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viernes, 13 de julio de 2018

LOS 7 DOLORES QUE MARCARON LA FAMILIA DE SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS


No hay hogar sin cruz: 7 dolores que marcaron la familia de Santa Teresita del Niño Jesús
Redacción ACI Prensa






“En las familias siempre, siempre hay cruz, siempre. Porque el amor de Dios, el Hijo de Dios, nos abrió también ese camino. Pero en las familias también después de la Cruz hay Resurrección”, señaló el Papa Francisco durante el Encuentro Mundial de las Familias - Filadelfia 2015.

Una familia cuya vida fue profundamente marcada por la Cruz fue la de Santa Teresita del Niño Jesús y sus padres, Santos Celia y Luis Martin.

Ellos hicieron de los dolores y las tribulaciones un camino de santidad.

Aquí presentamos siete dolores que marcaron a la familia de Santa Teresita del Niño Jesús, los cuales pueden ayudar y dar esperanza a quienes atraviesan situaciones similares:

1. Extrema exigencia

Luis y Celia fueron hijos de padres militares, cristianos de fe viva.

Sin embargo, Celia fue criada con extrema rudeza, autoritarismo y exigencia. Se sabe que su madre fue una mujer de muy mal carácter.

Por ello, en una de sus cartas la santa afirmó que su infancia y juventud fueron tristes “como un sudario” y que su madre “era demasiado severa; era muy buena pero no sabía darme cariño, así que sufrí mucho”.


2. Rechazados para la vida religiosa

Celia estudió en el internado de las religiosas de la Adoración perpetua y Luis con los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle). Durante su juventud, ella pidió formar parte de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y él quiso ingresar al Monasterio del Gran San Bernardo. Sin embargo, ambos fueron rechazados.

Luis se dedicó al oficio de relojería y Celia se convirtió en una famosa empresaria con el “punto de Alençon”, un famoso encaje de la época.

En una ocasión, ambos se cruzaron por la calle y Celia quedó impresionada al ver a un joven de noble fisonomía, semblante reservado y dignos modales. Ella sintió una voz que le decía: “Éste es el hombre predestinado para ti”. Se conocieron, se enamoraron y tres meses después de su primer encuentro se casaron.

3. La pérdida de los hijos

Luis y Celia tuvieron nueve hijos, pero sufrieron la muerte prematura de cuatro de ellos.

Entre las cinco hijas que sobrevivieron se encontraban Santa Teresita del Niño Jesús y Leonia, cuya causa de beatificación fue abierta en el 2015.

4. El cáncer

A los 45 años, Celia se enteró de que tenía un tumor en el pecho y vivió su enfermedad con mucha esperanza cristiana hasta su muerte en 1877.

Tras la muerte de su esposa, Luis tuvo que sacar adelante a su familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía el hermano de Celia, y la tía Celina lo ayudó a cuidar de las hijas. Años más tarde, las cinco se hicieron religiosas, cuatro en el Carmelo y una en la Visitación.

5. Holocausto para Dios

Luis tenía una enfermedad que lo fue invalidando hasta el punto de perder sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio del Buen Salvador en Caen.

En ocasiones tenía periodos de alivio y tuvo la plena facultad de ofrecerse como víctima de holocausto a Dios. Partió a la Casa del Padre en julio de 1894.

6. Camino de soledad

Santa Teresita sufrió mucho con la muerte de su mamá y escogió a su hermana Paulina como su segunda madre. Tiempo después, Paulina ingresó al Carmelo y la pequeña Teresa cayó gravemente enferma con síntomas alarmantes de regresión infantil, alucinaciones y hasta anorexia.

El 13 de mayo de 1883, después de varios novenarios de Misas y oración, una imagen de la Virgen María sonrió a Teresa y ella quedó curada súbitamente.

La santa también sufrió por la enfermedad de su amado padre, quien la llamaba “su reinecita”.

7. Firmes ante las adversidades

En su libro “Historia de un Alma”, Santa Teresita escribió lo siguiente sobre sus progenitores: “Tuve la dicha de pertenecer a unos padres incomparables, que nos rodearon de los mismos cuidados y cariños… Quería Jesús sin duda, en su amor, hacerme conocer a la madre incomparable que me había dado, y a la que su divina mano quería a toda prisa coronar en el cielo… Mis primeros recuerdos guardan la huella de las más tiernas sonrisas y caricias… Amaba yo mucho a papá y a mamá, y les demostraba de mil maneras mi ternura”.

“Nuestro padre querido bebería la más amarga, la más humillante de todas las copas… El 29 de julio del año pasado, Dios rompió las ataduras mortales de su incomparable servidor, llamándole a la recompensa eterna” (Tomado de “Historia de un alma”).

BEATO MARIANO DE JESUS EUSSE, PRIMER BEATO DE COLOMBIA, 13 JULIO


Hoy es la fiesta del Padre Marianito, primer beato de Colombia
Redacción ACI Prensa






 Hoy es la fiesta del Padre Marianito, primer beato de Colombia
El Beato Jesús Euse Hoyos, más conocido como el “Padre Marianito”, fue un sacerdote diocesano y párroco en Colombia a quien el Papa San Juan Pablo II llamó “don de paz” para su país”.

Aunque la primera persona canonizada de Colombia es Santa Laura Montoya, el Padre Marianito es considerado como el "primer santo totalmente colombiano" por haber sido el primero en ser elevado a los altares.

En la homilía de la Misa de beatificación en el año 2000, San Juan Pablo II dijo que “el ‘Padre Marianito’, como es conocido familiarmente en su patria, se comprometió incansablemente en la evangelización de niños y adultos, especialmente de los campesinos”.


Aseguró que el párroco “no ahorró sacrificios ni penalidades, entregándose durante casi cincuenta años en una modesta parroquia de Angostura, en Antioquia, a la gloria de Dios y al bien de las almas que le fueron encomendadas”.

Mariano de Jesús Euse Hoyos nació en 1845 en Yarumal, un municipio ubicado en el departamento colombiano de Antioquia cuya capital es Medellín.

Se caracterizó por ser un sacerdote rural y humilde, cuya fama de santidad se difundió en toda la región.

Tan grande fue su pobreza que cuando cayó enfermo en su vejez y fueron a cambiarle la ropa, se descubrió que no tenía más prendas.


Nunca tuvo ningún reparo en emplear sus propios bienes para aliviar las penurias y la indigencia de los más pobres. Visitaba con frecuencia a los enfermos a cualquier hora del día o de la noche. También se ocupó de los niños y de los jóvenes para guiarlos por el camino de las buenas costumbres y de la prudencia.

Falleció el 13 de julio de 1926 a los 81 años luego de un ataque de enteritis, una inflamación aguda del intestino.

El milagro que lo llevó a los altares se produjo en 1982, cuando el sacerdote colombiano Rafael Vélez Saldarriaga fue curado de manera inexplicable de un tumor linfático y de la metástasis formada en la columna vertebral y huesos.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 13 JULIO 2018



Lecturas de hoy Viernes de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 13 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas (14,2-10):

Así dice el Señor: «Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano." Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su sombra: harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50

R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,16-23):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.» 

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 13 de julio de 2018
 CR



Queridos amigos:

Vivimos en una sociedad donde cada día se aseguran más cosas: la casa, el coche, las joyas o las obras de arte (el que las tiene), el riesgo de averías, de incendios, la responsabilidad civil de los profesionales (y aún en las familias), la atención sanitaria privada,…

Necesitamos un respaldo, y la sociedad (algunas empresas) nos lo facilita por un módico precio. Es una forma de vender tranquilidad. Si algo me pasa, está el seguro.

Jesús, en este pasaje, anuncia las peores calamidades para sus seguidores: persecuciones, azotes, juicios,… pero también garantiza el respaldo. Lo que ocurre que esta vez es gratis. Dios mismo nos asiste en las desgracias, en los males sufridos por su causa. 

Se impone un ejercicio de confianza. Los que se encuentran con Dios personalmente, pueden (podemos) dar testimonio de la tranquilidad, la paz interior, la confianza que produce el saberse en sus manos. La fe, la Esperanza (con mayúscula), no evita los problemas, las preocupaciones, ni nos proporciona soluciones eficaces (mágicas) a los conflictos de cada día. Pero sí nos da la serenidad suficiente para abordar las dificultades con otro talante; para saber que, al final, está Dios, y que Él no nos deja solos, que nos da la fuerza necesaria para seguir adelante.

No nos van a perseguir, probablemente, ni nos van a llevar ante el juez por anunciar el Evangelio, pero sí padecemos a diario otras preocupaciones. Dios nos garantiza que, si contamos con Él, Él estará con nosotros. Y (repito) aunque eso no nos solucione automáticamente los conflictos, nos dará la serenidad y la entereza necesarias para buscar la salida, o para llevar adelante la dificultad con otro ánimo. Porque nada hay más poderoso que Dios, y Él está de nuestro lado. Es la experiencia de muchos.

SANTORAL DE HOY VIERNES 13 JULIO 2018

José Wang Kuiju, SantoJosé Wang Kuiju, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Pablo Liu Jinde, SantoPablo Liu Jinde, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Manuel Lê Van Phung, SantoManuel Lê Van Phung, Santo
Mártir Laico, 13 de julio
Tomás Tunstal, BeatoTomás Tunstal, Beato
Sacerdote y Mártir, 13 de julio
Serapión, SantoSerapión, Santo
Máetir, 13 de julio
Esdras, SantoEsdras, Santo
Sacerdote, 13 de julio
Silas (Silvano), SantoSilas (Silvano), Santo
Discípulo de los Apóstoles, 13 de julio
Clelia Barbieri, SantaClelia Barbieri, Santa
Virgen y Fundadora, 13 de julio
Fernando María Baccilieri, BeatoFernando María Baccilieri, Beato
Presbítero y Fundador, 13 de julio
Mariano de Jesús Euse Hoyos, BeatoMariano de Jesús Euse Hoyos, Beato
Sacerdote, 13 de julio
Enrique, SantoEnrique, Santo
Memoria Litúrgica, 13 de julio
Eugenio de Cartago, SantoEugenio de Cartago, Santo
Obispo, 13 de julio