domingo, 12 de julio de 2020

viernes, 10 de julio de 2020

SAN CRISTOBAL, MÁRTIR, 10 DE JULIO


San Cristóbal, Mártir
10 de Julio





Cristóbal significa "el que carga o portador de Cristo". San Cristóbal, popularísimo gigantón que antaño podía verse con su barba y su cayado en todas las puertas de las ciudades: era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel día. Hoy que se suele viajar en coche, los automovilistas piadosos llevan una medalla de san Cristóbal junto al volante. ¿Quién era? Con la historia en la mano poco puede decirse de él, como mucho que quizá un mártir de Asia menor a quien ya se rendía culto en el Siglo V. Su nombre griego, «el portador de Cristo», es enigmático, y se empareja con una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana. Nos lo pintan como un hombre muy apuesto de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él. Cristóbal sirvió primero a un rey, aparente señor de la tierra, a quién Cristóbal vio temblando un día cuando le mencionaron al demonio. Cristóbal entonces decidió ponerse al servicio del diablo, verdadero príncipe de este mundo, y buscó a un brujo que se lo presentará. Pero en el camino el brujo pasó junto a una Cruz, y temblando la evitó. Cristóbal le pregunto entonces si él le temía a las cruces, contestándole el brujo que no, que le temía a quién había muerto en la Cruz, Jesucristo. Cristóbal le pregunto entonces si el demonio temía también a Cristo, y el brujo le contestó que el diablo tiembla a la sola mención de una Cruz donde murió él tal Jesucristo. ¿Quién podrá ser ese raro personaje tan poderoso aun después de morir? Se lanza a los caminos en su busca y termina por apostarse junto al vado de un río por donde pasan incontables viajeros a los que él lleva hasta la otra orilla a cambio de unas monedas. Nadie le da razón del hombre muerto en la cruz que aterroriza al Diablo. Hasta que un día cruza la corriente cargado con un insignificante niño a quien no se molesta en preguntar; ¿qué va a saber aquella frágil criatura? A mitad del río su peso se hace insoportable y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla: Cristóbal llevaba a hombros más que el universo entero, al mismo Dios que lo creó y redimió. Por fin había encontrado a Aquél a quien buscaba. --¿Quién eres, niño, que me pesabas tanto que parecía que transportaba el mundo entero?--Tienes razón, le dijo el Niño. Peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo. A cualquiera que ayudes a pasar el río, me ayudas a mí. Cristóbal fue bautizado en Antioquía. Se dirigió sin demora a predicar a Licia y a Samos. Allí fue encarcelado por el rey Dagón, que estaba a las órdenes del emperador Decio. Resistió a los halagos de Dagón para que se retractara. Dagón le envió dos cortesanas, Niceta y Aquilina, para seducirlo. Pero fueron ganadas por Cristóbal y murieron mártires. Después de varios intentos de tortura, ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo. San CristobalSan Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo, y nos inspira a todos protección y confianza. Sus admiradores, para simbolizar su fortaleza, su amor a Cristo y la excelencia de sus virtudes, le representaron de gran corpulencia, con Jesús sobre los hombros y con un árbol lleno de hojas por báculo. Esto ha dado lugar a las leyendas con que se ha oscurecido su vida. Se le considera patrono de los transportadores y automovilistas.

IMÁGENES DE SANTOS Y SANTAS PARA COLOREAR
































EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 10 DE JULIO DE 2020


Decimocuarta semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Viernes 10 de julio de 2020


“ Os mando como ovejas entre lobos ”


Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas 14, 2-10

Esto dice el Señor:
«Vuelve, Israel, al Señor tu Dios,
porque tropezaste por tu falta.
Tomad vuestras promesas con vosotros,
y volved al Señor.
Decidle: «Tú quitas toda falta,
acepta el pacto.
Pagaremos con nuestra confesión:
Asiria no nos salvará,
no volveremos a montar a caballo,
y no llamaremos ya “nuestro Dios”
a la obra de nuestras manos.
En ti el huérfano encuentra compasión».
«Curaré su deslealtad,
los amaré generosamente,
porque mi ira se apartó de ellos.
Seré para Israel como el rocío,
florecerá como el lirio,
echará sus raíces como los cedros del Líbano.
Brotarán sus retoños
y será su esplendor como el olivo,
y su perfume como el del Líbano.
Regresarán los que habitaban a su sombra,
revivirán como el trigo,
florecerán como la viña,
será su renombre como el del vino del Líbano.
Efraín, ¿qué tengo que ver con los ídolos?
Yo soy quien le responde y lo vigila.
Yo soy como un abeto siempre verde,
de mí procede tu fruto».
¿Quién será sabio, para comprender estas cosas,
inteligente, para conocerlas?
Porque los caminos del Señor son rectos:
los justos los transitan,
pero los traidores tropiezan en ellos.


Salmo
Sal 50, 3-4. 8-9. 12-13. 14 y 17 R/. 
Mi boca proclamará tu alabanza


Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve. R/.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 16-23


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».



Reflexión del Evangelio de hoy

Conviértete al Señor, Dios tuyo
En esta profecía de Oseas vemos cómo el mismo Señor pide a su pueblo que abandone  su pecado y que vuelva a él. Le hace esta invitación ofreciéndole su perdón total y sin límites, aunque hayan ido detrás de falsos dioses, de ídolos, aunque hayan “llamado dios a la obra de nuestras manos”, Dios les ofrece su perdón y su amor. “Los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos” Y describe esa nueva situación de seguir a Dios en términos casi paradisiacos, y les habla de ser rocío, azucena, álamo, olivo, viña abundante, ciprés frondoso…

Concluye ensalzando los caminos del Señor, caminos que llevan a la felicidad de vivir… y que los pecadores los rechazan, tropezando en ellos.  

Jesús, en esta misma línea, nos habla de Dios Padre bondadoso y lleno de misericordia, que perdona al despistado hijo menor, al hijo mayor y a todos nosotros sus hijos, ofreciéndonos el banquete de su amor y de su perdón.

Os mando como ovejas entre lobos
La verdad es que oyendo a Jesús en este evangelio, dan ganas de no seguirle, porque no solo anuncia a sus apóstoles que les envía como ovejas en medio de lobos, sino que van a sufrir toda clase de persecuciones, será causa de la división de las familias,  “todos os odiarán por mi nombre”.

Es cierto que en la primitiva iglesia, muchos seguidores y predicadores de Jesús se vieron reflejados en estas palabras, muchos murieron martirizados por seguir a Jesús, por no renunciar a él. Es cierto que el mismo Jesús, por predicar su buena noticia, recibió la muerte en la cruz. Es cierto que muchos, desde entonces y desde ahora, rechazan a Jesús y a sus seguidores y que sigue habiendo mártires cristianos.

Pero esto es solo un parte en la vida de Jesús y en la de todos sus seguidores a través de los tiempos. Hay una parte muy positiva. Ya Jesús, después de su muerte en la cruz resucitó, venciendo para siempre a la muerte. Y sus seguidores de todos los tiempos, más allá de sufrimientos y persecuciones, recibimos un tesoro, el tesoro de la amistad con Jesús que nos hace vivir la vida con sentido, con gozo, con esperanza. Vale la pena y la alegría seguir a Jesús. Salimos ganando. A millones y millones de personas nos ha conquistado el corazón y le hemos nombrando, el amor primero de  nuestra vida.


Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

CORONAVIRUS:ORACIÓN EN ROMA POR VÍCTIMAS EN LATINOAMÉRICA


Coronavirus: Oración en Roma por víctimas en Latinoamérica
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Comunidad San Egidio




Católicos latinoamericanos se reunieron en Roma para rezar por los fallecidos y los enfermos del coronavirus, COVID-19.

La vigilia de oración se realizó en la Basílica de San Bartolomé localizada en la isla tiberina el jueves 9 de julio y participaron representantes de al menos 9 países de América Latina: Perú, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Brasil, México, Ecuador y Chile.

La oración fue presidida por un sacerdote que nació en El Salvador, P. Francisco Guevara, quien forma parte de la Comunidad de San Egidio.


En esta línea, Ugo Cianetti, responsable del servicio que San Egidio realiza con los migrantes latinoamericanos, destacó a ACI Prensa que la Comunidad “tiene en el corazón a Latinoamérica desde hace muchos años” y, de hecho, está presente en todos los países que fueron representados en el citado momento de oración.

“En la Comunidad de San Egidio estamos trabajando a favor de los más pobres en Latinoamérica, estamos proporcionando alimentos, medicinas, mascarillas y gel antibacterial para colaborar en la prevención de los contagios del COVID-19”, indicó Cianetti.

Además, el responsable en Italia del servicio con los migrantes latinoamericanos de la Comunidad de San Egidio explicó a ACI Prensa “estamos recibiendo noticias de lo que está sucediendo allá, de los muchos fallecidos, y del aumento de la pobreza, porque muchos de ellos viven del trabajo informal, por lo que han perdido su empleo”.


Por ello, Ugo Cianetti dijo que les pareció bueno organizar un momento “para rezar por los fallecidos y por los enfermos de coronavirus en América Latina” y añadió que “las personas presentes han querido participar porque creen que el Señor puede proteger y cuidar la vida de sus seres queridos”.

De hecho, durante la oración, “cada uno de ellos escribió en unas papeletas los nombres de las personas queridas que están enfermos o que fallecieron, y los nombre fueron recogidos y colocados delante de una imagen de Jesús”.

“Sabemos que la oración es el arma más potente del cristiano y que salvará la vida de cada uno de nosotros”, concluyó el organizador de este momento de oración.
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