Jacinta y Francisco, cuyos corazones ardieron de amor por Jesús Escondido y por la Santisima Virgen, rueguen por nosotros, protejan la inocencia de los niños, protejan a quienes aman al Señor con celo apostólico y rueguen por los pobres pecadores. Guardennos en el Corazón Inmaculado de Maria y conduzcannos al Cielo junto a ustedes. Amén.Amén.
Jacinta y Francisco, cuyos corazones ardieron de amor por Jesús Escondido y por la Santisima Virgen, rueguen por nosotros, protejan la inocencia de los niños, protejan a quienes aman al Señor con celo apostólico y rueguen por los pobres pecadores. Guardennos en el Corazón Inmaculado de Maria y conduzcannos al Cielo junto a ustedes. Amén.Amén.
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