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jueves, 30 de diciembre de 2021

UN AÑO NUEVO ESTÁ POR COMENZAR.... 2022



 Un año nuevo está por comenzar...

¿Qué pasó con aquellos deseos que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir:

Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net




Sonarán las campanas en el reloj...

Las 12. Las 12 de la noche.

Parece que los meses del año que termina, con sus días y sus horas se columpian en cada una de ellas... Doce meses, doce campanadas. El año se va. El año se acaba. Se esfuman los doce meses como en un conjuro de tiempo y eternidad. Los tuvimos en nuestras manos paro ya no volverán.

Fueron instantes nuestros, únicos e irrepetibles, vividos dentro de nuestro libre albedrío, hora tras hora y ahora se van, perdiéndose en la noche última del año. La noche vieja.


El poeta dice:

El indivisible tiempo

lo hemos dividido en años

y así decimos que pasa

cuando nosotros pasamos.

Así es, decimos que el tiempo se va cuando somos nosotros los que nos vamos. Decimos que el tiempo corre, que el tiempo vuela, pero los que corremos, los que volamos sobre el tiempo somos nosotros. El tiempo siempre está, el tiempo ni tiene tiempo, ni es joven ni viejo, nosotros si.


Las 12. Noche Vieja. Un año nuevo está por comenzar.

Las 12 horas del 31 de diciembre... ¿Qué hicimos con estos trescientos sesenta y cinco días? ¿Qué dijimos, qué pensamos una noche como esta pero del año pasado? ¡Cuántos planes, cuántas promesas, cuántos propósitos! ¿Somos los mismos de aquella noche de otras muchas noches o sentimos que fuimos limando las aristas de nuestro carácter, rellenando "baches" en los que caíamos una y otra vez, quitando obstáculos, que quizá amábamos pero que nos hacían tropezar en nuestro plan de ser mejores como seres humanos en nuestra plenitud y dignidad? ¿Qué pasó con aquellos deseos vehementes que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año nuevo sí!

Poco a poco se nos fueron aminorando las fuerzas, el entusiasmo, y llegó esa desgana o indiferencia por las cosas. La bruma de la rutina nos envolvió en sus días grises y nos heló el corazón y el coraje.

O no fue así... y sentimos que sí ha habido un cambio positivo. Que el sol del amor nos arropa y podemos repartir el calor que hay en nuestra alma a los demás. Que estamos en pie de lucha, que las 12 campanadas resuenan en nuestro corazón como el tañer de las campanas de la ermita invitándonos a orar.


Que cada campanada se un:

Perdón y gracias, Dios mío, me estás regalando otro año para crecer en la fe y en el amor a Ti y a los demás. El tiempo pasado está en Tus manos , el que comienza en las mías, pero quiero que Tu me acompañes a vivirlo!.

Y con el año que se va y el nuevo que comienza, en esta Noche Vieja, la más vieja del año, recordamos al poeta que nos dice:

Un año más, no mires con desvelo

la carrera veloz del tiempo alado

que un año más en la virtud pasado

un paso es más que te aproxima al cielo.


Y siguiendo con los versos terminaremos esta pequeña reflexión con uno que una noche como esta me inspiro:

Esta noche es "noche-vieja"

y yo hago un alto en mi camino,

sentada bajo la luna

abro mi alforja y la miro.

¿Qué es lo que tengo en ella?

Oro y plata:-Te lo cambio

por la sonrisa de un niño.


Quiero caminar descalza

por lo prados con rocío

quiero soltar mis amarras

y extender libre mis alas

y sentir mi poderío.


Poderío y libertad

olvidando el claro-oscuro

de ambiciones que esclavizan

tan pesadas como un yugo.


Esta noche es "noche vieja"

tengo el alma transparente,

cuando llegue el año nuevo

que me encuentre en la vereda

como quién vuelve a nacer,

sin sandalias ,sin alforja,

con la piel limpia de luna

las estrellas en mi pelo

y cantando el "aleluya".


Esta noche es noche vieja,

y yo tengo el alma nueva...

¡quién lo pudiera creer! 

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