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domingo, 16 de agosto de 2020

HOY ES LA FIESTA DE SAN ESTEBAN I, 16 DE AGOSTO


Hoy es la fiesta de San Esteban I, rey de Hungría y de una familia santa
Redacción ACI Prensa




San Esteban (c. 975-1038) nació en Esztergom, Principado de Hungría, a inicios del último cuarto del siglo X, hijo del príncipe Géza de Hungría y de la reina Sarolta. Su nombre era Vajk pero al ser bautizado le fue cambiado por el de Esteban, después de que la familia real húngara abrazase el cristianismo.

Esteban, siendo joven, aprendió latín con San Adalberto y recibió educación cristiana. Contrajo matrimonio con la Beata Gisela de Baviera, hermana del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, San Enrique II. A la muerte de su padre, Géza, Esteban le sucede en el trono convirtiéndose en rey.

El pueblo húngaro rendía culto a diversas deidades y Esteban se propuso dar el ejemplo y difundir la fe cristiana, obteniendo abundantes conversiones. Recurrió al Papa Silvestre II para que Occidente reconociera su reino. El Pontífice envió a San Anastasio, discípulo de San Adalberto, para que lo corone. Asimismo organizó la vida política y religiosa de la nación, construyó iglesias y monasterios.

Entre sus más cercanos colaboradores estuvieron los monjes benedictinos, orden a la que pertenecieron los primeros obispos del nuevo reino, como San Anastasio, San Beszteréd, San Buldo, San Gerardo Sagredo, San Beneta, el Beato Sebastián de Esztergom, entre otros.

San Esteban, junto a su hijo, san Emerico, defendió a su pueblo de la invasión comandada por Conrado II, rey y luego emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Juntos lograron expulsar a los invasores el año 1030.

Emerico era el único hijo sobreviviente de Esteban -los había perdido a todos cuando eran pequeños-, por lo que era su consuelo. Trágicamente, Emerico -quien también sería proclamado santo- murió un año después en un accidente de caza. A partir de entonces, Esteban se aferró mucho más a Dios: su fe lo sostuvo para poder enfrentar las dificultades de sus últimos años, entre ellas las disputas que la sucesión de su reino traería. 

San Esteban murió el 15 de agosto de 1038 y fue sepultado en la Basílica de Székesfehérvár, que él mismo había hecho construir y que llegó a ser una de las más grandes e importantes de Europa.

El santo rey de Hungría fue canonizado por el Papa San Gregorio VII en 1083 y su fiesta se celebra cada 16 de agosto. 

SAN ROQUE, PEREGRINO, 16 DE AGOSTO

Roque, Santo
Peregrino, 16 de agosto


Por: n/a | Fuente: EWTN.com




Peregrino y Taumaturgo
Martirologio Romano: En la Lombardía, san Roque, que, nacido en Montpellier, del Languedoc, en Francia, adquirió fama de santidad peregrinando piadosamente y curando por toda Italia a los afectados de peste (c. 1379)

Etimológicamente: Roque = Fuerte como roca

Patrono de: hospitales, médicos, cirujanos, enfermeros, farmacéuticos, enfermos, agricultores, jardineros, carpinteros, sepultureros y prisioneros. Protector contra la peste, el cólera, la rabia, accidentes, y dolores de pie, piernas y rodillas.

Breve Biografía

Este santo se ha hecho famoso en el mundo por los grandes favores que consigue a favor de pobres y enfermos. Su popularidad ha sido verdaderamente extraordinaria cuando a pueblos o regiones han llegado pestes o epidemias, porque consigue librar de la enfermedad y del contagio a muchísimos de los que se encomiendan a él. Quizás él pueda librarnos de epidemias peligrosas.

San Roque nació en Montpellier, de una familia sumamente rica. Muertos sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió el dinero entre los pobres y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar santuarios.

Y en ese tiempo estalló la peste de tifo y las gentes se morían por montones por todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más abandonados. A muchos logró conseguirles la curación con sólo hacerles la señal de la Santa Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo les hacía la sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al contagio. Con todos practicaba la más exquisita caridad. Así llegó hasta Roma, y en esa ciudad se dedicó a atender a los más peligrosos de los apestados. La gente decía al verlo: "Ahí va el santo".

Y un día mientras atendía a un enfermo grave, se sintió también él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas negras y de úlceras. Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque solitario, y en el sitio donde él se refugió, ahí nació un aljibe de agua cristalina, con la cual se refrescaba.

Y sucedió que un perro de una casa importante de la ciudad empezó a tomar cada día un pan de la mesa de su amo e irse al bosque a llevárselo a Roque. Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le entró curiosidad, y siguió los pasos del perro, hasta que encontró al pobre llaguiento, en el bosque. Entonces se llevó a Roque a su casa y lo curó de sus llagas y enfermedades.

Apenas se sintió curado dispuso el santo volver a su ciudad de Montpellier. Pero al llegar a la ciudad, que estaba en guerra, los militares lo confundieron con un espía y lo encarcelaron. Y así estuvo 5 años en la prisión, consolando a los demás prisioneros y ofreciendo sus penas y humillaciones por la salvación de las almas.

Y un 15 de agosto, del año 1378, fiesta de la Asunción de la Virgen Santísima, murió como un santo. Al prepararlo para echarlo al ataúd descubrieron en su pecho una señal de la cruz que su padre le había trazado de pequeñito y se dieron cuenta de que era hijo del que había sido gobernador de la ciudad. Toda la gente de Montpellier acudió a sus funerales, y desde entonces empezó a conseguir de Dios admirables milagros y no ha dejado de conseguirlos por montones en tantos siglos.

Lo pintan con su bastón y sombrero de peregrino, señalando con la mano una de sus llagas y con su perro al lado, ofreciéndole el pan.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!


EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 20º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 16 de agosto de 2020


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (56,1.6-7):

Así dice el Señor: «Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»



Palabra de Dios
Salmo
Sal 66,2-3.5.6.8

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,13-15.29-32):

Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,21-28):

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor




+ Rev. D. Joan SERRA i Fontanet (Barcelona, España)

«Señor; (...) también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos»

Hoy contemplamos la escena de la cananea: una mujer pagana, no israelita, que tenía la hija muy enferma, endemoniada, y oyó hablar de Jesús. Sale a su encuentro y con gritos le dice: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo» (Mt 15,22). No le pide nada, solamente le expone el mal que sufre su hija, confiando en que Jesús ya actuará.

Jesús “se hace el sordo”. ¿Por qué? Quizá porque había descubierto la fe de aquella mujer y deseaba acrecentarla. Ella continúa suplicando, de tal manera que los discípulos piden a Jesús que la despache. La fe de esta mujer se manifiesta, sobre todo, en su humilde insistencia, remarcada por las palabras de los discípulos: «Atiéndela, que viene detrás gritando» (Mt 15,23).

La mujer sigue rogando; no se cansa. El silencio de Jesús se explica porque solamente ha venido para la casa de Israel. Sin embargo, después de la resurrección, dirá a sus discípulos: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15).

Este silencio de Dios, a veces, nos atormenta. ¿Cuántas veces nos hemos quejado de este silencio? Pero la cananea se postra, se pone de rodillas. Es la postura de adoración. Él le responde que no está bien tomar el pan de los hijos para echarlo a los perros. Ella le contesta: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos» (Mt 15,26-27).

Esta mujer es muy espabilada. No se enfada, no le contesta mal, sino que le da la razón: «Tienes razón, Señor». Pero consigue ponerle de su lado. Parece como si le dijera: —Soy como un perro, pero el perro está bajo la protección de su amo.

La cananea nos ofrece una gran lección: da la razón al Señor, que siempre la tiene. —No quieras tener la razón cuando te presentas ante el Señor. No te quejes nunca y, si te quejas, acaba diciendo: «Señor, que se haga tu voluntad».

SANTORAL DE HOY DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2020

Rosa Fan Hui, SantaRosa Fan Hui, Santa
Mártir, 16 de agosto
José Reñé Prenafeta, BeatoJosé Reñé Prenafeta, Beato
Sacerdote y Mártir, 16 de agosto
Ángel Agustín Mazzinghi, BeatoÁngel Agustín Mazzinghi, Beato
Presbítero, 16 de agosto
Juan de Santa Marta, BeatoJuan de Santa Marta, Beato
Presbítero y Mártir, 16 de agosto
Plácido García Gilabert, BeatoPlácido García Gilabert, Beato
Sacerdote y Mártir, 16 de agosto
Serena, santaSerena, santa
Emperatriz Romana, 16 de agosto
Roque, SantoRoque, Santo
Peregrino, 16 de agosto
Esteban de Hungría, SantoEsteban de Hungría, Santo
Memoria Litúrgica, 16 de agosto