía ser protegido por Dios.
San Francisco se ofreció a ir en primer lugar, pero Al-Kamil rechazó el desafío. No obstante, el sultán quedó tan impresionado por su fe que le dio permiso al santo para predicar en su tierra.
9. Detuvo los milagros de un franciscano fallecido
En 1220, San Francisco se retiró del gobierno de la Orden y nombró como su Vicario a Pedro Cattani. Sin embargo, Pedro murió sólo cinco meses después. Los visitantes a su tumba reportaron muchos milagros, lo que llevó a grandes multitudes al lugar. Las muchedumbres causaban problemas en la zona por lo que el santo le rezó a Cattani para que se detuvieran los milagros y estos cesaron.
10. Recibió estigmas mientras realizaba ayuno de 40 días
Los estigmas son una condición en la que las heridas de Cristo aparecen sobrenaturalmente en el cuerpo de una persona. Un franciscano que lo acompañó dijo: "De repente vio una visión de un serafín, un ángel de seis alas en una cruz. Este ángel le dio el don de las cinco llagas de Cristo".
Esto sucedió en 1224 durante un ayuno de 40 días en el Monte Alvernia, cuando se preparaba para la Fiesta de San Miguel Arcángel, el 29 de septiembre.
11. La primera piedra de la Basílica de San Francisco de Asís se colocó al día siguiente de su canonización
El santo murió el 3 de octubre de 1226. Fue canonizado por el Papa Gregorio IX el 16 de julio de 1228, y al día siguiente, el Santo Padre puso personalmente la primera piedra de la nueva basílica de San Francisco de Asís.
12. Su tumba se perdió durante siglos hasta que fue redescubierta en 1818
Su cuerpo fue trasladado a su basílica en 1230, pero pronto fue ocultado por los franciscanos para protegerlo de los invasores sarracenos. La ubicación de su cuerpo quedó en el olvido y no fue redescubierto hasta 1818, casi seis siglos después.
EL EVANGELIO DE HOY LUNES 4 DE OCTUBRE DE 2021
Lunes 27 del tiempo ordinario
Lunes 4 de octubre de 2021
1ª Lectura (Jon 1,1—2,1.11): Jonás, hijo de Amitai, recibió la palabra del Señor: «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella: ‘Su maldad ha llegado hasta mí’». Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor; bajó a Jafa y encontró un barco que zarpaba para Tarsis; pagó el precio y embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos del Señor. Pero el Señor envió un viento impetuoso sobre el mar, y se alzó una gran tormenta en el mar, y la nave estaba a punto de naufragar. Temieron los marineros, e invocaba cada cual a su dios. Arrojaron los pertrechos al mar, para aligerar la nave, mientras Jonás, que había bajado a lo hondo de la nave, dormía profundamente.
El capitán se le acercó y le dijo: «¿Por qué duermes? Levántate e invoca a tu Dios; quizá se compadezca ese Dios de nosotros, para que no perezcamos». Y decían unos a otros: «Echemos suertes para ver por culpa de quién nos viene esta calamidad». Echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Le interrogaron: «Dinos, ¿por qué nos sobreviene esta calamidad? ¿Cuál es tu oficio? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?». Él les contestó: «Soy un hebreo; adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme». Temieron grandemente aquellos hombres y le dijeron: «¿Qué has hecho?». Pues comprendieron que huía del Señor, por lo que él había declarado.
Entonces le preguntaron: «¿Qué haremos contigo para que se nos aplaque el mar?». Porque el mar seguía embraveciéndose. Él contestó: «Levantadme y arrojadme al mar, y el mar se aplacará; pues sé que por mi culpa os sobrevino esta terrible tormenta». Pero ellos remaban para alcanzar tierra firme, y no podían, porque el mar seguía embraveciéndose. Entonces invocaron al Señor, diciendo: «¡Ah, Señor, que no perezcamos por culpa de este hombre, no nos hagas responsables de una sangre inocente! Tú eres el Señor que obras como quieres». Levantaron, pues, a Jonás y lo arrojaron al mar; y el mar calmó su cólera. Y temieron mucho al Señor aquellos hombres. Ofrecieron un sacrificio al Señor y le hicieron votos. El Señor envió un gran pez a que se comiera a Jonás, y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches seguidas. El Señor dio orden al pez, y vomitó a Jonás en tierra firme.
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Salmo responsorial: Jon 2
R/. Sacaste mi vida de la fosa, Señor.
En mi aflicción clamé al Señor y me atendió; desde el vientre del abismo pedí auxilio, y escuchó mi clamor.
Me arrojaste a lo profundo en alta mar, me rodeaban las olas, tus corrientes y tu oleaje pasaban sobre mí.
Yo dije: «Me has arrojado de tu presencia; quién pudiera ver de nuevo tu santo templo».
Cuando se me acababan las fuerzas me acordé del Señor; llegó hasta ti mi oración, hasta tu santo templo.
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Versículo antes del Evangelio (Jn 13,34): Aleluya. Os doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que os améis los unos a los otros, como yo os he amado. Aleluya.
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Texto del Evangelio (Lc 10,25-37): En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley, y dijo para poner a prueba a Jesús: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?». Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás».
Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?». Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva. ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».
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«El que practicó la misericordia con él»
Hno. Lluís SERRA i Llançana
(Roma, Italia)
Hoy, un maestro de la Ley plantea a Jesús una pregunta que quizás nos hemos formulado más de una vez: «¿Qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?» (Lc 10,25). Era una pregunta que iba con segundas, pues quería poner a prueba a Jesús. El maestro responde sabiamente lo que dice la Ley, es decir, amar a Dios y al prójimo como a uno mismo (cf. Lc 10,27). La clave es amar. Si buscamos la vida eterna, sabemos que «la fe y la esperanza pasarán, mientras que el amor no pasará nunca» (cf. 1Cor 13,13). Cualquier proyecto de vida y cualquier espiritualidad cuyo centro no sea el amor nos aleja del sentido de la existencia. Un punto de referencia importante es el amor a uno mismo, a menudo olvidado. Solamente podemos amar a Dios y al prójimo desde nuestra propia identidad.
El maestro de la Ley va más lejos todavía y pregunta a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La respuesta llega a través de un cuento, de una parábola, de una historia corta, sin formulaciones teóricas complicadas, pero con un gran contenido. El modelo de prójimo es un samaritano, es decir, un marginado, un excluido del pueblo de Dios. Un sacerdote y un levita pasan de largo al ver al hombre apaleado y malherido. Los que parecen estar más cerca de Dios (el sacerdote y el levita) son los que están más lejos del prójimo. El maestro de la Ley evita pronunciar la palabra "samaritano" para indicar a quien se comportó como prójimo del hombre malherido y dice: «El que practicó la misericordia con él» (Lc 10,37).
La propuesta de Jesús es clara: «Vete y haz tú lo mismo». No es la conclusión teórica del debate, sino la invitación a vivir la realidad del amor, el cual es mucho más que un sentimiento etéreo, pues se trata de un comportamiento que vence las discriminaciones sociales y que brota del corazón de la persona. San Juan de la Cruz nos recuerda que «al atardecer de la vida te examinarán del amor».
EL EVANGELIO DE HOY 4 DE OCTUBRE DE 2021 - SAN FRANCISCO DE ASÍS
4 de Octubre: San Francisco de Asís
El Evangelio de Hoy
Texto del Evangelio (Mt 11,25-30): En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
»Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».
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«Has revelado a pequeños»
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM
(Barcelona, España)
Hoy, fiesta de san Francisco de Asís, el Evangelio comienza con una breve oración de Jesús; continúa con una lección de vida trinitaria, y acaba con una invitación. Las tres cosas establecen el retrato espiritual del Santo que festejamos.
En la oración, Jesús enaltece al Padre porque se revela a los sencillos y a los humildes: «Has revelado a pequeños (…)» (Mt 11,25). Dios les revela la profundidad de su vida trinitaria: «Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre (…)» (Mt 11,27). ¡Conocer al Padre y al Hijo con la Mente que es el Espíritu Santo! ¡Él es quien conoce la profundidad de Dios! Recordemos que el verbo “conocer” en la Biblia significa amar y ser amado, darse y poseer. Este “Conocimiento” mutuo del Padre y del Hijo es el mismo Espíritu; de modo semejante podemos decir también que el Espíritu Santo es el Amor, la Unidad, el Aliento, la Lengua… del Padre y del Hijo.
El Santo de Asís se caracteriza por la pequeñez y la simplicidad; su humildad lo convierte en terreno propicio para recibir esta revelación del misterio trinitario. En efecto, sus escritos y las biografías primitivas señalan en él una experiencia profunda del misterio de la vida trinitaria. Dios Trinidad se le da a “conocer” y él es conocido por Dios.
La invitación final de Jesús es el coronamiento de todo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,28). Jesús es benévolo y humilde de corazón; por esto es el reposo de los humildes, y también de todos los que estamos agobiados porque no lo somos suficientemente. En Jesús aprendemos la humildad: «Aprended de mí» (Mt 11,29).
El papa Francisco no tiene sólo el nombre de nuestro Santo, sino también su simplicidad y humildad, como lo vemos en sus gestos y palabras. ¡Ánimo! Tenemos ante nosotros el ejemplo más grande: Jesucristo. Y, a partir de Él, san Francisco y el Papa.
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«Estas cosas (…) se las has revelado a pequeños»
Fray Valentí SERRA i Fornell
(Barcelona, España)
Hoy escuchamos unas palabras emotivas y entrañables que Jesús pronunció en un momento de gran exultación espiritual: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11,25). Podríamos decir que son su "magníficat" de acción de gracias. La Iglesia se complace escuchándolas cada año en la fiesta de san Francisco, el pobrecillo de Asís (+1226), hombre sencillo de corazón y locamente enamorado de Cristo y de su Evangelio.
A través de este texto evangélico, estamos invitados a volver a una vida cristiana configurada por la pobreza y la sencillez de corazón —la pequeñez— tal como lo hizo san Francisco de Asís. Él supo profundizar admirablemente en la Palabra de la vida hasta encontrar aquello más nuclear y esencial de la revelación cristiana, justamente, en esta "manifestación a los sencillos".
Vivimos inmersos en un mundo y en una cultura que frecuentan la arrogante autosuficiencia, como si no debiéramos nada a nadie, como si no tuviéramos necesidad de ser salvados. En este sentido, frecuentemente hacemos el ridículo ante los ojos de Dios. Por eso, son especialmente oportunas y plenamente actuales las palabras de san Francisco en su Cántico de las criaturas: «Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas (…).Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad. Amén».
Hoy conmemoramos la muerte de san Francisco. Su tránsito fue el momento capital de su liberación. En efecto, fue mientras se asociaba plenamente al misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo cuando manifestó a sus hermanos, a modo de testamento y reto, las siguientes palabras: «Yo ya he cumplido mi parte; que Cristo os enseñe la suya. ¡Comencemos, hermanos!». Sí, empecemos, hermanos, a vivir con alegría el Evangelio, ya que Dios se ha manifestado a los sencillos.