sábado, 2 de abril de 2016

LOS SANTOS DE HOY: SÁBADO 2 DE ABRIL DEL 2016

Teodosia de Cesarea, SantaTeodosia de Cesarea, Santa
Virgen y Mártir, 2 de abril
Juan Pablo II, SantoJuan Pablo II, Santo
CCLXIV Papa, 2 de abril
Abundio de Como, SantoAbundio de Como, Santo
Obispo, 2 de abril
Nicecio de Lyon, SantoNicecio de Lyon, Santo
Obispo, 2 de abril
Juan Payne, SantoJuan Payne, Santo
Presbítero y Mártir, 2 de abril
Pedro Calungsod, SantoPedro Calungsod, Santo
Catequista Mártir, 2 de abril
Leopoldo de Gaiche, BeatoLeopoldo de Gaiche, Beato
Presbítero Franciscano, 2 de abril
Juancito (Costa), BeatoJuancito (Costa), Beato
Mártir, 2 de abril
Francisco Coll y Guitart, SantoFrancisco Coll y Guitart, Santo
Presbítero Dominico, 2 de abril
Isabel Vendramini, BeataIsabel Vendramini, Beata
Funadadora, 2 de abril
Diego Luis de San Vitores, BeatoDiego Luis de San Vitores, Beato
Presbítero, Misionero y Mártir, 2 de abril
Guillermo (Vilmos) Apor, BeatoGuillermo (Vilmos) Apor, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Mykola (Nicolás) Carneckyj, BeatoMykola (Nicolás) Carneckyj, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Eustasio de Luxeuil,  SantoEustasio de Luxeuil, Santo
Abad, 2 de abril
Francisco de Paula, SantoFrancisco de Paula, Santo
Eremita y Fundador, 2 de abril

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 2 DE ABRIL DEL 2016


Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
Pascua


Marcos 16, 9-15. Sábado de Pascua. El cristiano es, en la Iglesia y con la Iglesia, un misionero de Cristo enviado al mundo. 


Por: Omar López | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a llevar la noticia los discípulos, los cuales estaban llorando, agobiados por la tristeza; Pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado. Jesús les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda la creatura".
Oración introductoria
Dios mío, creo en Ti, pero necesito aumentar mi fe porque la incredulidad y la dureza de corazón, que recriminas en tus discípulos, están también presentes en mi vida cotidiana, cuando se presentan los problemas, cuando la exigencia de cumplir tu voluntad se ve superior a las propias fuerzas o cuando no comprendo o acepto las dificultades. Ilumina esta oración para que tu luz y tu verdad me lleven a predicar tu Evangelio.

Petición
Señor, aparécete en mi oración, o dame la humildad de saber que me escuchas, aunque no «sienta» nada.

Meditación del Papa Francisco
Los discípulos a su vez han recibido la llamada a estar con Jesús y a ser enviados por Él para predicar el Evangelio, y así́ se ven colmados de alegría. ¿Por qué́ no entramos también nosotros en este torrente de alegría?
“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada”. Por lo tanto, la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son los que se dejan aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio. Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización. […] En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. (S.S. Francisco, Mensaje para la 88ª Jornada Mundial de las Misiones, 14 de junio de 2014).
Reflexión
Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. (1 Co, 15,14). Desde la primera generación cristiana la Iglesia se reconoce en esta expresión de San Pablo. El problema que se ha siempre presentado es aquél de cómo interpretar esta verdad central del credo. ¿Quiere decir que ha resucitado verdaderamente, es decir, que vive por siempre en su cuerpo y no solamente como simple manera espiritual?

Es esto lo que afirma la Escritura y la fe de la Iglesia. La resurrección en cuanto tal, es decir, el acto por el cual Dios glorifica a Jesús, es inaccesible y se puede alcanzar sólo por la fe. Por eso es importante que este hecho no huya de la búsqueda histórica. Es inimaginable la primera predicación cristiana, sin la experiencia pascual de los apóstoles que testimonian que Jesús se ha manifestado muchas veces antes de la muerte. Sólo esta verdad da un significado auténtico y trascendental a la propia existencia, la ilumina y la hace vivir con optimismo. La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. Todo tiene razón de existir con la resurrección de Cristo y el mismo dolor se transforma.

Propósito
Ser testigo de Cristo con un comentario o una buena acción, aunque me cueste.

Diálogo con Cristo
Jesús, no podré ser un testigo auténtico de tu resurrección si primero no logro amar a cada uno de mis hermanos con el mismo amor con que Tú los amas. Dame una caridad como la tuya: total, generosa, desinteresada, que sólo busque el bien de los demás y acepte a todos por igual, sin poner límites y sin hacer acepciones entre las personas. Esto se dice fácil, pero para lograrlo, necesito convertirme en una persona que haya hecho la experiencia de tu amor en su propia vida, por medio de la vida sacramental, la oración y mi ayuda a los demás.
Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2015).



El Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el domingo siguiente a la Resurrección.


Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia 

"En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres.

Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de mayo de 2000.

Indulgencias en el Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:

"Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti")".

viernes, 1 de abril de 2016

LOS SANTOS DE HOY: VIERNES 1 DE ABRIL DEL 2016

Celso de Armagh, SantoCelso de Armagh, Santo
Obispo, 1 de abril
José (Giuseppe) Girotti, BeatoJosé (Giuseppe) Girotti, Beato
Sacerdote y Mártir, 1 de abril
Sofía Czeska-Maciejowska, BeataSofía Czeska-Maciejowska, Beata
Fundadora, 1 de abril
Agape y Quionia, SantasAgape y Quionia, Santas
Virgenes y Mártires, 1 de abril
Valerio de Lauconne, SantoValerio de Lauconne, Santo
abad, 1 de abril
Carlos I de Habsburgo, BeatoCarlos I de Habsburgo, Beato
Laico, 1 de abril
Ludovico Pavoni, BeatoLudovico Pavoni, Beato
Sacerdote y Fundador, 1 de abril
Gilberto de Caithness, SantoGilberto de Caithness, Santo
Obispo, 1 de abril
Hugo de Bonnevaux, BeatoHugo de Bonnevaux, Beato
Abad, 1 de abril
Luis Padilla Gómez, BeatoLuis Padilla Gómez, Beato
Mártir, 1 de abril
Jorge Vargas González, BeatoJorge Vargas González, Beato
Mártir, 1 de abril
María Egipciaca, SantaMaría Egipciaca, Santa
Eremita Penitente, 1 de abril
Nuño de Santa Maria Alvares Pereira, SantoNuño de Santa Maria Alvares Pereira, Santo
Religioso Carmelita, 1 de abril
Vicente Vargas González, BeatoVicente Vargas González, Beato
Mártir, 1 de abril
Jacinta Mariscotti,  SantaJacinta Mariscotti, Santa
Virgen, 30 de enero
Hugo de Grenoble, SantoHugo de Grenoble, Santo
Obispo, 1 de abril

HOY ES LA FIESTA DE SAN HUGO DE GRENOBLE, OBISPO Y GRAN ORADOR, 1 DE ABRIL 2016


Hoy es la fiesta de San Hugo de Grenoble, Obispo y gran orador
Por Diego López Marina




 (ACI).- San Hugo fue Obispo de Grenoble (Francia) entre 1080 y 1132, y su elección se dio cuando ni quiera era sacerdote.

En Grenoble permaneció como Obispo durante 50 años, pese a haber presentado su renuncia en cinco oportunidades ante cinco Pontífices distintos. También contribuyó a la fundación de la Orden los Cartujos.

El Santo nació en Francia en el año 1052 y su nombre significa “el inteligente”. Fue nombrado canónigo en la ciudad de Valence y a la edad de 28 años ya estaba instruido en ciencias eclesiásticas. Era tan bueno en su trato que su obispo le pidió acompañarlo al Concilio de Aviñon de 1080.

Los obispos le propusieron que se hiciera ordenar de sacerdote para que se encargue de la diócesis de Grenoble, sin embargo Hugo se oponía porque era muy tímido y se creía indigno.

El Delegado del Sumo Pontífice logró convencerlo y le confirió la ordenación sacerdotal. Luego se lo llevó a Roma para que el Papa Gregorio VII lo ordenara obispo.

Al llegar a Grenoble encontró que la situación de su diócesis era desastrosa y por ello se encargó de introducir la reforma gregoriana. Combatió una serie de abusos como los cargos eclesiásticos conseguidos con dinero (simonía); incumplimiento del celibato en los sacerdotes; laicos apoderados de bienes de la Iglesia; deudas a empleados de la Iglesia; y un pueblo que no recibía instrucción en religión.

Por varios años se dedicó a combatir valientemente todos estos abusos dedicando largas horas a la oración y a la meditación. Asimismo recorría su diócesis de parroquia en parroquia corrigiendo errores y enseñando cómo obrar el bien.

Llegó a convertirse en un gran orador, y como rezaba mucho antes de predicar, sus sermones conmovían profundamente a sus oyentes y lograban numerosas conversiones.

Poco antes de su muerte perdió la memoria y lo único que recordaba eran los salmos y el Padrenuestro. Pasó sus últimos días repitiendo estas oraciones.

San Hugo falleció con casi 80 años el 1 de abril de 1132. El Papa Inocencio II lo declaró santo dos años después de su muerte.

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 1 DE ABRIL DEL 2016


Echad la red otra vez y encontraréis
Pascua



Juan 21, 1-14. Pascua. Pidamos a Jesús nos conceda el don de la oración, entonces el sufrimiento se convierte en gozo, y la duda en esperanza. 


Por: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14
Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Oración introductoria
Jesús mío, que mi oración en este primer viernes de Pascua me lleve a descubrirte en mis actividades ordinarias de este día, como lo hizo san Juan. Además, te suplico me des la fuerza para saber responder con prontitud, como lo hizo el apóstol Pedro, a tu llamado.

Petición
Dame el ímpetu y el liderazgo de Pedro, que supo reconocerte a pesar de su debilidad.

Meditación del Papa Francisco
Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. Me viene ahora a la memoria un consejo que San Francisco de Asís daba a sus hermanos: predicad el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras. Predicar con la vida: el testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.
Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El evangelista subraya que “ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor”. Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como “el Señor”. ¡Adorarlo!» (Homilía de S.S. Francisco, 14 de abril de 2013).
¡Jesús es el Señor! Pero no quiero decirlo sólo yo: quiero escucharlo de ustedes, de todos, ahora, todos juntos ¡Jesús es el Señor!», otra vez «¡Jesús es el Señor!». Nadie habla como Él. Sólo Él tiene palabras de misericordia que pueden curar las heridas de nuestro corazón. Sólo Él tiene palabras de vida eterna.  (Homilía de S.S. Francisco, 21 de marzo de 2015).

Reflexión
Una novela del siglo XX cuenta el regreso a su patria de un soldado tras la segunda guerra mundial, después de que por trece años hubiese sido dado por desaparecido. Imaginemos la escena de un marido así que regresa a casa. Su mujer se encuentra lavando la vajilla después de comer. Los hijos, en el colegio. De repente suena el timbre y, ¿quién es?

El resto de la escena nos la cuenta el evangelio de hoy, pero con otro protagonista: Jesús. Los discípulos han pasado por unos días de dolor y angustia durante la Semana Santa. Tres días después conocen su gloria, pues Jesús se les aparece en el lugar donde estaban escondidos. Ocho días más tarde realiza la segunda aparición, para confirmar la fe del incrédulo Tomás.

Entonces el sufrimiento se convierte en gozo, y la duda en esperanza. Pero no durará mucho. Jesús no permanece largo tiempo con ellos.

Días después, los apóstoles vuelven a su trabajo ordinario: la pesca; y es entonces cuando se les aparece Jesús por tercera vez. Probablemente es ahora cuando empieza a instruir a los suyos en el ministerio que deben ejercer en el futuro. En este evangelio aprendemos a encontrar a Jesús en las cosas de cada día. Santa Teresa de Jesús decía: «Dios se encuentra entre los pucheros»; Jesús aquí se aparece entre los peces. En nuestra vida tenemos que buscar la presencia de Dios en cada momento, pues Él está presente en todo lo que hacemos. Si lo hacemos así, Él bendecirá cada una de las obras de nuestro trabajo, dándonos cada día una pesca milagrosa. Pidamos a Jesús que en esta Pascua nos conceda el don de la oración, y una presencia muy cercana de su gracia en nuestra vida.

Propósito
Hacer una oración especial por todos aquellos que han perdido la fe.

Diálogo con Cristo
Señor, tengo una enorme necesidad de encontrarme con tu amor redentor. Aumenta mi fe para saber reconocerte en la Eucaristía, en la oración, en las demás personas, en los incidentes de mi día a día. Mi testimonio es lo que más puede valer en la Nueva Evangelización, así que ayúdeme a ser coherente, que no me olvide que nada convence tanto como la caridad auténtica, hecha disponibilidad, servicio y entrega a los demás.

jueves, 31 de marzo de 2016

SAN BENJAMÍN, DIÁCONO Y MÁRTIR, 31 DE MARZO


Hoy se conmemora a San Benjamín, diácono y mártir
Por Diego López Marina



 (ACI).- San Benjamín fue un diácono que vivió en la antigua región de Persia (hoy Irán) y formó parte de un grupo de cristianos mártires durante la larga persecución iniciada por el rey del Imperio sasánida Iezdegerd I, y que terminó con su hijo y sucesor Vararane V.

El santo fue un joven de gran celo apostólico, elocuente para predicar y caritativo con los necesitados. Además, logró muchas conversiones, incluso de los sacerdotes seguidores de Zaratustra, profeta fundador del mazdeísmo.

Si bien el rey Iezdigerd I detuvo la persecución de cristianos llevada a cabo por su padre Sapor II, este mandó a destruir todas sus iglesias cuando un sacerdote cristiano de nombre Hasu, junto a sus allegados,  incendiaron el “templo del fuego”, principal objeto del culto de los persas.

Por ello fueron arrestados el Obispo Abdas, los presbíteros Hasu y Isaac, un subdiácono y dos laicos. Después fueron condenados a muerte por negarse a reconstruir el templo y se inició una persecución general que duró cuarenta años. 

A estos mártires se suma el diácono Benjamín, quien fue golpeado y después encarcelado por 1 año pese a no haber participado del incendio. Salió en libertad gracias al embajador de Constantinopla, quien prometió que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión.

Sin embargo, Benjamín continuó predicando el Evangelio por lo que fue nuevamente detenido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.

El diácono fue martirizado cerca del 420 en Ergol (Persia) por predicar insistentemente la palabra de Dios. Dos años más tarde con la victoria del emperador del Imperio romano de Oriente, Teodosio II, sobre Vararane V, se estableció la libertad de culto para los cristianos de Persia.

La Iglesia conmemora a este santo diácono el 31 de marzo.

LOS SANTOS DE HOY: JUEVES 31 DE MARZO DEL 2016

Agilolfo de Colonia, SantoAgilolfo de Colonia, Santo
Obispo, 31 de marzo
Guido de Pomposa, SantoGuido de Pomposa, Santo
Abad, 31 de marzo
Juana de Toulouse, BeataJuana de Toulouse, Beata
Virgen, 31 de marzo
Natalia Tulasiewicz, BeataNatalia Tulasiewicz, Beata
Mártir, 31 de marzo
Buenaventura (Tornielli) de Forli, BeatoBuenaventura (Tornielli) de Forli, Beato
Sacerdote Servita, 31 de marzo
Balbina de Roma, SantaBalbina de Roma, Santa
Virgen y Mártir, 31 de marzo
Benjamin, SantoBenjamin, Santo
Diacono y Mártir, 31 de marzo
Cristóbal Robinson, BeatoCristóbal Robinson, Beato
Presbítero y Mártir, 31 de marzo
Renovato (Renato), SantoRenovato (Renato), Santo
Obispo de Mérida, 31 de marzo

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 31 DE MARZO DEL 2016




Aparición de Jesús a los discípulos
Pascua



Lucas 24, 35-48. Pascua. El fruto de reconocer a Jesús siempre es el mismo: la alegría. 


Por: Elí Ricardo Marín | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de éstas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo». Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?» Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos. Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."» Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas.

Oración introductoria
Jesús, abre mi entendimiento. Conozco y escucho tu Palabra, pero quiero hacerla la norma de mi vida. Por esto te pido que guíes esta oración para que pueda llegar a ser un auténtico testigo de tu resurrección.

Petición
Cristo Resucitado, que esta meditación sea un encuentro transformador en el amor.

Meditación del Papa Francisco
Él, la tarde de Pascua, abre la mente de los discípulos al misterio de su muerte y resurrección y les dice: “Ustedes son testigos de todo esto”. Los Apóstoles, que vieron con los propios ojos a Cristo resucitado, no podían callar su extraordinaria experiencia. Él se había mostrado a ellos para que la verdad de su resurrección llegara a todos mediante su testimonio. Y la Iglesia tiene la tarea de prolongar en el tiempo esta misión; cada bautizado está llamado a dar testimonio, con las palabras y con la vida, que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros. Todos nosotros estamos llamados a dar testimonio de que Jesús está vivo.
Podemos preguntarnos: pero, ¿quién es el testigo? El testigo es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento. Por eso recuerda, no solo porque sabe reconstruir en modo preciso los hechos sucedidos, sino también porque aquellos hechos le han hablado y él ha captado el sentido profundo. Entonces el testigo cuenta, no de manera fría y distante sino como uno que se ha dejado poner en cuestión y desde aquel día ha cambiado de vida. El testigo es uno que ha cambiado de vida.
El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, no es una ideología o un complejo sistema de preceptos y prohibiciones o un moralismo, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos. Él puede ser testimoniado por quienes han hecho una experiencia personal de Él, en la oración y en la Iglesia, a través de un camino que tiene su fundamento en el Bautismo, su alimento en la Eucaristía, su sello en la Confirmación, su continúa conversión en la Penitencia. (Homilía de S.S. Francisco, 19 de abril de 2015).
Reflexión
Cuando leo este evangelio me acuerdo mucho de una cosa que observé en una fiesta para niños. Cuando la niña festejada, de unos 4 años, iba a partir el pastel se fue corriendo y trajo a una amiguita suya para que estuviera a su lado.

Y es porque la alegría siempre se transmite. Conseguiste el trabajo que buscabas; tu hijo pasó el examen más difícil; se solucionó el problema que había en el trabajo; entonces te sientes feliz y quieres que todo el mundo se alegre contigo. Eso es lo que les pasó a los discípulos de Emaús. Han reconocido a Cristo resucitado y quieren que todo el mundo se alegre con ellos. Se han convertido en misioneros, en apóstoles del evangelio.

El fruto de reconocer a Jesús siempre es el mismo, la alegría. No por nada recordamos esa sonrisa de la madre Teresa de Calcuta que aprendió a reconocer a Jesús en el prójimo.

Propósito
Para encontrarme con Cristo, no dejar que «mis pendientes» me distraigan de mi propósito de dedicar hoy más tiempo a mi oración.

Diálogo con Cristo
Jesús, como los discípulos, a veces veo el cumplimiento de tu voluntad como algo desproporcionado a mis fuerzas. Mis ilusiones, influenciadas por mi egoísmo y mi soberbia, no me dejan descubrir lo que realmente debo hacer, si quiero ser fiel y corresponder a tu amor. Por eso, pido la intercesión de María, tu santísima Madre, para que como ella, nunca dude de tu Providencia divina y deje que sea tu gracia la que actúe.


El Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el domingo siguiente a la Resurrección.


Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia 

"En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres.

Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de mayo de 2000.

Indulgencias en el Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:

"Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti")".
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