sábado, 16 de junio de 2018

SAN JUAN FRANCISCO REGIS, PATRONO DE LOS JESUITAS EN FRANCIA, 16 JUNIO

Hoy es la fiesta de San Juan Francisco Régis, patrono de los jesuitas de Francia








San Juan Francisco Régis fue un sacerdote misionero de la Compañía de Jesús, patrono de dicha orden en Francia, y según las palabras del Papa Pío XII, patrono de los misioneros rurales.

Juan Francisco fue discípulo de San Francisco Javier, y tras su muerte, fue venerado por San Juan María Vianney y San Marcelino Champagnat.

Nació el 31 de enero de 1597 en una pequeña aldea de la región de Languedoc en Francia. Estudió en un prestigioso colegio jesuita de la ciudad de Béziers desde 1611 y después ingresó a la Congregación Mariana (hoy Comunidades de Vida cristiana, CVX).

El apostolado entre los humildes lo obligó a preguntarse sobre su futuro. Empezó a reflexionar y discernir su vocación hasta que entendió que el Señor lo había llamado a consagrar su vida a través del sacerdocio.

El 8 de diciembre de 1616, a los 19 años, ingresó a la Compañía de Jesús en el Noviciado de Toulouse. Allí demostró tal fervor que uno de sus compañeros llegó a declarar: "Juan Francisco se humilla él mismo hasta el extremo, pero demuestra por los demás un aprecio admirable”.

En 1631, a los 33 años, fue ordenado de sacerdote y al año siguiente lo destinaron a un trabajo que estaba muy de acuerdo con sus aspiraciones y con su fuerte constitución física: dedicarse a predicar misiones entre el pueblo.

Se desarrolló en este trabajo con tal energía que sus compañeros exclamaban: "Juan Francisco hace el oficio de 5 misioneros". En 43 años de vida, 24 como religioso, 10 como sacerdote y 9 como misionero popular, logró inmensos éxitos y tuvo el mismo calificativo en todos los sitios donde estuvo predicando: "el santo".

También estableció refugios para prostitutas y trabajó con las víctimas de la plaga en Toulouse. Estableció la Confraternidad del Bendito Sacramento; y recaudaba dinero y comida de la gente próspera para dársela a los pobres.

El santo falleció en 1640 e inmediatamente comenzó la devoción popular hacia él. Fue beatificado el 18 de mayo de 1716, y canonizado el 16 de junio de 1737.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 16 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 10ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, sábado, 16 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (19,19-21):

En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Elíseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto. 
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: «Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.» 
Elías le dijo: «Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?»
Elíseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 15,1-2a.5.7-8.9-10

R/. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; 
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» 
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; 
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja, 
hasta de noche me instruye internamente. 
Tengo siempre presente al Señor, 
con él a mi derecha no vacilaré. R/. 

Por eso se me alegra el corazón, 
se gozan mis entrañas, 
y mi carne descansa serena. 
Porque no me entregarás a la muerte, 
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor." Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 16 de junio de 2018
CR


Queridos hermanos:

Al final, Elías lo tuvo claro. No sólo en lo referente a él y a su forma de situarse y de realizar su misión sino que quiso que otros compartieran su carisma, se enriquecieran de lo que él había vivido y continuaran adelante. Así lo hizo con Eliseo, dejándole “parte de su espíritu”, que por otro lado, lo había recibido enteramente de Dios. La respuesta de este joven, al recibir simbólicamente su manto, fue ir primero a despedirse de sus padres. Lo sorprendente es que si leemos bien el texto, lo que hace después no tiene nada que ver dar adioses trágicos y emotivos. Más bien se dedica a terminar con lo que hasta ese momento había sido su vida: quema los aperos de labranza, las yuntas y da un banquete a los suyos.

Me recuerda un precioso texto de J.M. Ballarín en su libro Francesco:

César quemó las naves para que no pudieran volver atrás los que iban a conquistar Britania. De cara al mar, aquello suponía una esclavitud que los ataba a la tierra aún desconocida; de cara a Britania, era una liberación: se habían librado de la tentación de volver a las Galias (…) Esta debe ser la libertad que viene de Dios. No hay nada más empequeñecedor si empezamos a condolernos de lo que hemos quemado. No hay nada más grande, con mayores posibilidades de navegar a toda vela, si tenemos la vista puesta en lo que nos espera.

Eliseo optó por la libertad de quemar las naves y no por la esclavitud de las galeras. Quizá, porque en palabras del salmista, supo ver que el Señor es su mayor bien, su alegría y toda la herencia que se puede ansiar. Pero qué difícil vivirlo así nosotros tantas veces…

No parece que se trate de grandilocuentes hazañas ni decisiones llamativas, como si la fidelidad estuviera en nuestras manos enteramente. Más bien parece que se trata de ser humildemente honrados: que nuestro sí, sea sí y nuestro no, sea no. Así lo afirma Jesús en el evangelio de hoy. Lo demás, viene del Maligno, no de Dios.

SANTORAL DE HOY SÁBADO 16 JUNIO 2018

Lutgarda, SantaLutgarda, Santa
Mística, 16 de Junio
Ciro (Ciriaco) y Julita, SantosCiro (Ciriaco) y Julita, Santos
Mártires, 16 de junio
Aureliano de Arlés, SantoAureliano de Arlés, Santo
Obispo, 16 de junio
María Teresa Scherer, BeataMaría Teresa Scherer, Beata
Cofundadora, Junio 16

BUENOS DÍAS-




viernes, 15 de junio de 2018

ORACIONES A SANTA MARÍA MICAELA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO


Oración a Santa María Micaela del Santísimo Sacramento



Santa Micaela: tú que aprovechaste tu temperamento tan fuerte, 
para dedicar todas tus energías a salvar las almas,  haz que también nosotros aprovechemos las cualidades que Dios nos dio, para lograr llevar muchas almas al cielo, y la nuestra también.

Amen.





Plegaria a Santa María Micaela de Santísimo Sacramento



Oh Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón,
suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que,
alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los más pobres y en los más necesitados de tu protección.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 15 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 10ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, viernes, 15 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-16):

En aquellos días, cuando Elías llegó a Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. 
El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!» 
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva. 
Entonces oyó una voz que le decía: «¿Qué haces, aquí, Elías?» 
Respondió: «Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.» 
El Señor dijo: «Desanda tu camino hacia el desierto de Damasco y, cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,7-8a.8b-9abc.13-14

R/. Tu rostro buscaré, Señor

Escúchame, Señor, que te llamo; 
ten piedad, respóndeme. 
Oigo en mi corazón: 
«Buscad mi rostro.» R/. 

Tu rostro buscaré, Señor, 
no me escondas tu rostro. 
No rechaces con ira a tu siervo, 
que tú eres mi auxilio; 
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor 
en el país de la vida. 
Espera en el Señor, 
sé valiente, ten ánimo, 
espera en el Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,27-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio." Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 15 de junio de 2018
 CR


Queridos hermanos,

Jesús continúa hoy desgranando el sentido en que hemos de entender la plenitud de la ley. De nuevo son los pequeños detalles, apenas perceptibles, los que nos indican que esa plenitud se encuentra en el corazón, en el interior del hombre, en sus actitudes menos visibles. Las palabras de Jesús pueden sonar a rigorismo moral, pero no lo son. Son, más bien, la expresión de que es del interior de donde salen las malas (y las buenas) acciones (cf. Mt 15, 18-20) y de que es ahí a dónde hay que mirar: si no quieres llegar al adulterio (y a cualquier otra forma de comportamiento pecaminoso), no des rienda suelta a tus malos deseos, sólo porque puedes esconderlos en tu interior. Las alusiones al ojo o a la mano que se deben cortar si son motivo de escándalo, hay que entenderlas como una licencia literaria, en la que Jesús nos llama a ser radicales en nuestra lucha con el mal y sus raíces ya en nosotros mismos. No ser complacientes, condescendientes, haciendo pequeños pactos con el mal y el pecado, que, después, como un cáncer, acabará apoderándose por completo de nosotros. Escuchamos aquí el eco de aquellas otras palabras de Jesús, que nos advierte que quien es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y quien es deshonesto en lo poco, también lo será en lo más importante (cf. Lc 16, 10). Es esta la clave que nos permite entender la exigencia, para muchos un ideal imposible, de la indisolubilidad matrimonial: si viviéramos la fidelidad en lo pequeño, en los mínimos detalles de la vida cotidiana, si tratáramos de encarnar también ahí el mandamiento del amor (que incluye el perdón, otorgado y pedido, la reconciliación, la misericordia…), seríamos capaces de las grandes gestas, de las fidelidades mayores.

De nuevo Elías nos sirve de ejemplo. No ha encontrado a Dios en lo estruendoso, majestuoso y temible, sino en la suave brisa, casi imperceptible. Es la brisa del Espíritu. Y gracias a esa capacidad de descubrir a Dios en lo mínimo, es también capaz de sobreponerse a las enormes dificultades a las que se enfrenta, a una situación prácticamente desesperada, para poder intervenir en la historia, cumpliendo en ella el designio de Dios. De ese poder salvífico participamos todos los cristianos, cuándo, dejándonos llevar por el Espíritu, conformamos nuestro mundo (siquiera el pequeño mundo que nos rodea) según el querer de Dios.

SAN AMÓS, 15 JUNIO

Amós, Santo
Profeta del A.T., 15 de Junio


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net 



Profeta

Martirologio Romano: Conmemoración de san Amós, profeta, que siendo pastor de Tecoa y cuidador de sicómoros, fue enviado por Dios a los hijos de Israel para defender su justicia y santidad contra sus prevaricaciones (s. X a.C.).
Etimológicamente: Amós = Aquel que es fuerte, es de origen hebreo.
Breve Biografía

Amós es el primer profeta escritor y sus vaticinios, que constituyen para nosotros el primer documento del profetismo, son también una preciosa fuente de noticias sobre su vida y sobre las costumbres de su pueblo, siete siglos y medio antes de Cristo. Predicó entre el 762 y el 750 a.C., después de una precisa vocación divina que lo sacó de su pueblo, Téqoa, cerca de Belén, y de su oficio de criador de rebaños y cortador de sicómoros.

Jeroboam II, aprovechando el desinterés de Egipto y de Asia, había ampliado los límites de Israel; pero las fáciles victorias habían suscitado una situación social desordenada: había pocos ricos, ávidos de riqueza, y muchos pobres, marginados y explotados inhumanamente por los comerciantes, magistrados y funcionarios deshonestos; además, el ocio, la pereza y el deseo de placeres habían frenado el antiguo impulso religioso del pueblo de Dios. El sentimiento religioso de la antigua Alianza había sido reemplazado por la exaltación presuntuosa del hombre y por su poder.

Contra esta mentalidad laica y el cumplimiento puramente formal de la Ley, Amós levanta su voz para anunciar el inminente castigo de Dios, que destruirá a Israel, castigará a los ricos y hará desaparecer ese vacío culto idólatra de la riqueza: “Porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano; casas de piedras labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino. Porque sé que son numerosos vuestros crímenes y que son grandes vuestros pecados... Buscad el bien y no el mal, a fin de que viváis y así el Señor Dios estará con vosotros como decís... Odiad el mal y amad el bien, restableced el juicio en la puerta, y quizá Yahvé se apiade del resto de Jesé”.

El peor mal está en la presunción de haber cumplido los propios deberes religiosos con el ofrecimiento de sacrificios pingües y generosos, es decir, con un culto exterior que oculta una vida desordenada moral y socialmente. La justicia divina lanza por boca del profeta el último llamamiento antes del desastre.

Amós propone elegir entre una vida con Dios y una vida sin Dios. Pero esta prueba extrema será también un llamamiento providencial a vivir la alianza hecha con su pueblo, “elegido entre todas las familias de la tierra”, esa alianza que llegará a su perfección en el eterno reino del Mesías. Terminada su misión profética, Amós regresó a su pueblo, en donde, según una tradición que cuenta Epifanio y que se encuentra en el Martirologio Romano fue muerto con un golpe en la cabeza por el hijo del sacerdote Amasías, para hacer callar esa voz incómoda, particularmente severa contra la hipocresía de los sacerdotes.

SANTORAL DE HOY VIERNES 15 JUNIO 2018

Clemente Vismara, BeatoClemente Vismara, Beato
Sacerdote Misionero, 15 de junio
Albertina Berkenbrock, BeataAlbertina Berkenbrock, Beata
Virgen y Mártir, 15 de junio
Germana Cousin, SantaGermana Cousin, Santa
Pastoricita, Junio 15
Vito de Lucania, SantoVito de Lucania, Santo
Adolescente Mártir, 15 de junio
Bernardo de Menthon, SantoBernardo de Menthon, Santo
Ayudante de los viajeros, 15 de junio
Amós, SantoAmós, Santo
Profeta del A.T., 15 de Junio
Benilde de Córdoba, SantaBenilde de Córdoba, Santa
Mártir, Junio 15
María Micaela del Santísimo Sacramento, SantaMaría Micaela del Santísimo Sacramento, Santa
Virgen y Fundadora, 15 de junio
Fernando de Portugal, BeatoFernando de Portugal, Beato
Principe, 15 de junio

FELIZ VIERNES




miércoles, 13 de junio de 2018

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 13 JUNIO 2018


Décima Semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Miércoles 13 junio 2018


Lecturas del día y comentario Hoy es: San Antonio de Padua
 (13 de Junio)

“ No he venido a abolir, sino a dar plenitud ”


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 18,20-39
n aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo: «¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.» La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo: «He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos: vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios, y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.» Toda la gente asintió: «¡Buena idea!» Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.» Cogieron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: «¡Baal, respóndenos!» Pero no se oía una voz ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho. Al mediodía, Elías empezó a reírse de ellos: «¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; ¡a lo mejor está durmiendo y se despierta!» Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía, entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: «¡Acercaos!» Se acercaron todos, y él reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido: cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob, a quien el Señor había dicho: «Te llamarás Israel»; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: «Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.» Luego dijo: «¡Otra vez!» Y lo hicieron otra vez. Añadió: «¡Otra vez!» Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: «¡Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.» Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: «¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!»



Salmo
Salmo responsorial:
 15 R/ Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti;
yo digo al Señor:
«Tú eres mi bien.» R/.

Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.



Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»



Reflexión del Evangelio de hoy
Dios nos cambia el corazón


Este relato del primer libro de Reyes narra cómo el rey Ajab llama a Elías, profeta de Israel, y a los profetas de Baal al monte Carmelo para enfrentarlos. Hay una gran sequía en el reino y Ajab quiere determinar qué dioses pueden ayudar a paliar el sufrimiento del pueblo. Frente a los sortilegios y hechizos de los profetas de Baal, Elías reconoce la misericordia de su Dios, que ha sustentado y atendido sus necesidades. Ya le había alimentado con la tinaja vacía de la cual hizo brotar harina para él, la viuda y su hijo. Ahora, en el monte Carmelo, Elías, después de recomponer el altar del sacrificio, suplica la actuación del Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que su Dios sea honrado y reconocido en todas las naciones. Elías ha aprendido a depender de Dios. Si algo podía lograrse era dependiendo de la voluntad divina. Si el Señor no lo hace, nadie lo hará. Pero es la voluntad de Dios la que el profeta busca y ruega que se haga. No pretende ensalzarse y buscar su gloria, sino pedir la ayuda divina para que la voluntad de Dios sea manifestada y la gloria de Dios brille y se haga realidad en esa necesidad concreta. Pedir que Dios acuda en nuestro auxilio, que se cumpla su voluntad en honor y alabanza suya. Aquello que pedimos en el Padre nuestro, aquello que nos enseñó Jesús estando en la cruz: “Padre hágase tu voluntad”. Esto es lo que ensalzó a Elías como uno de los padres de nuestra fe, y esta confianza es la que Jesús nos pide como afianzamiento de nuestra confianza en Dios.

La nueva Ley y la nueva santidad es Cristo Jesús
En este pasaje del evangelio de Mateo, Jesús se presenta como plenitud de la Ley y los profetas. Dios ha ido guiando a su pueblo y exigiendo de ellos el cumplimiento de la Ley como camino de unificación y ordenamiento del pueblo elegido. Su fidelidad a Yahvé se manifestaba en el seguimiento de esa ley. Pero ahora Dios ha completado su alianza enviando al Salvador del Pueblo y por Él y a través de Él, manifiesta su nueva alianza. “Este es mi Hijo amado, escuchadlo”. La ley es necesaria en toda sociedad civil como salvaguarda y afianzamiento de la convivencia y expresión de la legitimidad y cumplimiento de los derechos humanos. Esa ley antigua que había gobernado al pueblo de Israel, tiene ahora un nuevo contenido. Jesús pone la plenitud de la Ley en realizar el Reino de Dios en nuestra historia. Llevar a cumplimiento el amor definitivo de Dios al hombre, manifestado en la resurrección de Jesús. Ese amor debe cumplirse y animar toda la vida de los discípulos del resucitado. Amaos unos a otros como Yo os amé. La ley ha perdido fuerza en su literalidad. Ahora debe primar la fuerza del espíritu que da sentido a esa ley. El seguimiento cristiano no se limita a la observancia ritualista de un código de normas. La nueva legalidad es la del amor, la de la respuesta generosa al don amoroso de Dios, que nos amó primero y entregó a su propio Hijo hasta la muerte. El amor del discípulo de Jesús no puede tener otro límite que el de la entrega radical, total y definitiva. No podemos ser rácanos en nuestra respuesta al amor de Dios, sino como Elías, esperar todo de Él, y que Dios realice en nosotros y haga brotar toda la fuerza del espíritu, para que nuestras obras den gloria y manifiesten el amor infinito de Dios. Y en la confianza de que Dios siempre responde a nuestras oraciones, podemos decir con S. Pablo “Cristo nos ha liberado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios”

Con humildad y sintiendo la presencia y la fuerza del espíritu, ¿nos aplicamos a realizar el Reino de Dios en nuestras vidas?

Pidamos confiados lo que Jesús nos enseñó: “Padre, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, porque lo que pidáis al Señor con confianza, se nos concederá.


D. Oscar Salazar, O.P. 
Fraternidad San Martín de Porres (Madrid)
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