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martes, 30 de octubre de 2018

HOY CELEBRAMOS A SAN ALONSO RODRÍGUEZ, PADRE DE FAMILIA, JESUITA Y PORTERO, 30 OCTUBRE


Hoy celebramos a San Alonso Rodríguez, padre de familia, jesuita y portero
Redacción ACI Prensa





Cada 30 de octubre la Iglesia Católica celebra a San Alonso Rodríguez, un padre de familia que perdió a todos sus parientes, se hizo jesuita y se santificó siendo portero.

San Alonso Rodríguez nació en España en 1533 en una familia de comerciantes. Siendo joven se casó con María Suárez. Más adelante los negocios empezaron a ir mal y en este contexto murieron su hijita, su esposa, después de dar a luz un niño, y luego su mamá.

El Santo vendió su negocio y se mudó con su hijito a la casa de sus dos hermanas, solteras y muy piadosas, quienes le enseñaron a meditar. Tuvo una visión de la felicidad del cielo y empezó a frecuentar más los sacramentos.


Años después murió su hijo y San Alonso encontró consuelo en Dios. Luego pidió ser admitido a los Jesuitas, pero los religiosos intentaron disuadirle por tener casi cuarenta años, por su delicado estado de salud y por no contar con estudios acorde con el sacerdocio. Sin embargo, mantuvo su esperanza recordando a San Ignacio de Loyola, que también entró tarde a la vida religiosa.

El provincial de los jesuitas lo aceptó como hermano lego y, después de terminar el noviciado, fue enviado al colegio de Monte Sión en Palma de Mallorca, donde lo nombraron portero.

Uno de sus “discípulos” fue San Pedro Claver, que estudiaba en el colegio. San Alonso lo entusiasmó y alentó para trabajar en América. Más adelante los dos serían canonizados juntos en 1888.

En ocasiones le preguntaron a San Alonso el por qué no era más duro y áspero con ciertos tipos inoportunos y él respondía: "Es que a Jesús que se disfraza de prójimo, nunca lo podemos tratar con aspereza o mala educación".


Un día que las tentaciones impuras lo atormentaban muchísimo pasó por una imagen de la Virgen y le gritó en latín: “Sancta Maria, Mater Dei, memento mei” (Santa María, Madre de Dios, acuérdate de mí). Las tentaciones desaparecieron y se convenció de que la Santísima Virgen tiene gran poder para alejar espíritus impuros.

Durante el día rezaba varios rosarios y se llenaba de alegría cuando la Madre de Dios se le aparecía. Tuvo los dones de la visión y curación. Partió a la Casa del Padre un 31 de octubre de 1617 diciendo: “Jesús, Jesús, Jesús”.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 30 OCTUBRE 2018

El Reino de Dios en mí
Santo Evangelio según San Lucas 13, 18-21. Martes XXX de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rogelio Suárez, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por amarme incondicionalmente y por establecer tu Reino en mí; dame la gracia de serte fiel y te pido aumentes mi fe, mi esperanza y mi caridad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con que podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas".
Y dijo de nuevo: "¿Con que podré comparar el Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cada uno de nosotros es un grano de mostaza, insignificante, pequeñito, del cual no se espera que dé mucho fruto o sea grande. Pero es la tierra, el abono, el agua, etc., lo que hace que crezca hasta ser arbusto.
Esto es la gracia de Dios, el poder de Dios. Quien deja entrar a Dios en su vida y le permite hacer lo que Él más quiere, llegará a ser lo que nunca se imaginó. Es Él quien poco a poco va cambiando y nos va transformando en lo que tiene pensado para cada uno.
Lo que sucede es que da miedo dejar entrar a Dios en nuestras vidas, pues sabemos que Él va a hacer lo que más quiera, pero siempre para nuestro bien. Nunca hará nada para perjudicarnos. Si Él permite un mal es para después darnos un bien muchísimo mayor.
Si dejamos que Él entre en nuestra vida, poco a poco nos va a ir amasando hasta fermentarnos y hacernos crecer como estamos llamados a serlo.
Es un semilla muy pequeña, y sin embargo se desarrolla tanto que se convierte en la más grande de todas las plantas del huerto: un crecimiento imprevisible, sorprendente. No es fácil para nosotros entrar en esta lógica de la imprevisibilidad de Dios y aceptarla en nuestra vida. Pero hoy el Señor nos exhorta a una actitud de fe que supera nuestros proyectos, nuestros cálculos, nuestras previsiones. Dios es siempre el Dios de las sorpresas. El Señor siempre nos sorprende. Es una invitación a abrirnos con más generosidad a los planes de Dios, tanto en el plano personal como en el comunitario.
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de junio de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscar un tiempo para estar con Jesús Eucaristía para recordar todo su amor por mí y pedirle la gracia de abrir mi corazón para que Él pueda entrar.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.