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martes, 22 de octubre de 2019

HOY ES LA FIESTA DE SAN JUAN PABLO II, 22 DE OCTUBRE


Hoy 22 de octubre celebramos a San Juan Pablo II, el Papa de la familia



 (ACI/EWTN Noticias).- Hoy la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Juan Pablo II, el Papa peregrino que viajó por el mundo y que resaltó que "el matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio".

Karol Jósef Wojtyla, más conocido como San Juan Pablo II, nació en Wadowice (Polonia) en 1920. El día que recibió la primera comunión le fue impuesto el escapulario y desde entonces lo llevó consigo como muestra de amor a la Virgen.

Tuvo una juventud muy dura por el ambiente de odio y destrucción de la Segunda Guerra Mundial con la invasión nazi, pero su fe lo llevó a ingresar al seminario de manera clandestina. Es ordenado sacerdote en 1946 y Obispo polaco en 1958, en el que escoge su lema oficial “Totus Tuus” (todo tuyo), en honor a María Santísima.


En el Concilio Vaticano II fue importante su colaboración en las constituciones dogmáticas “Gaudium et Spes” y “Lumen Gentium”. Luego sería nombrado Arzobispo Metropolitano de Cracovia y posteriormente fue creado Cardenal por el ahora Beato Papa Pablo VI.

Entre los servicios que promovía estaban la rama pastoral para los sordomudos y ciegos, el Instituto de familia y el programa “S.O.S. Cardenal Wojtyla” para ayudar a mamás solteras que deseaban abortar.

A la muerte de Juan Pablo I, en 1978, es elegido Sumo Pontífice y toma el nombre de Juan Pablo II. Permaneció como sucesor de San Pedro por más de 26 años, realizando 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 en ese país.

Impulsó las Jornadas Mundiales de la Juventud en las que se reunió con millones de jóvenes de todo el mundo e inauguró los Encuentros Mundiales de las Familias.


Partió a la Casa del Padre en el 2005. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI y canonizado en abril de 2014 por el Papa Francisco, quien en la ceremonia de canonización dijo: “San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia”.



13 hechos sorprendentes de la fascinante vida
 de San Juan Pablo II



(ACI).- En la fiesta de San Juan Pablo II nuestros amigos de Churchpop.com rescataron estos 13 asombrosos hechos de la vida del gran Pontífice.

1. A los 15 años casi muere por un disparo accidental

Un amigo le estaba mostrando un arma que creía descargada. Cuando el amigo en broma apretó el gatillo a poca distancia frente a él, el arma se disparó. Afortunadamente (o milagrosamente), la bala no lo rozó.

2. Tuvo una "novia" judía en su juventud

Su nombre era Ginka Beer y era "una belleza judía, con ojos estupendas y cabello negro azabache, delgada, una magnífica actriz." Aunque no se puede describir con precisión el vínculo entre Karol Wojtyla y Ginka, ella fue la primera y posiblemente la única con quien tuvo una relación romántica.

3. Fue actor y dramaturgo

Era miembro de una compañía de teatro y consideraba la actuación como carrera antes de descubrir su vocación al sacerdocio.

4. A los 21 años de edad ya había perdido a todos sus familiares directos

Su madre murió cuando él tenía 8 años por complicaciones en un parto, sus tres hermanos murieron durante su infancia, y su padre murió de un ataque al corazón cuando él tenía 21 años.

5. Fue atropellado por un camión nazi durante la Segunda Guerra Mundial

En febrero de 1944, mientras regresaba a casa del trabajo, fue atropellado por un camión alemán. Los oficiales alemanes se detuvieron y, al ver que estaba inconsciente y malherido, detuvieron un automóvil para usarlo como ambulancia y llevarlo al hospital. Pasó dos semanas internado. La terrible experiencia, y su sorprendente recuperación, le confirmaron su llamado al sacerdocio.

6. Fue arrestado por soldados nazis y escapó escondiéndose detrás de una puerta

En agosto de 1944, durante un levantamiento polaco, soldados nazis barrieron su ciudad para arrestar a todos los hombres jóvenes. Al entrar en su casa, se escondió detrás de una puerta. Los soldados registraron la casa, pero no lo encontraron y se fueron. Luego se escondió en la residencia de su Arzobispo, donde permaneció hasta el final de la guerra.

7. Asistió al Concilio Vaticano II como obispo y ayudó a redactar varios documentos

Colaboró en la redacción del texto final de Dignitatis humanae, el Decreto sobre la libertad religiosa, y Gaudium et spes, la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual.

8. Fue el primer Papa no italiano desde el siglo XVI

Juan Pablo II era polaco y no hemos tenido un Papa italiano desde él: Benedicto XVI es alemán, y Francisco es argentino.

9. Como Papa habló 9 idiomas con fluidez

Sabía polaco, latín, griego antiguo, italiano, francés, alemán, inglés, español y portugués. En su juventud estuvo familiarizado con unos 12 idiomas.

10. Visitó 129 países durante su pontificado

Esto lo convirtió en uno de los líderes mundiales que más ha viajado en la historia y le hizo ganar el sobrenombre de "Papa Peregrino".


11. Beatificó y canonizó a más personas que el resto de los Papas que lo antecedieron... juntos

Beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 personas. Esta cifra supera a todos los beatos y santos canonizados por todos los Papas anteriores a él en toda la historia de la Iglesia.

12. Fue héroe de un cómic de Marvel en los años '80s

Sí, has leído bien y puedes leer más de esto aquí. No estaba solo: la Beata Madre Teresa de Calcuta y San Francisco de Asís también protagonizaron libros de historietas.

13. Es el cuarto Papa que ostenta el título de "el Grande"

Aunque el otorgamiento del título no tiene proceso oficial y es solamente por el uso popular, sólo otros tres papas en la historia han merecido tal honor: San León Magno (440 hasta 461), San Gregorio el Grande (590-604), y San Nicolás Magno (858-867).


¡San Juan Pablo II, ruega por nosotros!

Este post fue publicado originalmente en inglés en Churchpop.com




¿Cuánto sabes de San Juan Pablo II? Estos son los 10 datos claves que debes conocer
Por Diego López Marina
  L'Osservatore Romano


 (ACI).- Este 22 de octubre se celebra la fiesta litúrgica del Papa peregrino, San Juan Pablo II, es por ello que te presentamos 10 claves para conocer más sobre la vida del denominado “Apóstol de la Misericordia” y uno de los líderes más influyentes del siglo XX.

1. Nació en Polonia

Nació en Wadowice el 18 de mayo de 1920 en una pequeña ciudad a 50 kilómetros de Cracovia. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

2. Su santo patrono fue San Carlos (Karol) Borromeo

Aunque vivieron en épocas diferentes, los dos están unidos al tener historias parecidas que el mismo San Juan Pablo II resaltó en su audiencia del 4 de noviembre de 1981.

La primera similitud está en el nombre debido a que “Karol” Wojtyla en español es “Carlos”, nombre con el cual San Juan Pablo II fue bautizado. Otras similitudes son que ambos sufrieron intento de asesinato, participaron de Concilios y compartieron el amor por los pobres y enfermos.

3. Batió récords y obtuvo importantes logros

El Papa San Juan Pablo II fue el primer Pontífice no italiano y el más joven en la historia. Asimismo, fue el que más viajes hizo, sumando 129; y a quien más beatos y santos canonizó –1.340 y 483 respectivamente–. También fue el primero en visitar una sinagoga, la Casa Blanca (Estados Unidos) y Cuba.


4. Fue un gran diplomático

Durante su pontificado, San Juan Pablo II aumentó el número de naciones que cuentan con relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Se pasó de 85 países en 1978 a 174 para el 2003.

Esto incluyó a Estados Unidos (que previamente solo tenía status de delegación), la Unión Europea, la Orden Militar Soberana de Malta, y la mayoría de las naciones del antiguo bloque comunista. Además, estableció "relaciones de especial naturaleza" con la Federación Rusa y la Organización de Liberación Palestina.

5. Creó la Jornada Mundial de la Juventud

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo.

Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.

6. Tenía dos doctorados

En 1948 se doctoró en teología por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz.

En 1953 se doctoró en filosofía en la Universidad Católica de Lublin con una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler".

7. Sobrevivió a más de un atentado

El 13 de mayo de 1981 recibió un disparo en la Plaza San Pedro por parte del turco Mehmet Ali Agca.

El 12 de mayo de 1982, en Fátima, Portugal, donde el Papa había llegado para agradecer por su vida luego del atentado, un sacerdote cismático trató de apuñalarlo con un cuchillo pero fue detenido a pocos metros.

Por lo menos se conoce de otro atentado más, el de terroristas musulmanes que intentaron explotar el avión donde el Papa viajaba durante su visita a Filipinas. Autoridades filipinas frustraron el plan elaborado.


8. Pidió perdón en nombre de la Iglesia

El 12 de marzo de 2000, pidió perdón por las faltas humanas cometidas en la Iglesia Católica en toda su historia. Haciendo referencia a la discriminación hacia las mujeres, pobres y etnias.

El 15 de junio del 2004 pidió perdón por la inquisición, "por errores cometidos en el servicio de la verdad por medio del uso de métodos que no tenían nada que ver con el evangelio".

9. Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica

Promulgó el Catecismo Universal de la Iglesia Católica, fruto del sínodo especial de obispos de 1985 dedicado al Concilio Vaticano II. También reformó el Código de Derecho Canónico, el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, y reorganizó la Curia Romana.

Entre sus documentos magisteriales se incluyen, además, 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas y 45 cartas apostólicas.

10. Su beatificación fue la más rápida en siglos

San Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005. Y el día 28 del mismo mes, el Papa Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras su muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización.

La causa la abrió oficialmente el Cardenal Camillo Ruini, vicario general para la Diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005. El Papa Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y el Papa Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.


domingo, 20 de octubre de 2019

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, PROTECTOR DE LOS GUARDIAS NOCTURNOS , 20 DE OCTUBRE


Hoy se celebra a San Pedro de Alcántara, protector de los guardias nocturnos
Redacción ACI Prensa





El 20 de octubre la Iglesia celebra a San Pedro de Alcántara, protector de los celadores y guardias nocturnos, porque pasaba noches enteras rezando, meditando y sin dormir.

Nació en Alcántara en 1499. Estudió en la Universidad de Salamanca e ingresó a la orden Franciscana, donde fue ordenado sacerdote.

Llegó a ser superior de varios conventos, siendo modelo en el exacto cumplimiento de los reglamentos de la comunidad. Sus predicaciones llevaron a la conversión de muchos. Prefería lo auditorios de gente pobre porque consideraba que eran los que tenían más voluntad de convertirse.


En búsqueda de que los religiosos vivieran más la mortificación, la oración y la meditación, San Pedro de Alcántara fundó la rama franciscana de “estricta observancia” o “Alcantarinos”.

Murió de rodillas y diciendo las palabras del Salmo 121: “¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor!".

Entre sus amigos se encontraba San Francisco de Borja y Santa Teresa de Ávila, a quien animaba en las persecuciones e incomprensiones que recibía.

Santa Teresa contó que San Pedro de Alcántara se le apareció después de muerto y le dijo: "Felices sufrimientos y penitencias en la tierra, que me consiguieron tan grandes premios en el cielo".


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San Pedro de Alcántara
20 de Octubre


Famoso por sus terribles penitencias, nació en 1499 en la comunidad española de Alcántara. Su padre era gobernador de la región y su madre era de muy buena familia. Ambos se distinguían por su gran piedad y su excelente comportamiento. Estando estudiando en la universidad de Salamanca, el santo se entusiasmó por la vida de los franciscanos debido a que los consideraba personas muy desprendidas de lo material y muy dedicadas a la vida espiritual. Pidió ser admitido como franciscano y eligió para irse a vivir al convento donde estaban los religiosos más observantes y estrictos de esa comunidad.

En el noviciado lo pusieron de portero, hortelano, barrendero y cocinero. Pero en este último oficio sufría frecuentes regaños por ser bastante distraído. Llegó a mortificarse tan ásperamente en el comer y el beber que perdió el sentido del gusto y así todos los alimentos le sabían igual. Dormía sobre un duro cuero en el puro suelo. Pasaba horas y horas de rodillas, y si el cansancio le llegaba, apoyaba la cabeza sobre un clavo en la pared y así dormía unos minutos, arrodillado. Pasaba noches enteras sin dormir ni un minuto, rezando y meditando. Por eso ha sido elegido protector de los celadores y guardias nocturnos. Con el tiempo fue disminuyendo estas terribles mortificaciones porque vio que le arruinaban su salud. Fue nombrado superior de varios conventos y siempre era un modelo para todos sus súbditos en cuanto al cumplimiento exacto de los reglamentos de la comunidad.

Pero el trabajo en el cual más éxitos obtenía era el de la predicación. Dios le había dado la gracia de conmover a los oyentes, y muchas veces bastaba su sola presencia para que muchos empezaran a dejar su vida llena de vicios y comenzaran una vida virtuosa. Prefería siempre los auditorios de gente pobre, porque le parecía que eran los que más voluntad tenían de convertirse. Pidió a sus superiores que lo enviaran al convento más solitario que tuviera la comunidad. Lo mandaron al convento de Lapa, en terrenos deshabitados, y allá compuso un hermoso libro acerca de la oración, que fue sumamente estimado por Santa Teresa y San Francisco de Sales, y ha sido traducido a muchos idiomas.

Deseando San Pedro de Alcántara que los religiosos fueran más mortificados y se dedicaran por más tiempo a la oración y la meditación, fundó una nueva rama de franciscanos, llamados de "estricta observancia". El Sumo Pontífice aprobó dicha congregación y pronto hubo en muchos sitios, conventos dedicados a llevar a la santidad a sus religiosos por medio de una vida de gran penitencia.


Los últimos años de su vida los dedicó a ayudar a Santa Teresa a la fundación de la comunidad de Hermanas Carmelitas que ella había fundado, logrando muchos éxitos en la extensión de la comunidad carmelita.

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Oración a San Pedro de Alcántara


¡Oh Santísima anima, en cuyo tránsito feliz los ciudadanos del cielo salen al encuentro! El coro de los ángeles se alegra y la Trinidad Santísima te convida, diciendo con amorosas palabras: "Permanece, Pedro, y está con nosotros para siempre"

V. Ruega por nosotros, Pedro dichoso.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

Oración. ¡Oh Dios y Señor mío! que te dignaste ilustrar al bienaventurado San Pedro de Alcántara, tu confesor, con el don de una penitencia admirable y de una contemplación altísima, concédenos piadosísimo que ayudados de sus méritos, merezcamos, mortificados en la carne, ser participantes de los dones celestiales. Por Nuestro Señor Jesucristo, Hijo tuyo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos.


Amén.

viernes, 11 de octubre de 2019

HOY CELEBRAMOS A SAN JUAN XXIII, EL PAPA BUENO, 11 DE OCTUBRE


Hoy celebramos a San Juan XXIII, el Papa bueno
Redacción ACI Prensa




"¡Oh, los santos, los santos del Señor, que por doquier nos alegran, nos animan y nos bendicen!", decía San Juan XXIII, llamado el "Papa bueno" y cuya fiesta es el 11 de octubre.

Angelo Giuseppe Roncalli, más conocido como San Juan XXIII, nació en Italia en 1881. Ingresó desde muy joven al seminario y fue ordenado sacerdote en 1904.

En la Segunda Guerra Mundial, siendo Obispo, salvó a muchos judíos con ayuda del “visado de tránsito” de la Delegación Apostólica.


En 1953 fue creado Cardenal y a la muerte de Pío XII, es elegido como Sumo Pontífice en 1958. Poco a poco se ganó el apelativo de “Papa Bueno” por sus cualidades humanas y cristianas.

El mundo entero pudo ver en él a un pastor humilde, atento, decidido, valiente, sencillo y activo. Se enrumbó por los caminos del ecumenismo y del diálogo con todos. Escribió las famosas encíclicas “Pacem in terris” y “Mater et magistra” y convocó al Concilio Vaticano II.

Es llamado a la Casa del Padre el 3 de junio de 1963, beatificado por San Juan Pablo II en el 2000 y canonizado por Papa Francisco en abril del 2014.

El milagro para su beatificación se basó en la curación de Sor Caterina Capitani, una religiosa que tenía una dolencia estomacal muy grave.

Las hermanas de la paciente, que conocían de la gran admiración de Sor Caterina por Juan XXIII, oraron pidiendo la intercesión del “Papa bueno” y colocaron una imagen de él en el estómago de la paciente.


Minutos después la religiosa empezó a sentirse bien y pidió comer. Más adelante, Sor Caterina relataría que vio a Juan XXIII sentado al pie de su cama y que le dijo que su plegaria había sido escuchada. La ciencia no pudo dar explicaciones de esta curación.


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Guerra Mundial


Durante la Primera Guerra Mundial, ejerció primero como sargento médico y más tarde como capellán militar. En 1921, fue llamado desde Roma por el Papa Benedicto XV para ocupar el cargo de Presidente para Italia del Consejo Central de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe.

El papa Pío XI lo designó simultáneamente Arzobispo de Areopoli y enviado oficial para Bulgaria el 3 de marzo de 1925. El 19 de marzo de 1925 Angelo Giuseppe Roncalli fue consagrado Arzobispo titular de Areopoli. Eligió como su lema episcopal "Obedientia et Pax". En Bulgaria, realizó su labor apostólica visitando las comunidades católicas y estableciendo relaciones de respeto y estima con otras comunidades cristianas, en especial de la Iglesia Ortodoxa. En una ocasión en Bulgaria fue a visitar a unos heridos internados en un hospital católico que trataba gratuitamente a todas las personas, independientemente de su religión. Estos heridos fueron víctimas de un atentado contra el rey Boris III en una catedral ortodoxa de Sofía, siendo ortodoxos que frecuentaban su lugar de culto. El rey búlgaro quedó tan impresionado que lo recibió en audiencia privada, siendo un acto inédito porque los visitadores apostólicos no gozaban de ningún estatuto diplomático y las relaciones entre la minoría católica y la mayoría ortodoxa eran muy tensas. Hechos como este constituyeron las bases de la futura delegación apostólica. En efecto, su labor fue tan fructífera que se lo designó delegado apostólico para Bulgaria el 16 de octubre de 1931.

El 30 de noviembre de 1934 fue designado Arzobispo títular de Mesembria, y el 12 de enero de 1935 fue nombrado delegado apostólico para Turquía (vicario apostólico de Estambul, antigua Vicaría Apostólica de Constantinopla). El mismo día se lo designó Delegado Apostólico para Grecia, atendiendo desde Estambul los asuntos relativos a ambos países.

Su intervención para socorrer a miles de judíos de la persecución nazi mientras servía como Delegado Apostólico del Vaticano en Turquía durante la Segunda Guerra Mundial fue proverbial.

El 23 de diciembre de 1944, el Papa Pío XII lo nombró nuncio apostólico de Francia. Contribuyó a normalizar la organización eclesiástica en Francia, desestabilizada por los numerosos obispos que habían colaborado con los alemanes. Gracias a su cortesía, su sencillez, su buen humor y su amabilidad pudo resolver los problemas y conquistar el corazón de los franceses y de todo el Cuerpo Diplomático.
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Cardenal y Patriarca de Venecia


El 12 de enero de 1953 el papa Pío XII lo crea Cardenal presbítero con el título de Santa Prisca, siendo designado tres días después como patriarca de Venecia.

Como patriarca de Venecia, solía navegar por los canales de la ciudad sin la vestimenta de cardenal, y detenerse para hablar con los gondoleros, las prostitutas y menesterosos, quienes le contaban sus problemas. Su forma de ejercicio del poder se caracterizó por el servicio y el perdón.

Era patriarca de Venecia. Supo que uno de sus sacerdotes llevaba una vida turbia y que frecuentaba un lugar poco digno para un eclesiástico. Pudo suspenderle en sus funciones; pudo aplastarle con su poder; pudo ejercer toda la fuerza de su autoridad. Pero ¿qué hizo? Lo esperó un día en el lugar que solía frecuentar. El sacerdote palidece. El Patriarca lo toma del brazo y con naturalidad le pide que le acompañe al palacio. Y una vez en su despacho se arrodilla ante el sacerdote caído y le pide: «Por favor, confiéseme». Y lo hace con toda humildad y naturalidad.

El sacerdote lo absuelve y el patriarca abrazándolo le dice: «Hijo mío, me gustaría que reflexionases acerca del don maravilloso que Dios te ha dado de perdonar los pecados a los hombres, incluso a tu mismo arzobispo. Que esto te anime a evitar lo más posible el pecado en tu misma vida y como gratitud a Cristo».
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Pontificado


El 28 de octubre de 1958, contando con casi 77 años, Roncalli fue elegido papa ante la sorpresa de todo el mundo. Escogió el nombre de Juan (nombre de su padre y del patrón de su pueblo natal, aunque escogió este nombre por el evangelista de nombre Juan). Fue entronizado el 4 de noviembre (21 días antes de su cumpleaños 77) por el cardenal Nicola Canali, protodiácono de San Nicola in Carcere Tulliano.

Después del largo pontificado de su predecesor, los cardenales parecieron escoger un papa de transición a causa de su avanzada edad y de su modestia personal.

Ni los cardenales ni el resto de la Iglesia esperaban que el temperamento alegre, la calidez y la generosidad del papa Juan XXIII cautivaran los afectos del mundo de una forma en que su predecesor no pudo. Al igual que Pío XI pensaba que el diálogo era la mejor forma para dar solución a un conflicto.

Enseguida empezó una nueva forma de ejercer el papado. Fue el primero desde 1870 que ejerció su ministerio de obispo de Roma visitando personalmente las parroquias de su diócesis. Al cabo de dos meses de haber sido elegido, dio ejemplo de obras de misericordia: por Navidad visitó los niños enfermos de los hospitales Espíritu Santo y Niño Jesús; al día siguiente fue a visitar los prisioneros de la cárcel Regina Coeli.

En su primera medida de gobierno vaticano, que le enfrentó con el resto de la curia, redujo los altos estipendios (y la vida de lujo que, en ocasiones, llevaban los obispos y cardenales). Asimismo, dignificó las condiciones laborales de los trabajadores del Vaticano, que hasta ese momento carecían de muchos de los derechos de los trabajadores de Europa, y además retribuidos con bajos salarios. Por primera vez en la historia nombra cardenales indios y africanos.

En una visita a Europa, el presidente de Argentina, Arturo Frondizi visitó El Vaticano y conoció al papa, quien le dio el apodo de "el estadista de América", también le dijo que en Italia hacían falta políticos como él.

Tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo anunció el XXI Concilio Ecuménico -que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II-, el I Sínodo de la Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico. Este Concilio fue inspirado en la figura del papa Pío IX precursor del Concilio Vaticano I y quien, según el papa Juan XXIII, nadie en la historia de la Iglesia había sido tan amado y tan odiado a la vez.

El 2 de diciembre de 1960 se reunió en el Vaticano durante una hora con el arzobispo de Canterbury, Geoffrey Francis Fisher. Era la primera vez en más de 400 años, desde la excomunión de Isabel I, que la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra se reunía con el papa. Durante su Pontificado nombró 37 nuevos cardenales, entre los cuales por primera vez un tanzano, un japonés, un filipino, un venezolano, un uruguayo y un mexicano.

El 3 de enero de 1962 excomulgó a Fidel Castro, iniciativa amparada en condenas expresadas por el papa Pío XII en 1949.


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Sus Encíclicas


Juan XXIII escribió ocho encíclicas en total, según el siguiente orden cronológico:

Ad Petri Cathedram (29 de junio de 1959);
Sacerdotii Nostri Primordia (1 de agosto de 1959);
Grata Recordatio (26 de septiembre de 1959);
Princeps Pastorum (28 de noviembre de 1959);
Mater et Magistra (15 de mayo de 1961);
Aeterna Dei Sapientia (11 de noviembre de 1961);
Paenitentiam Agere (1 de julio de 1962);
Pacem in terris (11 de abril de 1963).
Su magisterio social en las encíclicas Mater et Magistra y Pacem in terris fue profundamente apreciado. En ambas pastorales se insiste sobre los derechos y deberes derivados de la dignidad del hombre como criatura de Dios.La encíclica Pacem in terris fue dirigida no solo a los católicos, sino «a todos los hombres de buena voluntad». Escrita en plena guerra fría luego de la crisis de los misiles en Cuba de octubre de 1962, la encíclica contiene un rechazo incondicional de la carrera de armamentos y de la guerra en sí misma. Sostiene que en la era atómica resulta impensable que la guerra se pueda utilizar como instrumento de justicia. Esto, a su vez, implicó una virtual abolición del concepto de guerra justa.

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Concilio Vaticano II


El 11 de octubre de 1962 el Papa Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro. Este Concilio cambiaría el rostro del catolicismo: una nueva forma de celebrar la liturgia (más cercana a los fieles), un nuevo acercamiento al mundo y un nuevo ecumenismo. Respecto de esto último, Juan XXIII había creado en 1960 el Secretariado para la promoción de la unidad de los cristianos, 12 una comisión preparatoria al Concilio que más tarde permanecería bajo el nombre de Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Era la primera vez que la Santa Sede creaba una estructura consagrada únicamente a temas ecuménicos. Para la presidencia de ese organismo el papa designó al cardenal Augustin Bea, quien luego se convertiría en una de las figuras determinantes del Concilio Vaticano II.

Desde la apertura del Concilio, el papa Juan XXIII enfatizó la naturaleza pastoral de sus objetivos: no se trataba de definir nuevas verdades ni condenar errores, sino que era necesario renovar la Iglesia para hacerla capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos tiempos (un aggiornamento), buscar los caminos de unidad de las Iglesias cristianas, buscar lo bueno de los nuevos tiempos y establecer diálogo con el mundo moderno centrándose primero "en lo que nos une y no en lo que nos separa".

Al Concilio fueron invitados como observadores miembros de diversos credos, desde creyentes islámicos hasta indios americanos, al igual que miembros de todas las Iglesias cristianas: ortodoxos, anglicanos, cuáqueros, y protestantes en general, incluyendo, evangélicos, metodistas y calvinistas no presentes en Roma desde el tiempo de los cismas.

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Su muerte


El 23 de mayo de 1963 se anunció públicamente la enfermedad del papa: cáncer de estómago que, según su secretario Loris F. Capovilla, le fue diagnosticado en septiembre de 1962. El papa no quiso dejarse operar temiendo que el rumbo del Concilio se desviara de lo estipulado. Así, el mismo Papa estaba firmando su sentencia de muerte. Al fin, después de sufrir esa grave enfermedad, el papa Juan XXIII murió en Roma el 3 de junio de 1963.

Finalizó sus días sin ver concluida su obra mayor, a la que él mismo consideró "la puesta al día de la Iglesia".

Fue sucedido por Pablo VI, quien en 1965 iniciaría el proceso de beatificación del propio Juan XXIII después de la clausura del Concilio Vaticano II. Juan XXIII fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000, junto con el papa Pío IX. Su fiesta litúrgica quedó fijada el 11 de octubre, día de la apertura del Concilio Vaticano II.

La Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano aprobó los milagros para la canonización del beato Juan Pablo II y del beato Juan XXIII.13 Los dos pontífices serán canonizados en una misma celebración, el 27 de abril de 2014.

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Oración a San Juan XXIII


Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII, llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.

Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo, comprensión y tolerancia.

Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz y tu verdad.

Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque, como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.

Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia particular que necesito (haga aquí su petición).

Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén. 

martes, 1 de octubre de 2019

HOY CELEBRAMOS A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, 1 DE OCTUBRE

Hoy celebramos a Santa Teresita del Niño Jesús, 
patrona universal de las misiones
Redacción ACI Prensa





"Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra", decía Santa Teresa del Niño Jesús o también conocida como Santa Teresa de Lisieux, cuya fiesta se celebra cada 01 de octubre. Es patrona de las misiones y Doctora de la Iglesia.

Santa Teresa vivió solo 24 años: nació un 2 de enero de 1873 y murió el 30 de septiembre de 1897. En su entierro no hubo más de 30 personas en el cementerio de Lisieux. Sin embargo, esta joven santa dejaría un gran legado de amor para la Iglesia que se conocería con el paso del tiempo.

Un año después de su muerte, a partir de sus escritos, se publica un libro “Historia de un alma” que va a conquistar al mundo porque da a conocer lo mucho que había amado esta religiosa a Jesús.

Fue proclamada Doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II, quien el 19 de octubre de 1997 dijo: “Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz es la más joven de los ‘Doctores de la Iglesia’, pero su ardiente itinerario espiritual manifiesta tal madurez, y las intuiciones de fe expresadas en sus escritos son tan vastas y profundas, que le merecen un lugar entre los grandes maestros del espíritu”.

“El deseo que Teresa expresó de "pasar su cielo haciendo el bien en la tierra" sigue cumpliéndose de modo admirable. ¡Gracias, Padre, porque hoy nos la haces cercana de una manera nueva, para alabanza y gloria de tu nombre por los siglos!”, concluyó san Juan Pablo II.


Santa Teresita del Niño Jesús
1 de Octubre


Santa Teresa del Niño Jesús nació en la ciudad francesa de Alençon, el 2 de enero de 1873, sus padres ejemplares eran Luis Martin y Acelia María Guerin, ambos venerables. Murió en 1897, y en 1925 el Papa Pío XI la canonizó, y la proclamaría después patrona universal de las misiones. La llamó «la estrella de mi pontificado», y definió como «un huracán de gloria» el movimiento universal de afecto y devoción que acompañó a esta joven carmelita. Proclamada "Doctora de la Iglesia" por el Papa Juan Pablo II el 19 de Octubre de 1997 (Día de las misiones)«Siempre he deseado, afirmó en su autobiografía Teresa de Lisieux, ser una santa, pero, por desgracia, siempre he constatado, cuando me he parangonado a los santos, que entre ellos y yo hay la misma diferencia que hay entre una montaña, cuya cima se pierde en el cielo, y el grano de arena pisoteado por los pies de los que pasan. En vez de desanimarme, me he dicho: el buen Dios no puede inspirar deseos irrealizables, por eso puedo, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad; llegar a ser más grande me es imposible, he de soportarme tal y como soy, con todas mis imperfecciones; sin embargo, quiero buscar el medio de ir al Cielo por un camino bien derecho, muy breve, un pequeño camino completamente nuevo. Quisiera yo también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección».



Biografía 

Teresa era la última de cinco hermanas - había tenido dos hermanos más, pero ambos habían fallecido - Tuvo una infancia muy feliz. Sentía gran admiración por sus padres: «No podría explicar lo mucho que amaba a papá, decía Teresa, todo en él me suscitaba admiración».Cuando sólo tenía cinco años, su madre murió, y se truncó bruscamente su felicidad de la infancia. Desde entonces, pesaría sobre ella una continua sombra de tristeza, a pesar de que la vida familiar siguió transcurriendo con mucho amor. Es educada por sus hermanas, especialmente por la segunda; y por su gran padre, quien supo inculcar una ternura materna y paterna a la vez. Con él aprendió a amar la naturaleza, a rezar y a amar y socorrer a los pobres. Cuando tenía nueve años, su hermana, que era para ella «su segunda mamá», entró como carmelita en el monasterio de la ciudad. Nuevamente Teresa sufrió mucho, pero, en su sufrimiento, adquirió la certeza de que ella también estaba llamada al Carmelo.Durante su infancia siempre destacó por su gran capacidad para ser «especialmente» consecuente entre las cosas que creía o afirmaba y las decisiones que tomaba en la vida, en cualquier campo. Por ejemplo, si su padre desde lo alto de una escalera le decía: «Apártate, porque si me caigo te aplasto», ella se arrimaba a la escalera porque así, «si mi papá muere no tendré el dolor de verlo morir, sino que moriré con él»; o cuando se preparaba para la confesión, se preguntaba si «debía decir al sacerdote que lo amaba con todo el corazón, puesto que iba a hablar con el Señor, en la persona de él».

Cuando sólo tenía quince años, estaba convencida de su vocación: quería ir al Carmelo. Pero al ser menor de edad no se lo permitían. Entonces decidió peregrinar a Roma y pedírselo allí al Papa. Le rogó que le diera permiso para entrar en el Carmelo; el le dijo: «Entraréis, si Dios lo quiere. Tenía ‹dice Teresa‹ una expresión tan penetrante y convincente que se me grabó en el corazón».

En el Carmelo vivió dos misterios: la infancia de Jesús y su pasión. Por ello, solicitó llamarse sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Se ofreció a Dios como su instrumento. Trataba de renunciar a imaginar y pretender que la vida cristiana consistiera en una serie de grandes empresas, y de recorrer de buena gana y con buen ánimo «el camino del niño que se duerme sin miedo en los brazos de su padre».

A los 23 años enfermó de tuberculosis; murió un año más tarde en brazos de sus hermanas del Carmelo. En los últimos tiempos, mantuvo correspondencia con dos padres misioneros, uno de ellos enviado a Canadá, y el otro a China, y les acompañó constantemente con sus oraciones. Por eso, Pío XII quiso asociarla, en 1927, a san Francisco Javier como patrona de las misiones.



Alençon (1873 - 1877)

Una familia cristiana en Alençon, El padre, Luis Martin, relojero-joyero, la madre, Celia Guerin, encajera. Han tenido nueve hijos de los cuales cuatro han muerto a temprana edad. Quedan cuatro hijas y he aquí que, a los cuarenta años, la madre está encinta. Teresa nace el 2 de enero de 1873. Niña alegre, vivaracha, permanece un año con Rosita Taillé, su nodriza, en Semallé (su madre no puede darle el pecho). Su vida es dichosa, llena del amor de sus padres y hermanas. La pequeña y última hija recibe de toda la familia una fe profunda, viva, generosa y llena de caridad. Todo va bien hasta que surge el drama : la madre, Celia Guerin, muere de un cáncer de pecho. Teresa tiene cuatro años y medio.

El golpe es muy fuerte para la pequeña que escoge a su hermana Paulina como su segunda madre, pero la herida es profunda y tardará diez años en cicatrizar.



Lisieux (1877 - 1888)

Con cinco hijas que educar, el Sr. Martin cede a los ruegos insistentes de su cuñado, Isidoro Guerin, farmacéutico en Lisieux. Toda la familia Martin se instala en Los Buissonnets. Teresa encuentra allí una ambiente cálido, pero los cinco años que va al colegio de la abadía de las Benedictinas, serán para ella "los cinco años más tristes de su vida". Buena alumna pero tímida, escrupulosa, sufre con los contratiempos de la vida escolar...

La entrada de Paulina en el Carmelo de Lisieux vuelve a abrir la herida. A los diez años, Teresa cae gravemente enferma : síntomas alarmantes de una regresión infantil, alucinaciones, anorexia. La medicina no puede hacer nada. Los familiares y el Carmelo rezan. El 13 de mayo de 1883, una imagen de la Virgen María sonríe a Teresa que es curada súbitamente. Al año siguiente, el 8 de junio, su primera Comunión es para ella una "fusión" de amor. Jesús se entrega al fin a ella y ella se entrega a Èl. Piensa ya en ser carmelita. La entrada en el Carmelo de su tercera madre, su hermana María, la desestabiliza. Sufre una grave crisis de escrúpulos obsesivos, está hipersensible y "llora en exceso". Desea morir y ser liberada. Al volver de la misa del Gallo el año 1886, la gracia toca su corazón. Es una verdadera conversión que la transforma en una mujer fuerte. El Niño del pesebre, el Verbo de Dios le ha comunicado su fuerza en la Eucaristía.

Está decidida a luchar para entrar en el Carmelo, para salvar todos los obstáculos : su padre, su tío, el superior del Carmelo, el obispo, el Papa León XII, pues la gracia le ha abierto el corazón y quiere salvar a los pecadores con Jesús que, en la Cruz, tuvo sed de almas. Teresa, a los catorce años y medio, decide permanecer siempre al pie de la Cruz para recoger la sangre divina y dársela a las almas". Tal es su vocación de "amar a Jesús y hacerlo amar".

El 1887, al oír hablar de un asesino que ha dado muerte a tres mujeres en París, reza y se sacrifica por él queriendo, a todo precio, arrancarlo del infierno. Henri Pranzini es juzgado y condenado a morir guillotinado pero, en el momento de morir, besa el crucifijo. Teresa llora de alegría : su oración ha sido escuchada. Lo llama su primer hijo.

En su peregrinación a Italia Teresa se da cuenta de que, a pesar de lo "sublime de su vocación", los sacerdotes tienen pequeñas debilidades. Piensa que hace falta rezar mucho por ellos, porque son hombres "débiles y frágiles". Teresa comprende que su vocación no consistirá sólo en orar por la conversión de los grandes pecadores, sino también en rezar por los sacerdotes. En el curso de esta peregrinación pide al Papa poder entrar en el Carmelo a los quince años. Respuesta evasiva, "un fiasco", pero el 9 de abril de 1888, Teresa deja para siempre a su padre, a sus hermanas, a su familia, los Buissonnets, a su perro Tom…



En el Carmelo. Un camino de soledad (1888 - 1897)

Se siente feliz al estar para siempre en el Carmelo, "prisionera" con Èl… y con 24 hermanas. La vida comunitaria, el frío la oración a menudo en sequedad, la soledad afectiva (aunque esté con sus dos hermanas mayores). Todo lo soporta con ilusión. Su más grande sufrimiento será la enfermedad de su amado padre, internado en El Buen Salvador de Caen, hospital para enfermos mentales. Nuevo drama familiar para Teresa que profundiza en la oración con "el Siervo doliente" de Isaías, 53, en la Pasión de Jesús. Pero el clima espiritual de su Carmelo, marcado por el temor a un Dios a quien se ve sobre todo como un Dios justo, le pesa. Aspira al amor cuando lee la "Llama de amor viva" de S. Juan de la Cruz. En 1891 -- tiene 18 años - un sacerdote la lanza "sobre las olas de la confianza y del amor" sobre las cuales no se atrevía a avanzar, retenida en este camino audaz, incluso por su hermana Paulina, la Madre Inés de Jesús que será elegida priora el 1893.

Su padre, que había regresado con su familia desde el Buen Salvador de Caen, muere en 1894 : Celina, que le había cuidado, entra en el Carmelo.

En esta época es cuando la joven hermana Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz (tal es su verdadero nombre, resumen de su vocación) descubre, después de años de búsqueda, el camino que va a transformar su vida. Teresa recibe la gracia de profundizar en la Paternidad de Dios que nos es otra coas que Misericordia y Amor (expresadas en su Hijo Jesús, hecho hombre. La vida cristiana no es otra cosa que la vida de un hijo del Padre - hijo en el Hijo - inagurada en el bautismo y vivida en una confianza absoluta. "Si no volvéis a ser como niños no entraréis en el reino de los cielos" (Mt 18, 3). Por suerte, M. Inés de Jesús le ordena escribir sus recuerdos de infancia. Teresa obedece y escribe 86 páginas en un cuadernito.

En su tiempo, algunas almas escogidas se ofrecían como víctimas a la Justicia divina. La "débil e imperfecta Teresa" se ofrece al Amor Misericordioso el día 9 de junio, en la misa de la Santísima Trinidad.

Este don total "la renueva", quema todo pecado en ella. En septiembre de 1896, Teresa experimenta que su hermosa vocación ("carmelita, esposa y madre") no le basta. En sus oraciones siente grandes deseos de ser sacerdote, diácono, profeta, doctor, misionero, mártir… Pero pronto encuentra su vocación al leer un pasaje de S. Pablo sobre la caridad (I Cor, 13). Todo queda claro para ella y puede escribir "¡ Oh, Jesús, amor mío, he encontrado al fin mi vocación ! ¡Mi vocación es el Amor!… Sí, he encontrado mi puesto en la Iglesia y ese puesto, Dios mío, eres Tú quien me lo ha dado. En el corazón de la Iglesia, mi madre, yo seré el amor. Así lo seré todo ¡¡¡ Así mi sueño se verá realizado !!! (Manuscrito B, 3 v). Cada vez más atormentada por la inquietud de que los pecadores no conozcan este amor misericordioso de Dios, en Pascua de 1896, entra en una noche oscura en la que su fe y su esperanza combaten. Mientras tanto, una tuberculosis mina su salud y la debilita. Teresa emplea sus últimas fuerzas en enseña "su camino de infancia espiritual" a las cinco novicias que tiene a su cargo y a sus hermanos espirituales, sacerdotes y misioneros en Africa y China.

Viviendo esta compasión en unión con Cristo en Getsemaní y en su Cruz, agotada por las hemoptisis, guarda su sonrisa y su exquisita caridad para animar la moral de sus hermanas, consternadas al verla morir llena de atroces sufrimientos. Por obediencia continúa, hasta el agotamiento, la redacción de sus recuerdos en los cuales, con una verdad transparente, "canta las misericordias del Señor" en su corta vida. Pidiendo "hacer el bien en la tierra después de su muerte, hasta el fin del mundo", profetizando humildemente que su misión póstuma sería enseñar su caminito a las almas y "pasar su cielo haciendo el bien en la tierra", muere el 30 de septiembre 1897.

Un año después de su muerte se publica un libro a partir de sus escritos : Historia de una Alma, que va a conquistar al mundo y dará a conocer a esta joven religiosa que había amado a Jesús" hasta morir de amor". Una vida escondida iba a iluminar el mundo. Y esto dura ya más de cien años…



Camino espiritual

El camino espiritual de Teresa Martin fue solitario. Cierto que recibió mucho de su familia, de sus educadores y de sus maestros del Carmelo, pero ningún sacerdote la marcó profundamente. El Espíritu Santo trazó en ella un sendero de autenticidad - "No he buscado mas que la verdad" - que le reveló las profundidades del Amor trinitario y un " caminito" para unirlos sin ninguna preocupación didáctica. Todo surgió de la vida, de los acontecimientos cotidianos releídos a la luz de la Palabra de Dios. Su aportación incomparable a la espiritualidad del siglo XX es una vuelta al Evangelio en su pureza más radical. " Si no os hacéis como niños no entraréis en el reino de los Cielos". (Mateo 18,3).

Es verdad que Teresa no dispuso de un texto completo del Antiguo Testamento, pero descubrió la meditación de la Palabra de Dios. Sin ninguna iniciación, sin ninguna cultura bíblica, cita más de mil veces la Biblia en sus escritos. A los 22 años dos textos del Antiguo Testamento cristalizan después de una larga búsqueda, en el descubrimiento de " la vía de la infancia espititual" que será su gran aportación.



Santidad

Teresa, apasionada adolescente, ha decidido ser santa. En el Carmelo, cuando era postulante, escribió a su padre: "Labraré tu gloria haciéndome una gran santa".

Pero, muy pronto , va a comprobar su debilidad y su impotencia cuando se compara con los santos. Le parecen una montaña mientras ella no es mas que un granito de arena. " Mi crecimiento es imposible"piensa, pero no se desanima. Si Dios ha puesto en ella esos deseos de santidad es porque debe tener un caminito para escalar " la dura escalera de la perfección".

La palabra de Dios le descubre el camino:" Si alguno es pequeño que venga a Mí" (Proverbios 9,4). "Entonces yo fui"- escribe Teresita- preguntándose qué haría Dios con el pequeño que fuese a Èl. Leyendo Isaías 66, comprendió que no podía subir sola la escalera de la perfección , pero que Jesús la cogería en sus brazos y la subiría como en un ascensor rápido.

Desde entonces Teresita no encuentra ningún obstáculo , al contrario, será pequeña y ligera en los brazos de Jesús y será santa por un camino rápido.

Así cuenta Santa Teresita el descubrimiento de" su caminito" (Manuscrito C, 2).

Su descubrimiento es que Dios es esencialmente Amor Misericordioso. En adelante verá todas las perfecciones divinas, incluida la justicia, partiendo de la Misericordia.

Esto conlleva una confianza audaz: "Quiero ser santa, pero siento mi impotencia y te pido, Dios mío, que seas Tú mismo mi santidad" (Acto de ofrenda).

Dejar hacer a Dios no implica ningún infantilismo fácil. Teresa hará todo lo posible para mostrar ,cada día y cada minuto, su amor a Dios y a sus hermanas en una total gratuidad: la del amor.

En todas las situaciones y en todos los actos de su vida Teresa aplica esta regla: Si Dios le pide algo y ella se siente incapaz de hacerlo, Èl lo hará por ella. Un ejemplo: amar a todas sus hermanas como Jesús las ama le es imposible. Entonces, uniéndose a Èl, será Èl quien las amará en Teresa:" Sí, lo sé, cuando soy caritativa , es únicamente Jesús quien actúa en mí. Cuanto más unida estoy a Èl, más amo a todas mis hermanas"( Manuscrito C, 13 r?).

He aquí un camino de santidad que se abre a todos, a los pequeños, los pobres, los que sufren: aceptar la realidad de las propias debilidades y ofrecerse a Dios tal como uno es para que Èl intervenga en nosotros.

Todo se comprende mejor cuando vemos que la frase anterior de Teresa está en las antípodas de la cursilería y muy cerca de la infancia evangélica predicada por Jesús:"Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a esa hoguera divina. Ese camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en los brazos de su padre" (Manuscrito B, 1v?).

Sus intuiciones hacen de ella una precursora de las grandes verdades del Vaticano II: primacía, sobre todas las devociones, del Misterio Pascual de Jesús , camino de santidad para todo bautizado; Mariología que ve en María"más una Madre que una Reina" que vivió la prueba de la fe (cf. Poema"Por que te amo María", testamento mariano, mayo 1897); Eclesiología de comunión fundada en la presencia del Amor (Espíritu Santo) en el corazón de la Iglesia , que anima todas las vocaciones complementarias en la Comunión de los Santos del Cielo y de la tierra.



Doctora de la Iglesia

Eran las diez de una espléndida mañana de octubre en la plaza de San Pedro. Juan Pablo II ante unos 70 mil fieles, ante 16 cardenales y numerosos obispos, ante una delegación oficial francesa y ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, declaraba doctora de la Iglesia universal a Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, una muchacha normanda que murió a los 24 años de edad y que nunca pisó un aula universitaria.

Con este título el pontífice reconoce que la doctrina propuesta por Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz puede ser un punto de referencia para todos los cristianos del mundo no sólo porque se adecua perfectamente a la verdad, sino también porque ofrece nueva luz sobre los misterios de la fe. En la homilía, Juan Pablo II explicó por qué una joven santa carmelita, fallecida a los 24 años, que no estudio teología sistemáticamente, compartirá a partir de hoy el prestigioso reconocimiento reservado a hombres de la estatura intelectual de santo Tomás de Aquino, san León Magno o san Juan de la Cruz. «Entre los “doctores de la Iglesia" –aclaró el Papa–, Teresa del Niño Jesús es la más joven, pero su ardiente itinerario espiritual muestra gran madurez y las intuiciones de la fe expresadas en sus escritos son tan amplias y profundas que le merecen figurar entre los grandes maestros de la espiritualidad».

A continuación el obispo de Roma explicó la importancia del mensaje de Teresa para la sociedad de que se propone cruzar el umbral del tercer milenio: «En una cultura racionalista y demasiado a menudo invadida por un materialismo práctico ella opone con una sencillez que desarma "la pequeña vía" que conduce al secreto de toda existencia: el Amor divino que envuelve y penetra toda la aventura humana».

«En un tiempo como el nuestro, caracterizado por la cultura de lo efímero y del hedonismo, esta nueva Doctora de la Iglesia se muestra dotada de una singular eficacia para esclarecer el espíritu y el corazón de los que tienen sed de verdad y de amor». Santa Teresa de Lisieux, penetrando en el espíritu del Evangelio y la pasión de la reformadora del Carmelo, santa Teresa de Avila, profundizó la mística centrada en el amor, que ella llamó la «pequeña vía de la infancia espiritual», experiencia íntima que recogió en su libro «Historia de un alma», traducido a 50 idiomas. Sus escritos aportan, entre otras cosas, la experiencia espiritual de los dos últimos años de su vida, debatidos en medio de la enfermedad que la llevó a la tumba, en la que no faltó la prueba de la duda y de la crisis de fe.

Canonizada en 1925 por Pío XI, este mismo Papa la proclamó, junto con san Francisco Javier, patrona universal de las misiones, pese a que durante su vida religiosa jamás franqueó los muros de su convento de Lisieux, aunque deseó ardientemente ser misionera. Juan Pablo II, que anunció la declaración de santa Teresa de Lisieux como Doctora de la Iglesia durante las Jornadas Mundiales de la Juventud del pasado mes de agosto en París, propone también a Teresita como patrona de los jóvenes. Ante miles de adolescentes de la Acción Católica italiana, el Santo Padre explicó el 18 de octubre que Santa Teresa de Lisieux fue una religiosa de clausura excepcional, pero que igualmente hubiera sido una buena joven de Acción Católica.

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