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lunes, 12 de febrero de 2018

SANTA EULALIA, MÁRTIR, 12 DE FEBRERO


Santa Eulalia, Mártir
12 de Febrero



Eulalia significa: "la que habla bien" Eu = bien, Lal = hablar.

Santa Eulalia es una de las santas más famosas de España. Los datos acerca de su vida y de su muerte los encontramos en un himno que en honor de ella se escribe el poeta Prudencio en el siglo cuarto. Y allí se cuenta lo siguiente:

Cuando Eulalia cumplió los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo, y mandándoles que debían adorar a los falsos ídolos de los paganos. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.

Viendo la mamá que la jovencita podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida.

Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían al verdadero Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.

Daciano intentó al principio ofrecer regalos y hacer promesas de ayudas a la niña para que cambiara de opinión, pero al ver que ella seguía fuertemente convencida de sus ideas cristianas, le mostró todos los instrumentos de tortura con los cuales le podían hacer padecer horriblemente si no obedecía a la ley del emperador que mandaba adorar ídolos y prohibía adorar a Jesucristo. Y le dijo: "De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos". La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y le dijo valientemente: "Al sólo Dios del cielo adoro; a El únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".

Entonces el juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La hermosa cabellera de Eulalia se incendió y la jovencita murió quemada y ahogada por el humo.

Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

El culto de Santa Eulalia se hizo tan popular que hasta el gran San Agustín hizo sermones en honor de esta joven santa. Y en la muy antigua lista de mártires de la Iglesia Católica, llamada "Martirologio romano", hay esta frase: "el 12 de febrero, se conmemora a Santa Eulalia, mártir de España, muerta por proclamar su fe en Jesucristo".

Joven mártir Eulalia: a tu protección encomendamos tantas personitas jóvenes que en este tiempo tienen que enfrentarse, no y a los perseguidores que matan a quienes se niegan a ofrecer sacrificios a los ídolos, sino que tienen que oponerse a quienes quieren que dediquen su vida a la sensualidad, a las drogas, a los vicios, a las malas amistades y al pecado, que son monstruos mucho peores que los ídolos, y son perseguidores más crueles que los que mataban el cuerpo, porque lo que ellos matan es la vida del alma. Santa Eulalia: te recomendamos a nuestra juventud que vive en medio de tantos peligros y que corre cada día el riesgo de ser infiel a Cristo. Que de tan grandes peligros nos libre siempre el Señor.

Dijo Jesús: Quien sacrifica su vida por mi, la ganará para la vida eterna.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 18 FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 6ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 12 de febrero de 2018




Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol Santiago (1,1-11):

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas. Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna. En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo. El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,67.68.71.72.75.76

R/. Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor

Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa. R/.

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R/.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R/.

Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R/.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R/.

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,11-13):

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. 
Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación.»
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy lunes, 12 de febrero de 2018
 Severiano Blanco, misionero claretiano


Queridos hermanos:

Los fariseos han sido injustamente denostados por la tradición cristiana, debido principalmente a su protagonismo en algunos incidentes entre cristianos y judíos en la segunda mitad el siglo I. Esto se refleja sobre todo en los evangelios de Mateo y Juan, que retroproyectan a la época de Jesús situaciones muy posteriores. Hoy sabemos que eran un grupo judío cumplidor, más bien humilde y popular, y que fue su prestigio religioso y moral, su preocupación por la fidelidad a la alianza, lo que los llevó a ocupar durante largo tiempo la mitad de los puestos en el sanedrín o gran consejo.

Ese carácter popular hizo que tuviesen muchos encuentros (no siempre encontronazos) con Jesús, en el que pudieron ver a un cierto competidor, pero quizá también a un posible colaborador. En varios pasajes evangélicos se nos dice que algún fariseo invita a Jesús a comer; y, por supuesto, Jesús siempre acepta, y surgen las preguntas, el diálogo... Y es significativa la ausencia de los fariseos en las narraciones de la pasión: no figuran entre sus acusadores ni actúan contra él.

La petición a Jesús de que les ofreciese algún signo demostrativo fue quizá malinterpretada ya en su tiempo. Los fariseos eran ciertamente conservadores, tirando al inmovilismo, y ya comenzaban a dar excesiva importancia a prácticas religiosas nimias (cosa que crecería enormemente en las siguientes décadas). Y en ese sentido tuvieron que sentirse interpelados y algo desconcertados por la gran novedad de Jesús, rodeado de una innegable aureola de autoridad religiosa, pero muy libre y crítico frente a exterioridades y minucias. En relación con él hay que reconocerles una actitud religiosa responsable.

Pero esa responsabilidad religiosa no los hizo “impermeables”. No cerraron los oídos a la propuesta de Jesús, por más que a veces los desconcertase; más bien quisieron cerciorarse de si las cosas serían efectivamente como Jesús decía. Debemos ver aquí una actitud de seriedad, alejada de la frivolidad de quien acríticamente se deja llevar por “lo último” como si automáticamente fuera lo auténtico o lo mejor. En la fidelidad religiosa no cabe tal ligereza. Cierto que la sencillez de corazón es la actitud que lleva a Dios (“le encuentran los que no exigen pruebas”: Sab 1,2); pero, frente a posibles engaños, Jesús invita a ser “sagaces como serpientes” (Mt 10,16). No hay que confundir simplicidad con simpleza; lo de Dios comporta seriedad.

Pero tal vez en el fariseísmo no todo era búsqueda de la mayor fidelidad a Dios. La comodidad de caminar por las sendas de siempre pudo pesar excesivamente, y la novedad de Jesús podía remover demasiado. Las controversias de Jesús con fariseos denotan en estos algo de “instalación”, más miedo a la desviación que pasión por el aprendizaje. Y esto nos interpela a nosotros hoy. ¿Qué capacidad tenemos de apertura ante una nueva propuesta? ¿Qué docilidad para revisar lo ya sabido y avanzar en nuestro  caminar cristianos? El Señor nos llama a vivir, no a un mero durar; a estar “en activo”, “en marcha”. ¿Será realmente  imposible “la conversión de los buenos”?

Vuestro hermano: 
Severiano Blanco cmf   

SANTORAL DE HOY LUNES 12 DE FEBRERO 2018

Jorge Haydock, BeatoJorge Haydock, Beato
Sacerdote y mártir, 12 de febrero
Melecio de Antioquía, SantoMelecio de Antioquía, Santo
Obispo, 12 de febrero
Ludano, SantoLudano, Santo
Peregrino, 12 de febrero
Tomás Hemmeford y compañeros, BeatosTomás Hemmeford y compañeros, Beatos
Presbíteros y Mártires, 12 de febrero
Humbelina, BeataHumbelina, Beata
Abadesa, 12 de febrero
Benito de Aniane, SantoBenito de Aniane, Santo
Abad, 12 de febrero
Eulalia de Barcelona, SantaEulalia de Barcelona, Santa
Virgen y Mártir, 12 de febrero