Mostrando entradas con la etiqueta San Pablo de la Cruz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Pablo de la Cruz. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de octubre de 2020

Hoy es fiesta de San Pablo de la Cruz, fundador de los Padres y Hermanas Pasionistas



Pablo de la Cruz, Santo

Memoria Litúrgica, 19 de octubre

Por: Redacción | Fuente: Passionchristi.org



Presbítero y Fundador

El místico del Calvario

Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (1775)

Fecha de beatificación:1 de mayo de 1853 por el Papa Pío IX

Fecha de canonización: 29 de junio de 1867 por el Papa Pío IX

Etimológicamente: Pablo = Aquel que es pequeño o débil, es de origen latino.


Breve Biografía

El día 3 de enero de 1694 en la pequeña ciudad Ovada, cerca de Alejandría. al norte de Italia, nació Pablo Francisco Danei Massari. Es el siglo XVIII, también llamado "siglo de las luces" pues, en general, se pensaba que la inteligencia humana es la única autoridad y que la fe y la revelación son un obstáculo al desarrollo de la humanidad.

Pablo vivió su niñez en un hogar auténticamente cristiano, desde el cual experimentó las alegrías y los sufrimientos de la vida: de 16 hijos del matrimonio Lucas Danei y Ana María Massari sólo sobrevivieron 6. No faltaron también las dificultades económicas, por lo que la familia tuvo que cambiar continuamente de domicilio en busca del trabajo. Pablo, quien desde muy pronto debió ayudar a su padre, no pudo asistir con regularidad a la escuela.

El gran testimonio de la fe cristiana de Ana Maria -su madre- ejerció gran influencia en la educación religiosa de Pablo, a la que éste correspondió con una respuesta generosa.

A los 19 años, en 1713, el joven Pablo tomó la primera gran decisión de su vida. La predicación de un sacerdote o una charla espiritual con él le impresionó de tal forma que, profundamente emocionado y arrepentido, hizo confesión general de sus pecados y decidió consagrar su vida a Dios de un modo más radical y absoluto. Él mismo llamará después a este momento su "conversión a penitencia".

Años más tarde, cuando en 1716 el Papa Clemente XI invitó a la cristiandad a una cruzada contra los turcos, Pablo creyó oír en esto la voz de Dios, pues quería morir mártir y se alistó voluntario, pasando algún tiempo en cuarteles y campamentos. Convencido de que éste no era el servicio que Dios le pedía, regresó a la casa de sus padres a quienes siguió ayudando en sus necesidades, dedicaba muchas horas a la oración, participaba diariamente en la misa y se entregaba a duras penitencias.

Pablo Francisco tenía 26 años sus hermanos habían crecido y sus padres no necesitaban tanto de su de ayuda. Por este tiempo, sintió la llamada de Dios a fundar una orden religiosa: "... sentí mi corazón movido por el deseo de retirarme a la soledad; ... me vino la inspiración de llevar una túnica, de andar descalzo, vivir en estrechísima pobreza y llevar, con la gracia de Dios, vida de penitencia; ...me vino la inspiración de reunir compañeros para vivir con ellos promoviendo en las almas el santo temor de Dios; me vi en espíritu vestido de una túnica negra, con una cruz blanca sobre el pecho, y bajo la cruz escrito el nombre santísimo de Jesús con

letras blancas...

El 22 de noviembre de 1720 Pablo se despidió de su familia y se dirigió a su obispo, Mons. Gattinara, en Alejandría. Este, en una ceremonia sencilla y en su capilla privada, revistió a Pablo de la Cruz con el hábito negro de ermitaño. Las seis semanas siguientes del 23 de noviembre de 1720 al 1 de 1721, las vivió en el trastero de la sacristía de la Iglesia de San Carlos, de Castellazzo, en las más precarias condiciones de alojamiento. Son como los ejercicios espirituales preparatorios para su misión de ermitaño y fundador . En adelante su apellido será "de la Cruz".

Por orden de su obispo, Pablo de la Cruz consigna por escrito los sentimientos y vivencias interiores de esos días en un "Diario espiritual". En él vemos a qué grado de oración ha llegado ya, así como las grandes líneas de la doctrina espiritual que vivirá y enseñará durante los 55 años siguientes. En las anotaciones del primer día aparece ya la idea fundamental y programática de toda su vida: "No deseo saber otra cosa ni quiero gustar consuelo alguno; sólo deseo estar crucificado con Jesús ".


Acabados estos días el Pablo de la Cruz pasó los meses siguientes en distintas ermitas de las cercanías viviendo en soledad; daba catecismo a los niños en los lugares vecinos, predicaba los domingos e incluso dio una misión. Quiso ir a Roma para pedir personalmente al Papa le aprobara las Reglas de la nueva Orden religiosa, misma que escribió durante los 40 días de Castellazzo. En Septiembre de 1721 se dirigió a Roma, pero sufrió una gran desilusión. Es rechazado por los guardias de Papa con palabras no muy amables. Aunque profundamente decepcionado, no se desanimó. En la Basílica María la Mayor hizo un voto especial: “dedicarse a promover en los fieles la devoción a la Pasión de Cristo y empeñarse en reunir compañeros para hacer esto mismo”.

A su vuelta a Castellazzo, se les unió su hermano Juan Bautista que, lleno de los mismos ideales, fue hasta su muerte en 1765 el compañero fiel de Pablo. Durante los años siguientes vemos a los dos experimentar la Regla pasionista en diferentes ermitas y colaborando con las parroquias vecinas mediante el catecismo y la predicación.

Tras la etapa eremítica Pablo de la Cruz creyó necesario que él y su hermano vivieran en Roma para conseguir de la Santa Sede la aprobación de las Reglas; por eso prestaron sus servicios en el Hospital de San Gallicano cuyo Director les aconsejó hacerse sacerdotes. Después de un breve curso de Teología pastoral, en junio de 1727 los dos hermanos Danei fueron ordenados sacerdotes en la Basílica de San Pedro por el Papa Benedicto XIII.

Siguiendo su gran impulso a vivir en la soledad y a reunir más compañeros formando la primera comunidad los dos hermanos se dirigieron al Monte Argentario, unos 150 Kilómetros al norte de Roma, junto a la costa. Ahí vivieron en una pequeña ermita. El aumento de candidatos hizo pequeño el local, y construyeron el primer convento de la naciente Congregación, el cual, por innumerables dificultades, fue inaugurado hasta 1737.

Pero faltaba todavía la aprobación de las Reglas o Una comisión de cardenales nombrada para su estudio suavizó algo su gran austeridad, y en mayo de 1741 fueron aprobadas por Benedicto XIV; habían transcurrido 21 años desde que fueron escritas el nombre de la nueva orden religiosa sería: ”Congregación de la Santísima cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, título que expresaba claramente su peculiaridad en la Iglesia. Los Religiosos Pasionistas anunciarán por todas partes el misterio de la Cruz y Pasión de Jesucristo a lo cual se obligarían por el voto específico.

Pablo de la Cruz encontró el sentido completo de su existencia en la Memoria de Jesús Crucificado, quien dio su vida por todos nosotros (Jn 3,16). En su asidua contemplación del crucificado, Pablo encontró un camino de acceso al misterio de Dios que es vida y amor, y que desea destruir el peso del pecado y del sufrimiento. Él descubrió que Dios está más cerca de los pobres, de los que no tienen nada, y sintió la urgencia de salir a su encuentro para esto: voz anunciarles al Dios de la vida.

Fundó la Congregación de la Pasión con la esperanza de que continuara haciendo presente al Crucificado, que pronuncia su juicio sobre el pecado del mundo, que es la causa de la injusticia y del sufrimiento de muchos hermanos y hermanas, y hace al hombre capaz de amar de un modo nuevo. Quiso que la Congregación fuera un signo humilde del grande Amor de Dios.

A lo largo de su vida -murió a los 82 años-, Pablo de la Cruz fundó 11 conventos. En 1771, el santo, ya anciano, inauguró el primer monasterio de religiosas pasionistas de clausura, que vivirían el mismo espíritu según la Regla escrita también por él.

Además de fundador, Pablo de la Cruz, fue predicador de misiones populares y gran director espiritual. Poseía cualidades muy especiales para esto: voz potente, agradable presencia física, dotes retóricas extraordinarias. Pero lo que más impactaba de él era su testimonio de íntima unión con Dios, su devoción y su santidad.

Por su gran actividad apostólica -200 misiones y 80 tandas de ejercicios espirituales- mantuvo contacto con gran número de personas que solicitaban su consejo en la vida espiritual, a quienes él sirvió especialmente por correspondencia.

El 18 de octubre de 1775 pasó Pablo a la Casa del Padre con una muerte tranquila y santa en el convento de los Santos Juan y Pablo en Roma. Así terminaba su larga vida de trabajos y sufrimientos por Cristo y por el prójimo. Fue beatificado por Pío IX el 1 de mayo de 1853; fue canonizado por el Papa el 29 de junio de 1867. 

jueves, 19 de octubre de 2017

SAN PABLO DE LA CRUZ, 19 OCTUBRE


19 de Octubre
San Pablo de la Cruz
Fundador
Año 1775



Que San Pablo de la Cruz nos obtenga del cielo la gracia de meditar con frecuencia en la Pasión y Muerte de Jesús y así amar mucho y siempre más a nuestro amable Redentor.

San Pablo de la Cruz es el fundador de los Padres Pasionistas, nació en Génova (Italia) en 1684.

Cuando era niño, cada vez que le llegaba algún sufrimiento especial, la mamá le mostraba un crucifijo y le recordaba que Jesús ofreció sus sufrimientos por nosotros, y que también nosotros debemos ofrecer por Él lo que sufrimos. Así lo fue entusiasmando por la Pasión de Cristo.

Su padre le leía de vez en cuando el libro de vidas de Santos, y esto lo animaba mucho a ser mejor. Aquel buen hombre avisaba también continuamente a su hijo acerca de lo peligroso y dañino que es juntarse con malas compañías. Así lo libró de muchos males y peligros.

A los 15 años oyó un emocionante sermón acerca de esta frase de Jesús: "Si no se convierten y no hacen penitencia, todos perecerán". En esa fecha hizo una confesión general de toda su vida y desde aquel día empezó a dormir en el duro suelo, a ayunar, a dedicar varias horas de la noche a rezar y a leer libros piadosos. Luego organizó con algunos de sus compañeros una asociación de jóvenes para ayudar a los demás con sus palabras y buenos ejemplos a ser mejores. Varios de esos muchachos se hicieron religiosos después.

Se alistó en el ejército del Sumo Pontífice para defender la religión, pero después de un año se dio cuenta que no tenía vocación para militar. Luego rechazó unos negocios muy prometedores que le ofrecían y un matrimonio muy brillante que se le presentaba. Se quedó por varios años en la casa de sus padres dedicado a la oración, a la meditación y a practicar la caridad hacia los pobres.

En 1720 vio que en sueños le mostraban una sotana negra con un corazón y una cruz blanca y el nombre de Jesús. Era como un aviso del hábito o distintivo que debería dar a sus religiosos. Después en una visión oyó a la Sma. Virgen que le aconsejaba fundar una comunidad que se dedicara a amar y hacer amar la Santísima Pasión de Jesucristo. Pablo presentó estos mensajes por escrito al Sr. Obispo y a su director espiritual. Ambos, conociendo la vida heroica de virtud y oración que el joven había llevado desde niño, reconocieron que se trataba realmente de una vocación señalada por Dios. Y el Sr. Obispo le dio a Pablo la sotana negra con el corazón blanco y la cruz sobre el pecho.

Pablo se retiró durante 40 días a redactar los Reglamentos de la nueva comunidad, en una húmeda habitación junto a una sacristía, donde vivió todo ese tiempo a pan y agua y durmiendo por la noche en un lecho de paja. Esos Reglamentos son los que han seguido siempre sus religiosos. Luego se dedicó a ayudar a los sacerdotes a dar clases de catecismo, y a predicar misiones populares con gran éxito.

Los primeros candidatos que se presentaron pidiendo ser admitidos en la nueva Congregación, encontraron demasiado duro el Reglamento y se retiraron. Mientras tanto San Pablo de la Cruz y un compañero suyo viajaban por los pueblos predicando misiones y obteniendo muchas conversiones.

San Pablo de la CruzEl Papa Benedicto XIV aprobó los Reglamento, pero suavizándolos un poco, y entonces empezaron a llegar novicios, y pronto tuvo ya tres casas de religiosos pasionistas.

En todas las ciudades y pueblos a donde llegaba predicaba acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo. A veces se presentaba con una corona de espinas en la cabeza. Siempre llevaba en la mano una cruz, y con los brazos extendidos, el santo hablaba de los sufrimientos de Nuestro Señor, en forma que conmovía aun a los más duros e indiferentes. A veces, cuando el público no demostraba conversión, se azotaba violentamente delante de todos, por los pecados del pueblo, de modo que hacía llorar hasta a los soldados y a los bandoleros.

Un oficial que asistió a algunos de sus sermones decía: "Yo he estado en muchas batallas, sin sentir el mínimo miedo al oír el estallido de los cañones. Pero cuando este padre predica me hace temblar de pies a cabeza". Es que Dios le había dado la eficacia de la palabra y el Espíritu Santo le concedía la gracia de conmover los corazones.

En los sermones era duro e intransigente para no dejar que los pecadores vivieran en paz con sus vicios y pecados, pero luego en la confesión era compresivo y amable, invitándolos a hacer buenos propósitos, animándolos a cambiar de vida, y aconsejándoles medios prácticos para perseverar siendo buenos cristianos, y portándose bien.

Dios colmó a San Pablo de la Cruz con dones extraordinarios. A muchas personas les anunció cosas que les iban a suceder en el futuro. Curó a innumerables enfermos. Estando a grandes distancias, de pronto se aparecía a alguno para darle algún aviso de importancia, y desaparecía inmediatamente. Rechazaba toda muestra de veneración que quisieran darle, pero las gentes se apretujaban junto a él y hasta le quitaban pedacitos de su sotana para llevarlos como reliquias y recuerdos.

Con su hermano Juan Bautista trabajaron siempre juntos predicando misiones, enseñando catecismo y atendiendo pobres. Como ambos eran sacerdotes, se confesaban el uno con el otro y se corregían en todo lo necesario. Solamente una vez tuvieron un pequeño disgusto y fue cuando un día Juan Bautista se atrevió a decirle a Pablo que lo consideraba un hombre verdaderamente virtuoso. El santo se disgustó y le prohibió hablarle por tres días. Al tercer día Juan Bautista le pidió perdón de rodillas y siguieron siendo buenos amigos como antes.

En 1771 fundó la comunidad de Hermanas Pasionistas que se dedican también a amar y hacer amar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

En 1772 sintiéndose muy enfermo mandó pedir al Papa su bendición para morir en paz. Pero el Sumo Pontífice le respondió que la Iglesia necesitaba que viviera unos años más. Entonces se mejoró y vivió otros tres años.

Su muerte ocurrió el 18 de octubre de 1775 cuando tenía ochenta años. Antes de cien años (1867) fue declarado santo.

miércoles, 19 de octubre de 2016

ORACIÓN A SAN PABLO DE LA CRUZ


Oración a San Pablo de la Cruz
Concédenos, Señor, que san Pablo de la Cruz, cuyo único amor fue Cristo crucificado, nos alcance tu gracia, para que, estimulados por su ejemplo, nos abracemos con fortaleza a la cruz de cada día. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

SAN PABLO DE LA CRUZ, FUNDADOR DE LOS PADRES Y HERMANAS PASIONISTAS, 19 DE OCTUBRE


Hoy 19 de octubre se celebra a San Pablo de la Cruz, fundador de los Padres y Hermanas Pasionistas


 (ACI).- Cada 19 de octubre la Iglesia Católica celebra a San Pablo de la Cruz, el fundador de los Padres y Hermanas Pasionistas, quien invitaba a obrar “de manera que todos vean que llevas, no sólo en lo interior, sino también en lo exterior, la imagen de Cristo crucificado, modelo de toda dulzura y mansedumbre”.

Nació en Ovada, Italia, en 1694. Cada vez que pasaba por algún sufrimiento, su madre le recordaba del crucifijo y su padre le leía vida de santos que lo animaban a ser mejor.

Tuvo una aparición de la Virgen en la que se le reveló el hábito, el emblema y estilo de una comunidad religiosa en Jesucristo crucificado. San Pablo le compartió este mensaje a Mons. Gattinara, Obispo de Alejandría, quien le puso el hábito de la pasión.

Más adelante, ante la Virgen “Salus Populi Romani”, en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, hizo voto de promover siempre la Pasión de Jesucristo.

Se asoció con su hermano Juan Bautista y juntos emprendieron la misión de fundar una comunidad. Luego el Papa les permitió fundarla y fueron ordenados sacerdotes en 1727.

San Pablo de la Cruz solía tener una cruz en la mano y a veces usaba una corona de espinas en la cabeza para predicar sobre los sufrimientos de Cristo.

Dice la tradición que en ocasiones se le aparecía a algunas personas para darles indicaciones importantes y luego desaparecía, estando él en otro sitio en ese momento.

Finalmente logró fundar la comunidad de los Padres y las Hermanas pasionistas, que se dedicaron a propagar el amor a la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

El Papa Clemente XIV le concedió a San Pablo de la Cruz la casa y la Basílica de los Santos Juan y Pablo, donde vivió sus últimos días. Fue llamado a la Casa del Padre en 1775 con 80 años de edad.

De esta gran familia Pasionista surgieron San Vicente María Stambri, San Gabriel de la Dolorosa y Santa Gemma Galgani.

____________________


Su vida

Pablo Danei Massari nació en Ovada, Italia, el 3 de enero de 1694; más tarde se trasladó a Castellazzo-Bormida, no lejos de su pueblo natal. Su madre le enseñó a encontrar en la Pasión de Cristo la fuerza para superar las pruebas. Le recordaba del crucifijo cada vez que experimentaba algún sufrimiento. Enamorado de Jesús Crucificado desde su infancia, quiso entregarle toda su vida.

Su padre le leía las vidas de Santos y esto lo animaba mucho a ser mejor. Aquel buen hombre le avisaba también acerca de lo peligroso y dañino que es juntarse con malas compañías. Así lo libró de muchos males.

A los 15 años, un inspirado sermón cambió su vida. Su tema era la frase de Jesús: "Si no se convierten y no hacen penitencia, todos perecerán". Para Pablo fue el momento que él llama "conversión". Hizo una confesión general y desde aquel día empezó a una vida de penitencia muy rigurosa. Dormía en el suelo, ayunaba, dedicaba varias horas de la noche a rezar y a leer libros santos. Luego organizó con algunos de sus compañeros una asociación de jóvenes para ayudar a los demás con sus palabras y buenos ejemplos a ser mejores. Varios de esos muchachos se hicieron religiosos después. Durante una grave enfermedad, la visión del infierno le horrorizó.

Hacia 1715-1716, deseoso de servir a Cristo, se alistó en el ejército en Venecia. Quería defender el cristianismo de los turcos que amenazaban a Europa. Pero, mientras adoraba el Santísimo Sacramento en una iglesia, comprendió que no era aquella su vocación. Abandonó el camino militar, sirvió algunos meses en una familia y regresó a casa. Aunque un tío sacerdote le dejaba una herencia para que se casara, Pablo renunció. Rechazó también unos negocios muy prometedores que le ofrecían y se quedó por varios años en la casa de sus padres dedicado a la oración, a la meditación y a practicar la caridad hacia los pobres.

La Virgen María se le apareció y le dio a conocer el hábito, el emblema y el estilo de vida de una comunidad religiosa, que giraría siempre en torno a Jesucristo Crucificado. Pablo presentó estos mensajes al obispo de Alejandría, Mons. Gattinara y a su director espiritual. Previo el juicio de confesores prudentes, el obispo le revistió del hábito de la Pasión el 22 de noviembre de 1720. Se pasó 40 días en una habitación junta a la sacristía de la iglesia de San Carlos, en Castellazzo para redactar los Reglamentos de la futura comunidad a quienes llamaba "Los Pobres de Jesús". Vivía todo este tiempo a pan y agua y durmiendo en un lecho de paja. Sus experiencias y el estado de su espíritu durante aquella "cuarentena" se han conservado con el nombre de "Diario Espiritual".

Concluida la experiencia, el obispo le autorizó a vivir en la ermita de San Esteban de Castellazzo y a realizar apostolado como laico, ayudando a los sacerdotes a dar clases de catecismo y dando misiones. En el verano de 1721 viajó a Roma, con el deseo de obtener del Papa una audiencia, a fin de explicarle las luces recibidas sobre una futura Congregación. Los oficiales de la residencia Papal no le dejaron entrar por parecerles un aventurero más.

_________________


Pasión de Jesucristo

En la basílica de Santa María la Mayor de Roma, ante la Virgen "Salus Populi Romani", hizo voto de consagrarse a promover la memoria de la Pasión de Jesucristo. De regreso a su pueblo se detuvo un poco en Orbetello, en la ermita de la Anunciación de Monte Argentario. En Castellazzo se le asoció su hermano Juan Bautista y se fueron a hacer vida eremítica en Monte Argentario. Después, invitados por Mons. Pignatelli, estuvieron en la ermita de Nuestra Señora de la Cadena en Gaeta. Mons. Cavallieri los recibió un tiempo en Troia y volvieron a Gaeta, pero esta vez fueron al santuario de la Virgen de la Civita, en Itri.

Fracasaban una y otra vez los intentos de fundar una comunidad. Para ser predicadores de la Pasión necesitaban acceder al sacerdocio por lo que viajaron a Roma. En el hospital de San Gallicano atendieron a los enfermos mientras estudiaban teología. El Papa los saludó en el Celio, junto a la iglesia llamada 'La Navicella' y les permitió oralmente fundar en Monte Argentario. Una vez ordenados sacerdotes en 1727, los dos hermanos abandonaron Roma para marchar a Monte Argentario.

Los primeros candidatos que se presentaron pidiendo ser admitidos en la nueva Congregación encontraron demasiado duro el Reglamento y se retiraron. Mientras tanto San Pablo de la Cruz y un compañero suyo viajaban por los pueblos predicando misiones y obteniendo muchas conversiones.

El Papa Benedicto XIV aprobó los Reglamentos pero suavizándolos un poco. Entonces empezaron a llegar novicios y pronto tuvo tres casas de religiosos pasionistas.

En todas las ciudades y pueblos a donde llegaba predicaba acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Le gustaba utilizar símbolos que ayudasen a expresar la pasión. A veces se presentaba con una corona de espinas en la cabeza, siempre llevaba en la mano una cruz. Con los brazos extendidos, el santo hablaba de los sufrimientos de Nuestro Señor en forma que conmovía aun a los más duros e indiferentes. A veces, cuando el público no demostraba conversión, se azotaba violentamente delante de todos, por los pecados del pueblo, de modo que hacía llorar hasta a los soldados y a los bandoleros.

Un oficial que asistió a algunos de sus sermones decía: "Yo he estado en muchas batallas, sin sentir el mínimo miedo al oír el estallido de los cañones. Pero cuando este padre predica me hace temblar de pies a cabeza". Es que Dios le había dado la eficacia de la palabra y el Espíritu Santo le concedía la gracia de conmover los corazones.

En los sermones era duro para no dejar que los pecadores vivieran en paz con sus vicios y pecados, pero luego en la confesión era comprensivo y amable, invitándolos a hacer buenos propósitos, animándolos a cambiar de vida, y aconsejándoles medios prácticos para perseverar siendo buenos cristianos, y portándose bien.

______________________


Dones extraordinarios


Dios colmó a San Pablo de la Cruz con dones extraordinarios. A muchas personas les anunció cosas que les iban a suceder. Curó a innumerables enfermos. Estando a grandes distancias, de pronto se aparecía a alguno para darle algún aviso de importancia y desaparecía inmediatamente. Rechazaba toda muestra de veneración que quisieran darle pero las gentes se apretujaban junto a él y hasta le quitaban pedacitos de su sotana para llevarlos como reliquias y recuerdos.

Con su hermano Juan Bautista trabajaron siempre juntos predicando misiones, enseñando catecismo y atendiendo pobres. Como ambos eran sacerdotes, se confesaban el uno con el otro y se corregían en todo lo necesario. Pablo sufrió mucho la muerte de su hermano en 1765.

Aunque desde 1747 San Pablo fue siempre superior general, no dejó de predicar ni de escribir cartas como director espiritual. El Instituto tropezó con oposiciones dentro de un sector de la lglesia y la fundación de varios conventos se suspendió hasta que una comisión pontificia dictaminó en favor de los Pasionistas.

San Pablo de la Cruz fundó la comunidad de las Hermanas Pasionistas que se dedican también a amar y hacer amar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Una campesina, Lucía Burlini, le habló de las "palomas del Calvario", símbolo de unas almas con el mismo espíritu contemplativo que los religiosos. Aunque Pablo tardó casi cuarenta años en realizar esta idea, en 1771 nacieron las Pasionistas de clausura en Corneto, Tarquinia. Al frente puso a Ma.Crucificada Constantini, benedictina, que con permiso de Clemente XIV pasó al nuevo monasterio.

En 1772 sintiéndose muy enfermo mandó pedir al Papa su bendición para morir en paz. Pero el Sumo Pontífice le respondió que la Iglesia necesitaba que viviera unos años más. Entonces se mejoró y vivió otros tres años.

Después de la supresión de la Compañía de Jesús, Clemente XIV llevó a los Padres de la Misión a la iglesia de San Andrés del Quirinal y concedió a Pablo de la Cruz la casa y la basílica de los Ss. Juan y Pablo. En ella, junto al Coliseo, vivió los últimos años de su vida; allí recibió las visitas de Clemente XIV, en 1774, y de Pío V1 en 1775. Y allí falleció unos meses más tarde, el 18 de octubre de 1775, a la edad de ochenta años.

Sus reliquias se conservan en la capilla que se inauguró en 1880. En 1867 fue declarado santo.


FUENTE: ACIPRENSA

lunes, 19 de octubre de 2015

SAN PABLO DE LA CRUZ, EL MÍSTICO DEL CALVARIO, 19 DE OCTUBRE


Pablo de la Cruz, Santo
El místico del Calvario, 19 de octubre 


Por: . | Fuente: Passionchristi.org




El místico del Calvario

Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (1775) 

Etimológicamente: Pablo = Aquel que es pequeño o débil, es de origen latino.


El día 3 de enero de 1694 en la pequeña ciudad Ovada, cerca de Alejandría. al norte de Italia, nació Pablo Francisco Danei Massari. Es el siglo XVIII, también llamado "siglo de las luces" pues, en general, se pensaba que la inteligencia humana es la única autoridad y que la fe y la revelación son un obstáculo al desarrollo de la humanidad.

Pablo vivió su niñez en un hogar auténticamente cristiano, desde el cual experimentó las alegrías y los sufrimientos de la vida: de 16 hijos del matrimonio Lucas Danei y Ana María Massari sólo sobrevivieron 6. No faltaron también las dificultades económicas, por lo que la familia tuvo que cambiar continuamente de domicilio en busca del trabajo. Pablo, quien desde muy pronto debió ayudar a su padre, no pudo asistir con regularidad a la escuela.

El gran testimonio de la fe cristiana de Ana Maria -su madre- ejerció gran influencia en la educación religiosa de Pablo, a la que éste correspondió con una respuesta generosa.

A los 19 años, en 1713, el joven Pablo tomó la primera gran decisión de su vida. La predicación de un sacerdote o una charla espiritual con él le impresionó de tal forma que, profundamente emocionado y arrepentido, hizo confesión general de sus pecados y decidió consagrar su vida a Dios de un modo más radical y absoluto. Él mismo llamará después a este momento su "conversión a penitencia ".

Años más tarde, cuando en 1716 el Papa Clemente XI invitó a la cristiandad a una cruzada contra los turcos, Pablo creyó oír en esto la voz de Dios, pues quería morir mártir y se alistó voluntario, pasando algún tiempo en cuarteles y campamentos. Convencido de que éste no era el servicio que Dios le pedía, regresó a la casa de sus padres a quienes siguió ayudando en sus necesidades, dedicaba muchas horas a la oración, participaba diariamente en la misa y se entregaba a duras penitencias.

Pablo Francisco tenía 26 años sus hermanos habían crecido y sus padres no necesitaban tanto de su de ayuda. Por este tiempo, sintió la llamada de Dios a fundar una orden religiosa: "... sentí mi corazón movido por el deseo de retirarme a la soledad; ... me vino la inspiración de llevar una túnica, de andar descalzo, vivir en estrechísima pobreza y llevar, con la gracia de Dios, vida de penitencia; ...me vino la inspiración de reunir compañeros para vivir con ellos promoviendo en las almas el santo temor de Dios; me vi en espíritu vestido de una túnica negra, con una cruz blanca sobre el pecho, y bajo la cruz escrito el nombre santísimo de Jesús con
letras blancas...

El 22 de noviembre de 1720 Pablo se despidió de su familia y se dirigió a su obispo, Mons. Gattinara, en Alejandría. Este, en una ceremonia sencilla y en su capilla privada, revistió a Pablo de la Cruz con el hábito negro de ermitaño. Las seis semanas siguientes del 23 de noviembre de 1720 al 1 de 1721, las vivió en el trastero de la sacristía de la Iglesia de San Carlos, de Castellazzo, en las más precarias condiciones de alojamiento. Son como los ejercicios espirituales preparatorios para su misión de ermitaño y fundador . En adelante su apellido será "de la Cruz". 

Por orden de su obispo, Pablo de la Cruz consigna por escrito los sentimientos y vivencias interiores de esos días en un "Diario espiritual". En él vemos a qué grado de oración ha llegado ya, así como las grandes líneas de la doctrina espiritual que vivirá y enseñará durante los 55 años siguientes. En las anotaciones del primer día aparece ya la idea fundamental y programática de toda su vida: "No deseo saber otra cosa ni quiero gustar consuelo alguno; sólo deseo estar crucificado con Jesús ".

Acabados estos días el Pablo de la Cruz pasó los meses siguientes en distintas ermitas de las cercanías viviendo en soledad; daba catecismo a los niños en los lugares vecinos, predicaba los domingos e incluso dio una misión. Quiso ir a Roma para pedir personalmente al Papa le aprobara las Reglas de la nueva Orden religiosa, misma que escribió durante los 40 días de Castellazzo. En Septiembre de 1721 se dirigió a Roma, pero sufrió una gran desilusión. Es rechazado por los guardias de Papa con palabras no muy amables. Aunque profundamente decepcionado, no se desanimó. En la Basílica María la Mayor hizo un voto especial: “dedicarse a promover en los fieles la devoción a la Pasión de Cristo y empeñarse en reunir compañeros para hacer esto mismo”.

A su vuelta a Castellazzo, se les unió su hermano Juan Bautista que, lleno de los mismos ideales, fue hasta su muerte en 1765 el compañero fiel de Pablo. Durante los años siguientes vemos a los dos experimentar la Regla pasionista en diferentes ermitas y colaborando con las parroquias vecinas mediante el catecismo y la predicación.

Tras la etapa eremítica Pablo de la Cruz creyó necesario que él y su hermano vivieran en Roma para conseguir de la Santa Sede la aprobación de las Reglas; por eso prestaron sus servicios en el Hospital de San Gallicano cuyo Director les aconsejó hacerse sacerdotes. Después de un breve curso de Teología pastoral, en junio de 1727 los dos hermanos Danei fueron ordenados sacerdotes en la Basílica de San Pedro por el Papa Benedicto XIII.

Siguiendo su gran impulso a vivir en la soledad y a reunir más compañeros formando la primera comunidad los dos hermanos se dirigieron al Monte Argentario, unos 150 Kilómetros al norte de Roma, junto a la costa. Ahí vivieron en una pequeña ermita. El aumento de candidatos hizo pequeño el local, y construyeron el primer convento de la naciente Congregación, el cual, por innumerables dificultades, fue inaugurado hasta 1737. 

Pero faltaba todavía la aprobación de las Reglas o Una comisión de cardenales nombrada para su estudio suavizó algo su gran austeridad, y en mayo de 1741 fueron aprobadas por Benedicto XIV; habían transcurrido 21 años desde que fueron escritas el nombre de la nueva orden religiosa sería: ”Congregación de la Santísima cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, título que expresaba claramente su peculiaridad en la Iglesia. Los Religiosos Pasionistas anunciarán por todas partes el misterio de la Cruz y Pasión de Jesucristo a lo cual se obligarían por el voto específico.

Pablo de la Cruz encontró el sentido completo de su existencia en la Memoria de Jesús Crucificado, quien dio su vida por todos nosotros (Jn 3,16). En su asidua contemplación del crucificado, Pablo encontró un camino de acceso al misterio de Dios que es vida y amor, y que desea destruir el peso del pecado y del sufrimiento. Él descubrió que Dios está más cerca de los pobres, de los que no tienen nada, y sintió la urgencia de salir a su encuentro para esto: voz anunciarles al Dios de la vida.

Fundó la Congregación de la Pasión con la esperanza de que continuara haciendo presente al Crucificado, que pronuncia su juicio sobre el pecado del mundo, que es la causa de la injusticia y del sufrimiento de muchos hermanos y hermanas, y hace al hombre capaz de amar de un modo nuevo. Quiso que la Congregación fuera un signo humilde del grande Amor de Dios.

A lo largo de su vida -murió a los 82 años-, Pablo de la Cruz fundó 11 conventos. En 1771, el santo, ya anciano, inauguró el primer monasterio de religiosas pasionistas de clausura, que vivirían el mismo espíritu según la Regla escrita también por él.

Además de fundador, Pablo de la Cruz, fue predicador de misiones populares y gran director espiritual. Poseía cualidades muy especiales para esto: voz potente, agradable presencia física, dotes retóricas extraordinarias. Pero lo que más impactaba de él era su testimonio de íntima unión con Dios, su devoción y su santidad.

Por su gran actividad apostólica -200 misiones y 80 tandas de ejercicios espirituales- mantuvo contacto con gran número de personas que solicitaban su consejo en la vida espiritual, a quienes él sirvió especialmente por correspondencia.

El 18 de octubre de 1775 pasó Pablo a la Casa del Padre con una muerte tranquila y santa en el convento de los Santos Juan y Pablo en Roma. Así terminaba su larga vida de trabajos y sufrimientos por Cristo y por el prójimo. Fue beatificado por Pío IX el 1 de mayo de 1853; fue canonizado por el Papa el 29 de junio de 1867.

domingo, 19 de octubre de 2014

SAN PABLO DE LA CRUZ, EL MÍSTICO DEL CALVARIO, 19 DE OCTUBRE


Pablo de la Cruz, Santo
El místico del Calvario, 19 de octubre 


Por: . | Fuente: Passionchristi.org




El místico del Calvario

Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (1775) 

Etimológicamente: Pablo = Aquel que es pequeño o débil, es de origen latino.


El día 3 de enero de 1694 en la pequeña ciudad Ovada, cerca de Alejandría. al norte de Italia, nació Pablo Francisco Danei Massari. Es el siglo XVIII, también llamado "siglo de las luces" pues, en general, se pensaba que la inteligencia humana es la única autoridad y que la fe y la revelación son un obstáculo al desarrollo de la humanidad.

Pablo vivió su niñez en un hogar auténticamente cristiano, desde el cual experimentó las alegrías y los sufrimientos de la vida: de 16 hijos del matrimonio Lucas Danei y Ana María Massari sólo sobrevivieron 6. No faltaron también las dificultades económicas, por lo que la familia tuvo que cambiar continuamente de domicilio en busca del trabajo. Pablo, quien desde muy pronto debió ayudar a su padre, no pudo asistir con regularidad a la escuela.

El gran testimonio de la fe cristiana de Ana Maria -su madre- ejerció gran influencia en la educación religiosa de Pablo, a la que éste correspondió con una respuesta generosa.

A los 19 años, en 1713, el joven Pablo tomó la primera gran decisión de su vida. La predicación de un sacerdote o una charla espiritual con él le impresionó de tal forma que, profundamente emocionado y arrepentido, hizo confesión general de sus pecados y decidió consagrar su vida a Dios de un modo más radical y absoluto. Él mismo llamará después a este momento su "conversión a penitencia ".

Años más tarde, cuando en 1716 el Papa Clemente XI invitó a la cristiandad a una cruzada contra los turcos, Pablo creyó oír en esto la voz de Dios, pues quería morir mártir y se alistó voluntario, pasando algún tiempo en cuarteles y campamentos. Convencido de que éste no era el servicio que Dios le pedía, regresó a la casa de sus padres a quienes siguió ayudando en sus necesidades, dedicaba muchas horas a la oración, participaba diariamente en la misa y se entregaba a duras penitencias.

Pablo Francisco tenía 26 años sus hermanos habían crecido y sus padres no necesitaban tanto de su de ayuda. Por este tiempo, sintió la llamada de Dios a fundar una orden religiosa: "... sentí mi corazón movido por el deseo de retirarme a la soledad; ... me vino la inspiración de llevar una túnica, de andar descalzo, vivir en estrechísima pobreza y llevar, con la gracia de Dios, vida de penitencia; ...me vino la inspiración de reunir compañeros para vivir con ellos promoviendo en las almas el santo temor de Dios; me vi en espíritu vestido de una túnica negra, con una cruz blanca sobre el pecho, y bajo la cruz escrito el nombre santísimo de Jesús con
letras blancas...

El 22 de noviembre de 1720 Pablo se despidió de su familia y se dirigió a su obispo, Mons. Gattinara, en Alejandría. Este, en una ceremonia sencilla y en su capilla privada, revistió a Pablo de la Cruz con el hábito negro de ermitaño. Las seis semanas siguientes del 23 de noviembre de 1720 al 1 de 1721, las vivió en el trastero de la sacristía de la Iglesia de San Carlos, de Castellazzo, en las más precarias condiciones de alojamiento. Son como los ejercicios espirituales preparatorios para su misión de ermitaño y fundador . En adelante su apellido será "de la Cruz". 

Por orden de su obispo, Pablo de la Cruz consigna por escrito los sentimientos y vivencias interiores de esos días en un "Diario espiritual". En él vemos a qué grado de oración ha llegado ya, así como las grandes líneas de la doctrina espiritual que vivirá y enseñará durante los 55 años siguientes. En las anotaciones del primer día aparece ya la idea fundamental y programática de toda su vida: "No deseo saber otra cosa ni quiero gustar consuelo alguno; sólo deseo estar crucificado con Jesús ".

Acabados estos días el Pablo de la Cruz pasó los meses siguientes en distintas ermitas de las cercanías viviendo en soledad; daba catecismo a los niños en los lugares vecinos, predicaba los domingos e incluso dio una misión. Quiso ir a Roma para pedir personalmente al Papa le aprobara las Reglas de la nueva Orden religiosa, misma que escribió durante los 40 días de Castellazzo. En Septiembre de 1721 se dirigió a Roma, pero sufrió una gran desilusión. Es rechazado por los guardias de Papa con palabras no muy amables. Aunque profundamente decepcionado, no se desanimó. En la Basílica María la Mayor hizo un voto especial: “dedicarse a promover en los fieles la devoción a la Pasión de Cristo y empeñarse en reunir compañeros para hacer esto mismo”.

A su vuelta a Castellazzo, se les unió su hermano Juan Bautista que, lleno de los mismos ideales, fue hasta su muerte en 1765 el compañero fiel de Pablo. Durante los años siguientes vemos a los dos experimentar la Regla pasionista en diferentes ermitas y colaborando con las parroquias vecinas mediante el catecismo y la predicación.

Tras la etapa eremítica Pablo de la Cruz creyó necesario que él y su hermano vivieran en Roma para conseguir de la Santa Sede la aprobación de las Reglas; por eso prestaron sus servicios en el Hospital de San Gallicano cuyo Director les aconsejó hacerse sacerdotes. Después de un breve curso de Teología pastoral, en junio de 1727 los dos hermanos Danei fueron ordenados sacerdotes en la Basílica de San Pedro por el Papa Benedicto XIII.

Siguiendo su gran impulso a vivir en la soledad y a reunir más compañeros formando la primera comunidad los dos hermanos se dirigieron al Monte Argentario, unos 150 Kilómetros al norte de Roma, junto a la costa. Ahí vivieron en una pequeña ermita. El aumento de candidatos hizo pequeño el local, y construyeron el primer convento de la naciente Congregación, el cual, por innumerables dificultades, fue inaugurado hasta 1737. 

Pero faltaba todavía la aprobación de las Reglas o Una comisión de cardenales nombrada para su estudio suavizó algo su gran austeridad, y en mayo de 1741 fueron aprobadas por Benedicto XIV; habían transcurrido 21 años desde que fueron escritas el nombre de la nueva orden religiosa sería: ”Congregación de la Santísima cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, título que expresaba claramente su peculiaridad en la Iglesia. Los Religiosos Pasionistas anunciarán por todas partes el misterio de la Cruz y Pasión de Jesucristo a lo cual se obligarían por el voto específico.

Pablo de la Cruz encontró el sentido completo de su existencia en la Memoria de Jesús Crucificado, quien dio su vida por todos nosotros (Jn 3,16). En su asidua contemplación del crucificado, Pablo encontró un camino de acceso al misterio de Dios que es vida y amor, y que desea destruir el peso del pecado y del sufrimiento. Él descubrió que Dios está más cerca de los pobres, de los que no tienen nada, y sintió la urgencia de salir a su encuentro para esto: voz anunciarles al Dios de la vida.

Fundó la Congregación de la Pasión con la esperanza de que continuara haciendo presente al Crucificado, que pronuncia su juicio sobre el pecado del mundo, que es la causa de la injusticia y del sufrimiento de muchos hermanos y hermanas, y hace al hombre capaz de amar de un modo nuevo. Quiso que la Congregación fuera un signo humilde del grande Amor de Dios.

A lo largo de su vida -murió a los 82 años-, Pablo de la Cruz fundó 11 conventos. En 1771, el santo, ya anciano, inauguró el primer monasterio de religiosas pasionistas de clausura, que vivirían el mismo espíritu según la Regla escrita también por él.

Además de fundador, Pablo de la Cruz, fue predicador de misiones populares y gran director espiritual. Poseía cualidades muy especiales para esto: voz potente, agradable presencia física, dotes retóricas extraordinarias. Pero lo que más impactaba de él era su testimonio de íntima unión con Dios, su devoción y su santidad.

Por su gran actividad apostólica -200 misiones y 80 tandas de ejercicios espirituales- mantuvo contacto con gran número de personas que solicitaban su consejo en la vida espiritual, a quienes él sirvió especialmente por correspondencia.

El 18 de octubre de 1775 pasó Pablo a la Casa del Padre con una muerte tranquila y santa en el convento de los Santos Juan y Pablo en Roma. Así terminaba su larga vida de trabajos y sufrimientos por Cristo y por el prójimo. Fue beatificado por Pío IX el 1 de mayo de 1853; fue canonizado por el Papa el 29 de junio de 1867.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...