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lunes, 13 de julio de 2020

SANTORAL DE HOY LUNES 13 DE JULIO DE 2020

José Wang Kuiju, SantoJosé Wang Kuiju, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Pablo Liu Jinde, SantoPablo Liu Jinde, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Manuel Lê Van Phung, SantoManuel Lê Van Phung, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Tomás Tunstal, BeatoTomás Tunstal, Beato
Sacerdote y Mártir, 13 de julio
Serapión, SantoSerapión, Santo
Máetir, 13 de julio
Esdras, SantoEsdras, Santo
Sacerdote, 13 de julio
Silas (Silvano), SantoSilas (Silvano), Santo
Discípulo de los Apóstoles, 13 de julio
Clelia Barbieri, SantaClelia Barbieri, Santa
Virgen y Fundadora, 13 de julio
Fernando María Baccilieri, BeatoFernando María Baccilieri, Beato
Presbítero y Fundador, 13 de julio
Mariano de Jesús Euse Hoyos, BeatoMariano de Jesús Euse Hoyos, Beato
Sacerdote, 13 de julio
Enrique, SantoEnrique, Santo
Memoria Litúrgica, 13 de julio
Eugenio de Cartago, SantoEugenio de Cartago, Santo
Obispo, 13 de julio

SANTA TERESA DE LOS ANDES, 13 DE JULIO


Santa Teresa de los Andes
13 de juli
Biografía



1900

13 de Julio, Nace en Santiagho de Chile, calle Rosas Nº 1352, Hija de Miguel Fernández araquemada y de Lucía Solar Amstrong.

15 de Julio. Bautizada en la parroquia de Santa Ana por el Pbro. Baldomero Grossi con el nombre de JUANA ENRIQUETA JOSEFINA DE LOS SAGRADOS COROZANES.

Padrinos: Salvador Ruiz-Tagle y Rosa Fernández de Ruiz-Tagle.

Sus hermanos fueron: LUCIA, MIGUEL, LUIS, JUANA (muerta a pocas horas de nacer), REBECA e IGNACIO.

Alternando con Santiago, pasa temporadas en la hacienda CHACABUCO, propiedad de su abuelo materno.

1906

Desde muy niña goza oyendo hablar de Dios. Durante un mes asiste por las tardes a las clases del colegio de las Teresianas (calle Santo Domingo), Allí apredió a leer.

1909

Ingresa como externa en el colegio de la Alameda de las religiosas del Sagrado Corazón. 13 de Mayo. Muere su abuelo materno EULOGIO SOLAR. Sus herederos rematan el fundo Chacabuco y la casa de santiago. La familia de Juanita se traslada al Nº 164 de la calle santo Domingo. Prende en el corazón de Juanita una tierna devoción a la Sma. Virgen. Hace promesa de rezar el santo Rosario diariamente toda la vida; promesa que cumplirá fielmente. Comienza a asistir habitualmente a misa con su madre y solicita la comunión. No se la conceden; pero ella inicia un trabajo de vencimiento y control personal como preparación para recibirla, logrando "modificar su carácter".

Preparada por las religiosas, hace su primera confesión.

22 de octubre. Recibe el sacramento de la Confirmación.

1910

11 de septiembre. De manos de Mons. Ramón Angel Jara, hace su Primera Comunión en la capilla del colegio. "Día sin nubes" que la marcó definitivamente. "Desde entonces todos los días comulgaba –dice- y hablaba con Jesús largo rato. Nuestro Señor me hablaba después de comulgar. Pero mi devoción especial era la Virgen; le contaba todo".

Cambia nuevamente de casa al Nº 475 de la calle Ejército.

1911

8 de diciembre. Llama la atención el hecho de que, el día de la Inmaculada, estuvo a las puertas de la muerte por diversas enfermedades durante cuatro años seguidos, 1911 a 1914.

Hasta el año 1915 sigue recibiendo esmerada formación en el Colegio del Sdo. Corazón como externa. Destaca por su preocupación por los ancianos y necesitados, llegando en cierta ocación a rifar su reloj para socorrer a un niño podre..

Trata con cariño a las empleadas de la casa y las cuida cuando están enfermas, lo mismo que a los inquilinos de Chacabuco las temporadas que allí pasa con su familia. Al rematarse el fundo les habia quedado una parte, como hijuela de su madre.

1914 Dciembre. Sufre ataque de apendicitis. Es operada el día 30 en el pensionado san Vicente de Santiago.

1915

Se restablce de la operación en Chacabuco, donde veranea con los suyos. 13 de julio. Al cumplir sus quince años declara que Cristo la ha cautivado.

Julio. Ingresa como interna en el Colegio de la Maestranza (hoy Portugal) del Sdo. Corazón

10 de septiembre. Tiene con la Madre Ríos una entrevista decisiva para su vocación. Juanita le asegura que le hace mucho bien la vida de Teresita de Lisieux que ha leído ya varias veces.

8 de diciembre. Hace voto de castidad que irá renovando depués periódicamente. Promete "no admitir otro esposo sino a Jesucristo".

1916

Enero y febrero,. Vacaciones en Chacabuco. Paseos y caminatas a pie y a caballo. Le encata la equitación. Colabora en las misiones y no deja su meditación y lectura espiritual.

15 de abril. Revela a su hermana Rebeca el secreto de su vocación: " Voy a ser carmelita. El 8 de diciembre me comprometi".

En el retiro espíritual del año, se impone un método de vida, exigiéndose la meditación y el examen diarios y la practica de la humildad.

1917

Enero. La lectura de Santa Teresa de Jesús le ayuda a vencer obstáculos para ser fiel a su propósito de hacer oración diariamente.

Enero y febrero. Descansa varias semanas en Chacabuco

10 y 11 de febrero. Acude fervorosa al santuario de Lourdes de Santiago.

Entre sus resoluciones para el año figuran: Olvidarse de sí misma; esmerarse en labrar la felicidad de los demás; vivir con Jesús en su interior y hacer amable la virtud.

Marzo . Regresa al internado. En marzo el P. José Blanch, C.M.F., reemplaza como director espiritual al P. Artemio Colon, S.J.

Se impone sacrificios y ofrece al Señor su vida por la conversión de varias personas.

15 de junio. Recibe la medalla de hija de María.

27 de junio. Es distinguida como primera alumna en Historia.

30 de junio " es tan rico dar", escribe después de reunir 30 pesos para comprar zapatos a un niño pobre y para ayudar a otros necesitados.

Julio . Está leyendo a Sor Isabel de la Trinidad. Le encanta y sintoniza con ella, porque su ilusión es tambien vivir con Jesús en lo íntimo de su ser y convertir toda su existencia en alabanza de Dios.

8 de agosto. Entra en retiro. Hace confesión general y el confesor le asegura que, por la gracia de Dios, no ha cometido en su vida ningún pecado mortal.

5 de septiembre. Escribe su primera carta a la M.Angélica, Superiora de las Carmelitas de Los Andes. Le expresa su ardiente deseo de pertenecer a su comunidad a sabiendas de que la vida de la carmelita es "sufrir, amar y orar".

Comienza a darse cuenta de que tendrá que superar grandes dificultades para se carmelita.: falta de salud, oposición familiar e incluso dificultad para conseguir la dote, pues a su padre le va muy mal en los negocios.

20 de diciembre. Superados brillantemente los exámenes y con premios, deja el internado para disfrutar de las vacaciones junto a los suyos. Ahora viven en la calle Vergara Nº 92.

1918

En 1918 intensifica su correspondencia con M.superiora de las Carmelitas de Los Andes., pues sus deseos de ser carmelita van en aumento.

Enero y febrero. Pasa tranquila y feliz gran parte del verano en Algarrobo. Practica el deporte: natación, tenis, paseos y caminatas por cerros y playas. Escribe cartas, sobre todo a su padre ausente. Participa diariamente en la misa y en la bendición con el santísimo. Da clases de catecismo a 9 chiquillos, Siente sed de lo infinito. Todo le lleva a Dios, sobre todo la inmensidad del mar.

12 de marzo. Regresa al internado.

Durante varios meses sufre pruebas interiores: abandono espiritual, sequedad, aridez.

7 de agosto. Ultimo retiro espitual que hace en el internado. Promete comulgar y hacer examen de conciencia y oración a diario, y tratar de cumplir en todo la voluntad de Dios.

Noviembre. Por estas fechas lee el CAMINO DE PERFECCION de Santa Teresa. Descansa veintitantos días en Cunaco, en el fundo de sus primas Elisa y Herminia Valdés. Allí da pruebas de su bue humor, de su alegría contagiosa y de su afición al deporte, lo mismo que de su piedad y de su espiritu de servicio. Colabora en las misiones. A sus familiares les cuenta que se ha hecho famosa "con sus tentaciones de risa".

Durante varias semanas le atormenta la duda de su debe ser carmelita o religiosa del Sdo.Corazón. Culsultados sus directores, se desvanece la turbación.

12 de agosto . Deja definitivamente el internado. Sale temerosa de que sus familiares que se oponen a su vocación querrán que salga mucho a fiestas y diversiones. Por eso propone tener carácter y no dejarse llevar por el respeto humano ni por el sentimiento, sino por la razón y la conciencia.

Como su hermana Lucia se ha casado en junio, le toca a ella correr con la casa, y no tiene otro pensamiento que agradar a todos y sacrificarse por cada uno de ellos en todo momento.

7 de septiembre. Escribe a la M.Superiora de Los Andes pidiéndole que la admita e su comunidad. A vuelta de correo, con inmensa alegría, recibe contestación afirmativa.

1919

11 de enero. Viaja con su madre a Los Andes. Encuentra sencillas, alegres y encantadoras a las monjas. La pobreza del convento le seduce. Recuperada la tranquilidad, regresa llena de felicidad a santiago.

14 de enero – 7 de marzo . Permanece en el fundo san Pablo (cerca de San Javier de Loncomilla). Sin descuidar las labores de casa, colabora en las misiones, hace catecismo a los niños, les da clases de diversas materias y los entretiene organizando comedias, juegos y rifas. También visitó unas treinta casas de inquilinos, consagrándolas al Sagrado Corazón de Jesús.

7 de marzo, Regresa a Santiago

Descansa unos días en Bucalemu, en el fundo de sus tios. Allí admiran su destreza para montar a caballo, calificándola de "verdadera amazona".

25 de marzo. Desde Santiago escribe a su padre una carta enternecedora, pidiéndole autorización para ser carmelita.

3 de abril,. Nace Luz, su "sobrina regalona", hija de su hermana Lucia.

6 de abril. Obtiene e consentimiento de supradre para ingresar en el Carmelo.

Del 7 al 15 de abri permanece en el fundo de sus primas Valdés en Cunaco. Desde allí escribe a su padre (día 7) para encarecer su gratitud por el generoso consentimiento que le ha otorgado; y el día 12. a la M.Angélica, comunicándole que cuenta ya con la autorización paterna y que está decidida a ingresar en el convento el 7 de mayo.

Marzo-mayo. Perido en que, para Juanita, llegan al colmo tanto la dicha como la "pena más horrible". La felicidad y la dicha, poruqe verá muy pronto realizada su ilusión de consagrarse plenamente al señor ingresando en el convento. Y el martirio más desgarrador por tener que separarse de sus padres y hermanos a quines ama con locura, y que las últimas semanas lloran sin consuelo cuando piensan que van a quedarse sin la que es la "joya", la alegría y el sol de la casa". Su padre, ausente los últimos días, no tuvo valor de regresar "por no encontrarse en el momento de la separación".

EN EL CONVENTO

7 de mayo. Ingresa en las Carmelitas de Los Andes. Cambia su nombre, llamándose en adelante Teresa de Jesús.

8 de mayo. Escribe su primera carta desde el converto. Es un tertimonio elocuente de su amor filial y de la felicidad que inunda.

Escondida en la clausura, despliega, sin embargo, intenso apostolado, no sólo mediante la misteriosa fecundidad del sacrificio y de la oración, sino también con sus cartas. Con ellas contagia a sus familiares y amistades de su amor a Cristo, a la Eucaristía y a la Sma. Virgen, al mismo tiempo que pregona su alegría y su felicidad y que su amor y cariño por los suyos toma mayores proporciones cada día.

14 de octubre. Toma el hábito de Carmelita descalza. Comienza su noviciado. En adelante escribe menos cartas, pero más afectuosas y transidas de humanidad. Cartas que son buena prueba de que los santos no son seres raros y alienados, sino personas con gran equilibrio y estabilidad. Viviendo en Dios- "su centro y su morada"- Teresa participa, y sirve en plenitud la condición humana. La que llegó al convento con la ilusión de ser "corredentora del mundo" inmolándose por la Iglesia y por la humanidad, escribió: " así pasamos la vida; rorando, trabajando y riéndonos". Ni la muerte tuvo nada de espantable para ella, porque morir es sumergirse definitivamente en Dios, en cuyos brazos amorosos vivía.

ENFERMEDAD, MUERTE Y GLORIFICACION

1920

Primeros días de marzo. Asegura que morirá pronto; dentro de un mes.

2 de abril. Viernes Santo. Cae en cama, gravemente enferma de tifus.

5 de abril. Se le administran los últimos sacramentos a peticion suya.

6 de abril. Hace su profesión religiosa, repitiendo alegre y emocionada la fórmula de consagración al Señor.

7 de abril. Ultima comunión de Sor Teresa.

12 de abril. A las 19:15 horas, muere santamente.

Contaba 19 años y nueve meses de vida y once meses de carmelita.

14 de abril. Funerales y entierro concurridisimo.

"Pronto obrará milagros", escribe a los pocos días el P.Julián Cea, C.M.F. y acertó plenamente. Desde entonces son incontables las personas que atribuyen a su intercesión gracias y favores de toda clase.

1940

17 de octrubre. Traslado de sus restos al sepulcro construído bajo el coro de las religiosas.

1947

20 de marzo. Se inicia el proceso diocesano en orden a su beatificación. Terminó el 4 de marzo de 1971.

1976

La Santa Sede decide que se enriquezca el proceso diocesano mediante el proceso llamado "cognitionis", que se inició oficialmente el 17 de nomviembre para completar y enriquecer al anterior. La sesión de clausura se celebró el 18 de marzo de 1978.

1986

22 de marzo. Superados los trámites ordinarios del proceso de beatificación se firma en el Vaticano el decreto de reconocimiento y aprobación de sus virtudes heroicas. Con ello Teresa de Los Andes alcanza el título de Venerable.

1987

3 de abril. Ante una multitud de más de 300.000 fieles, el Papa Juan Pablo II la beatifica solemnemente en Santiago de Chile.

18 de octubre: Las Carmelitas Descalzas de Los Andes se trasladan al nuevo monasterio de Auco, llevando los restos de Teresa a la pequeña capilla, transitoriamente mientras se construye el Santuario de Auco.

1988

11 de diciembre. Se inugura la cripta del nuevo Santuario y se trasladan a ella los restos de la Beata Teresa.

12 de diciembre. Solemnísima dedicación del Santuario a N.Señora la Virgen del Carmen, con asistencia del Nuncio de Su Santidad, cardenales Mons.Raúl Silva Henriquez y Mons.Juan Francisco Fresno y la Conferencia Epíscopal de Chile en pleno. Presidió la ceremonia el Obispo diocesano Mons.Manuel Camilo Vial R.

1991

12 de junio. Después de seis meses de trabajo, el tribunal que investigó el caso de Marcela Antúnez Riveros, entrega las actas del proceso a la COngregación para las Causas de los Santos en Roma. La niña Marcela había sufrido asfixia por inmersión el 7 de diciembre de 1987, permaneciendo al menos cinco minutos bajo agua. Sus condiscipulas y algunas de las apoderadas la encomiendan a la intercesión de la beata Teresa y su recuperación fue casi instantánea y sin quedarle la menor secuela.

1992

7 de junio. Previo el parecer de los médicos y de los teólogos, que no encuentran explicación natural a la recuperación de la niña Marcela Antúnez R., la Congregación de Obispos y Cardenales aprueba el caso como válido para proceder a la canonización de la Beata Teresa, y el 11 de julio se proclama el decreto correspondiente.

1993

21 de marzo. En la Basilica de San Pedro de Roma, con asistencia de unos 5.000 chilenos que llegaron de la patria y de distintos puntos de Europa, en impresionante ceremonia, concelebrando con el Papa gran parte del episcopado chileno, Juan Pablo II proclama SANTA solemnemente a Teresa de Los Andes.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 13 DE JULIO DE 2020


Evangelio del día
Decimoquinta semana del Tiempo Ordinario - Año Par


“ El que pierda su vida por mí, la encontrará ”

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 1, 10-17

Oíd la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma,
escucha la enseñanza de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra.
«¿Qué me importa la abundancia de vuestros sacrificios?
—dice el Señor—.
Estoy harto de holocaustos de carneros,
de grasa de cebones;
la sangre de toros, de corderos y chivos
no me agrada.
Cuando venís a visitarme,
¿quién pide algo de vuestras manos
para que vengáis a pisar mis atrios?
No me traigáis más inútiles ofrendas,
son para mí como incienso execrable.
Novilunios, sábados y reuniones sagradas:
no soporto iniquidad y solemne asamblea.
Vuestros novilunios y solemnidades
los detesto;
se me han vuelto una carga
que no soporto más.
Cuando extendéis las manos
me cubro los ojos;
aunque multipliquéis las plegarias,
no os escucharé.
Vuestras manos están llenas de sangre.
Lavaos, purificaos, apartad de mi vista
vuestras malas acciones.
Dejad de hacer el mal,
aprended a hacer el bien.
Buscad la justicia,
socorred al oprimido,
proteged el derecho del huérfano,
defended a la viuda».


Salmo
Sal 49, 8-9. 16bc-17. 21 y 23 R/.
 Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.


V/. No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños. R/.

V/. ¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos? R/.

V/. Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 34 – 11, 1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz:
no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.




Reflexión del Evangelio de hoy

"¿Qué me importa la abundancia de vuestros sacrificios?"
El profeta denuncia sin ambages la hipocresía de un culto religioso que se cree capaz de comprar a Dios y sus favores o, incluso, de engañarle, como si Dios no conociera los corazones. Pero, «¿quién pide algo de vuestras manos para que vengáis a pisar mis atrios?». En realidad, con esta actitud, el hombre religioso se está olvidando que Dios no necesita nada de él, al contrario, que si Dios le da la posibilidad de un trato con él, a través del culto, de la liturgia, de los sacramentos, es para bien de la criatura, sedienta de Dios. Somos nosotros los primeros y únicos que nos engañamos cuando vivimos todo ello desde la mentira y la falsedad.

Que nuestro culto alimenta nuestra vida es fácil de ver. A veces es más difícil reconocer que nuestra liturgia ha de ser también expresión de lo que vivimos. Y que precisamente se dé esta doblez en algo tan “sagrado” hace de ello algo especialmente doloroso para Dios: «Vuestros novilunios y solemnidades los detesto; se me han vuelto una carga que no soporto más».

Es la continua tentación del pueblo judío, del hombre religioso por naturaleza, también de cada uno de nosotros. Tranquilizar nuestras conciencias y disimular la exigencia de la vida cristiana detrás de un culto vacío, en unos ritos impuestos e hipócritas mientras el corazón está encerrado en sí mismo, el egoísmo nos absorbe y la justicia o el bien ocupan el último lugar en nuestras preocupaciones.

Celebración y vida han de ir de la mano. El trato con Dios debe iluminar y convertir nuestros corazones. Y nuestra culto a Dios será expresión de lo que vivimos de manera que nuestra vida será una liturgia toda ella y nuestras liturgias estarán llenas de vida.

¿Qué sintonía se da entre tus celebraciones y tu vida? ¿Es el culto y los sacramentos espacios donde se alimenta tu fe y, al mismo tiempo, donde se expresa lo que vives?

"No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz"
En la última cena, Jesús les dice a sus discípulos: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo». Quizá sea esto lo que esté tratando de decir cuando ahora asegura que no ha venido a sembrar paz. Desde luego no ha venido a adormecer conciencias, como hace la paz que nos ofrece el mundo; una paz que no se cimenta en la Verdad y la Justicia, sino en la evasión, en el egoísmo tranquilo que no se complica. No. Desde luego, Jesús no ha venido a traer esa paz. Todo lo contrario. Aquel que se hace discípulo suyo, aquel que se encuentra verdadera y existencialmente con él se siente irremediablemente urgido a hacer de él el centro, medida y razón de todo lo demás, también de sus relaciones, complicándose muchas veces la existencia, al menos a los ojos del mundo.

Cuando dejamos que sea la fe y la búsqueda de la voluntad de Dios las que marquen nuestro camino, muchas veces experimentamos la guerra, incluso en nuestro interior. Una batalla entre nuestra mundanidad práctica, tranquila y egoísta, y la fidelidad a una llamada interior que no se conforma, que anhela la Verdad y la coherencia.  Es esa la guerra que provoca Jesús. Una guerra donde los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. El encuentro con Jesús, con su Palabra, cada día, pone patas arriba nuestra comodidad, nuestro letargo y nos hace enfrentar batalla con nuestras propias mundanidades asumidas.

Y, también, este primer lugar que reclama Jesús nos puede enfrentar en nuestras relaciones. No porque él desprecie la unidad familiar o los lazos humanos. No se trata aquí de un descartar entre lo que amamos y lo que odiamos, no está pidiendo ser el único en nuestras vidas, sino el primero. Es un poner de manifiesto lo que en nuestra vida ocupa el primer puesto, y resituar desde ahí lo que es secundario o, mejor dicho, lo que está en función de esa prioridad. Se trata de un orden distinto y más profundo de enfocar los vínculos humanos.

En su propio recorrido biográfico Jesús vivió esta pertenencia a Dios sin despreciar a quienes eran sus padres. Al ser hallado en el templo, siendo un adolescente, ya les recuerda: «¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» y, aun más, a la mujer espontánea que bendice a María por su maternidad biológica, Jesús especifica: «Dichosos más bien lo que oyen la Palabra de Dios y la guardan».

Los lazos de la carne son muchas veces débiles e insuficientes. Lo hemos comprobado con frecuencia. Compartir genes o caracteres no basta para conservar la paz y la unidad entre los miembros de una familia o sociedad. Lo que san Agustín refirió a María en su relación con Jesús, su hijo, se puede aplicar a cada uno de nosotros en nuestras relaciones humanas: Más dicha le aporta el haber sido discípula de Cristo que el haber sido su madre.Los lazos de la fe sostienen nuestras relaciones con mucha más fuerza, profundidad y solidez que cualquier vínculo meramente humano. Y así como es particularmente dolorosa la soledad de quien se siente incomprendido por sus familiares en la vivencia de su fe, así es especialmente fuerte y poderosa la comunión que se da cuando compartimos la fe y la misma búsqueda de la voluntad de Dios, la misma condición de discípulos, con  quienes ya compartíamos el ADN, el carácter, las aficiones, preocupaciones o gustos.

En este hacer de Jesús el centro de nuestra vida no desaparecen el resto de realidades de las que él supo disfrutar y de las que nosotros también estamos llamados a gozar, sino que se resitúan correctamente en función de este orden de prioridades. Esta es la cruz que nos invita a cargar: la soledad e incomprensión que se derivan de la opción por la coherencia y radicalidad. En esto consiste el hacerse digno de Él: en la audacia que rompe con las medias tintas y se atreve a optar por él. Porque la tentación es no llegar a elegir nunca nada ni a nadie para mantener abiertas todas las posibilidades indefinidamente. Ese es el querer “guardar la vida”, sin arriesgar, sin optar, ni decidir. Peroquien la pierda por él, quien no le anteponga nada a Cristo, aun a riesgo de complicarse la existencia, la encontrará.

¿Cuál es el orden de tus prioridades? ¿En función de qué se ordenan tus decisiones y tus relaciones? ¿Quién o qué ocupa el primer lugar?


Sor Teresa de Jesús Cadarso O.P.