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martes, 26 de enero de 2021

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 26 DE ENERO DEL 2021

 



 Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, martes, 26 de enero de 2021



Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (10,1-10):

HERMANOS:

La ley, que presenta solo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.

Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia?

Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año, los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, al entrar él en el mundo dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo;

no aceptaste

holocaustos ni víctimas expiatorias.

Entonces yo dije: He aquí que vengo

—pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—

para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 39,2.4ab.7-8a.10.11


R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad


V/. Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito.

Me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R/.


V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,

entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.


V/. He proclamado tu justicia

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios,

Señor, tú lo sabes. R/.


V/. No me he guardado en el pecho tu justicia,

he contado tu fidelidad y tu salvación,

no he negado tu misericordia y tu lealtad

ante la gran asamblea. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

EN aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenia sentada alrededor le dice:

«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

Él les pregunta:

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:

«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».


Palabra del Señor




«Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre»


Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera

(Ripollet, Barcelona, España)

Hoy contemplamos a Jesús —en una escena muy concreta y, a la vez, comprometedora— rodeado por una multitud de gente del pueblo. Los familiares más próximos de Jesús han llegado desde Nazaret a Cafarnaum. Pero en vista de la cantidad de gente, permanecen fuera y lo mandan llamar. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan» (Mc 3,31).

En la respuesta de Jesús, como veremos, no hay ningún motivo de rechazo hacia sus familiares. Jesús se había alejado de ellos para seguir la llamada divina y muestra ahora que también internamente ha renunciado a ellos: no por frialdad de sentimientos o por menosprecio de los vínculos familiares, sino porque pertenece completamente a Dios Padre. Jesucristo ha realizado personalmente en Él mismo aquello que justamente pide a sus discípulos.

En lugar de su familia de la tierra, Jesús ha escogido una familia espiritual. Echa una mirada sobre los hombres sentados a su alrededor y les dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,34-35). San Marcos, en otros lugares de su Evangelio, refiere otras de esas miradas de Jesús a su alrededor.

¿Es que Jesús nos quiere decir que sólo son sus parientes los que escuchan con atención su palabra? ¡No! No son sus parientes aquellos que escuchan su palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios: éstos son su hermano, su hermana, su madre.

Lo que Jesús hace es una exhortación a aquellos que se encuentran allí sentados —y a todos— a entrar en comunión con Él mediante el cumplimiento de la voluntad divina. Pero, a la vez, vemos en sus palabras una alabanza a su madre, María, la siempre bienaventurada por haber creído.

ANUNCIAN POSIBLE FECHA DE BEATIFICACIÓN DEL MÉDICO JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ


 

Anuncian posible fecha de beatificación del médico José Gregorio Hernández

Redacción ACI Prensa

Crédito: Facebook Conferencia Episcopal Venezolana



El vicario de Medios de la Arquidiócesis de Caracas (Venezuela), P. Honegger Molina, anunció que la beatificación del “médico de los pobres”, José Gregorio Hernández, se realizará a finales del mes de abril de 2021.

El 19 de junio de 2020 el Papa Francisco autorizó la promulgación de los decretos que darán a la Iglesia tres nuevos beatos, entre ellos el venezolano Gregorio Hernández.

En un video, el P. Molina indicó que este año el médico llegará a los altares y que actualmente solamente falta el acto litúrgico para que el futuro beato esté oficialmente animando “con su imagen a las comunidades”.


CADA VEZ MÁS CERCA DE LOS ALTARES

ACTO DE BEATIFICACIÓN DEL DR. #JoseGregorioHernandez SERÁ A FINALES DEL MES DE ABRIL. El @Pontifex_es FRANCISCO FIRMÓ EL DECRETO EN JUNIO DE 2020

"SE ABRE UNA ESPERANZA PARA VENEZUELA", AFIRMÓ EL PBRO. @honeggermolina @ReporteYa @bepocar pic.twitter.com/VKuNO4gziv

— Arquidiócesis de Caracas (@ArquiCaracas) January 24, 2021

“La convocatoria es para que los venezolanos durante estos meses nos preparemos para ese evento que será, con toda seguridad, a finales del mes de abril de este año 2021”, resaltó.

El sacerdote señaló que este año Venezuela “abre las puertas de la esperanza, de la alegría” y esperan con emoción este gran acontecimiento para la Iglesia.


Breve biografía de José Gregorio Hernández

José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía solo ocho años.

Estudió medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.

En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse.

Llegó a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que volver a Venezuela.

Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó volver a la vida religiosa. Decide convertirse en un católico ejemplar siendo médico, sirviendo al Señor en los enfermos.

Dedicaba dos horas diarias para servir a los pobres.

Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los Enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919.

Caracas se conmovió y muchos decían: "Ha muerto un santo". Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.