lunes, 22 de junio de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 22 DE JUNIO DEL 2015




Con el juicio con que juzguéis seréis juzgados
Tiempo Ordinario
Mateo 7, 1-5 Tiempo Ordinario. Si el juicio de Dios es la misericordia, ¿con qué derecho puedo juzgar a mis hermanos? 


Por: Miguel Ángel Andrés Ugalde | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Oración introductoria
Señor, creo en el poder de la oración. Este tiempo que voy a pasar contigo es el más importante del día. Conoces lo que hay en mi corazón, sabes de mis esfuerzos, de mis límites, de mi juicio duro… y de mi deseo de amarte más. Toma toda mi vida, Dios mío, te la ofrezco en esta oración.

Petición
Dios mío, te pido la gracia para liberarme de la crítica y de juzgar duro a los demás.

Meditación del Papa Francisco
No se puede corregir a una persona sin amor y sin caridad. No se puede hacer una intervención quirúrgica sin anestesia: no se puede, porque el enfermo morirá de dolor. Y la caridad es como una anestesia que ayuda a recibir la cura y aceptar la corrección. Apartarlo, con mansedumbre, con amor y hablarle.
En segundo lugar es necesario no decir algo que no es verdad. Cuántas veces en nuestras comunidades se dicen cosas una persona de la otra que no son verdaderas: son calumnias. O si son verdad, se arruina la fama de esa persona. Por eso los chismorreos hieren, los chismes son bofetadas al corazón de una persona. Ciertamente, cuando te dicen la verdad no es bonito escucharla, pero si se dice con caridad y con amor es más fácil aceptarla. Por tanto, se debe hablar de los defectos de los otros con caridad.
A continuación, Francisco ha explicado que el tercer punto es corregir con humildad. “¡Si debes corregir un defecto pequeño allí, piensa que los tuyos son mucho más grandes!
La corrección fraterna es un acto para curar el cuerpo de la Iglesia. Hay un agujero, ahí, en el tejido de la Iglesia que es necesario coser de nuevo. Y como las madres y las abuelas, cuando cosen, lo hacen con mucha delicadeza, así se debe hacer la corrección fraterna. Si no eres capaz de hacerlo con amor, con caridad, en la verdad y con humildad, se comete una ofensa, una destrucción del corazón de la persona, se hace un chismorreo más, que hiere y te convierte en un ciego hipócrita, como dice Jesús. ‘Hipócrita; quita primero la viga de tu ojo…’ ¡Hipócrita! Reconoce que eres más pecador que el otro, pero que tú, como hermano debes ayudara corregir al otro. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 12 de septiembre de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
El día de hoy Cristo quiere ayudar a sacarnos la viga del ojo. Y lo hace de una manera muy sencilla: No juzguéis al modo humano, ojo por ojo, diente por diente, sino más bien como él nos enseñó en el Calvario. Perdonando a todos sin excepción.

No juzga a los soldados que lo han golpeado, se han burlado de él y lo han crucificado. Dice: Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen. Tenía razones para decir lo contrario, sin embargo, sabe encontrar una disculpa: hacen esto, porque no me conocen.

Después, podría haber reclamado a san Juan, que se acercaba a la cruz, su cobardía -le había abandonado-, su amistad tan débil -no había podido rezar con él cuando lo necesitaba-, etc. Pero en todo eso no ve malicia, sino debilidad humana y muestra de ello es que no reclama, sino que se apiada de su flaqueza y le entrega a su madre.

Al final dice: con el juicio con que juzguéis seréis juzgados. Cristo nos enseña a usar con los demás la medida con la que a nosotros nos gustaría que nos midieran.

¿Quién puede juzgar sino sólo Dios? Y si el juicio de Dios es la misericordia, ¿con qué derecho puedo juzgar a mis hermanos?

Propósito
Seré magnánimo hacia los demás, buscando ver el lado bueno de todos y de todo.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, ¿qué hacer para transformar mis criterios, de manera que el Evangelio impregne todos mis juicios? Porque la crítica malsana sigue siendo el pasatiempo de moda, el medio para torpemente pretender ser mejor que otros. Ayúdame a que esta oración me ayude a nunca acostumbrarme a mis faltas y debilidades, porque Tú no me quieres mediocre, sino santo. 

LOS SANTOS DE HOY: LUNES 22 DE JUNIO DEL 2015

Nicetas de Remesiana, SantoNicetas de Remesiana, Santo
Obispo, Junio 22




Albano de Inglaterra, SantoAlbano de Inglaterra, Santo
Máritr, Junio 22




Juan Fisher, SantoJuan Fisher, Santo
Cardenal y Mártir, Junio 22




Tomás Moro, SantoTomás Moro, Santo
Mártir inglés, patrono de los gobernantes y los políticos, 22 de junio



Paulino de Nola, SantoPaulino de Nola, Santo
Obispo, Junio 22

SANTO TOMÁS MORO, MÁRTIR INGLÉS, PATRONO DE LOS GOBERNANTES Y LOS POLÍTICOS , 22 DE JUNIO



Tomás Moro, Santo
Mártir inglés, patrono de los gobernantes y los políticos, 22 de junio 


Fuente: Archidiócesis de Madrid




Mártir inglés
Patrono de los gobernantes y los políticos

Tomás Moro nació el año 1477, y completó sus estudios en Oxford; se casó y tuvo un hijo y tres hijas.

Ocupó el cargo de Canciller del reino. Intimo compañero y amigo personal del rey Enrique VIII, abogado distinguido, notable humanista de gran cultura, amigo de Erasmo, cariñoso padre de familia, caballero simpático por su buen humor y, además católico fevoroso.

Cuando vió que era incompatible con su religión el juramento de sumisión a Enrique como cabeza de la Iglesia en Inglaterra, presentó du dimisión, intentando vivir una vida tranquila con su familia, sin más complicaciones. Pero fue apresado y metido en la Torre de Londres.

A todos los esfuerzos de sus amigos para convencerle de que debía prestar su juramento contestó sencillamente que no podía reconciliarlo con su conciencia.

Cuando su propia mujer le insiste a hacerlo por lo que ella juzgaba que era bien para su casa, le contestó: «¿Cuántos años crees que podría vivir en mi casa?» «Por lo menos veinte, porque no eres viejo», le dijo ella. «Muy mala ganga, puesto que quieres que cambie por veinte años toda la eternidad».

Escribió varias obras sobre el arte de gobernar y en defensa de la religión.

Junto con Juan Fisher se opuso al rey Enrique VIII en la cuestión de su pretendida anulación de matrimonio, fue decapitado el año 1535: Juan Fisher el día 22 de Junio, Tomás Moro el día 6 de Julio, después de quince meses de cárcel donde escribió «Diálogo en tiempo de tribulación». El obispo Juan Fisher, mientras estaba en la cárcel, fue designado cardenal por el Papa Pablo III.

Claro, la fe no es sólo una cuestión de cabeza, de saber, quiero de decir de instrucción o de conocimiento; implica a toda la persona creyente y la lleva a determinaciones prácticas que, en ocasiones «límite», se resuelven con la entrega de la vida.
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