Presbítero y Fundador de
la Congregación de los Hermanos de la Caridad
y la Congregación de Religiosas Franciscanas de Santa Isabel
Martirologio Romano: En
Nápoles, beato Ludovico (Arcángel) Palmentieri de Casoria, Presbítero
de la Orden de los Frailes Menores, que, empujado por amor y caridad
hacia los pobres en Cristo, fundó las Congregaciones de los Hermanos de
la Caridad y las Monjas Franciscanas de Santa Isabel. (1885)
Etimológicamente: Ludovico = nombre de origen germánico equivalente a Luis, su significado es: Aquel guerrero que es popular
Fecha de beatificación: 18 de abril de 1993 por el Papa Juan Pablo II.
Ludovico
de Casoria, sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores,
fundador de la Congregación de los hermanos de la Caridad, llamados
“Bigi”, y de la Congregación de las religiosas Franciscanas de Santa
Isabel, llamadas “Bigie”, empeñó su vida en obras de caridad, asistencia
y promoción en favor de los enfermos y los pobres, así como en
proyectos misioneros. Nació en 1814 y murió en Nápoles el año 1885.
Ludovico (en el siglo, Arcángelo Palmentieri) nació en Casoria
(Nápoles) el 11 de marzo de 1814 y fue bautizado al día siguiente.
Atraído por los Frailes Menores del vecino convento de San Antonio en
Afragola (Nápoles), entró en el convento de San Juan del Palco en
Taurano (Avellino) el 17 de junio de 1832. Recibió la ordenación
sacerdotal el 4 de junio de 1837.
En 1847, mientras oraba, el Señor le indicó el nuevo camino que
debía recorrer, al servicio de los pobres y los enfermos. A ellos,
convertido en hombre nuevo, dedicó sus primeros cuidados: en su celda
del convento de San Pedro en Aram, Nápoles, montó una farmacia para los
frailes enfermos.
Más tarde adquirió una quinta, llamada La Palma, donde creó una
enfermería para los frailes. Allí quiso que estuviera también la sede de
la Obra de los «Moretti», que, en sus planes de evangelización
misional, debía servir para educar a los jóvenes africanos y hacerlos
apóstoles de África (África convertirá al África). Con la misma
finalidad misionera, dio vida después a la Obra de las «Morette», que
encomendó a las Hermanas Estigmatinas de la sierva de Dios Anna Fiorelli
Lapini.
Creó diversas obras asistenciales: asilos para ancianos,
convictorios, escuelas, colonias agrícolas, hospicios, montes de piedad,
tipografías...
En su inmenso deseo de hacer el bien, promovió también la cultura,
que consideraba como la vía para la fe y medio de promoción humana,
poniendo en marcha modernas iniciativas culturales, como un observatorio
meteorológico, cinco revistas, la traducción al italiano de las Obras
de san Buenaventura, una edición de bolsillo de la Biblia, etc.
Circundado de gran fama de santidad, el padre Ludovico concluyó su
misión terrena en Nápoles, en el Hospicio Marino (último creada por él,
en pro de los marineros ancianos), el 30 de marzo de 1885, Lunes Santo.
Allí reposan sus restos mortales desde 1887, bajo la custodia de sus
hijas espirituales, las Hermanas Elisabetinas Grises (“Elisabettine
Bigie”), que había fundado en 1862.
El 12 de agosto de 1885, pasados apenas 135 días de su tránsito, se
abría en Nápoles el proceso canónico para su beatificación. Sus virtudes
heroicas fueron solemnemente reconocidas por el Papa Pablo VI el 13 de
febrero de 1964. El milagro para su beatificación, obrado en Salerno en
favor de sor Luisa Capecelatro, Hija de la Caridad, fue aprobado el 11
de julio de 1992 por Juan Pablo II, quien lo beatificó en la fecha ya
indicada.