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martes, 15 de enero de 2019

ESTE MILAGRO PERMITIRÍA BEATIFICACIÓN DEL MÉDICO JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ EN VENEZUELA


Este milagro permitiría beatificación del médico José Gregorio Hernández en Venezuela
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa





El Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas, dio a conocer el que sería el milagro para la beatificación del venerable médico venezolano don José Gregorio Hernández.

En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal explicó que “recientemente se realizó en San Fernando de Apure el proceso canónico de un presunto milagro ocurrido en esa diócesis”.

El Purpurado dijo que este proceso se realiza cuando “se tiene indicios de que un hecho real no tiene explicación natural. Se trata de una investigación oficial, eclesiástica y regida por normativas canónicas. Es un estudio muy serio, diligente y muy detallado del presunto hecho sobrenatural”.

En este caso, dijo el Arzobispo Emérito, “el hecho investigado como presunto milagro fue la curación extraordinaria de una niña que recibió un balazo en la cabeza, con pronóstico reservado”.

“A pesar de muchas circunstancias adversas: lugar lejano, mucho tiempo transcurrido entre el incidente y la llegada al hospital, y del pronóstico inicialmente negativo de los médicos, la niña se curó totalmente, de manera inexplicable por causas naturales”, indicó el Cardenal Urosa a ACI Prensa.

Para la sanación de la menor se pidió la intercesión de don Gregorio Hernández y “a él se atribuye la intervención de Dios para la curación de la niña”.

El Arzobispo explicó que el Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de Caracas; Mons. Tulio Ramírez, Vicepostulador de la causa de beatificación del venerable José Gregorio Hernández, “y los sacerdotes que han realizado la investigación, tienen mucha confianza en que se pueda obtener en Roma la calificación de milagro para este hecho”.

La investigación concluyó en Venezuela y será enviada a la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.

El Cardenal Urosa dijo a ACI Prensa que “don Gregorio tiene fama de santidad desde el mismo momento de su muerte, y a lo largo de los años su personalidad se percibe cada vez más como un ser humano extraordinario, de grandes cualidades y virtudes”.

“Fue excelente profesor universitario, investigador científico, médico acertadísimo y sumamente generoso, hombre querido por toda la comunidad caraqueña de su época, sin distinción de clases sociales”. Asimismo, como católico practicante, "brilló por su ardiente caridad hacia el prójimo, especialmente hacia los pobres”.

“Su testimonio nos invita a seguir el camino de Jesucristo, que es el camino hacia la felicidad y hacia la salvación eterna, y demuestra la importancia de la vivencia de la fe para el óptimo desempeño humano”, concluyó.

Breve biografía

José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado de Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía solo ocho años.

Estudió medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.

En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse. 

Llegó a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que volver a Venezuela.

Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó volver a la vida religiosa. Decide convertirse en un católico ejemplar siendo médico, sirviendo al Señor en los enfermos.

Dedicaba dos horas diarias para servir a los pobres.

Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los Enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919.

Caracas se conmovió y muchos decían: "Ha muerto un santo". Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 15 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 15 de enero de 2019


Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,5-12):

DIOS no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras:
«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el ser humano, para que mires por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
todo lo sometiste bajo sus pies».
En efecto, al someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no vemos todavía que le esté sometido todo.
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos.
Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación.
El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, pues dice:
«Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 8,2a.5.6-7.8-9

R/. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

V/. ¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R/.

V/. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R/.

V/. Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

EN la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios



Comentario al Evangelio de hoy martes, 15 de enero de 2019
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Uno de los rasgos más llamativos del Jesús histórico fue su excepcional conciencia de autoridad, en el hablar y en el actuar. Esto llamó la atención de sus contemporáneos, que alguna vez le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces esto?” En las sinagogas de su tiempo se practicaba la lectura bíblica y la predicación explicativa; había especialistas en ello, los llamados “escribas”. Estos, al exponer el sentido del texto, disfrutaban citando a escribas anteriores; así mostraban su erudición y daban peso a sus afirmaciones.

Pero Jesús es diferente. Debió de tener algún maestro particular (sabía leer y escribir, cosa nada corriente por entonces), pero lo suyo no llegó a “carrera” de escriba; los contrincantes se preguntarán: “¿Cómo puede este saber de letras sin haber estudiado?”  (Jn 7,15). Es indiscutible que gozó de una perspicacia extraordinaria y de gran capacidad persuasiva; por eso en la sinagoga se le ofrecía oportunidad para leer o predicar. El Talmud, siglos más tarde, le acusa de “haber seducido a Israel”; y sabemos que en la “seducción” juega un papel importante la palabra.

A la palabra de Jesús le dio una credibilidad extraordinaria el hecho de ir acompañada de signos, que visualizaban el contenido de lo que exponía. Ayer le oíamos anunciar la llegada del reino de Dios y hoy le vemos curando a un desesperado enfermo psíquico, un “endemoniado”, probablemente menospreciado por los israelitas, ya que en él suponían que actuaban poderes opuestos a Yahvé. Quizá no se sepa con precisión en qué consistía su enfermedad; lo importante es que en él, por medio de Jesús, Yahvé muestra que comienza a reinar, que el dolor humano retrocede y la comunión entre los humanos se restablece. Jesús anuncia y “realiza” la llegada de los tiempos mesiánicos. Ante esto, solo cabe la admiración: “¿Qué es esto?”. Y se perfila mejor la imagen tradicional de Dios: no desea otra cosa que el bienestar humano.

Recordando esta demostración, y otras que la seguirán, y recodando igualmente la autoridad de la palabra magistral de Jesús, la Iglesia naciente seguirá reflexionando acerca de él; le “ve coronado de gloria y honor” y le aplica el dicho del Salmo 8: “todo lo sometiste bajo sus pies”. Es otra forma de confesarle “Señor”.

Esto lo reafirma la carta a los Hebreos con una expresión que debió de tomar de una antigua fórmula bautismal: Jesús es Señor, “por quien existe todo y para quien existe todo” (cf. 1Co 8,5-6). Pero el erudito autor añade una observación de interés: “no vemos todavía que le esté sometido todo”. Jesús, por tanto, es el Señor de derecho, pero no lo es de hecho. Hay muchos que no le conocen, otros,, conociéndole, le rechazan; hay mucho poder del mal y estructuras de pecado. Hay en nosotros mismos, en nuestra sensibilidad y criterios, “zonas no suficientemente bautizadas”, poco iluminadas por su presencia.

Recibamos por tanto una llamada a la conversión, a dejarnos guiar y transformar por Él, y también una llamada a la misión, al testimonio, de modo que algún día ya no se pueda cantar aquello de “no es tu reino, Señor, la tierra no es tu reino”.

Vuestro hermano 
Severiano Blanco cmf

SAN PABLO EL ERMITAÑO, 15 DE ENERO


Hoy se recuerda a San Pablo el ermitaño, quien se alejó del mundo por salvarlo
Redacción ACI Prensa





Cada 15 de enero se recuerda a San Pablo, considerado “el ermitaño” porque entregó su vida a Dios por la salvación de las almas, viviendo y sacrificándose en una ermita, es decir en una habitación o lugar solitario y retirado del mundo.

San Jerónimo, en el siglo quinto (V), contó que San Pablo el ermitaño nació en el 228 en Egipto. Fue bien educado por sus padres pero a los 14 años quedó huérfano. En el año 250 estalló una gran persecución contra los cristianos que buscaba que los creyentes renegaran de su religión.

San Pablo entonces se escondió pero su cuñado, que quería quedarse con sus bienes, lo denunció ante las autoridades. Pablo huyó al desierto y en la soledad se dio cuenta que podía encontrarse tranquilamente con Dios. De esta manera se propuso ayudar al mundo con penitencias y oraciones por la conversión de los pecadores.


Cuenta San Jerónimo que Pablo se alimentaba de una palmera y cuando esta no tenía dátiles un cuervo le llevaba medio pan.

Por aquel entonces el gran San Antonio Abad, padre del monacato, oyó en sueños que había otro ermitaño más antiguo que él y emprendió un viaje para encontrarlo. Cuando llegó a la cueva donde estaba San Pablo, este tapó la entrada con una piedra pensando que era una fiera. San Antonio le suplicó por largo rato que liberara la puerta para poder saludarlo.

San Pablo finalmente salió y los dos santos, sin haberse visto antes, se saludaron llamándose por su nombre. Luego se arrodillaron y dieron gracias a Dios. Un cuervo les llevó un pan entero y ambos lo partieron tomando cada uno una mitad.

Al día siguiente San Pablo anunció que ya había llegado el momento de partir al cielo y le pidió a San Antonio que fuera a su monasterio para que le traiga el manto que el Obispo San Atanasio le regaló porque quería ser amortajado con aquella vestimenta.

San Atanasio, sorprendido por todo lo que sabía San Pablo, fue a traer el manto y cuando estaba de regreso contempló en una visión que el alma de Pablo subía al cielo rodeado de Apóstoles y ángeles.


Al llegar a la cueva del ermitaño, San Antonio encontró el cadáver de San Pablo arrodillado con los ojos mirando al cielo y los brazos en cruz. De esta manera, San Pablo murió en el silencioso y humilde servicio de la oración.  

La tradición afirma que luego llegaron dos leones que cavaron una sepultura y San Antonio pudo enterrar allí a su amigo Pablo. San Antonio, como respeto, siempre conservó la vestidura de San Pablo hecha de hojas de palmera y se revestía con ellas en grandes festividades.

San Jerónimo decía: "si el Señor me pusiera a escoger, yo preferiría la pobre túnica de hojas de palmera con la cual se cubría Pablo el ermitaño, porque él era un santo, y no el lujoso manto con el cual se visten los reyes tan llenos de orgullo".

SAN MAURO DE GLANFEUIL, ABAD, 15 DE ENERO

Mauro de Glanfeuil, Santo
Abad, 15 de enero 


Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid 



Abad

Martirologio Romano: En Glanfeuil, junto al río Loire, en el territorio de Anjou, de la Galia (hoy Francia), san Mauro, abad (s. VI/VII).
Etimología: Aquel que procede de Mauritania, es de origien latino.
Breve Biografía

Nació en Roma de una familia ilustre el año 511. Se educa desde su adolescencia bajo la dirección de S. Benito, llegando a ingresar en su orden donde llega a ser Abad y fundador de muchos monasterios en Francia.

Taumaturgo por el episodio del estanque con el niño Plácido, la curación de los menesterosos y sus relaciones con el conde Gaidulfo, enemigo funesto de los monjes franceses. Su gran espíritu de penitencia le impulsa a retirarse a bien morir. Entrega su alma a Dios el 15 de enero del 583.

Al no constar el tiempo en que llegaron sus reliquias a Extremadura, sólo se puede afirmar ser muy antigua su veneración. El Sínodo diocesano de 1501 se expresa en estos términos: "Y así mismo, mandamos que en el lugar de Almendral se denuncie por fiesta de guardar el día de santo Mauro, por cuanto allí está el cuerpo". El Arcipreste de Santa Justa en Toledo, Julián Pérez llega a firmar que en 1130 ya se celebraba su memoria en Almendral según costumbres de muchos años antes, que en opinión de Solano de Figueroa sería a final de la monarquía goda, opinión no compartida hoy.

Cuando él es visitador general del Obispado en 1658 indaga sobre el asunto y recoge la tradición de que los benedictinos fueron sus portadores, aunque no hay papeles de bulas pontificias que lo acrediten debido a la desaparición de documentos por un incendio.

Fueron trasladadas dichas reliquias a la Catedral por el Obispo benedictino de Badajoz D. Fray José de la Zerda el 1643, continuando parte en Almendral, como lo fuera en Fosano, Montecasino y Marsella. La guerra con Portugal, que comenzó el 1640, obligó a dicho traslado por los motivos de seguridad. El 8 de Abril de 1668 ordena al cabildo entregar el cuerpo de San Mauro a la villa de Almendral. La entrega la hacen el 29 del mismo mes, los capitulares Juan Rebolero y Pedro Lepe. Quedó una reliquia en la Seo de la catedral, encargándosele a Solano de Figueroa la depositara en el relicario.

La Iglesia y obispado de Badajoz celebraba el 15 de Enero al Santo Abad.

SANTORAL DE HOY MARTES 15 DE ENERO 2019

Germán García García, BeatoGermán García García, Beato
Mártir laico, 15 de enero
Emilio Huidrovo Corrales, BeatoEmilio Huidrovo Corrales, Beato
Mártir laico, 15 de enero
Zacarías Cuesta Campo, BeatoZacarías Cuesta Campo, Beato
Mártir laico, 15 de enero
Donato Rodríguez García, BeatoDonato Rodríguez García, Beato
Mártir laico, 15 de enero
Valentín Palencia Marquina; BeatoValentín Palencia Marquina; Beato
Sacerdote y Mártir, 15 de enero
Francisco Fernández de Capillas, SantoFrancisco Fernández de Capillas, Santo
Presbítero Dominico y Mártir, 15 de enero
Nicolás Gross, BeatoNicolás Gross, Beato
Periodista y Mártir, 15 de enero
Arnoldo Janssen, SantoArnoldo Janssen, Santo
Presbítero y Fundador, 15 de enero
Raquel, SantaRaquel, Santa
Esposa de Jacob, 15 de enero
Mauro de Glanfeuil, SantoMauro de Glanfeuil, Santo
Abad, 15 de enero