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domingo, 16 de febrero de 2020

CÓMO LA CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ PUEDE CAMBIARTE LA VIDA


Cómo la consagración a san José puede cambiarte la vida
Una preparación de 33 días que puede realizarse en cualquier periodo del año



Aunque la Iglesia católica considera a san José un modelo y un ejemplo de virtud desde hace muchos siglos, se ha escrito relativamente poco sobre la devoción hacia él. En el último siglo, sin embargo, se ha escrito un creciente número de libros para arrojar más luz sobre su figura, entre ellos Consecration to St. Joseph, de Donald Calloway (por desgracia, aún no disponible en español). El padre Calloway observaba esta discrepancia a nivel de escritos espirituales, y con este nuevo libro intentaba poner en marcha un movimiento mundial de devoción a san José.

Uno de los motivos por los cuales el sacerdote se dirige a san José es que “necesitamos de la paternidad espiritual de san José para que nos ayude a proteger el matrimonio y la familia. Matrimonio y familia siempre han estado bajo ataque, pero en los tiempos modernos las amenazas han alcanzado niveles extraordinarios… Para combatir y derrotar los engaños de Satanás, la Iglesia necesita a san José. Su ejemplo y su protección son la única salida en la situación de confusión en que nos encontramos”.

San José es un poderoso intercesor a favor de las familias, y por tanto es perfecto desde este punto de vista.

Muchos santos, además, han subrayado la devoción a san José como manera de acercarse a Jesús.

Este es el objetivo principal de la Consagración a san José del padre Calloway.

“La consagración total a san José significa que se lleva a cabo un acto de confianza filial a este espiritual para que pueda cuidar de nuestro bienestar espiritual y llevarnos a Dios. La persona que se consagra a san José quiere estar lo más cerca posible a su padre espiritual, hasta el punto de parecerse en virtud y santidad”.

Igual que quien se acerca a la Virgen María es llevado más cerca a Jesús, el que se dedica a san José podrá tener una relación más profunda con Dios.

El objetivo final, obviamente, no es la adoración a san José – dado que la adoración se reserva sólo a Dios –, sino la imitación de su virtud y de su ejemplo, que nos lleva más cerca de Dios.

El programa espiritual del padre Calloway consiste en una preparación de 33 días que puede realizarse en cualquier periodo del año. Si se quiere usar como una preparación a la fiesta de san José, 19 de marzo, se debe empezar la consagración el 16 de febrero (o el 15 de febrero, si no es año bisiesto).

La consagración propuesta por Calloway es relativamente fácil de realizar, porque incluye sólo una breve meditación al día, seguida de una pequeña serie de oraciones.

Si quieres cambiar tu vida, prueba a consagrarte a san José y a permitirle que te conduzca a Dios.

Santa Teresa de Ávila dijo: “Parecería que Dios haya concedido a otros santos el poder de ayudarnos solo en un tipo de necesidad, pero la experiencia muestra que san José puede ayudarnos frente a cualquier necesidad”.



Una oración para rezar en estos 33 días:
Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía.

Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.

Dígnate velar sobre todos nuestros intereses.

Ruega al Señor que bendiga nuestra casa.

Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.

Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.




TE SUPLICAMOS SAN JOSE
De los males que nos amenazan, libra nuestras familias.

De las discordias y roces, libra nuestras familias.

De las enfermedades y aflicciones, libra nuestras familias.

De la tristeza y desesperanzas, libra nuestras familias.

Del espíritu mundano, libra nuestras familias.

De los peligros de los falsos valores de hoy, libra nuestras familias.

De la ausencia y el abandono de los padres, libra nuestras familias.

De la inmoralidad matrimonial, libra nuestras familias.

De las modas y costumbres escandalosas, libra nuestras familias.

De la indiferencia y rebeldía religiosa, libra nuestras familias.

De la liviandad y la deshonestidad, libra nuestras familias.

De las amistades malas y peligrosas, libra nuestras familias.

De la falta de amor, libra nuestras familias.

De las incomprensiones y falta de diálogo, libra nuestras familias.

De la desunión y separaciones, libra nuestras familias.

De los abortos y descuidos de la vida, libra nuestras familias.

De la falta de fe, libra nuestras familias.

De las dificultades financieras, libra nuestras familias.

De la falta de pan y de casa, libra nuestras familias.

De las enfermedades y desgracias, libra nuestras familias.

De la muerte eterna, libra nuestras familias.

San José, ruega por nosotros!

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

OREMOS:

Dios de bondad y misericordia, por intercesión de San José, salva nuestras familias, haz que vivan unidas y firmes en el amor.

Así como las uniste en vida por la sangre, tu bondad las reúna por la caridad en el Reino eterno. Amén.

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