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jueves, 12 de diciembre de 2019

ALÉGRATE, LLENA DE GRACIA; EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO

Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo
De los sermones de san Sofronio, obispo, patriarca de Jerusalén


Por: San Sofronio de Jerusalén | Fuente: Schola Veritatis




En la solemnidad litúrgica de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, no falte la enamorada alabanza de la comunidad Schola veritatis a la Santa Madre de Dios. Pero como no hallamos palabras que expresen su gloria y belleza con una elocuencia suficiente, recurrimos a un sermón del Obispo San Sofronio. Nació en Damasco, Siria (560-638), desde su juventud fue monje y en 634 fue nombrado patriarca de Jerusalén. Hagamos nuestro su canto a la Llena-de-gracia.



De los sermones de San Sofronio, obispo, patriarca de Jerusalén

Sermón 2, en la Anunciación de la Santísima Virgen

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. ¿Y qué puede ser más sublime que este gozo, oh Virgen Madre? ¿O qué cosa puede ser más excelente que esta gracia, que, viniendo de Dios, tú sólo has obtenido? ¿Acaso se puede imaginar una gracia más agradable o más espléndida? Todas las demás no se pueden comparar a las maravillas que se realizan en ti. Todas las demás son inferiores a tu gracia; todas, incluso las más excelsas, son secundarias y gozan de una claridad muy inferior.


El Señor está contigo. ¿Y quién es el que puede competir contigo? Dios proviene de ti; ¿quién no te cederá el paso, quién habrá que no te conceda con gozo la primacía y la precedencia? Por todo ello, contemplando tus excelsas prerrogativas, que destacan sobre las de todas las creaturas, te aclamo con el máximo entusiasmo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Pues tú eres la fuente del gozo no sólo para los hombres, sino también, para los ángeles del cielo.

Verdaderamente, bendita tú entre las mujeres, pues has cambiado la maldición de Eva en bendición; pues has hecho que Adán, que yacía postrado por una maldición, fuera bendecido por medio de ti.

Verdaderamente, bendita tú entre las mujeres, pues por medio de ti la bendición del Padre ha brillado para los hombres y los ha liberado de la antigua maldición.

Verdaderamente, bendita tú entre las mujeres, pues por medio de ti encuentran la salvación tus progenitores; pues tú has engendrado al Salvador, que les concederá la salvación eterna.

Verdaderamente, bendita tú entre las mujeres, pues sin concurso de varón has dado a luz aquel fruto que e bendición para todo el mundo, al que ha redimido de 1a maldición que no producía sino espinas.

Verdaderamente, bendita tú entre las mujeres, pues a pesar de ser una mujer, creatura de Dios como todas la demás, has llegado a ser, de verdad, Madre de Dios. Pues lo que nacerá de ti es, con toda verdad, el Dios hecho hombre, y, por lo tanto, con toda justicia y con toda razón, te llamas Madre de Dios, pues de verdad das a luz a Dios.

Tú tienes en tu seno al mismo Dios, hecho hombre en tus entrañas, quien, como un esposo, saldrá de ti para conceder a todos los hombres el gozo y la luz divina.

Dios ha puesto en ti, oh Virgen, su tienda como en un cielo puro y resplandeciente. Saldrá de ti como el esposo de su alcoba e, imitando el recorrido del sol, recorrerá n su vida el camino de la futura salvación para todos los vivientes, y, extendiéndose de un extremo a otro del cielo, llenará con calor divino y vivificante todas las cosas.

PAPA FRANCISCO: LOS SANTOS ESTÁN CERCA DE NOSOTROS Y NOS SOSTIENEN EN EL CAMINO DE LA VIDA


Papa Francisco: Los santos están cerca de nosotros y nos sostienen en el camino de la vida
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco recibió este 12 de diciembre a los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos con ocasión del 50º aniversario de la institución y destacó que “los santos no son seres humanos inalcanzables, sino que están cerca de nosotros y pueden sostenernos en el camino de la vida”.

Tras el saludo del prefecto del dicasterio, el Cardenal Angelo Becciu, el Papa Francisco recordó que el 8 de mayo de 1969 “San Pablo VI decidió sustituir la Congregación para los Sagrados Ritos por dos dicasterios: la Congregación para las Causas de los Santos y la Congregación para el Culto Divino. Con esta decisión hacía posible dedicar los recursos humanos y laborales adecuados a dos grandes áreas claramente diferenciadas, para responder mejor tanto a las peticiones cada vez numerosas de las Iglesias particulares como a la sensibilidad conciliar”.

En esta línea, el Pontífice destacó que en este medio siglo de actividad la Congregación “ha examinado un gran número de perfiles biográficos y espirituales de hombres y mujeres para presentarlos como modelos y guías de vida cristiana”, y añadió que “las numerosas beatificaciones y canonizaciones que se han celebrado en las últimas décadas significan que los santos no son seres humanos inalcanzables, sino que están cerca de nosotros y pueden sostenernos en el camino de la vida”.

“El testimonio de los beatos y de los santos nos ilumina, nos atrae y nos interpela, porque es ‘palabra de Dios’ encarnada en la historia y cercana a nosotros. La santidad impregna y acompaña siempre la vida de la Iglesia peregrina en el tiempo, a menudo de manera oculta y casi imperceptible”, explicó.

Por ello, el Santo Padre animó a “aprender a ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. Es muchas veces la santidad de la puerta de al lado, de los que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios”.

De este modo, el Papa Francisco insistió que este dicasterio “está llamado a verificar las diversas modalidades de la santidad heroica, la que resplandece más visible como la más oculta y menos aparente, pero igualmente extraordinaria”.

“La santidad es la verdadera luz de la Iglesia: como tal, debe ser colocada en el candelabro para que pueda iluminar y guiar el camino hacia Dios de todo el pueblo redimido”, exclamó el Papa.

Además, el Pontífice alabó el trabajo que se realiza en este ámbito desde la antigüedad “con escrupulosidad y exactitud en la investigación, con seriedad y pericia en el estudio de las fuentes procesales y documentales, con objetividad y rigor en el examen y en cada nivel de juicio, concerniente al martirio, a la heroicidad de las virtudes, al ofrecimiento de la vida y al milagro”.

En este sentido, Francisco los exhortó a “continuar por el camino trazado y seguido durante unos cuatro siglos por la Congregación de los Sagrados Ritos, y continuado durante los últimos cincuenta años por la Congregación de las Causas de los Santos”.

También, el Papa instó a los postuladores a ser “cada vez más conscientes de que su función requiere una actitud de servicio a la verdad y de cooperación con la Santa Sede” y añadió que “no deben dejarse guiar por visiones materiales e intereses económicos, no deben buscar su afirmación personal y, sobre todo, deben evitar todo aquello que esté en contradicción con el significado de la labor eclesial que realizan”.

“Los postuladores no deben olvidar nunca que las causas de beatificación y canonización son realidades de naturaleza espiritual, no solamente procesal. Por eso deben ser tratadas con una marcada sensibilidad evangélica y con rigor moral”, dijo el Papa.

Finalmente, el Santo Padre agradeció a la Congregación para las Causas de los Santos por “su diligente servicio a toda la Iglesia”, ya que “a través de su obra están al lado especialmente de los obispos para apoyar su compromiso de difundir la conciencia de que la santidad es la exigencia más profunda de todo bautizado, el alma de la Iglesia y el aspecto primario de su misión”.

PAPA FRANCISCO: EN LA VIRGEN DE GUADALUPE, MARÍA SE MESTIZÓ PARA SER MADRE DE TODOS


Papa Francisco: En la Virgen de Guadalupe, María se mestizó para ser Madre de todos
Redacción ACI Prensa





El Papa Francisco celebró este 12 de diciembre en la Basílica de San Pedro la Misa por la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la que destacó el carácter mestizo de esta aparición con la que María se hizo madre de toda la humanidad.

En una homilía improvisada en español, el Pontífice afirmó que si bien los hombres dan diferentes títulos a la Virgen como parte de su amor filial, estos “no tocaban en nada ese ser mujer discípula” de María, que además es madre y mestiza.

“San Bernardo nos decía que cuando hablamos de María nunca es suficiente la alabanza, los títulos de alabanza, pero no tocaban para nada ese humilde discipulado de ella. Discípula, fiel a su Maestro que es su Hijo, el único Redentor. Jamás quiso para sí tomar algo de su Hijo, jamás se presentó como co-redentora. Discípula”, expresó.

María, reiteró, “nunca robó para sí nada de su Hijo. Lo sirvió porque es Madre. Da la vida, en la plenitud de los tiempos, como escuchamos, a ese Hijo nacido de mujer”.

Asimismo, Francisco abordó el carácter femenino de la Iglesia. “Algún santo padre dice que lo que se dice de María se puede decir a su manera de la Iglesia y a su manera del alma nuestra, porque la Iglesia es femenina, y nuestra alma tiene esa capacidad de recibir de Dios la gracia, y en cierto sentido los padres la veían como femenina. No podemos pensar la Iglesia sin este principio mariano que se extiende”.

Indicó que “cuando buscamos el papel de la mujer en la Iglesia, podemos ir por la vía de la funcionalidad, porque la mujer tiene funciones que cumplir en la Iglesia, pero eso nos deja a mitad de camino. La mujer en la Iglesia va más allá, con ese principio mariano que maternaliza a la Iglesia y la transforma en la Santa Madre Iglesia”.

“María mujer, María madre, sin otro título esencial, los otros títulos, pensemos en la letanía lauretana, son títulos de hijos enamorados que le cantan a la Madre, pero no tocan la esencialidad del ser de María: mujer y madre; y el tercer adjetivo que yo le diría, mirándola, se nos quiso mestiza. Se mestizó”.

Sin embargo, precisó que se mestizó “no solo con el Juan Dieguito, con el pueblo. Se mestizó para ser madre de todos, se mestizó con la humanidad. ¿Por qué? Porque ella mestizó a Dios. Y ese es el gran misterio: María madre mestiza a Dios, verdadero Dios y verdadero hombre en su Hijo”.

“María es mujer, es nuestra Señora; María es madre de su Hijo y de la Santa Madre Iglesia jerárquica; María es mestiza, mujer de nuestros pueblos pero que mestizó a Dios”.

En ese sentido, el Papa Francisco le pidió a la Virgen María, “que nos hable como le habló a Juan Diego desde estos tres títulos, con ternura, con calidez femenina y con la cercanía del mestizaje”.

Antes de la bendición final, el Cardenal Marc Ouellet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, saludó al Santo Padre por los 50 años de sacerdocio que cumplirá mañana 13 de diciembre.

El Purpurado agradeció a Dios por el Papa Francisco, cuyo ministerio sacerdotal y petrino lo ejerce “en espíritu de humildad y misericordia, en espíritu de reforma y santidad, dando prioridad y sumo cariño a los más necesitados de caridad y esperanza, y en especial a los pobres”.

El Cardenal Ouellet dijo que “no todos logran entender plenamente el alcance de sus gestos, palabras y decisiones, pero le puedo asegurar que el pueblo de Dios que camina en la fe se siente animado y consolado por su ejemplo y magisterio”.

“Le renovamos con gozo nuestra adhesión filial y compartimos las ofrendas de oración alegre y agradecida que, hoy suben al Cielo, desde todos los rincones del planeta por la excelencia de su ministerio sacerdotal y petrino que tanto bien hacen a la Iglesia”, expresó.

Antes de retirarse de la Basílica de San Pedro, el Pontífice tuvo un momento de oración frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Como se recuerda, en su viaje a México en febrero de 2016, Francisco rezó frente a la tilma de San Juan Diego donde se plasmó la imagen mariana.


LECTURAS BÍBLICAS DE HOY JUEVES 2°SEMANA DE ADVIENTO,12 DE DICIEMBRE DE 2019


Lecturas de hoy Jueves de la 2ª semana de Adviento
Hoy, jueves, 12 de diciembre de 2019


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (41,13-20):

YO, el Señor, tu Dios,
te tomo por la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio
-oráculo del Señor-,
tu libertador es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo,
aguzado, de doble filo:
trillarás los montes hasta molerlos;
reducirás a paja las colinas;
los aventarás y el viento se los llevará,
el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor,
te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la encuentran;
su lengua está reseca por la sed.
Yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas,
en medio de los valles, manantiales;
transformaré el desierto en marisma
y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, mirtos, y olivares;
plantaré en la estepa cipreses,
junto con olmos y alerces,
para que vean y sepan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 144,1.9.10-11.12-13ab

R/. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad.

V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.

V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

V/. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,11-15):

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos, que oiga».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 12 de diciembre de 2019
Juan Lozano, cmf


Querido amigo/a:

No sé si alguna vez te han llamado “gusanito” o “oruga”, pero aunque no lo parezca, en el profeta Isaías se trata de un piropo; es algo así como decir “mi chiquitín”, “mi vida”. Es la consolación que Dios hace a través del profeta, con la que nos quiere consolar, hacer fuertes -te convierto en trillo aguzado-, y fructificar toda esterilidad en nosotros -transformaré el desierto en estanque-.

Si alguien fue piropeada por Dios, fue la Virgen María, otra de las protagonistas del Adviento, como no podía ser menos. Especialmente toda América Latina la venera hoy bajo la advocación de Ntra. Sra. de Guadalupe.  Hoy miramos su disponibilidad a Dios, su sí a Él, y la puerta que esta aceptación y entrega supone para todos los creyentes: nada más y nada menos que el nacimiento de nuestro Salvador, que dentro de poco celebraremos.

Dos ideas por si te ayudan a vivir esta jornada de la mano de María.

1ª Si el cristianismo fuera una ideología, una ideología no necesita de una madre. Pero como el cristianismo es fundamentalmente el encuentro con la persona de Jesucristo, para dicho encuentro sí necesitamos de la Madre de “ese” con quien nos queremos encontrar, porque ella nos lleva a su encuentro. Por eso, cada vez que oramos a Dios con María, le estamos diciendo: “María, muéstranos a tu Hijo”. Pídeselo hoy. Pídele a nuestra Madre que te ayude a conocer más a Jesús, para amarlo más y seguirle mejor.

2º. Celebrar a María es recordarnos que tenemos una Madre en el camino del seguimiento de Jesús, que no estamos solos. Es recordarnos que la fe es un camino de alegría, porque el Señor está con nosotros. Y cuando lo olvidemos, basta con mirar a la Madre, cómo ella lo vivió; su sí fue plenificado, su confianza no quedó defraudada. Ella nos recuerda que este camino, que esta apuesta es, incluso cuando todo parece perdido en medio de la noche, de ganadores.

El Evangelio de hoy nos presenta la persona de Juan el Bautista, encarcelado por anunciar a Jesús.

Siempre se ha hecho violencia contra el Reino de Dios, como nos recuerda hoy el Señor: desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Por eso necesitamos de la fortaleza que la Virgen María tuvo para mantenerse con esperanza en el camino de la fe frente a todas las adversidades.

¡Ntra. Sra. de Guadalupe, ruega por nosotros!

Vuestro hermano en la fe: 


Juan Lozano, cmf.

LECTURAS BÍBLICAS DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, 12 DE DICIEMBRE


12 De Diciembre 2019 
Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe



Primera lectura
Za 2, 14-17
“Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén,
pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor.
Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día;
ellas también serán mi pueblo
y yo habitaré en medio de ti
y sabrás que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a ti.
El Señor tomará nuevamente a Judá
como su propiedad personal en la tierra santa
y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida”.

¡Que todos guarden silencio ante el Señor,
pues él se levanta ya de su santa morada!

O bien:
Ap 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.

Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.

Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: “Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías”.


Salmo Responsorial
Jdt 13, 18bcde. 19

R. (15, 9d) Tú eres la honra de nuestro pueblo.
Que el Altísimo te bendiga,
más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Señor, creador de cielo y la tierra.
R. (15, 9d) Tú eres la honra de nuestro pueblo.
Hoy el Señor te ha engrandecido tanto,
que no dejarán de alabarte aquellos hombres
que se acuerdan en la tierra del poder de Dios.
R. (15, 9d) Tú eres la honra de nuestro pueblo.


Aclamación antes del Evangelio

R. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María,
y digna de toda alabanza,
porque de ti nació el sol de justicia,
Jesucristo, nuestro Dios.
R. Aleluya.

Evangelio
Lc 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.


O bien:
Lc 1, 39-48
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la Madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".

Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi Salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".