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4 DATOS QUE TAL VEZ NO CONOCÍAS DE LOS SANTOS INOCENTES

 



 4 datos que tal vez no conocías de los Santos Inocentes

POR HARUMI SUZUKI | ACI Prensa




Cerca de la celebración de la Fiesta de los Santos Inocentes, el sacerdote de la Arquidiócesis de Maracaibo (Venezuela), P. Silverio Osorio; y el director espiritual del Colegio Santa Rosa de Chosica (Perú), P. Paulo Saavedra, nos señalan algunos datos sobre el origen de esta conmemoración del martirio de aquellos niños por orden de Herodes, en su afán por acabar con la vida del Niño Jesús.


1.   La muerte de los santos inocentes fue un genocidio

El 28 de diciembre la Iglesia conmemora a “quienes dieron su vida –aun sin saberlo- por el Señor”, señaló el P. Silverio en una entrevista a ACI Prensa. Según “San Mateo en su capítulo 2 nos cuenta que fue Herodes el Grande: Primer Procurador de Galilea, luego Rey de los Judíos", el que "gobernaba cuando nació Jesús", y quien "mandó matar a los inocentes”.

Herodes pidió a los Magos de Oriente, que llegaron para ver al Niño que acababa de nacer en Belén, que cuando lo encontraran lo guiaran para que él también pueda adorarlo. Los magos conocieron al Niño Jesús gracias a una estrella que los llevó hasta el pesebre, pero regresaron a sus tierras por un camino distinto, pues un ángel les avisó en sueños que la verdadera intención de Herodes era matar al Salvador.

Debido a esto, Herodes manda a matar a todos los niños menores de dos años, esperando dar con Jesús y terminar con su vida para evitar el "peligro" que representaba para su propio reinado.


2. El llanto de Raquel

El P. Paulo señaló a ACI Prensa que en en el pasaje bíblico de Jeremías 31 se cumple “el texto del llanto de Raquel por sus hijos que ya no están”. “Así habla el Señor: ¡Escuchad! En Ramá se oyen lamentos, llantos de amargura: es Raquel que llora a sus hijos; no quiere ser consolada, porque ya no existen”, se señala en la Biblia.

Agregó que la muerte de estos niños es realmente inocente, porque efectivamente no tenían culpa y mueren “perseguidos por alguien que quería acabar con Cristo”. En ese sentido, dan su vida como inocentes por la sangre de Jesús, subrayó.


3.   Muestran la oposición de las tinieblas y la luz

El P. Silverio señaló que esta fecha se puede encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 30, donde nos dice que “La Huida a Egipto y la matanza de los inocentes (cf.  Mateo 2:13-18) manifiestan la oposición de las tinieblas a la luz: ‘Vino a su Casa, y los suyos no lo recibieron’”.

“Toda la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución. Los suyos la comparten con él (cf.  Juan 15:20). Su vuelta de Egipto (cf.  Mateo 2:15) recuerda el Éxodo (cf.  Ose 11:1) y presenta a Jesús como el liberador definitivo”, agrega el catecismo.


4.   En la actualidad, todavía existen santos inocentes

El P. Osorio dijo que estos santos inocentes también se pueden encontrar en la actualidad, en todos aquellos niños que son perseguidos y asesinados.

“Históricamente siguen siendo los mismos. Alegóricamente los abortados, los abusados, los muertos por las guerras y el hambre”, concluyó.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 28 DE DICIEMBRE DEL 2020 - LOS SANTOS INOCENTES

 



 Lecturas de hoy Los Santos Inocentes

Hoy, lunes, 28 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 123,2-3.4-5.7b-8


R/. Hemos salvado la vida,

como un pájaro de la trampa del cazador


Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,

cuando nos asaltaban los hombres,

nos habrían tragado vivos:

tanto ardía su ira contra nosotros. R/.


Nos habrían arrollado las aguas,

llegándonos el torrente hasta el cuello;

nos habrían llegado hasta el cuello

las aguas espumantes. R/.


La trampa se rompió, y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,

que hizo el cielo y la tierra. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»

José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»


Palabra del Señor




 «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.

San José nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto» (Mt 2,14).

Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.

Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas, sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que sufre».

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.