Páginas

domingo, 21 de noviembre de 2021

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY: EL PAPA FRANCISCO PIDE JÓVENES QUE SEAN CONCIENCIA CRÍTICA DE LA SOCIEDAD

 



Solemnidad de Cristo Rey: El Papa pide jóvenes que sean conciencia crítica de la sociedad

POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa

 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa}




Dos imágenes bíblicas que muestran a Cristo como Rey del Universo articularon la enseñanza del Papa Francisco en la Misa que celebró en San Pedro del Vaticano este domingo 21 de noviembre en la Solemnidad de Cristo Rey, día que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Juventud en las diócesis de todo el mundo.

La primera imagen procede del Libro del Profeta Daniel y muestra a alguien parecido a “un hijo del hombre” que viene de entre las nubes del cielo a quien “se le dio el poder, la gloria y el reino” y al que “todos los pueblos, naciones y lenguas lo servían”. Su poder “es un poder eterno” y “su reino no será jamás destruido”.

Esa imagen, retomada después por el apóstol San Juan de una forma similar en el Libro del Apocalipsis se refiere, en la explicación del Papa, “a la venida gloriosa de Jesús como Señor y como el fin de la historia”.

La segunda imagen es del Evangelio, “Cristo está ante Pilato y le dice: ‘Soy rey’”. En el camino hacia la Jornada Mundial de la Juventud de 2023, que tendrá lugar en Lisboa, el Pontífice invitó a los jóvenes a “detenernos a contemplar estas imágenes de Jesús”.

Jesús que viene entre las nubes “es una imagen que habla de la venida de Cristo en la gloria al final de los tiempos. Nos hace comprender que la última palabra sobre nuestra existencia será de Jesús, no nuestra”.

Otra enseñanza se desprende de esta imagen de Jesús que viene entre las nubes, en este caso, una enseñanza que se desprende del hecho de que la visión del Profeta Daniel se produzca “en una visión nocturna”.

“Esto quiere decir que Dios viene durante la noche, entre las nubes a menudo tenebrosas que se ciernen sobre nuestra vida”, explicó el Papa Francisco. “Cada uno de nosotros conoce estos momentos. Es necesario que lo reconozcamos, que miremos más allá de la noche, que levantemos la mirada para verlo en medio de la oscuridad”.

En ese sentido, el Santo Padre invitó a los jóvenes a tener “ojos luminosos aun en medio de las tinieblas, no dejen de buscar la luz en medio de las oscuridades que llevamos en el corazón y que vemos a nuestro alrededor”.

En definitiva, pidió a los jóvenes que sueñen, porque “un joven que no es capaz de soñar…, pobre, ha envejecido antes de tiempo”.

Quien sueña “no se deja absorber por la noche, sino que enciende una llama, una luz de esperanza que anuncia el mañana.  Soñad, estad despiertos, y mirad el futuro, con valentía”.

La segunda imagen destacada por el Papa en su homilía es la de Jesús ante Pilato. El Señor pronuncia sus proféticas palabras: “Yo soy Rey”.

Son palabras en las que, en opinión del Papa, “impacta su determinación, su valentía, su libertad suprema. Ha sido arrestado, llevado al pretorio, interrogado por quien puede condenarlo a muerte. En semejante circunstancia hubiera podido dejar que prevaleciera el derecho natural a defenderse, quizá buscando ‘arreglar las cosas’, pactando una solución de compromiso”.

En cambio, “Jesús no escondió la propia identidad, no camufló sus intenciones, no se aprovechó de un resquicio que Pilato le dejaba abierto para salvarlo. No. Con la valentía de la verdad respondió: ‘Soy Rey’”.

Esas palabras muestran la misión de Jesús, que vino “para proclamar con la vida que su Reino es diferente de los del mundo, que Dios no reina para aumentar su poder y aplastar a los demás, que no reina con los ejércitos y con la fuerza. Su Reino es de amor. Yo soy Rey, pero de este Reino de amor. Yo soy Rey de quien da la propia vida por la salvación de los demás”.

Esa imagen, destacó el Papa Francisco, sirve a los jóvenes para que suscite en su interior “la valentía de la verdad”. De este modo, “en la libertad de Jesús también encontramos la valentía de ir contracorriente”.

“Queridos jóvenes. Sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad. No tengan miedo de criticar. Necesitamos vuestras críticas”. “Tengan pasión por la verdad, para que con sus sueños puedan decir: mi vida no es esclava de las lógicas de este mundo, porque reino con Jesús por la justicia, el amor y la paz”, concluyó el Papa Francisco. 

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 21 DE NOVIEMBRE DE 2021 - SOLEMNIDAD DE CRISTO REY

 


 

Domingo 34 del tiempo ordinario: Jesucristo, Rey del Universo (B)

Domingo 21 de noviembre de 2021



1ª Lectura (Dan 7,13-14): Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.



Salmo responsorial: 92

R/. El Señor reina, vestido de majestad.

El Señor reina, vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder.


Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno.


Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término.



2ª Lectura (Ap 1,5-8): Hermanos míos: Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra; aquel que nos amó y nos purificó de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. A Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.


Versículo antes del Evangelio (Mc 11,9.10): Aleluya. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David! Aleluya.


Texto del Evangelio (Jn 18,33-37): En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos?». Respondió Jesús: «¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?». Pilato respondió: «¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?». Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí». Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?». Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz».





«Soy Rey. (...) Todo el que es de la verdad, escucha mi voz»

Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal

(Barcelona, España)



Hoy, Jesucristo nos es presentado como Rey del Universo. Siempre me ha llamado la atención el énfasis que la Biblia da al nombre de “Rey” cuando lo aplica al Señor. «El Señor reina, vestido de majestad», hemos cantado en el Salmo 92. «Soy rey» (Jn 18,37), hemos oído en boca de Jesús mismo. «Bendito el rey que viene en nombre del Señor» (Lc 19,14), decía la gente cuando Él entraba en Jerusalén.

Ciertamente, la palabra “Rey”, aplicada a Dios y a Jesucristo, no tiene las connotaciones de la monarquía política tal como la conocemos. Pero, en cambio, sí que hay una cierta relación entre el lenguaje popular y el lenguaje bíblico respecto a la palabra “rey”. Por ejemplo, cuando una madre cuida a su bebé de pocos meses y le dice: —Tú eres el rey de la casa. ¿Qué está diciendo? Algo muy sencillo: que para ella este niñito ocupa el primer lugar, que lo es todo para ella. Cuando los jóvenes dicen que fulano es el rey del rock quieren decir que no hay nadie igual, lo mismo cuando hablan del rey del baloncesto. Entrad en el cuarto de un adolescente y veréis en la pared quiénes son sus “reyes”. Creo que estas expresiones populares se parecen más a lo que queremos decir cuando aclamamos a Dios como nuestro Rey y nos ayudan a entender la afirmación de Jesús sobre su realeza: «Mi Reino no es de este mundo» (Jn 18,36).

Para los cristianos nuestro Rey es el Señor, es decir, el centro hacia el que se dirige el sentido más profundo de nuestra vida. Al pedir en el Padrenuestro que venga a nosotros su reino, expresamos nuestro deseo de que crezca el número de personas que encuentren en Dios la fuente de la felicidad y se esfuercen por seguir el camino que Él nos ha enseñado, el camino de las bienaventuranzas. Pidámoslo de todo corazón, pues «dondequiera que esté Jesucristo, allí estará nuestra vida y nuestro reino» (San Ambrosio).

¡FELIZ SOLEMNIDAD DE CRISTO REY!

 




 ¡Feliz Solemnidad de Cristo Rey!

Redacción ACI Prensa




Hoy, domingo XXXIV del tiempo ordinario, la Iglesia Católica celebra la “Solemnidad de Cristo Rey”, o, como también se le designa, la “Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo”.

Dice el Evangelio: "Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad" (Jn 18, 36-37).

Con la Solemnidad de Cristo Rey, la Iglesia Católica concluye el Año Litúrgico recordando a los fieles y al mundo entero que nada -persona o ley humana- está por encima de Dios. Cristo es Señor del tiempo y de la historia, como es Señor de todo lo creado.


Sentido de la celebración

La Solemnidad de Cristo, Rey del Universo, fue instituida por el Papa Pío XI en 1925. Con ella, la Santa Madre Iglesia quiere que volvamos los ojos a Cristo, rey bondadoso y sencillo, y nos dejemos conducir por Él, que como buen pastor guía a la porción de la Iglesia que peregrina en la tierra hacia su destino final: el Reino de Dios.

Cristo Rey convoca hoy nuevamente a instaurar su reino en la tierra, haciendo que el mundo se vaya transformando según el Plan divino de amor. Esa tarea empieza por dejar que sea Cristo quien reine en cada corazón.

No debe olvidarse, además, que la posibilidad de alcanzar el Reino de Dios ya fue ganada por Jesucristo, y que esta se preserva en la Iglesia y gracias a la Iglesia. Es decir, la victoria es siempre posible, la puerta está siempre abierta. Como garantía de ello está el Espíritu Santo, a quien Cristo encomendó conceder las gracias necesarias para lograr la santidad y transformarlo todo en Dios.


¡Feliz Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo!

¡Que viva Cristo Rey!