sábado, 25 de abril de 2020

EL PAPA FRANCISCO PROPONE ESTAS DOS ORACIONES A MARÍA PARA REZARLAS EN MAYO


El Papa propone estas dos oraciones a María para rezarlas en mayo
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco propuso dos oraciones para rezar a la Virgen María en este mes de mayo.

Una de ellas es una adaptación al contexto actual de coronavirus de la tradicional oración “Bajo tu amparo”.

En ella, pide a la Virgen que consuele “a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma”.

Que sostenga “a aquellos que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las personas enfermas”. Que infunda “confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo”.

Pide también que proteja “a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios que en este periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus vidas para salvar otras vidas”.

Que permanezca “junto a quienes asisten, noche y día, a los enfermos, y a los sacerdotes que, con solicitud pastoral y compromiso evangélico, tratan de ayudar y sostener a todos”.

Asimismo, pide a la Virgen que asista “a los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad”.


Y pide también que mueva “las conciencias para que las grandes sumas de dinero utilizadas en la incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares”.

A continuación, las oraciones completas propuestas por el Papa Francisco:


Oración 1:

Oh María,
tú resplandeces siempre en nuestro camino
como un signo de salvación y esperanza.
A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos,
que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación del pueblo romano,
sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que lo concederás
para que, como en Caná de Galilea,
vuelvan la alegría y la fiesta
después de esta prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y hacer lo que Jesús nos dirá,
Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo
y se cargó de nuestros dolores
para guiarnos a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.


Oración 2:

«Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios».

En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias que oprimen al mundo entero, acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu protección.

Oh Virgen María, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia de coronavirus, y consuela a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma. Sostiene a aquellos que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las personas enfermas. Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo.

Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura prueba termine y que volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz. Como en Caná, intercede ante tu Divino Hijo, pidiéndole que consuele a las familias de los enfermos y de las víctimas, y que abra sus corazones a la esperanza.

Protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios que en este periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus vidas para salvar otras vidas. Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud.

Permanece junto a quienes asisten, noche y día, a los enfermos, y a los sacerdotes que, con solicitud pastoral y compromiso evangélico, tratan de ayudar y sostener a todos. Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus.

Asiste a los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad.

Santa María, toca las conciencias para que las grandes sumas de dinero utilizadas en la incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares.

Madre amantísima, acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio y la constancia en la oración.

Oh María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad.

Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.

CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LOS FIELES POR EL MES DE MAYO


Carta del Papa Francisco a los fieles por el mes de mayo
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco publicó este sábado 25 de abril una carta dirigida a todos los fieles con motivo del mes de mayo, mes especialmente dedicado a la Virgen María, donde invita a las familias a rezar el Rosario en casa durante la actual pandemia de coronavirus.

A continuación, la carta completa del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas:


Se aproxima el mes de mayo, en el que el pueblo de Dios manifiesta con particular intensidad su amor y devoción a la Virgen María. En este mes, es tradición rezar el Rosario en casa, con la familia. Las restricciones de la pandemia nos han “obligado” a valorizar esta dimensión doméstica, también desde un punto de vista espiritual.

Por eso, he pensado proponerles a todos que redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa durante el mes de mayo. Ustedes pueden elegir, según la situación, rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: la sencillez; y es fácil encontrar, incluso en internet, buenos esquemas de oración para seguir.

Además, les ofrezco dos textos de oraciones a la Virgen que pueden recitar al final del Rosario, y que yo mismo diré durante el mes de mayo, unido espiritualmente a ustedes. Los adjunto a esta carta para que estén a disposición de todos.

Queridos hermanos y hermanas: Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba. Rezaré por ustedes, especialmente por los que más sufren, y ustedes, por favor, recen por mí. Les agradezco y los bendigo de corazón.

Roma, San Juan de Letrán, 25 de abril de 2020

Fiesta de san Marcos, evangelista

FRANCISCO

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 ABRIL



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 abril




La Iglesia es el rebaño al que se refiere Jesús; en ella hay unidad de doctrina, unidad de vida, unidad de medios, unidad de autoridad.

Los que pertenecemos a la Iglesia, podemos pensar con verdad que somos las ovejas del rebaño de Jesús, Buen Pastor, y podemos esperar con confianza fundada en las palabras y promesas de Jesús, que Él nos cuidará, nos alimentará con abundantes pastos espirituales para  nuestra alma, nos defenderá de los ataques del enemigo, nos ayudará en nuestros cansancios y nos hará descansar junto a sí; es decir, que Jesús cumplirá con nosotros los oficios de un buen pastor.

P. Alfonso Milagro

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 25 DE ABRILDE 2020

Lecturas de hoy Sábado de la 2ª semana de Pascua



Hoy, sábado, 25 de abril de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendía a sus viudas.
Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron:
«No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,16-21):

AL oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, embarcaron y empezaron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se asustaron.
Pero él les dijo:
«Soy yo, no temáis».
Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio adonde iban.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de abril de 2020
Eguione Nogeira, Misionero Claretiano



¡Queridos hermanos!

La situación de los discípulos prefigura nuestra situación de comunidad cristiana. Estamos todos en la misma barca de la existencia humana. Ella se encuentra en medio de las tinieblas, entre la oscuridad del cielo y la profundidad del abismo. Después de un día de luz, con la multiplicación de los panes, los discípulos se encuentran perdidos en medio de la oscuridad. Se sienten abandonados. Puede ser que sea lo que sentimos en estos momentos difíciles.

Pero Jesús está ahí. Así como respondió a sus discípulos, nos dice hoy: “Soy yo, no temáis”. ¡Estoy con vosotros! Los discípulos no fueron capaces de ver, pero en el pan dado por Jesús existe un exceso, algo que los ojos no ven, que solo la fe es capaz de alcanzar. Este algo va más allá de la saciedad material. Es la misteriosa presencia del ausente. En la señal del pan, el mismo Señor se hace visible a nuestros ojos y nos comunica su vida, nos saca del abismo y nos da la fuerza para llegar a la otra orilla.

En este sentido podemos ver la travesía como metáfora de la existencia humana. El Papa Francisco la ha utilizado en su homilía del 27 de marzo, cuando concedió la bendición Urbi et Orbi: “‘Al atardecer’ (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: ‘perecemos’ (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos”.

Lo importante es saber que el Señor sigue allí, aun en medio de la oscuridad, cuando el viento sopla fuerte contra nosotros y las aguas de la existencia de encrespan. Por eso podemos pedirle: “Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, ‘descargamos en ti todo nuestro agobio, porque Tú nos cuidas’” (Papa Francisco).

Vuestro hermano en la fe,

Eguione Nogueira, cmf

HOY 25 DE ABRIL CELEBRAMOS A SAN MARCOS EVANGELISTA, EL LEÓN ALADO


Hoy celebramos a San Marcos Evangelista, el "león alado"
Redacción ACI Prensa





El 25 de abril la Iglesia Católica celebra la Fiesta de San Marcos Evangelista, discípulo de San Pedro y autor del segundo Evangelio del Nuevo Testamento. Su símbolo es el león alado por su relación con el Apocalipsis y San Juan Bautista.

San Marcos era judío de la zona de Jerusalén. Acompañó a San Pablo y Bernabé, su primo, a Antioquía en el primer viaje misionero. Fue también con Pablo a Roma.

San Marcos se separó de ellos en Perga y retornó a su casa. Más adelante, Pablo se rehusó aceptar a Marcos, Bernabé rompió su asociación misionera con San Pablo y se fue a Chipre con su primo. Años después, San Marcos y San Pablo se juntarían en otro viaje misionero.


Sobre su Evangelio, San Marcos escribió en griego al parecer para un público cristiano. Se debate la fecha en la que lo escribió, pero quizás se dio en la década del 60 – 70 después de Cristo.

El Evangelista fue con San Pedro a Roma, apóstol que se refería a San Marcos como “mi hijo”. Marcos estableció a la Iglesia en Alejandría, donde fundó su famosa escuela cristiana y es venerado como Patrono de los coptos.

Murió mártir aproximadamente un 25 de abril del 68 en Alejandría. Sus reliquias reposan en la Catedral de Venecia. 

A San Marcos se le representa como un león alado en relación a uno de los cuatro seres vivientes del Apocalipsis. Hay quienes consideran que esto se debe a que el Evangelio de San Marcos inicia con Juan Bautista clamando en el desierto, a modo de un león que ruge.




Biografía de San Marcos Evangelista


Era primo de San Bernabé y acompañó a este y a San Pablo en el primer viaje misionero que hicieron estos dos apóstoles. Pero al llegar a regiones donde había muchos guerrilleros y atracadores, donde según palabras de San Pablo: "había peligro de ladrones, peligro de asaltos en los caminos, peligro de asaltos en la soledad" (2 Cor.), Marcos se atemorizó y se apartó de los dos misioneros y se volvió otra vez a su patria.

En el segundo viaje Bernabé quiso llevar consigo otra vez a su primo Marcos, pero San Pablo se opuso, diciendo que no ofrecía garantías de perseverancia para resistir los peligros y las dificultades del viaje. Esto hizo que los dos apóstoles se separaran y se fueran cada uno por su lado a misionar. Después volverá a ser otra vez muy amigo de San Pablo.

San Marcos llegó a ser el secretario y hombre de confianza de San Pedro. Como le escuchaba siempre sus sermones que no eran sino el recordar los hechos y las palabras de Jesús, Marcos fue aprendiéndolos muy bien. Y dicen que a pedido de los cristianos de Roma escribió lo que acerca de Jesucristo había oído predicar al apóstol. Esto es lo que se llama "Evangelio según San Marcos".

El evangelio de San Marcos es como una repetición de lo que el Apóstol Pedro predicaba. Es el más corto de los 4 evangelios. El de San Lucas tiene 1,140 frases. El de Mateo 1,068. El de San Juan 879 y el de San Marcos solamente tiene 746 frases. Son 16 capítulos llenos de narraciones muy vivas, gráficas, salpicadas de detalles interesantes. Se propone no dejar de narrar lo que contribuya a hacer más llamativa la narración. Allí parece estar hablando un testigo ocular que se ha fijado en todo y lo repite con agrado. Es el reflejo de lo que San Pedro presenció y que se le ha quedado grabado en su memoria. Se fija más en los hechos de Jesús que en sus discursos. Sus narraciones son agradables por lo frescas y espontáneas. Parece un reportero gráfico narrando lo que sus ojos vieron y sus oídos escucharon. Presenta atractivos cuadros: gestos, miradas, sentimientos de Jesús. Dicen los especialistas que el evangelio de San Marcos mientras más se le estudia, más se convence uno de que el que lo escribió era un verdadero artista de la narración y que con este escrito contribuyó a que muchos millones de lectores se entusiasmen por la persona de nuestro amable Salvador. Un sabio afirmó que "el evangelio de San Marcos es el libro más importante que se ha escrito", pues parece que fue el primer evangelio que se escribió y que de él sacaron mucho material los otros tres evangelistas.

San Marcos tiene 105 paisajes y de ellos aparecen 93 en Mateo y 85 en Lucas. De las 746 frases de Marcos, San Mateo reproduce 606 y copia el 51% de las palabras que emplea Marcos. San Lucas reproduce en su evangelio 320 de las 746 frases de San Marcos. Solamente hay 24 frases de San Marcos que no se encuentran ni en Mateo ni en Lucas. Por eso es que el Evangelio de San Marcos es un libro verdaderamente importante.

San Pedro llama a Marcos en sus cartas: "Hijo mío". Y San Pablo cuando escribe a Timoteo desde su prisión en Roma le dice: "Tráigame a Marcos, porque necesito de su colaboración". Dicen los antiguos historiadores que fue un compañero muy apreciado por los dos apóstoles.

Dicen que San Marcos fue nombrado obispo de Alejandría en Egipto, y que allá en esa ciudad fue martirizado por los enemigos de la religión un 25 de abril.

La ciudad de Venecia (Italia) lo eligió como patrono y construyó en su honor la bellísima Catedral de San Marcos.

SANTORAL DE HOY SÁBADO 25 DE ABRIL DE 2020

Paul Thoj Xyooj, BeatoPaul Thoj Xyooj, Beato
Catequista laico y Mártir, 25 de abril
Mario Borzaga, BeatoMario Borzaga, Beato
Sacerdote y Mártir, 25 de abril
Bonifacio Valperga, BeatoBonifacio Valperga, Beato
Obispo, 25 de abril
Franca de Piacenza, SantaFranca de Piacenza, Santa
Virgen y Abadesa, 25 de abril
Leonardo Pérez Lários, BeatoLeonardo Pérez Lários, Beato
Laico Mártir, 25 de abril
Andrés Solá y Molist, BeatoAndrés Solá y Molist, Beato
Sacerdote y Mártir, 25 de abril
José Trinidad Rangel, BeatoJosé Trinidad Rangel, Beato
Sacerdote y Mártir, 25 de abril
Pedro de San José Betancurt, SantoPedro de San José Betancurt, Santo
Terciario Franciscano de Guatemala, 25 de abril
Juan (Giovanni) Piamarta, SantoJuan (Giovanni) Piamarta, Santo
Presbítero y Fundador, 25 de abril
Erminio de Lobbes, SantoErminio de Lobbes, Santo
Abad y Obispo, 25 de abril
Aniano de Alejandría, SantoAniano de Alejandría, Santo
Obispo de Alejandría, 25 de abril
Marcos, SantoMarcos, Santo
Memoria Litúrgica, 25 de abril

FELIZ FIN DE SEMANA!!!






viernes, 24 de abril de 2020

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 24 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
24 abril




Jesucristo es el buen Pastor de quien reciben la misión todos los que ejercen un cargo pastoral en la Iglesia. Es el Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y las apacienta con la verdad de su doctrina y de su gracia.

¡Qué paz serena debe apoderarse de su espíritu, al saber que, cuando pecaste, fue Jesús a buscarte y te trajo sobre sus hombros para que siguieras perteneciendo al redil de su Iglesia.



P. Alfonso Milagro

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 24 DE ABRIL DE 2020


Lecturas de hoy Viernes de la 2ª semana de Pascua
Hoy, viernes, 24 de abril de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,34-42):

EN aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a los apóstoles y dijo:
«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo acabó en nada.
Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus secuaces.
En el caso presente, os digo: no os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no lograréis destruirlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre. Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena noticia acerca del Mesías Jesús.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,1.4.13-14

R/. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):

EN aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de abril de 2020
Eguione Nogeira, Misionero Claretiano


¡Queridos hermanos!


El hambre en la tierra es una realidad que acompaña la historia de la humanidad. La pregunta “¿Con qué compraremos panes para que coman estos?” (Jn 6,5) es una preocupación que sigue presente en las estrategias políticas y sociales de todos países, especialmente con la situación de la pandemia que golpea la economía global. Junto a los cuidados sanitarios, casi todos los gobiernos presentaron planes de ayuda económica a las familias, a los pequeños comerciantes, a las personas en paro… Es una respuesta necesaria, que nos lleva a pensar otro tipo de economía. Esto puede ser iluminado con el Evangelio de hoy.

Así como Moisés, Jesús sube al monte. Se trata de una experiencia de alianza. Jesús piensa de inmediato en el alimento de sus seguidores, y aunque sabe lo que va a hacer, interroga primeramente a Felipe. Éste piensa en el gran dispendio que supondría alimentar a tantos. El salario de doscientos días de trabajo no sería suficiente. Interviene Andrés comunicando que allí hay un muchacho que tienes cinco panes de cebadas y dos peces. En el Evangelio de Mateo, Jesús convoca a sus discípulos a participar en la solución: “dadles vosotros de comer” (Mt 14,16). En el Evangelio de hoy no es diferente: los discípulos buscan soluciones, pero son incapaces de ver más allá de lo que es posible humanamente. Lo que queda claro es que todos somos responsables en la solución.

Como en aquel día en el monte, frente al Mar de Galilea, Jesús quiere contar con nosotros, aunque sean solo cinco panes y dos peces lo que tenemos para ofrecer, es decir, Cristo nos llama a repartir la vida, ahí donde estemos, en las pequeñas cosas, las que tal vez ni se ven ni hacen ruido.

No se puede esperar una intervención divina cuando nosotros tenemos la posibilidad en hacer algo, aunque sea para descubrir que tenemos solo cinco panes y dos peces (Jn 6,9). Lo demás Dios se encarga, pues no espera de nosotros soluciones que superen nuestra capacidad humana. Desea que cada uno colabore como pueda. Lo que no puede es eludir de lo que es nuestra responsabilidad.

Junto a las graves consecuencias del COVID-19, vemos surgir una ola de solidaridad en diferentes ámbitos, desde personas que están haciendo la compra a los ancianos para que ellos no tengan que salir de casa, hasta la cooperación entre los diversos países. Desde estos gestos sencillos, Dios va multiplicando los pocos “panes” que disponemos para ayudar a los que necesitan.

Vuestro hermano en la fe,

Eguione Nogueira, cmf

EL PAPA FRANCISCO REZA POR LOS PROFESORES QUE DEBEN ENSEÑAR A DISTANCIA DURANTE EL CORONAVIRUS


El Papa reza por los profesores que deben enseñar a distancia durante el coronavirus
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



El Papa Francisco pidió rezar, este viernes 24 de abril durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta, por lo profesores que deben realizar su trabajo desde casa por medio de instrumentos telemáticos debido al confinamiento decretado en varios países por la pandemia de coronavirus.

“Rezamos hoy por los profesores que deben trabajar mucho para impartir las lecciones por internet y otras vías telemáticas, y rezamos también por los estudiantes que deben realizar los exámenes de un modo al que no están habituados. Acompañémoslos con la oración”, fueron las palabras del Santo Padre.


En los últimos días, el Papa Francisco ofreció la Misa celebrada cada día en la capilla de su residencia en Casa Santa Marta por las familias necesitadas (el jueves 23 de abril) que están padeciendo hambre por culpa de la pandemia de COVID 19 y que están a merced de la explotación de los usureros.

También ofreció la Misa el 22 de abril por la unidad de Europa, para que, a pesar de las tensiones entre los países europeos por la crisis del coronavirus, el viejo continente sepa mantener la unidad fraterna “soñada por los fundadores de la Unión Europea”.

Asimismo, el 20 de abril el Pontífice ofreció la Misa por los hombres y mujeres con vocación política, para que descubran que “la política es una forma de alta caridad” y que se pan gestionar la crisis del coronavirus buscando “el bien del país y no el bien de sus partidos políticos”.

SANTORAL DE HOY VIERNES 24 DE ABRIL DE 2020

Alejandro de Lyon, SantoAlejandro de Lyon, Santo
Mártir, 24 de abril
Antimo de Nicomedia y compañeros, SantosAntimo de Nicomedia y compañeros, Santos
Obispo y Mártir, 24 de abril
Melito de Canterbury, SantoMelito de Canterbury, Santo
Obispo, 24 de abril
Egberto de Iona, SantoEgberto de Iona, Santo
Presbítero, 24 de abril
Gregorio de Elvira, SantoGregorio de Elvira, Santo
Obispo, 24 de abril
Wilfrido de York, SantoWilfrido de York, Santo
Obispo, 24 de abril
María Isabel Hesselblad, SantaMaría Isabel Hesselblad, Santa
Religiosa Brigidina, 24 de abril
Benito Menni, SantoBenito Menni, Santo
Fundador, Abril 24
Salomé, SantaSalomé, Santa
Madre de los Apóstoles Santiago y Juan, 24 de abril
María de Santa Eufrasia Pelletier, SantaMaría de Santa Eufrasia Pelletier, Santa
Virgen y Fundadora, 24 de abril
María de Cleofás, SantaMaría de Cleofás, Santa
Discípula de Jesús, 24 de abril
Fidel de Sigmaringen, SantoFidel de Sigmaringen, Santo
Memoria Litúrgica, 24 de abril
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