viernes, 9 de octubre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 9 DE OCTUBRE DEL 2020



Vigésimo séptima semana del Tiempo Ordinario - Año Par

09 de octubre del 2020


“ El Reino de Dios ha llegado a vosotros ”


Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 7-14

Hermanos:

Reconoced que hijos de Abrahán son los de la fe.

En efecto, la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia de que “por ti serán benditas todas las naciones».

Así pues, los que viven de la fe son bendecidos con Abrahán el fiel.

En cambio, cuantos viven de las obras de la ley están bajo maldición, porque está escrito:

“Maldito quien no se mantenga en todo lo escrito en el libro de la ley, cumpliéndolo”.

Que en el ámbito de la ley nadie es justificado resulta evidente, pues “el justo por la fe vivirá”; en cambio, la ley no procede de la fe, sino que “quien los cumpla vivirá por ellos”.

Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros maldición, porque está escrito:

“Maldito todo el que cuelga de un madero”; y esto, para que la bendición de Abrahán alcanzase a los gentiles en Cristo Jesús, y para que recibiéramos por la fe la promesa del Espíritu.



Salmo

Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6 R/. El Señor recuerda siempre su alianza

Doy gracias al Señor de todo corazón,

en compañía de los rectos, en la asamblea.

Grandes son las obras del Señor,

dignas de estudio para los que las aman. R/.


Esplendor y belleza son su obra,

su justicia dura por siempre.

Ha hecho maravillas memorables,

el Señor es piadoso y clemente. R/.


Él da alimento a sus fieles,

recordando siempre su alianza.

Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,

dándoles la heredad de los gentiles. R/.


Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 15-26

En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:

«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:

«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.

El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.

Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice:

“Volveré a mi casa de donde salí”.

Al volver se la encuentra barrida y arreglada.

Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.

Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».


Reflexión del Evangelio de hoy

Primero la fe y luego las obras


Hoy San Pablo, en esta primera lectura, vuelve a insistirnos en algo que repite a lo largo de sus cartas. Lo primero en un seguidor de Jesús es la fe, luego vienen las obras. Para demostrarlo llega hasta Abrahán, el patriarca tan importante para los judíos: “Entended de una vez que hijos de Abrahán son los hijos de fe”. Y también se apoya en Abrahán para la acogida de los gentiles por parte de Dios: “Además, la Escritura, previendo que Dios aceptaría a los gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia: Por ti serán benditas todas las naciones. Así que son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán el fiel”.

Bien sabemos que en nuestra vida cristiana hay que integrar la fe y las obras. Las dos son necesarias. Pero todo empieza por la fe. Todo empieza por acoger a Jesús que se ha presentado delante de nosotros y nos ha pedido que le sigamos. Ahí está nuestra fe, aceptar a Jesús como hombre y como Dios, y queremos apoyar toda nuestra vida en nuestra amistad con Él. De ahí, de nuestra fe, de nuestra confianza, de nuestro amor a Jesús, vienen a continuación nuestras obras, que evidentemente son las obras en la línea de lo que Jesús, nuestro Maestro y Señor, vivió y predicó.


El Reino de Dios ha llegado a vosotros

El camino de seguir a Jesús no es un camino fácil. Encontramos obstáculos interiores y exteriores que buscan apartarnos de Jesús. El gran obstáculo exterior, según el evangelio de hoy, es el demonio, cuya misión principal es seducirnos, apartarnos de Jesús y obligarnos a caminar por el camino que él nos traza. El demonio es insistente, no se cansa en querer adueñarse de nuestra casa, de nuestro corazón, una y mil veces. Y aunque le hayamos expulsado de nuestro corazón no deja de insistir: “Volveré a la casa de donde salí”, y, si le dejamos, entrará.

Una de las tareas de Jesús es expulsar al demonio de los que están poseídos por él. Busca convencernos de que su camino es mucho mejor que el que nos ofrece el demonio para vivir nuestra vida con alegría, sentido y esperanza. Es el camino del Reino de Dios. “Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”. Jesús nos pide que dejemos que Dios, nuestro Padre, el que es el Amor, sea nuestro Rey, el que rija y dirija todos nuestros pasos por su propio camino, que es el camino del amor.


Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Convento de Santo Domingo (Oviedo)

PINTURA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS, LIMA - PERÚ

 


 Esta pintura de Jesús sobrevivió a terremotos y hoy la veneran millones de católicos

Redacción ACI Prensa



Hace más de 360 años un esclavo negro pintó en una pared de barro la imagen de Jesús, la cual sobrevivió a terremotos y ahora es venerada por millones de católicos alrededor del mundo.

La historia del Señor de los Milagros, una de las devociones más multitudinarias y apreciadas del Perú, se remonta al siglo XVII, cuando la población de la capital, Lima, crecía con la llegada de esclavos provenientes de África occidental, los cuales eran clasificados por castas y entre las que se encontraban los angolas.

Estos últimos levantaron su cofradía en un galpón en la zona de Pachacamilla, a las afueras de lo que hoy se conoce como el centro histórico de Lima. En ese lugar, un esclavo angoleño, cuyo nombre se cree que era Pedro Dalcón o Benito, pintó en una pared de adobe la imagen de cristo crucificado.

La imagen permaneció desconocida para muchos, hasta el 13 de noviembre de 1655, cuando un terrible terremoto estremeció la ciudad y dejó miles de víctimas mortales.

El movimiento sísmico derrumbó todas las paredes del galpón de la cofradía, menos el débil muro de adobe con la imagen de Cristo.

“Poco quedó en pie: un paño del muro del Cristo de Pachacamilla se mantuvo milagrosamente intacto, mientras que, en sus alrededores, reinaba la desolación”, indica la Enciclopedia Católica.

Unos años después, la curación milagrosa de Andrés de León, que sufría de un tumor maligno, gracias a las oraciones devotas a la imagen de Jesús, generó una creciente devoción a la pintura.

La enciclopedia relata que las autoridades civiles y religiosas decidieron eliminar la imagen por considerar este tipo de devoción como inapropiada. Sin embargo, las personas que intentaron borrarla sufrieron hechos sobrenaturales que los obligó a renunciar a su misión.

“El pintor, lo intentó dos veces: La primera vez se desmayó, y la segunda quedó paralizado. Luego, otra persona, que también quiso intentarlo, sufrió de un temblor inusitado. Finalmente, una persona distinta de las anteriores, a la que se le ofrece paga, dijo que no podía hacerlo”, agregó.

El virrey Pedro Antonio Fernández de Castro llegó a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que se venerase la pintura en su lugar original y se levantara una ermita provisional.

El Señor de los Milagros resistió otros terremotos, como el que azotó la ciudad de Lima el 20 de octubre de 1687 y que inspiró al cuarto mayordomo Sebastián de Antuñano y Rivas a realizar la primera procesión de la imagen.

“El terremoto de 1746 tampoco tumbó el muro, aunque dejó en ruinas a la capital. Con ello, la fe en el Cristo Moreno quedaba cimentada”, explicó el mayordomo general de la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas, Manuel Orrillo, a El Comercio.

Paulatinamente la devoción al Cristo moreno se fue expandiendo y actualmente cientos de miles de personas acuden al Santuario de las Nazarenos, en el centro de Lima, especialmente en octubre para sacar en procesión una réplica de la imagen.

El Señor de los Milagros también recorre las calles en otros países en América y Europa, como Chile, Colombia, Argentina, Italia, Francia y Estados Unidos, donde las hermandades realizan multitudinarias procesiones en honor al Cristo Moreno.

Sin embargo, este 2020, debido a la pandemia de coronavirus, la Hermandad del Señor de los Milagros en Perú anunció que la imagen no saldrá en procesión y que las celebraciones se realizarán de manera virtual. Será la primera vez desde la Guerra del Pacífico, hace más de 110 años, que la venerada imagen del Cristo de Pachacamilla no recorra las calles de Lima.


Si desea conocer más sobre esta devoción haga clic AQUÍ.

HOY INICIAMOS LA NOVENA A SAN LUCAS EVANGELISTA - DEL 09 AL 17 DE OCTUBRE


 Hoy inicia la novena a San Lucas, Evangelista

Redacción ACI Prensa



El próximo 18 de octubre se celebra la fiesta de San Lucas, el autor del tercer Evangelio, de los Hechos de los Apóstoles y el que más trata sobre la Virgen María.

San Lucas no conoció a Jesús, pero sí a Pablo, de quien fue su discípulo. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita y dirigió su mensaje a los cristianos gentiles.

En su Evangelio resalta la especial atención por los pobres, los pecadores arrepentidos y la oración.

Cercanos a su fiesta, aquí una novena para pedir su intercesión:




Primer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Primer Día

¡Oh prodigioso y admirable San Lucas! Escuela de admirable sabiduría. Bienaventurado que en vida te dedicaste a sembrar en los corazones de los seres humanos un profundo amor hacia Dios. Tú eres mi luz en la oscuridad y mi guía en la peregrinación por este mundo, te pido que me aceptes como tu fiel discípulo. Enséñame cómo debo amar y servir a Dios. Te dedico mi mente para que la modeles, y pueda así cumplir siempre la voluntad de nuestro Padre Divino. ¡Oh ilustre abogado y protector! Sé que me ayudarás a resolver mis necesidades y que aceptarás interceder ante el Señor para que me alcance la gracia particular que solicito en este novenario, siempre que sea para más gloria suya, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.


Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Segundo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Segundo Día

Glorioso San Lucas. Tu vida fue continua acción de devoción a Jesús. Peregrinaste por aldeas y pueblos para predicar la palabra de Dios. ¡Oh preciosa joya de caridad! Modelo de fe y amor verdadero. Tú que has sembrado semillas de comprensión, caridad y generosidad en tantos confines de la tierra, te suplico que atiendas mi súplica. Haz que, mediante tu poderosa intercesión, renazca en mí la fe del Bautismo, para que ame y sirva acertadamente a nuestro bondadoso Señor. También te suplico humildemente que presentes ante Dios la gracia particular que solicito en esta Novena, y que se resuelva favorablemente, si espera mayor gloria suya, más honor en tu santo nombre y en beneficio de la salud de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Tercer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Tercer Día

Generoso San Lucas. Tu que dedicaste tu vida a propagar la doctrina de Jesucristo, teniendo siempre el corazón en el Cielo y el cuerpo en la tierra, recíbeme como tu fiel devoto y atiende mi súplica. Soy consciente de que por mis muchas debilidades he cometido numerosas faltas y no soy merecedor de tu atención. Pero deseo corregir mi vida imitando tus numerosas virtudes y por ello solicito ante Dios nuestro Señor para que, por tus muchos méritos, sea merecedor de la Misericordia Divina e inunde mi corazón de un ardiente deseo de llevar una vida cristiana y cumplir todos los mandamientos. También te pido que medies para que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Cuarto Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Cuarto Día

Piadoso y generoso San Lucas. Tu que fuiste bendecido con el poderoso don de la oratoria, atiende hoy mi afligido corazón. Recibe benignamente las oraciones que te dedico. Acudo a ti en busca de protección y refugios. ¡Oh Santo mío! Te suplico humildemente que ruegues al Señor que, por tu poderosa intercesión, me conceda la sabiduría necesaria para reconocer en todo momento su voluntad y cumplir acertadamente todo aquello que sea de tu agrado.También solicito que me otorgue la gracia especia que pido en esta Novena, siempre que su cumplimiento sea para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.


Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén




Quinto Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Quinto Día

¡Oh bondadoso San Lucas! Maestro de fe y amor eterno. Tú que supiste reconocer la llamada de Dios y le consagraste humilde tu alma, guíame con tu sabiduría para que yo pueda permanecer también junto a Dios. Ayúdame a reconocer su voz y sus inspiraciones. Te suplico, protector y abogado mío, que aceptes ser mi interceor ante la Misericordia Divina. Pídele con tus elocuentes palabras que purifique i alma, la proteja de todo mal y destruya en ella todos los temores que la debilitan. Así será morada agradable para el Espíritu Santo y merecedora de llegar al puerto seguro de la gloria eterna, en el cual disfrutará, en tu compañía, de las delicias celestiales. Ruégale también que me conceda la gracia especial que presento en esta Novena.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Sexto Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Sexto Día

Sabio e ilustre San Lucas. Clavel de caridad. Bienaventurado que fuiste cautivado por las elocuentes palabras del Apóstol San Pablo. Maestro que consiguió penetrar en tu corazón con las verdades cristianas e hizo lucir en ti los nobles instintos con que Dios lo había adornado generosamente. Santo protector y abogado mío, haz que escuche con respeto y amor, la palabra de Dios y que guiado por ella me dirija siempre con gran amor hacia nuestro Señor. También te suplico que me alcances la Bondad Divina, mediante tu poderosa intercesión, la gracia especial que pido este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, más reconocimiento de tu nombre y para beneficio espiritual de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Séptimo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Séptimo Día

Amable y piadoso San Lucas. Espejo de virtud. Tú que has llevado a tantos corazones la tranquilidad y la esperanza, alejándolos de la confusión y el desamparo, acoge mi afligido corazón. Tómalo e infunde la seguridad, la paciencia y la serenidad necesaria para hacer frente las adversidades de este mundo. Muéstrale cómo no desfallecer y aviva en él una fe sincera y enséñale como perdonar a los que agravien u ofendan. Solo así podrá ser digno de amar y servir eternamente a Dios. Escucha mis plegarias y ruega a nuestro Señor que me conceda lo que humildemente le pido en este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Octavo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Octavo Día

Esclarecido San Lucas. Dios que iluminó tu entendimiento para que nos iluminaras con tus palabras y escritos para llenarnos de fe y esperanza a los que deseamos albergar una fe activa que nos haga mostrar nuestro amor al Señor, mediante el respeto y amor a nuestros hermanos, damos gracias al Padre Celestial por haberte encomendado que nos beneficiaras con tales dones. Por eso acudimos a tu protección para que intercedas ante la bondad Divina para que llene nuestros corazones de tranquilidad y esperanza alejándonos de las turbias aguas de al confusión y el desamparo. Ruégale también que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, siempre que sea para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Noveno Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Noveno Día

Piadoso San Lucas. Tú que supiste impregnar con profunda humildad todos tus pensamientos y actos durante tu peregrinación por este mundo, llevando a multitud de seguidores, con tu entendimiento, afecto, amor, a la doctrina del divino Maestro Jesucristo, admíteme, te lo ruego, entre los devotos que confiadamente buscan en tu protección y mediación ante Dios Nuestro Señor le sea concedida la preciosa virtud de la humildad, que como tú demostraste esconde tesoros maravillosos que llenan el corazón, iluminan la mente y dignifican el espíritu. Intercede también para que resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén

SANTORAL DE HOY VIERNES 9 DE OCTUBRE DEL 2020

 

Benito de Jesús (Héctor Valdivielso Sáez), SantoBenito de Jesús (Héctor Valdivielso Sáez), Santo
Religioso lasallista y Mártir, 9 de octubre
John Henry Newman, BeatoJohn Henry Newman, Beato
Cardenal, 9 de octubre
Abraham, SantoAbraham, Santo
Patriarca del A.T., Octubre 9
Cirilo Beltrán, Inocencio de la Inmaculada y 8 compañeros; SantosCirilo Beltrán, Inocencio de la Inmaculada y 8 compañeros; Santos
Mártires de Turón en Asturias, 9 de octubre
Luis Beltrán, SantoLuis Beltrán, Santo
Presbítero, 9 de octubre
Juan Leonardi, SantoJuan Leonardi, Santo
Presbítero y Fundador, Octubre 9
Dionisio de París, SantoDionisio de París, Santo
Memoria Litúrgica, 9 de octubre

FELIZ VIERNES!!!

 





 

jueves, 8 de octubre de 2020

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA - JUEVES EUCARÍSTICO


 ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


“Jesús, tu que moriste en la cruz de calvario por todos nuestros pecados, te pido que me ayudes a purificar mi alma, necesito interfieras ante tu padre, mi padre amado para que me ilumines seas mi salvador, quiero conocer más de ti, enamorarme de tus buenos deseos de todas las oportunidades que me has dado.

Agradezco a Dios y a la virgen María por darnos la dicha de disfrutar de tu presencia, quiero pedirte de todo corazón que me enseñes a servirte como te lo mereces, que seas tú el que domine todos mis pensamientos y me haga cada día una mejor persona.

Quiero pedirte padre santo que derrames tu bendición sobre la iglesia, sobre todas las almas consagradas, los sacerdotes, sobre el papa, los obispos y sobre todo tu cuerpo señor, bendícenos señor, hazme digna de tu divinidad, muéstrate ante mi como en la eucaristía, quiero sentir tu presencia a mi lado, ilumíname Jesús sacramentado, te necesito.

Quiero entregarte toda mi fe, para que pueda recibir el vino y el pan como la limpieza de mi alma, quiero sentirme libre de pecado por eso te pido que intercedas con tu padre, el Dios de los dioses, el grande entre los mas grande, para que me perdone por todos los pecados que he cometido, quiero que sepa que me arrepiento de todo corazón.

Jesús mío, Jesús de mi corazón, te necesito, ayúdame por favor, no desprecies mis suplicas, no me dejes solo(a) en ningún momento, sin ti a mi lado estaría perdida en las tinieblas, quiero que me guíes, no me dejes sola nunca, necesito de ti, tu poder y tu amor para poder seguir adelante y sentir que si vale la pena enfrentar cualquier dificultad para poder estar a tu lado, amen. 

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 DE OCTUBRE DEL 2020

 


Lecturas de hoy Jueves de la 27ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, jueves, 8 de octubre del 2020



Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (3,1-5):


¡Insensatos gálatas! ¿Quién os ha embrujado? ¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz! Contestadme a una sola pregunta: ¿recibisteis el Espíritu por observar la ley o por haber respondido a la fe? ¿Tan estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano. Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley o porque respondéis a la fe?


Palabra de Dios



Salmo

Lc 1,69-70.71-72.73-75


R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha visitado a su pueblo


Nos ha suscitado una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,

según lo había predicho desde antiguo

por boca de sus santos profetas. R/.


Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos

y de la mano de todos los que nos odian;

realizando la misericordia

que tuvo con nuestros padres,

recordando su santa alianza y el juramento

que juró a nuestro padre Abrahán. R/.


Para concedernos que, libres de temor,

arrancados de la mano de los enemigos,

le sirvamos con santidad y justicia,

en su presencia, todos nuestros días. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,5-13):


En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.” Y, desde dentro, el otro le responde: “No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos.” Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 

8 de octubre de 2020

CR

Queridos hermanos:


En el Evangelio de hoy nos dice Jesús que pidamos con confianza lo que necesitamos a nuestro Padre celestial. Y que confiemos en que él nos va a dar lo que verdaderamente necesitamos. 


El problema viene a veces con lo que pedimos. Porque muchas veces lo que le pedimos a Dios es que nos arregle la vida, es que nos haga lo que es de nuestra responsabilidad. Un ejemplo. ¿Cuántas veces de jóvenes pedimos que nos ayudase a aprobar un examen? Se nos olvidaba que Dios nos había regalado el mejor instrumento para eso: nuestra inteligencia y tiempo. Y que es cuestión nuestra sentarnos y trabajar. Él ya ha hecho su parte. Ahora nos toca a nosotros. Dicho en otras palabras: Dios no es una especie de remedio para todo mediante el cual nos podemos tumbar a la bartola libres de responsabilidades porque él nos va a sacar de todos los apuros. 

Podemos poner otros ejemplos. Si tenemos problemas en la familia, en la relación de la pareja o con los vecinos, hay que rezar pero también hay que aplicar los remedios que Dios mismo ha puesto a nuestro alcance: nuestra inteligencia, nuestro coraje, nuestra capacidad de diálogo, nuestra capacidad de perdón y reconciliación... todo eso es lo que Dios nos da y nos regala. Todo eso es su respuesta a nuestra oración. Todo eso lo tenemos que poner a trabajar para resolver los problemas. En ningún caso es cuestión de que podamos cerrar los ojos y en un momento Dios va a hacer el milagro, de tal manera que, cuando abramos los ojos, ya estará todo resuelto. 

Dios nos da su Espíritu Santo. Dios nos da su fuerza y su gracia. Dios ha puesto el Evangelio en nuestras manos. Nos ha hecho libres y capaces de tomar decisiones. Le tenemos que pedir que nos ayude a ser más libres, a madurar como personas, a ser más responsables de nuestras vidas, a incrementar nuestra capacidad de perdón. Todo eso le podemos pedir con la seguridad de que nos lo dará. Lo que seguro que no va a hacer es el examen por nosotros.


CONOCEMOS A SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE, APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS , 16 DE OCTUBRE

 


 Santa Margarita María Alacoque

Conmemoración: 16 de Octubre


Margarita nace el 22 de julio de 1647 en el pequeño pueblo de Lautecour en Francia. Su padre Claudio Alacoque, juez y notario. La mamá Filiberta Lamyn. Los hijos son cinco. La menor es Margarita. El párroco, Antonio Alacoque, tío suyo, la bautiza a los tres días de nacida. Ella dice en su autobiografía que desde pequeña le concedió Dios que Jesucristo fuera el único dueño de su corazón. Y le concedió otro gran favor: un gran horror al pecado, de manera que aun la más pequeña falta le resultaba insoportable. Dice que siendo todavía una niña, un día en la elevación de la Santa Hostia en la Misa le hizo a Dios la promesa de mantenerse siempre pura y casta. Voto de castidad.

Aprendió a rezar el rosario y lo recitaba con especial fervor cada día y la Virgen Santísima le correspondió librándola de muchos peligros. La llevan al colegio de las Clarisas y a los nueve años hace La Primera Comunión. Dice “Desde ese día el buen Dios me concedió tanta amargura en los placeres mundanos, que aunque como jovencita inexperta que era a veces los buscaba, me resultaban muy amargos y desagradables. En cambio encontraba un gusto especial en la oración”.

Vino una enfermedad que la tuvo paralizada por varios años. Pero al fin se le ocurrió consagrarse a la Virgen Santísima y ofrecerle propagar su devoción, y poco después Nuestra Señora le concedió la salud.
Era muy joven cuando quedó huérfana de padre, y entonces la mamá de Don Claudio Alacoque y dos hermanas de él, se vinieron a la casa y se apoderaron de todo y la mamá de Margarita y sus cinco niños se quedaron como esclavizados. Todo estaba bajo llave y sin el permiso de las tres mandonas mujeres no salía nadie de la casa. Así que a Margarita no le permitían ni siquiera salir entre semana a la iglesia. Ella se retiraba a un rincón y allí rezaba y lloraba. La regañaban continuamente.

En medio de tantas penas le pareció que Nuestro Señor le decía que deseaba que ella imitara lo mejor posible en la vida de dolor al Divino Maestro que tan grandes penas y dolores sufrió en su Pasión y muerte. En adelante a ella no sólo no le disgusta que le lleguen penas y dolores sino que acepta todo esto con el mayor gusto por asemejarse lo mejor posible a Cristo sufriente.

Lo que más la hacía sufrir era ver cuán mal y duramente trataban a su propia madre. Pero le insistía en que ofrecieran todo esto por amor de Dios. Una vez la mamá se enfermó tan gravemente de erisipela que el médico diagnosticó que aquella enfermedad ya no tenía curación. Margarita se fue entonces a asistir a una Santa Misa por la salud de la enferma y al volver encontró que la mamá había empezado a curar de manera admirable e inexplicable.

Lo que más le atraía era el Sagrario donde está Jesús Sacramentado en la Sagrada Hostia. Cuando iba al templo siempre se colocaba lo más cercana posible al altar, porque sentía un amor inmenso hacia Jesús Eucaristía y quería hablarle y escucharle.

A los 18 años por deseo de sus familiares empezó a arreglarse esmeradamente y a frecuentar amistades y fiestas sociales con jóvenes. Pero estos pasatiempos mundanales le dejaba en el alma una profunda tristeza. Su corazón deseaba dedicarse a la oración y a la soledad. Pero la familia le prohibía todo esto. El demonio le traía la tentación de que si se iba de religiosa no sería capaz de perseverar y tendría que devolverse a su casa con vergüenza y desprestigio. Rezó a la Virgen María y Ella le alejó este engaño y tentación y la convenció de que siempre la ayudaría y defendería.

Un día después de comulgar sintió que Jesús le decía: “Soy lo mejor que en esta vida puedes elegir. Si te decides a dedicarte a mi servicio tendrás paz y alegría. Si te quedas en el mundo tendrás tristeza y amargura”. Desde entonces decidió hacerse religiosa, costara lo que costara.

En el año 1671 fue admitida en la comunidad de La Visitación, fundada por San Francisco de Sales. Entró al convento de Paray-le=Monial. Una de sus compañeras de noviciado dejó escrito: “Margarita dio muy buen ejemplo a las hermanas por su caridad; jamás dijo una sola palabra que pudiera molestar a alguna, y demostraba una gran paciencia al soportar las duras reprimendas y humillaciones que recibía frecuentemente”.

La pusieron de ayudante de una hermana que era muy fuerte de carácter y ésta se desesperaba al ver que Margarita era tan tranquila y callada. La superiora empleaba métodos duros y violentos que hacían sufrir fuertemente a la joven religiosa, pero esta nunca daba la menor muestra de estar disgustada. Con esto la estaba preparando Nuestro Señor para que se hiciera digna de las revelaciones que iba a recibir.

El 27 de diciembre de 1673 se le apareció por primera vez el Sagrado Corazón de Jesús. Ella había pedido permiso para ir los jueves de 9 a 12 de la noche a rezar ante el Santísimo Sacramento del altar, en recuerdo de las tres horas que Jesús pasó orando y sufriendo en el Huerto de Getsemaní. De pronto se abrió el sagrario donde están las hostias consagradas y apareció Jesucristo como lo vemos en algunos cuadros que ahora tenemos en las casas. Sobre el manto su Sagrado Corazón, rodeado de llamas y con una corona de espinas encima, y una herida. Jesús señalando su corazón con la mano le dijo: “He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme”. Nuestro Señor le recomendó que se dedicara a propagar la devoción al Corazón de Jesús porque el mundo es muy frío en amor hacia Dios y es necesario enfervorizar a las personas por este amor.

Durante 18 meses el Corazón de Jesús se le fue apareciendo. Le pidió que se celebrara la Fiesta del Sagrado Corazón cada año el Viernes de la semana siguiente a la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus).
El Corazón de Jesús le hizo a Santa Margarita unas promesas maravillosas para los que practiquen esta hermosa devoción. Por ejemplo “Bendeciré las casas donde sea expuesta y honrada la imagen de mi Sagrado Corazón. Daré paz a las familias. A los pecadores los volveré buenos y a los que ya son buenos los volveré santos. Asistiré en la hora de la muerte a los que me ofrezcan la comunión de los primeros Viernes para pedirme perdón por tantos pecados que se cometen”, etc.

Margarita le decía al Sagrado Corazón: “¿Por qué no elige a otra que sea santa, para que propague estos mensajes tan importantes? Yo soy demasiado pecadora y muy fría para amar a mi Dios”. Jesús le dijo: “Te he escogido a ti que eres un abismo de miserias, para que aparezca más mi poder. Y en cuanto a tu frialdad para amar a Dios, te regalo una chispita del amor de mi Corazón”. Y le envió una chispa de la llama que ardía sobre su Corazón, y desde ese día la santa empezó a sentir un amor grandísimo hacia Dios y era tal el calor que le producía su corazón que en pleno invierno, a varios grados bajo cero, tenía que abrir la ventana de su habitación porque sentía que se iba a quemar con tan grande llama de amor a Dios que sentía en su corazón (¡Ojalá Dios nos diera a nosotros una chispita de esas!)


Nuestro Señor le decía: “No hagas nada sin permiso de las superioras. El demonio no tiene poder contra las que son obedientes”.


Margarita enfermó gravemente. La superiora le dijo: “Creeré que sí son ciertas las apariciones de que habla, si el Corazón de Jesús le concede la curación”. Ella le pidió al Sagrado Corazón que la curara y sanó inmediatamente. Desde ese día su superiora creyó que sí en verdad se le aparecía Nuestro Señor.

Dios permitió que enviaran de capellán al convento de Margarita a San Claudio de la Colombiere y este hombre de Dios que era jesuita, obtuvo que en la Compañía de Jesús fuera aceptada la devoción al Corazón de Jesús. Desde entonces los jesuitas la han propagado por todo el mundo.

Margarita fue nombrada Maestra de novicias. Enseñó a las novicias la devoción al Sagrado Corazón (que consiste en imitar a Jesús en su bondad y humildad y en confiar inmensamente en Él, en ofrecer oraciones y sufrimientos y misas y comuniones para desagraviarlo, y en honrar su santa imagen) y aquellas jóvenes progresaron rapidísimo en santidad. Luego enseñó a su hermano (comerciante) esta devoción y el hombre hizo admirables progresos en santidad. Los jesuitas empezaron a comprobar que en las casas donde se practicaba la devoción al Corazón de Jesús las personas se volvían mucho más fervorosas.

El Corazón de Jesús le dijo: “Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí”.

Antes de morir obtuvo que en su comunidad se celebrara por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

El 17 de octubre de 1690 murió llena de alegría porque podía ir a estar para siempre en el cielo al lado de su amadísimo Señor Jesús, cuyo Corazón había enseñado ella a amar tanto en este mundo.


Digamos de vez en cuando las dos oraciones tan queridas para los devotos del Sagrado Corazón: “Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo”. Sagrado Corazón de Jesús. En voz confío.

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