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sábado, 24 de febrero de 2018

SAN ETELBERTO DE KENT, 24 FEBRERO


San Etelberto de Kent
24 de Febrero





Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros.

Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desenbarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje. El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.

Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas. Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbitos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores, y su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis, como la de Rochester.

El santo pronto se convirtió en un modelo por la nobleza de su conversión. La acogida que dio a los misioneros y su gesto de escucharles sin prejuicions son un caso extraordinario en la historia. Con su actitud de no imponer la fe en sus súbditos, a pesar de su celo por propagarla, favoreció enormemente la obra de los misioneros.

Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 24 FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, sábado, 24 de febrero de 2018



Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (26,16-19):

MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Hoy el Señor, tu Dios, te manda que cumplas estos mandatos y decretos. Acátalos y cúmplelos con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has elegido al Señor para que él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz. Y el Señor te ha elegido para que seas su propio pueblo, como te prometió, y observes todos sus preceptos.
Él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y serás el pueblo santo del Señor, tu Dios, como prometió».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,1-2.4-5.7-8

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

V/. Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.

V/. Tú promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos. R/.

V/. Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus decretos exactamente,
tú no me abandones. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,43-48):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy sábado, 24 de febrero de 2018
Juan Lozano, cmf


Querido amigo/a:

Mirar como Dios mira es la invitación que nos hace Jesús para avanzar en nuestro itinerario cuaresmal: siendo compasivos, no juzgando ni condenando, dando y perdonando… Mirar así es difícil si antes no hay un deseo de ver otra cosa, de buscar con la mirada en las personas que ya tenemos “etiquetadas” o “clasificadas”, aquellas cualidades buenas, que las hacen grandes a los ojos de Dios, porque seguro las tienen aunque no estemos acostumbrados a verlas. No siempre estamos dispuestos a mirar a los más próximos, a los que conviven a nuestro lado de otra manera. Y así no puede haber compasión ni perdón, ni mucho menos amar como nos pide Jesús en el Evangelio de hoy.

Sin compasión ni perdón es prácticamente imposible sentir a Dios a mi lado porque no suele habitar en los corazones rencorosos. De nada valen entonces las prácticas cuaresmales, si no pasan por el entrenamiento o ejercitación de estas virtudes que el mismo Jesús nos propone hoy con toda claridad, sin necesidad de mayores interpretaciones.

Si somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta que la falta de amor siempre será una carencia en nuestra vida ¿Entonces qué podemos hacer? Tener la humildad de pedirle a Dios que nos conceda un corazón capaz de detectar su falta y la confianza de que poco a poco nuestro corazón puede moverse en esta dirección aunque no alcance en esta vida la cumbre ética de amar a los enemigos. Lo que ahora se nos propone es curar las parálisis que el paso de los años ha ido entorpeciendo e impidiendo que nuestro corazón sea joven, es decir ágil y decidido para el perdón.

Moisés lo dice bien claro hoy en el libro del Deuteronomio: “Hoy el Señor, tu Dios, te manda que cumplas estos mandatos y decretos. Acátalos y cúmplelos con todo tu corazón y con toda tu alma”.

Hoy sábado miramos a Virgen María; ella fue capaz de un amor así, sin límites, confiado, que supo esperar y decir sí a la propuesta de Dios. Madre Dios ruega por nosotros en este itinerario cuaresmal.

Vuestro hermano en la fe:  
Juan Lozano, cmf.