Páginas

jueves, 8 de noviembre de 2018

RECONOCEN MARTIRIO DE 9 SEMINARISTAS ASESINADOS DURANTE PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN ESPAÑA


Reconocen martirio de 9 seminaristas asesinados durante persecución religiosa en España
Redacción ACI Prensa
 Foto: Seminario de Oviedo




La lista de mártires católicos asesinados durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el período inmediatamente anterior correspondiente al régimen de la II República sigue aumentando.

El Papa Francisco firmó el miércoles 7 de noviembre los decretos de la Congregación para las Causas de los Santos que reconocen el martirio de 9 seminaristas asturianos y un laico catalán; todos ellos asesinados por ser católicos, un hecho que para sus asesinos era suficiente para acabar con sus vidas.

Con estos son ya 1.901 los mártires españoles del siglo XX reconocidos por la Iglesia, aunque, según algunos estudios, se calcula que las cifras de muertos como consecuencia de la persecución religiosa durante la república y la Guerra Civil Española ascienden a más de 10.000 fallecidos.


De los 9 seminaristas del Seminario de Oviedo, capital de la región española de Asturias, 6 de ellos fueron asesinados durante la revolución de octubre de 1934. Esta revolución, que tuvo sus dos focos principales en Asturias y en Cataluña, fue un levantamiento revolucionario de izquierda contra la II República gobernada en aquel momento por una coalición de partidos conservadores.

Los mártires ahora reconocidos son Ángel Cuartas Cristobal, de 24 años, nacido en 1910 en Lastres; Gonzalo Zurro Fanju, de 21 años, nacido en 1912 en Avilés; José María Fernández Martínez, de 19 años, nacido en 1915 en Muñón Cimero; Juan José Castañón Fernández, de 18 años, nacido en 1916 en Moreda de Aller; Jesús Prieto López, de 22 años, nacido en 1912 en La Roda; y Mariano Suárez Fernández, de 23 años, nacido en 1910 en El Entrego.

Todos ellos fueron fusilados por los revolucionarios el 7 de octubre de 1934. Los otros 3 seminaristas fueron asesinados en 1936 y 1937, durante la guerra civil.


Luis Prado García, de 21 años, nacido en 1914 en San Martín de Laspra, entró en el seminario en 1930. Durante las persecuciones religiosas trató de esconderse en casa de unos familiares en Avilés. Sin embargo, los milicianos no tardaron en descubrirlo y lo trasladaron a Gijón, donde lo fusilaron el 4 de septiembre de 1936. Murió gritando “¡Viva Cristo Rey!”.

Manuel Olay Colunga, nació en 1911 en Noreña, tenía 25 años cuando lo mataron de un disparo el 22 de septiembre de 1936. Entró en el Seminario en 1926 y fue hecho prisionero poco después de estallar la guerra. Estuvo encarcelado en Gijón y luego en San Esteban de las Cruces antes de ejecutarlo.

Por último, Sixto Alonso Hevia nació en Luanco en 1916. Ingresó en el seminario en 1929 y ya había concluido tercero de Filosofía cuando comenzó la guerra. Fue obligado a combatir en el bando republicano. Sin embargo, fue degollado el 27 de mayo de 1937 cuando lo descubrieron rezando a Dios. Tenía 21 años.

LA IGLESIA PROCLAMARÁ 13 NUEVOS BEATOS, ENTRE ELLOS 11 MÁRTIRES


La Iglesia proclamará 13 nuevos beatos, entre ellos 11 mártires
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




La Iglesia Católica proclamará 13 nuevos beatos, entre los que hay 11 mártires, y reconocerá 10 nuevos siervos de Dios, además de autorizar el culto a un siervo de Dios del siglo XV al que se le da la equivalencia de beato.

En total, el Papa Francisco firmó, el pasado miércoles 7 de noviembre, 24 decretos de la Congregación de las Causas de los Santos.

Los decretos reconocen los siguientes milagros:

-El milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Edvige Carboni, laica nacida en Pozzomaggiore, Italia, el 2 de mayo de 1880 y fallecida en Roma el 17 de febrero de 1952.

-El milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Benedetta Bianchi Porro, laica, nacida en Dovadola, Italia, el 8 de agosto de 1936 y fallecida en Sirmione del Garda, Italia, el 23 de enero de 1964.

Asimismo, los decretos reconocen los siguientes martirios:


-El martirio de los Siervos de Dios Ángel Cuartas Cristóbal y 8 compañeros alumnos del Seminario de Oviedo, España, asesinado por odio a la fe entre 1934 y 1937.

-El martirio del Siervo de Dios Mariano Mullerat i Soldevila, laico y padre de familia, nacido en Santa Coloma de Queralt, España, el 24 de marzo de 1897, y asesinado por el odio a la fe en El Pla el 13 de agosto de 1936.

-El martirio del Siervo de Dios James Alfred Miller, Hermano profeso del Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas, nacido en Stevens Point, Estados Unidos, el 21 de septiembre de 1944, y asesinado por el odio a la fe en Huehuetenango, Guatemala, el 13 de febrero de 1982.

Además, los decretos reconocen las virtudes heroicas de estos siervos de Dios:

-Las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Giovanni Jacono, Arzobispo titular de Mocisso, anteriormente Obispo de Caltanissetta; nacido en Ragusa, Italia, el 14 de marzo de 1873 y fallecido dicha localidad el 25 de mayo de 1957.

 -Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Alfredo María Obviar, primer Obispo de Lucena y Fundador de la Congregación de los Catequistas Misioneros de Santa Teresa del Niño Jesús; nacido en Lipa, Filipinas, el 29 de agosto de 1889 y fallecido en Lucena, Filipinas, el 1 de octubre de 1978.

 -Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Giovanni Ciresola, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Pobres Siervas de la Preciosísima  Sangre - Cenáculo de la Caridad; nacido en Quaderni di Villafranca, Italia, el 30 de mayo de 1902 y fallecido en Quinto di Valpantena, Italia, el 13 de abril de 1987.

 -Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Luigi Bosio, sacerdote diocesano; nacido en Avesa, Italia, el 10 de abril de 1909 y fallecido en Verona, Italia, el 27 de enero de 1994.

 -Las virtudes heroicas del siervo de Dios Luigi Maria Raineri, clérigo profeso de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, Barnabitas; nacido en Turín, Italia, el 19 de noviembre de 1895 y fallecido en Crespano, Italia, el 24 de noviembre de 1918.


 -Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Rafaela de la Pasión, cuyo nombre de bautismo era Rafaela Veintemilla Villacís, fundadora de la Congregación de las Agustinas Hijas del Santísimo Salvador; nacida en Quito, Ecuador, el 22 de marzo de 1836 y fallecida en Lima, Perú, el 25 de noviembre de 1918.

 -Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María Antonia de Jesús, cuyo nombre de bautismo era María Antonia Pereira y Andrade, religiosa profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas; nacida en El Penedo (España) el 5 de octubre de 1700 y fallecida en Santiago de Compostela (España) el 10 de marzo de 1760.

-Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Arcángela Badosa Cuatrecasas, religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de la Santísima Virgen María del Monte Carmelo; nacida en Sant Joan les Fonts, España, el 16 de junio de 1878 y fallecida en Elda, España, el 27 de noviembre de 1918.

 -Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios, Maria Addolorata del Sagrado Costado, cuyo nombre de bautismo era Maria Luciani, religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de la Pasión de Jesucristo; nacida en Montegranaro, Italia, el 2 de mayo de 1920 y fallecida en Teramo, Italia, el 23 de julio de 1954.

 -Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Lodovico Coccapani, laico, de la Orden Franciscana Secular; nacido en Calcinaia, Italia, el 23 de junio de 1849 y fallecido allí el 14 de noviembre de 1931.

Por último, el Papa Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos el decreto sobre las virtudes heroicas la confirmación del culto desde tiempos inmemoriales, lo que implica una equivalencia con la beatificación, del Siervo de Dios Michał Giedrojć, laico profeso de la Orden de San Agustín; nacido en Giedrojce, Lituania, alrededor del año 1420 y fallecido en Cracovia, Polonia, el 4 de mayo de 1485.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 31ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 8 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Fílipenses (3,3-8a):

Los circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios, y que ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en la carne. Aunque, lo que es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en la carne, y si algún otro piensa que puede hacerlo, yo mucho más, circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y, por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor de la Iglesia, si de ser justo por la ley, era irreprochable. Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 104,2-3.4-5.6-7

R/. Que se alegren los que buscan al Señor

Cantadle al son de instrumentos, 
hablad de sus maravillas; 
gloriaos de su nombre santo, 
que se alegren los que buscan al Señor. R/.

Recurrid al Señor y a su poder, 
buscad continuamente su rostro. 
Recordad las maravillas que hizo, 
sus prodigios, las sentencias de su boca. R/.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; 
hijos de Jacob, su elegido! 
El Señor es nuestro Dios, 
él gobierna toda la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-10):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. 
Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.» 
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 8 de noviembre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Quien no se ha sentido aceptado tal y como es, en algún momento de su vida, no puede entender este fragmento del Evangelio de Lucas. Por algo a Lucas le llaman el evangelista de la misericordia.

De todo lo que se podría comentar hoy, me quiero fijar en un primer aspecto: vivir sin prejuicios. Nosotros también nos volvemos a veces fariseos, o sea, que somos intolerantes en nombre de la lógica, de lo que se ha hecho siempre y de lo que nos parece que debe ser así. Y a veces somos publicanos, o sea, nos creemos justos y nos permitimos juzgar a los demás. Nuestras propias ideas, nuestras concepciones nos impiden ver las cosas con los ojos de Dios. Quitarnos las propias gafas, y ponernos las gafas de Dios, para verlo todo como Él lo ve, es el primer paso para sentir la misericordia divina. ¿Juzgo a los demás o los comprendo? ¿Acepto las críticas o solamente me gusta criticar? ¿Creo que la gente puede cambiar? ¿Creo que yo puedo ser mejor?

Un segundo comentario. Alegrarse y compartir. Sentir la misericordia divina es motivo de alegría, da sentido a la vida y nos permite mirar al mundo de otra manera. Por eso hay que compartirlo con los demás. No podemos guardarnos para nosotros la felicidad de saber que podemos comenzar de nuevo el camino, porque Él ha borrado nuestros pecados y nos permite de nuevo escribir en la página en blanco de nuestra vida. Un cuento de Anthony de Mello nos puede ayudar.

Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.

Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.

Pero un día me dijo: «No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte». Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: «No cambies. No cambies. No cambies... Te quiero...».

Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh, maravilla!, cambié. (Anthony de Mello; No cambies)

SANTORAL DE HOY JUEVES 8 NOVIEMBRE 2018

Antolín Pablos Villanueva, BeatoAntolín Pablos Villanueva, Beato
Sacerdote y Mártir, 8 de noviembre
Manuel Sanz Dominguez, BeatoManuel Sanz Dominguez, Beato
Sacerdote y Mártir, 8 de noviembre
Isaías Boner, BeatoIsaías Boner, Beato
Sacerdote Agustino, 8 Noviembre
Juan Duns Escoto, BeatoJuan Duns Escoto, Beato
Doctor Sutil, 8 Noviembre
Adeodato, SantoAdeodato, Santo
LXVIII Papa, 8 Noviembre
Godofredo de Amiens, SantoGodofredo de Amiens, Santo
Obispo, 8 de noviembre
Los Cuatro Santos CoronadosLos Cuatro Santos Coronados
Mártires, 8 Noviembre