sábado, 7 de febrero de 2015

SAN TEODORO DE HERACLEA, MÁRTIR, 7 DE FEBRERO


Teodoro de Heraclea, Santo
Teodoro de Heraclea, Santo

Mártir, 7 de febrero 


Fuente: Archidiócesis de Madrid



Mártir

Martirologio Romano: En Amasea, en el Helesponto, pasión de san Teodoro, soldado, que bajo el emperador Maximiano, por confesar que era cristiano, fue terriblemente azotado, recluido en la cárcel y finalmente quemado vivo. San Gregorio de Nisa cantó las alabanzas de este santo en un célebre elogio. ( 306)

Breve Biografía

Uno de los mártires orientales provenientes del mundo de la milicia. Fue capitán de soldados. Hizo honor a su nombre -Teodoro es Adorador de Dios- con el testimonio de su sangre derramada. Ejerce el mando en tiempos del emperador Licinio. Murió mártir, en Heraclea, por el año 319, defendiendo la fe y sabiendo anteponer a su lealtad de soldado la preeminencia de obedecer a Dios.

El resto es otro cantar. Muchos consideran los relatos como producto de la fábula que se hace en torno a su persona y a su entrega; puede que tengan razón. Siendo sinceros, también nosotros encontramos dificultades para aceptar el relato tal cual nos lo entrega el tiempo sin pasarlo por la criba de la historia que lo purifique. Muy probablemente hay elementos del relato bordados en el telar de la leyenda.

Porque dicen que pasaba su valiente vida librando las tierras de alimañas, monstruos y dragones. Y donde se resalta su condición de hombre de fe es en una de las caminatas que hacía el emperador visitando el imperio, revisando sus fuerzas militares y comprobando el estado de las posiciones. En esta ocasión, lleva consigo todas las imágenes idolátricas de los dioses romanos. Son ricas y minuciosamente trabajadas por los artistas palatinos. Quiere donarlas a sus tropas para que le sirvan de protección en las campañas.

El capitán Teodoro hace los honores del recibimiento. Luego, de modo ingenuo y servicial, pide permiso al emperador para que las estatuas de los dioses paganos sean depositadas en las dependencias de su casa con el pretexto de custodiarlas y perfumarlas. Así -asegura con pillería- estarán más vistosas a la hora de ser presentadas al gran público. Y lo más ocurrente que resuelve es destruir las imágenes de los dioses falsos, obtener el oro que las recubre y posteriormente donarlo a los pobres para que remedien sus miserias.

¡Claro que con su actuación alegre y decidida da un testimonio de dónde tiene puestos sus valores y de en quién tiene depositada su fe! Pero le valió el martirio por degüello precedido de incontables tormentos que ya están previstos en los relatos de las actas martiriales tardías. Sí, se habla de sus muchas heridas sanadas por ángeles y de conversiones multitudinarias de testigos presenciales al comprobar su firmeza hasta el último momento de su muerte.

En el cielo nos encontraremos con Teodoro, el capitán de Heraclea y, si lo cree oportuno, nos contará la verdad de lo que pasó. No deja por ello de animar nuestra existencia conocer lo que los ancestros dijeron de este intrépido santo soldado pícaro, queriendo personificar en él que la fe no está reñida con el sentido práctico y que la valentía profesional debe acompañar a la fortaleza que da la entrega a Dios.
¿Existen dos santos Teodoro?
En el siglo IX tan sólo existía la devoción a un santo con este nombre, pero luego otro Teodoro aparece, este no es soldado sino general, quien habría muerto en Heraclea en tiempos de Licinio el 7 de febrero, también él enterrado en Euchaita el 3 de junio. Esta doble historia, del que fuera tal vez un único mártir, dio como origen a un doble florecimiento de leyendas que han sido escritas en griego, latín y otras lenguas orientales y que influyeron a su vez en los días de sus conmemoraciones.

Los bizantinos recuerdan al Teodoro general el 8 de febrero mientras el soldado el 17 de febrero. En los martirologios occidentales en cambio el general es recordado el 7 de febrero y el soldado el 16 del mismo mes.

Todo el asunto ha sido cuidadosamente estudiado por el padre H. Delehaye en su libro "Las Leyendas griegas de militres santos" (1909). En su opinión solo hubo un Teodoro, probablemente mártir y posiblemente soldado de profesión. Parece ser que su culto comenzó hace mucho tiempo en Euchaita, una población pequeña en el Helesponto y que desde ahí se difundió a otras partes. Poco a poco, algunos hagiógrafos fueron introduciendo muchos detalles ficticios y contradictorios en su historia, sin preocuparse en absoluto de si lo que escribían se apegaba a la verdad histórica. Con el tiempo las divergencias llegaron a ser tan notorias, que fue necesario recurrir a la hipótesis de dos San Teodoros diferentes: el Stratelates (el general) y el de Tiro (el soldado), pero aun así sus biografías se sobreponen y no puede sacarse gran cosa en claro. Uno de los elementos fabulosos introducidos en ciertas versiones de la historia, es la lucha con un dragón. Este detalle aparece en la leyenda de san Teodoro mucho antes que en la de san Jorge. Por eso no es raro encontrar imágenes y cuadros en los que aparece montado a caballo, traspasando al dragón con una lanza, lo que se presta a identificarlo erróneamente. La idea de distinguir a los dos Teodoros parece que se le había ocurrido a alguno mucho antes de lo que el padre Delehaye supone. En una homilía armenia que F. C. Conybeare atribuye al siglo cuarto, ya se les considera distintos; y Mons. Wilper ha reproducido un mosaico que colocó el Papa Félix IV (526-530) en la iglesia de san Teodoro en el Palatino, en donde se representa a nuestro Salvador sentado; mientras que san Pedro le presenta por un lado a un san Teodoro, y san Pablo le presenta al otro san Teodoro por el otro.

De todos modos, es posible de que se trate de la misma persona conmemorada en dos días diferentes.
 

viernes, 6 de febrero de 2015

LOS SANTOS DE HOY: VIERNES 6 DE FEBRERO DEL 2015

María Teresa Bonzel, BeataMaría Teresa Bonzel, Beata
Fundadora, 6 de febrero


Hoy también se festeja a:

Ángel de Furci, BeatoÁngel de Furci, Beato
Presbítero Agustino, 6 de febrero
Mateo Correa Magallanes, SantoMateo Correa Magallanes, Santo
Presbítero y Mártir, 6 de febrero
Francisco Spinelli, BeatoFrancisco Spinelli, Beato
Presbítero y Fundador, 6 de febrero
Alfonso María Fusco, BeatoAlfonso María Fusco, Beato
Presbítero y Fundador, 6 de febrero
Guarino de Palestrina, SantoGuarino de Palestrina, Santo
Obispo, 6 de febrero
Vedasto (Vaast) de Arras, SantoVedasto (Vaast) de Arras, Santo
Obispo, 6 de febrero
Dorotea y Teófilo, SantosDorotea y Teófilo, Santos
Mártires, 6 de febrero
Amando de Maastricht, SantoAmando de Maastricht, Santo
Obispo, 6 de febrero
Pedro Bautista BlásquezPedro Bautista Blásquez
Religioso y Mártir, 6 de febrero
Pablo Miki y compañeros, Santos y MártiresPablo Miki y compañeros, Santos y Mártires
Memoria Litúrgica, 6 de febrero

SANTOS Y MÁRTIRES PABLO MIKY Y COMPAÑEROS , 6 DE FEBRERO



Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires
Memoria Litúrgica, 6 de febrero 
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net


Mártires de Japón
Martirologio Romano: En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Pablo Miki junto con veinticinco compañeros, Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).

Compañeros en el martiro: Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Felipe de Jesús de Las Casas, Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.(1597).

Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.


Breve Biografía
El primero que llevó el anuncio de la fe cristiana a Japón fue San Francisco Javier, quien trabajó allí en de 1549 a 1551. En pocos años los cristianos llegaron a ser unos 300.000. Humanamente hablando, es doble el “secreto” que hizo posible esta expansión: el respeto que los misioneros jesuitas tuvieron por los modos de vida y las creencias japonesas no directamente opuestas a la enseñanza cristiana, y el empeño de insertar elementos locales en la predicación y en la administración.

Fue catequista jesuita un joven llamado Pablo Miki, nacido entre los años 1564 y 1566, de una rica familia de Kyoto. Quería ser sacerdote pero su ordenación fue postergada “sine die”, porque la única diócesis todavía no tenia obispo. Además, en 1587 el emperador Toyotomi Hideyoshi, que se propuso la conquista de Corea, cambió su actitud benévola para con los cristianos y publicó un decreto de expulsión de los misioneros extranjeros.

La orden se cumplió en parte: algunos misioneros permanecieron en el país de incógnito, y en 1593 algunos franciscanos españoles, dirigidos por Pedro Bautista, llegaron a Japón procedentes de Filipinas y fueron bien recibidos por Hideyoshi. Pero poco después vino la ruptura definitiva, incluso por motives políticos anti-españoles y anti-occidentales. El 9 de diciembre fueron arrestados seis franciscanos (Pedro Bautista, Martín de la Asunción, Francisco Blanco, Felipe Las Casas, Francisco de San Miguel y Gonzalo García), tres jesuitas (Pablo Miki, Juan Soan de Gotó y Santiago Kisai) y quince laicos terciarios franciscanos, a los que se les añadieron después otros dos, que eran catequistas.

Después de haberles cortado el lóbulo izquierdo, los 26 fueron llevados de Meaco a Nagasaki, para exponerlos a la burla de las muchedumbres, que más bien admiraron la heroica valentía que manifestaron sobre todo en el momento de la muerte, cuando fueron crucificados en una colina de Nagasaki el 5 de febrero de 1597. Despertaron gran conmoción las palabras de perdón y de testimonio evangélico pronunciadas por Pablo Miki desde la cruz, y la serenidad y valentía que demostraron Luis Ibaraki (de 11 años), Antonio (de trece) y Tomás Cosaki (de catorce), que murieron cantando el salmo: “Laudate, pueri, Dominum...”

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 6 DE FEBRERO DEL 2014


Muerte de Juan el Bautista
Tiempo Ordinario


Marcos 6, 14-29. Tiempo Ordinario. No ser dobles como Herodes, elegir el bien en lugar del mal. 


Por: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 6, 14-29
Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.

Oración introductoria
Espíritu Santo santificador, creo, espero y confío en ti. Que esta oración me ayude a conocer la verdad y me fortalezca para no caer en las tentaciones del mundo que invitan al camino fácil, pero sin sentido.

Petición
Jesús, ayúdame a formar una conciencia recta y madura, abierta siempre al bien y a las inspiraciones del Espíritu Santo.

Meditación del Papa Francisco
Juan el Bautista comenzó su predicación en el periodo del emperador Tiberio, en el año 27-28 d.c., y la clara invitación que dirige a las personas que acudían a escucharlo, es preparar el camino para acoger al Señor, para enderezar las sendas torcidas de la vida a través de un cambio radical del corazón. Pero el Bautista no se limita a predicar la penitencia, la conversión, sino que, reconociendo a Jesús como el "Cordero de Dios" que vino a quitar el pecado del mundo, tiene la profunda humildad de mostrar a Jesús como el verdadero Mensajero de Dios, haciéndose a un lado para que Cristo pueda crecer, ser escuchado y seguido. Como nota final, el Bautista testifica con la sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios, o sin ceder o darle la espalda, cumpliendo hasta el final su misión. San Beda, monje del siglo IX, en sus Homilías dice: San Juan por (Cristo) dio su vida, a pesar de que no recibió la orden de renegar de Jesucristo, le fue ordenado solo callar la verdad. Y no calló la verdad y por eso murió por Cristo, quien es la Verdad. Justamente, por el amor a la verdad, no reduce su compromiso y no tiene temor a dirigir palabras fuertes a aquellos que habían perdido el camino de Dios. (Benedicto XVI, 29 de agosto de 2012)..

Reflexión
Imagina por un momento que tu hermano de repente se casa con la mujer de tu mejor amigo. ¿Qué harías? Supongo que se lo echarías en cara diciéndole que no puede hacer eso, que está en contra de tus principios cristianos, además, si ella ya está casada, estará pecando de adulterio.

Algo parecido le ha sucedido a San Juan Bautista. En su caso no es su mejor amigo, sino el "rey" de Galilea. ¡Qué ejemplo daría a todos sus súbditos! Pues bien, Juan no sintió vergüenza al hacerle ver el mal que estaba haciendo y todas las consecuencias que tenía. Por eso el Rey lo mandó encarcelar. Aunque lo escuchaba con agrado.

¿Qué cara debía tener Herodes, cuando hacía esto? Le tenía miedo al pueblo, y además admiraba a Juan. Parece que su vida era doble. Por un lado tenía que hacer callar a su conciencia que le reclamaba el mal hecho, pero por otro le hacía mucho bien el escuchar al hombre de Dios. Dos caras de una misma moneda. Todo se deshizo cuando lo mandó matar por "no quedar mal con todos los comensales, y a causa del juramento que había hecho". Su fama no podía decaer en esos momentos tan importantes para su vida, por eso prefirió el mal ante el bien que le reclamaba su conciencia y todo el pueblo: la libertad del Bautista.

No queramos ser dobles como le sucedió a Herodes. Llamemos a cada cosa por su nombre y hagámosle caso a nuestra conciencia cuando nos dice que hagamos algo o evitemos el mal.

Propósito
Examinar mi estilo de vida para evaluar que tipo de testimonio cristiano doy a los demás.

Diálogo con Cristo
Señor, quiero seguir siempre a mi conciencia. Ser una persona de principios y no una veleta que se acomode a las exigencias pasajeras del entorno social. Qué ridículo suena la debilidad de Herodes pero qué real y cercana es esta situación, porque el mantener Tu voluntad como norma suprema de mi vida, dejando a un lado la vanidad y el respeto humano, es difícil pero posible porque tu gracia me fortalece, ¡nunca dejes que me aparte de tu verdad!

jueves, 5 de febrero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 5 DE FEBRERO DEL 2015


Toma tu cruz cada día y sígueme
Solemnidades y fiestas

Lucas 9, 23-26. Fiesta de San Felipe de Jesús. Ofrecer los pequeños sacrificios de nuestra vida, para que Dios los convierta en gracias de salvación. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net



Reflexión Evangélica del 5 de febrero en lugares donde no se festeja la fiesta de San Felipe de Jesús: 
Marcos 6, 7-13


Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26 
Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles.

Oración introductoria 
Señor, creo en Ti, espero en Ti y porque te amo quiero buscarte en este momento de oración. Abre mi mente y mi corazón para ser dócil a lo que hoy quieras pedirme, con tu gracia todo lo puedo lograr.

Petición
Jesucristo, quiero acoger tu llamada y entregarme completamente, sin cálculos egoístas ni beneficios personales.

Meditación del Papa Francisco
Este estilo de vida nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para mí... Este camino es abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho Jesús, de anula miento, ese camino ha sido para dar vida. El estilo cristiano es precisamente este estilo de humildad, de dulzura, de mansedumbre. Quien quiere salvar la propia vida, la perderá. Y esto hay que vivirlo con alegría porque la alegría nos la da Él mismo. Seguir a Jesús es alegría, pero seguir a Jesús con el estilo de Jesús, no con el estilo del mundo. Seguir el estilo cristiano significa recorrer el camino del Señor, cada uno como puede, para dar vida a los otros, no para darse vida a sí mismo. Es el espíritu de la generosidad. Además, nuestro egoísmo nos empuja a querer aparecer importantes delante de los otros. Sin embargo, el libro de Imitación de Cristo nos da un consejo bellísimo: «Ama no ser conocido y ser juzgado como nada». Es la humildad cristiana, lo que ha hecho Jesús antes. Esta es nuestra alegría, y esta es nuestra fecundidad: ir con Jesús. Otras alegrías no son fecundas; solamente piensan - como dice el Señor - en ganar el mundo entero, pero al final pierde y estropea la vida. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 6 de marzo de 2014, en Santa Marta).

Reflexión
¿Quién puede soportar estas palabras? ¿Seremos capaces realmente de seguir esta doctrina que se nos presenta hoy? ¿Podremos vivir el significado cristiano de la palabra abnegación?

Son algunas preguntas que se me presentan al leer este pasaje. Cristo es claro: seguirle significa dolor, sufrimiento y abnegación. Sí, significa todo esto más la salvación eterna. Pero ¿qué quiere decir eso de salvación eterna? Muy fácil, es la plenitud de la propia felicidad, es el cielo, vivido con Jesús y María, y todas las demás potestades.

Ya los antiguos, tenían la certeza que existía un mundo después de esta vida, por eso no tiene que extrañarnos que Jesucristo nos quiera dar como premio la vida eterna.

Con una motivación tan fuerte, el sacrificio propio queda transformado como un medio para llegar a tener la felicidad que anhelamos. Ofrezcamos los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria, para que Dios los convierta en gracias de salvación.

San Felipe de Jesús fue el protomártir mexicano. Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila. Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mataron. Fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de julio de 1862.

Estos mártires son frecuentemente recordados por el Papa dando a saber que su sangre no fue derramada en balde. Llegaron al cielo.

Propósito
Este día nos podemos acercar a la Eucaristía para pedirle a Jesús nos ayude a realizar la vocación que tenemos en la vida. Recuerda que el testimonio de los santos confirma el amor a Dios (CEC 313). El testimonio de estas personas nos puede ayudar a crecer en nuestra vida espiritual, en nuestra vida de fe.

Diálogo con Cristo
Te agradezco, Jesús, que me recuerdes que el único camino para alcanzar la santidad es la cruz. Por la cruz y desde la cruz me enseñas que ése es el itinerario que me puede llevar a la santidad. Permite que salga de esta meditación decidido a cargar mi cruz, con convicción y, sobre todo, con gran amor, pues sé bien que todo lo que sucede en mi vida es una muestra amorosa de tu singular predilección.

LOS SANTOS DE HOY: JUEVES 5 DE FEBRERO DEL 2015

Lucas  de Demenna, SantoLucas de Demenna, Santo
Abad, 5 de febrero

Hoy también se festeja a:

Jesús Méndez Montoya, SantoJesús Méndez Montoya, Santo
Sacerdote y Mártir, 5 de febrero
Isabel Canori Mora, BeataIsabel Canori Mora, Beata
Madre de familia, 5 de febrero
Adelaida de Vilich, SantaAdelaida de Vilich, Santa
Abadesa, 5 de febrero
Felipe de Jesús, SantoFelipe de Jesús, Santo
Primer santo mexicano, 5 de febrero
Águeda o Ágata, SantaÁgueda o Ágata, Santa
Virgen y Mártir, 5 de febrero
Felipe de Jesús, SantoFelipe de Jesús, Santo
Primer santo mexicano, 5 de febrero
Felipe de Jesús, SantoFelipe de Jesús, Santo
Primer santo mexicano, 5 de febrero

ORACIÓN A SAN FELIPE DE JESÚS


Oración a San Felipe de Jesús



San Felipe de Jesús,
Protomártir de México,
que llevaste tu espíritu generoso hasta el
extremo del mundo,
enséñanos a medir el valor exacto de las cosas;
que nuestra patria
vuelva a su antigua riqueza espiritual,
y sea Dios el Señor de cada vida.

San Felipe de Jesús,
que aprendamos de ti
a ser como el mundo nos necesita.
¡Glorioso Mártir Mexicano,
ruega por tu Patria
y por los que vivimos en ella!

SAN FELIPE DE JESÚS, PRIMER SANTO MEXICANO, 5 DE FEBRERO


Felipe de Jesús, Santo
Primer santo mexicano, 5 de febrero 
Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net



Martirologio Romano: En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Pablo Miki y compañeros, Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo († 1597) Su memoria litúrgica es el día de mañana.

Compañeros en el martirio: Pablo Miki, Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.

Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.

Breve Biografía
Un poco de historia

De padres españoles (Don Alfonso de las Casas y Doña Antonia Martínez), nació Felipe de las Casas Martínez en la Ciudad de México en 1572. Fue el mayor de once hermanos, de los que tres siguieron la vida religiosa. Su padre estaba emparentado con otro notable monje y evangelizador de América, Fray Bartolomé de las Casas. Felipe era travieso e inquieto de niño. Estudió gramática en el colegio de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México, dirigido por los jesuitas. Mostró interés por la artesanía de la plata. Por eso, cuando Felipe fue beatificado el gremio de los plateros lo nombró su patrón.

A los 21 años se encontraba en las Islas Filipinas, a donde había ido en busca de aventura. Las personas que viajaban a ese lugar, en aquellos tiempos, no lo hacían generalmente por motivos piadosos. Ni tampoco predominaba lo espiritual en el ambiente de Manila, ciudad conquistada apenas en 1571. En ésta lo común era ver gente ocupada con planes de conquista militar y haciendo planes para el comercio. Ahí decidió Felipe ingresar a la orden de los Franciscanos y escogió el nombre Felipe de Jesús. Entró al convento de Santa María de los Ángeles de Manila. Un año más tarde, Jesús hizo su profesión religiosa. Cuando tres años después se acercaba el tiempo de su ordenación, el 12 de julio de 1596, partió rumbo a México en barco. En Filipinas no se podía ordenar porque no había un obispo. El viaje de Filipinas a América era una aventura peligrosa y el viaje podía durar hasta siete u ocho meses. La travesía del barco en el que iba Felipe estuvo a punto de ser desastrosa. Durante un mes la nave estuvo a la deriva, arrojada por las tempestades de un lado a otro hasta que, destrozada y sin gobierno, fue a dar a las costas del Japón.

En Japón, no les tenían confianza a los misioneros. Cuando ellos llegaron ahí no sabían qué les iba a pasar y así pasaron varios meses. Fray Felipe de Jesús se refugió en Meaco, donde los franciscanos tenían escuela y hospital. El 30 de diciembre todos los frailes fueron hechos prisioneros junto con un grupo de cristianos japoneses. Comenzó el martirio. El día 3 de enero les cortaron a todos la oreja izquierda. Luego emprendieron una marcha en pleno invierno, por un mes, de Tokyo a Nagasaki.

El 5 de febrero, 26 cristianos fueron colgados de cruces sobre una colina en las afueras de Nagasaki. Los fijaron a las cruces con argollas de hierro en el cuello, en las manos y en las piernas. Los atravesaron con lanzas. El primero fue Felipe de Jesús. Murió repitiendo el nombre de Jesús. Las argollas que debían sostenerle las piernas estaban mal puestas, por lo que el cuerpo resbaló y la argolla que le sujetaba el cuello comenzó a ahogarlo. Le dieron dos lanzadas en el pecho que le abrieron las puertas de la Gloria de Dios.
Fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de julio de 1862.

Estos mártires eran frecuentemente recordados por el Papa Juan Pablo II dando a saber que su sangre no fue derramada en balde. Llegaron al cielo.

Este día nos podemos acercar a la Eucaristía para pedirle a Jesús nos ayude a realizar la vocación que tenemos en la vida.

Recuerda que el testimonio de los santos confirma el amor a Dios (CEC 313). El testimonio de estas personas nos puede ayudar a crecer en nuestra vida espiritual, en nuestra vida de fe.

Algo que no debes olvidar

San Felipe de Jesús fue el protomártir mexicano.
Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila.
Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mataron.
Murió repitiendo el nombre de “Jesús”.

miércoles, 4 de febrero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 4 DE FEBRERO DEL 2015

Ninguno es profeta en su tierra
Tiempo Ordinario

Marcos 6, 1-6. Tiempo Ordinario. Cristo sale a nuestro encuentro, quiere encontrarnos, hablarnos, tocar nuestra vida. 


Por: Ignacio Sarre | Fuente: Catholic.net



Del Evangelio según san Marcos 6, 1-6
Salió Jesús de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.

Oración introductoria
Señor, permite, por tu gracia, que pueda reconocerte en esta meditación. Confío en Ti, en tu Palabra que me ha revelado que, a pesar de mis debilidades, puedo acercarme a Ti para ser curado y redimido por tu amor.

Petición
Jesús, ayúdame a conocerte más, para poder amarte más.

Meditación del Papa Francisco
Esto es lo que sucede con Jesús, cuando comenta las Escrituras en la Sinagoga de Nazaret, donde había crecido. Sus paisanos, inicialmente, lo admiraban por sus palabras pero después se enfadan y tratan de ejecutarle. Han pasado de una parte a la otra precisamente porque la Palabra de Dios es algo distinto respecto a la palabra humana.
De hecho, Dios nos habla del Hijo, es decir, la Palabra de Dios es Jesús, Jesús mismo y Jesús es motivo de escándalo. La Cruz de Cristo escandaliza. Y esa es la fuerza de la Palabra de Dios: Jesucristo, el Señor. Y ¿cómo debemos recibir la Palabra de Dios? Como se recibe a Jesucristo. La Iglesia nos dice que Jesús está presente en la Escritura, en su Palabra.
Por esto es tan importante leer durante el día un fragmento del Evangelio. ¿Por qué, para aprender? ¡No! Para encontrar a Jesús, porque Jesús está precisamente en Su Palabra, en Su Evangelio. Cada vez que leo el Evangelio, encuentro a Jesús. Pero, ¿cómo recibo esta Palabra? Se debe recibir como se recibe a Jesús, es decir, con el corazón abierto, con el corazón humilde, con ese espíritu de las bienaventuranzas. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 1 de septiembre 2014, en Santa Marta).
Reflexión
La predicación de Cristo era entonces acogida con entusiasmo. Lo vemos rodeado por muchedumbres, buscado, querido, aclamado... Pero en su tierra no fue así. Y el mismo Cristo se admiraba de su incredulidad. “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron”, leemos en el prólogo del Evangelio de san Juan.

Cristo viene a nosotros cada día. Baja al altar, en tantos rincones del mundo, en las manos del sacerdote necesitado, en el pobre, en el triste. Viene en esa voz interior que a veces escuchamos, la que se hace pan para estar junto a nosotros, viene a nosotros en nuestro prójimo, en él nos invita a ser más nobles y generosos, a cambiar algunos detalles de nuestra vida. Nos habla a través de nuestros sacerdotes, en la palabra del Papa y de nuestros obispos.

Cristo sale a nuestro encuentro de una y mil formas. Quiere encontrarnos, hablarnos, tocar nuestra vida. Que nos conceda la gracia de saber reconocerle y recibirle, dejarle entrar hasta el fondo. Vino a los suyos, - los suyos somos nosotros - y los suyos queremos agradecerle con amor.

Propósito
Reconocer y honrar diariamente a Jesús, que se me manifiesta continuamente en la oración. Antes de tomar una decisión importante me preguntaré cuál es el ejemplo que Jesucristo me da en el Evangelio para tratar de imitarlo.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, ¿qué importancia le doy a tu Palabra? ¿Es ella la brújula en mi toma de decisiones? ¿Es mi fortaleza cuando aparecen las contrariedades? Ayúdame a buscarte en la lectura atenta y fervorosa de la Sagrada Escritura, libro vivo donde puedo aprender a conocerte, amarte y seguirte.


SAN GILBERTO DE SEMPRINGHAM, MONJE Y FUNDADOR, 4 DE FEBRERO

Gilberto de Sempringham, Santo
Gilberto de Sempringham, Santo
Monje y Fundador, 4 de febrero 


Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01



Monje y Fundador

Martirologio Romano: En Sempringham, en Inglaterra, san Gilberto, presbítero, que fundó, con la aprobación del papa Eugenio III, una Orden monástica, en la que impuso una doble disciplina: la Regla de san Benito para las monjas y la de san Agustín para los clérigos (1189).

Etimología: Gilberto = Aquel que es un famos arquero, es de origen germánico.

Fecha de canonización: 11 de enero de 1202 por el Papa Inocencio III.
Breve Biografía

San Gilberto nació en Sempringham de Lincolnshire. Después de su ordenación sacerdotal, enseñó algún tiempo en una escuela gratuita; pero su padre, que estaba encargado de repartir los beneficios eclesiásticos de Sempringham y Terrington, le eligió para uno de ellos en 1123. El santo distribuía las rentas a los pobres y sólo reservaba una mínima parte para cubrir sus necesidades.

Con su ejemplo, arrastró a la santidad a muchos de sus parroquianos. Redactó las reglas para siete jóvenes que vivían en estricta clausura en una casa anexa desarrolló rápidamente y, San Gilberto se vio obligado a emplear hermanas y hermanos legos en las tierras de la fundación. En 1147, fue a Citeaux a pedir al abad que tomase la dirección de la comunidad; pero como los cistercienses no pudieran hacerlo el Papa Eugenio III animó a San Gilberto a dirigirla por sí mismo. San Gilberto completó la obra, añadiendo un grupo de canónigos regulares que ejercían las funciones de capellanes de las religiosas. Tales fueron los orígenes de las Gilbertinas, la única orden religiosa medieval que produjo Inglaterra. Sin embargo, excepto una casa en Escocia, la fundación no se extendió nunca más allá de las fronteras de Inglaterra, y se extinguió en la época de la disolución de los monasterios, cuando contaba con veintiséis conventos. Las religiosas tenían las reglas de San Benito, y los canónigos las de San Agustín. Los conventos eran dobles, pero la orden era principalmente femenina, aunque el superior general era un canónigo. La disciplina era muy severa, con cierta influencia cisterciense. El deseo de simplicidad en el ornato de las iglesias y en el culto en general llegó hasta imponer que el oficio se recitase en tono simple, como muestra de humildad.

San Gilberto desempeñó por algún tiempo el cargo de superior general, pero renunció a él, poco antes de su muerte, pues la pérdida de la vista le impedía cumplir perfectamente sus obligaciones. Era tan abstinente, que sus contemporáneos se maravillaban de que pudiese mantenerse en vida, comiendo tan poco. En su mesa había siempre lo que él llamaba "el plato del Señor Jesús", en el que apartaba para los pobres lo mejor de la comida. Vestía una camisa de cerdas, dormía sentado, y pasaba gran parte de la noche en oración. Durante el destierro de Santo Tomás de Canterbury, fue acusado, junto con otros superiores de su orden, de haberle prestado ayuda. La acusación era falsa; pero San Gilberto prefirió la prisión y exponerse a la supresión de su orden, antes que defenderse, para evitar la impresión de que condenaba una cosa buena y justa. Cuando era ya nonagenario, tuvo que soportar las calumnias de algunos hermanos legos que se habían rebelado.

San Gilberto murió en 1189, a los 106 años de edad, y fue canonizado en 1202. Se dice que el rey Luis VIII llevó sus reliquias a Toulouse, donde se hallan probablemente todavía, en la iglesia de San Sernín. Las diócesis de Northampton y Nottíngham celebran la fiesta de San Gilberto el día 3; los Canónigos de Letrán la celebran el 4 de febrero, día en que le conmemora el Martirologio Romano.

LOS SANTOS DE HOY: MIÉRCOLES 4 DE FEBRERO DEL 2015

Fileas y Filoromo, SantosFileas y Filoromo, Santos
Mártires, 4 de febrero


Hoy también se festeja a:

Isidoro de Pelusio, SantoIsidoro de Pelusio, Santo
Abad, 4 de febrero
José de Leonessa, SantoJosé de Leonessa, Santo
Sacerdote Capuchino, 4 de febrero
Nicolás Estudita, SantoNicolás Estudita, Santo
Monje, 4 de febrero
Rabano "Mauro", SantoRabano "Mauro", Santo
Obispo, 4 de febrero
Juan de Britto, SantoJuan de Britto, Santo
Sacerdote y Mártir, 4 de febbrero
Gilberto de Sempringham, SantoGilberto de Sempringham, Santo
Monje y Fundador, 4 de febrero
Juana de Valois, SantaJuana de Valois, Santa
Reina de Francia, 4 de febrero
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