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sábado, 3 de agosto de 2019

10 DATOS QUE TAL VEZ NO SABÍAS DEL SANTO CURA DE ARS


10 datos que tal vez no
 sabías del Santo Cura de Ars
Redacción ACI Prensa





"Si fuera sacerdote, querría conquistar muchas almas", dijo una vez a su madre San Juan María Vianney, también conocido como el Santo Cura de Ars, cuya fiesta se celebra este 4 de agosto.

Aquí 10 datos que tal vez no conocías de este sacerdote diocesano, miembro de la Tercera Orden Franciscana y patrono de los párrocos.

1. Su primera comunión fue accidentada

La Revolución Francesa trajo persecución contra los sacerdotes, e incluso, después de ella tenían que disfrazarse para pasar de incógnito. Cuando el joven Juan recibió la primera comunión, llevaron carros de heno, los pusieron frente a las ventanas de la casa de su mamá y empezaron a descargar el material durante la ceremonia para evitar problemas con las autoridades.

El santo siempre recordará este día, en el que derramó lágrimas de alegría al recibir al Señor y atesoró el Rosario que su madre le regaló en aquella ocasión.

2. Casi se retira de la escuela de seminaristas

Cuando la Iglesia obtuvo algo de libertad en Francia, el P. Balley, párroco de Ecculy, abrió una pequeña escuela para jóvenes con inquietudes vocacionales. Juan logró ingresar, pero debido a su dificultad para los estudios, estuvo a punto de renunciar. En consecuencia, el sacerdote le sugirió que hiciera un peregrinaje al Santuario de San Francisco de Regis. Regresó renovado.

3. Desertó del ejército

Napoleón quería conquistar toda Europa y Juan fue llamado al ejército porque no aparecía en la relación de ningún seminario. Cayó gravemente enfermo y, cuando recuperó la salud, fue en busca de su regimiento que ya se había marchado, pero en el camino volvió a enfermar. Buscó refugio por varios días y se dio cuenta que, sin querer, se había convertido en un desertor.


Buscó a un mayor que escondía desertores y este le aconsejó que se quedara en casa de uno de sus familiares. Adoptó el nombre de Jerome Vincent hasta que más adelante un decreto imperial concedió amnistía a los desertores.

4. Lo expulsaron del seminario

Juan logró ingresar al Seminario Mayor de Lyon, pero por su insuficiente conocimiento del latín no entendía ni podía responder a los formadores. Le pidieron que se marchara, lo que le produjo un inmenso dolor y desaliento. Sin embargo, P. Balley nuevamente fue en su ayuda y siguió los estudios en privado en Ecculy, cerca de Lyon.

Sus cualidades morales sobrepasaron cualquier deficiencia académica.

5. Su maestro fue su primer penitente

Una vez ordenado sacerdote fue enviado a ayudar al P. Balley, pero las autoridades diocesanas no le dieron permiso para confesar. El P. Balley intercedió y él mismo fue el primero en confesarse con San Juan María Vianney.

Años más tarde el P. Balley murió en brazos del santo, quien sufrió como si hubiera perdido a su padre.

6. Tuvo una profecía en Ars

Las autoridades eclesiásticas lo enviaron al pequeño pueblo de Ars porque pensaban que con sus limitaciones intelectuales no podría servir en una comunidad grande. Sin embargo, al llegar hizo una profecía: "la parroquia no será capaz de contener a las multitudes que vendrán hacia aquí".

Poco a poco el sacerdote se fue ganando el amor del pueblo y les inculcó el amor a la Eucaristía, siendo su fiesta favorita el Corpus Christi.

Cuando el Papa Pío IX definió el dogma de la Inmaculada Concepción, el santo pidió a los fieles que iluminaran sus casas en la noche y las campanas del templo resonaron por horas. La gente de los pueblos cercanos, al ver los destellos, pensó que el pueblo se estaba quemando y acudieron a apagar el supuesto incendio.

7. Tenía una profunda devoción a Santa Filomena

San Juan tenía una profunda devoción a Santa Filomena, una joven mártir de los primeros siglos del cristianismo, a quien llamaba su “agente con Dios” y construyó una capilla en su honor y un santuario. Cierto día enfermó de gravedad y prometió ofrecer 100 Misas en honor de Santa Filomena.

Cuando la primera Misa estaba siendo ofrecida, cayó en éxtasis y se le escuchó murmurar varias veces “Filomena”. Al volver en sí, exclamó que estaba curado y se lo atribuyó a la santa.

8. La tentación era recurrente en su vida

El cura de Ars sufrió la tentación de desear la soledad y se sentía incapaz para el servicio que brindaba en la ciudad. En una oportunidad le rogó a su Obispo que lo dejase renunciar y hasta en tres ocasiones llegó a irse del pueblo, pero siempre regresó.

9. Luchó pacientemente contra el demonio

El demonio siempre molestaba al Santo Cura de Ars con ruidos extraños y fuertes por las noches. Su intención era agotarlo para que no tuviera fuerzas para confesar o celebrar la Eucaristía.

Cierto día que el santo se disponía revestirse para la Santa Misa, el maligno incendió su cama. San Juan, sabiendo que el enemigo quería detener el oficio divino, dio las llaves del cuarto a aquellos que iban a apagar el fuego y prosiguió.

"El villano, al no poder atrapar al pájaro le prende fuego a su jaula", fue lo único que dijo. Mucho tiempo después, el Señor premió al santo con un extraordinario poder de expulsar demonios de las personas poseídas.

10. Nunca fue nombrado párroco

Todos conocen a San Juan María Vianney con el título de Cura de Ars. “Poco importa la opinión de algún canonista exigente que dirá, a nuestro juicio con razón, que el Santo no llegó a ser jurídicamente verdadero párroco de Ars, ni aun en la última fase de su vida, cuando Ars ganó en consideración canónica”, según explica Lamberto de Echeverría, autor del libro El Santo Cura de Ars.

El Obispo de Belley solo le concedió el título de canónigo pero “el hecho real es que consagró prácticamente toda su vida sacerdotal a la santificación de las almas del minúsculo pueblo de Ars y que de esta manera unió, ya para siempre, su nombre y la fama de su santidad al del pueblecillo”.

LECTURAS BÍBLICAS Y COMENTARIO DEL DOMINGO 4 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas de hoy Domingo 18º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Hoy, domingo, 4 de agosto de 2019


Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiastés (1,2;2,21-23):

¡Vanidad de vanidades!, —dice Qohélet—. ¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!
Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave dolencia.
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?
De día su tarea es sufrir y penar; de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 89

R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

V/. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.

V/. Si tú los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

V/. Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.

V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses
 (3,1-5.9-11):

Hermanos:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

EN aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dije a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo:
“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo:
“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor




CONTRA LA INSENSATEZ


Cada vez conocemos mejor la situación social y económica que Jesús conoció en la Galilea de los años treinta. Mientras en las ciudades de Séforis y Tiberíades crecía la riqueza, en las aldeas aumentaba el hambre y la miseria. Mientras los campesinos se quedaban sin tierras, los terratenientes construían silos y graneros cada vez más grandes.

En un pequeño relato, conservado por Lucas, Jesús revela qué piensa de aquella situación tan contraria al proyecto querido por Dios, de un mundo más humano para todos. No narra esta parábola solo para denunciar los abusos y atropellos que cometen los terratenientes, sino para desenmascarar la insensatez en que viven instalados.

Un rico terrateniente se ve sorprendido por una gran cosecha. No sabe cómo gestionar tanta abundancia. «¿Qué haré?». Su monólogo nos descubre la lógica insensata de los poderosos que solo viven para acaparar riqueza y bienestar, excluyendo de su horizonte a los necesitados.

El rico de la parábola planifica su vida y toma decisiones. Destruirá los viejos graneros y construirá otros más grandes. Almacenará allí toda su cosecha. Puede acumular bienes para muchos años. En adelante, solo vivirá para disfrutar: «túmbate, come, bebe y date buena vida». De forma inesperada, Dios interrumpe sus proyectos: «Insensato, esta misma noche, te van a exigir tu vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?».

Este rico reduce su existencia a disfrutar de la abundancia de sus bienes. En el centro de su vida está solo él y su bienestar. Dios está ausente. Los jornaleros que trabajan sus tierras no existen. Las familias de las aldeas que luchan contra el hambre no cuentan. El juicio de Dios es rotundo: esta vida solo es necedad e insensatez.

En estos momentos, prácticamente en todo el mundo está aumentando de manera alarmante la desigualdad. Este es el hecho más sombrío e inhumano: «los ricos, sobre todo los más ricos, se van haciendo mucho más ricos, mientras los pobres, sobre todo los más pobres, se van haciendo mucho más pobres» (Zygmunt Bauman).

Este hecho no es algo normal. Es, sencillamente, la última consecuencia de la insensatez más grave que estamos cometiendo los humanos: sustituir la cooperación amistosa, la solidaridad y la búsqueda del bien común de toda la Humanidad por la competición, la rivalidad y el acaparamiento de bienes en manos de los más poderosos del Planeta.

Desde la Iglesia de Jesús, presente en toda la Tierra, se debería escuchar el clamor de sus seguidores contra tanta insensatez, y la reacción contra el modelo que guía hoy la historia humana. Así lo está haciendo repetidamente el papa Francisco.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (12,13-21)

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 3 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas del Sábado de la 17ª semana del Tiempo Ordinario
 Sábado, 3 de agosto de 2019



Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (25,1.8-17):

El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí: «Haz el cómputo de siete semanas de años, siete por siete, o sea cuarenta y nueve años. A toque de trompeta darás un bando por todo el país, el día diez del séptimo mes. El día de la expiación haréis resonar la trompera por todo vuestro país. Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis la manumisión en el país para todos sus moradores. Celebraréis jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y retornará a su familia. El año cincuenta es para vosotros jubilar; no sembraréis ni segaréis el grano de ricio ni cortaréis las uvas de cepas bordes. Porque es jubileo; lo considerarás sagrado. Comeréis de la cosecha de vuestros campos. En este año jubilar cada uno recobrará su propiedad. Cuando realices operaciones de compra y venta con alguien de tu pueblo, no lo perjudiques. Lo que compres a uno de tu pueblo se tasará según el número de años transcurridos desde el jubileo. Él a su vez te lo cobrará según el número de cosechas anuales: cuantos más años falten, más alto será el precio; cuantos menos, menor será el precio. Porque él te cobra según el número de cosechas. Nadie perjudicará a uno de su pueblo. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 66

R/. oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

el Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia, 
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,1-12):

En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús, y dijo a sus cortesanos: «Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas».
Es que Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Filipo, porque Juan le decía que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, tenía miedo a la gente, porque creían que Juan era un profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. 
Ella, aconsejada por su madre, le dijo: «Dame, ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó degollar a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio del sábado, 3 de agosto de 2019
 CR
Queridos amigos:

En la historia de la Iglesia hay varias parejas de esposos canonizadas o beatificadas: aparte de san Joaquín y santa Ana, podemos señalar a san Isidro Labrador y santa María de la Cabeza, o los esposos Martin, padres de Teresa del Niño Jesús, o el matrimonio italiano Luigi y Maria Beltrame. Ellos, y tantos más, han sido recíprocamente signo y estímulo para vivir el evangelio, mediación del amor de Dios.

Pero en la historia se han dado también influencias en sentido contrario. No es el caso de Herodías el primero que narra la Escritura sobre el influjo negativo de la mujer del rey sobre la decisión del monarca. Baste evocar la historia de Ajab y Jezabel a propósito de la viña de Nabot. Jezabel urde una red de complicidades (ancianos, notables y un par de canallas) y provoca la ejecución de Nabot. Ajab, libre ya de todo escrúpulo, podrá por fin apoderarse de la viña.

También hallamos un poderoso influjo en el terreno de la amistad: mencionemos, por solo citar historias luminosas, la de Francisco y Clara de Asís o la de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Apuntamos una algo más reciente: la Madre Magdalena de Jesús Sacramentado, pasionista, ejerció una influencia muy positiva sobre el P. Juan Arintero, dominico y director espiritual suyo; en cierto modo podemos decir que la dirigida se volvió directora, punto en que se manifiesta un rasgo admirable del “genio femenino”.

Hay otro aspecto en la historia de hoy: Herodías influye en la decisión de Herodes por tercero interpuesto: su propia hija. La madre ha sabido aguardar el momento y, entre bastidores, mueve los hilos de un drama que se consuma en la muerte del Bautista. El evangelista denuncia la red de complicidades que se dan en esta muerte y anticipa la que se tejerá en torno a la muerte de Jesús. La cuestión que se plantea es esta: ¿en qué sentido encauzas tu ascendiente sobre otras personas?, ¿en qué sentido ejerces tu influencia sobre los más cercanos a ti?

SANTORAL DEL DOMINGO 4 DE AGOSTO DE 2019

Juan María Vianney, Santo
Memoria Litúrgica, 4 de agosto
Federico Janssoone, Beato
Presbítero franciscano, 4 de agosto
Cecilia Cesarini, Beata
Religiosa, 4 de agosto
Enrique Krzysztofik, Beato
Presbítero y Mártir, 4 de agosto
Guillermo Horn, Beato
Monje y Mártir, 4 de agosto
Aristarco, Santo
Discipulo de San Pablo, 4 de agosto