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jueves, 28 de diciembre de 2017

LOS SANTOS INOCENTES, 28 DICIEMBRE


28 de Diciembre
Los Santos Inocentes
Dios hace fracasar los planes de los malvados (S. Biblia).





Hoy celebramos la fiesta de los Niños Inocentes que mandó matar el cruel Herodes.

Nos cuenta el evangelio de San Mateo que unos Magos llegaron a Jerusalén preguntando dónde había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer su estrella en el oriente, y recordaban la profecía del Antiguo Testamento que decía: "Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones" (Números 24, 17) y por eso se habían venido de sus lejanas tierras a adorar al recién nacido.

Dice San Mateo que Herodes se asustó mucho con esta noticia y la ciudad de Jerusalén se conmovió ante el anuncio tan importante de que ahora sí había nacido el rey que iba a gobernar el mundo entero. Herodes era tan terriblemente celoso contra cualquiera que quisiera reemplazarlo en el puesto de gobernante del país que había asesinado a dos de sus esposas y asesinó también a varios de sus hijos, porque tenía temor de que pudieran tratar de reemplazarlo por otro. Llevaba muchos años gobernando de la manera más cruel y feroz, y estaba resuelto a mandar matar a todo el que pretendiera ser rey de Israel. Por eso la noticia de que acababa de nacer un niñito que iba a ser rey poderosísimo, lo llenó de temor y dispuso tomar medidas para precaverse.

Herodes mandó llamar a los especialistas en Biblia (a los Sumos Sacerdotes y a los escribas) y les preguntó en qué sitio exacto tenía que nacer el rey de Israel que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: "Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo: "Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel" (Miq. 5, 1).

Nacimiento de nuestro SeñorEntonces Herodes se propuso averiguar bien exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo todo lo contrario, les dijo a los Magos: - "Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren vienen y me informan, para ir yo también a adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.

Y sucedió que en sueños recibieron un aviso de Dios de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo.

Entonces rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y mandó a sus soldados a que mataran a todos los niñitos menores de dos años, en la ciudad y sus alrededores. Ya podemos imaginar la terribilísima angustia para los papás de los niños al ver que a sus casas llegaban los herodianos y ante sus ojos asesinaban a su hijo tan querido. Con razón el emperador César Augusto decía con burla que ante Herodes era más peligroso ser Hijo (Huios) que cerdo (Hus), porque a los hijos los mataba sin compasión, en cambio a los cerdos no, porque entre los judíos esta prohibido comer carne de ese animal.

San Mateo dice que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).

Como el hombre propone y Dios dispone, sucedió que un ángel vino la noche anterior y avisó a José para que saliera huyendo hacia Egipto, y así cuando llegaron los asesinos, ya no pudieron encontrar al niño que buscaban para matar.

Y aquellos 30 niños inocentes, volaron al cielo a recibir el premio de las almas que no tienen mancha y a orar por sus afligidos padres y pedir para ellos bendiciones. Y que rueguen también por nosotros, pobres y manchados que no somos nada inocentes sino muy necesitados del perdón de Dios. 

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 28 DICIEMBRE 2017, LOS SANTOS INOCENTES


Lecturas de hoy Los Santos Inocentes
Hoy, jueves, 28 de diciembre de 2017




Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 123,2-3.4-5.7b-8

R/. Hemos salvado la vida, 
como un pájaro de la trampa del cazador

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres, 
nos habrían tragado vivos: 
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas, 
llegándonos el torrente hasta el cuello; 
nos habrían llegado hasta el cuello 
las aguas espumantes. R/.

La trampa se rompió, y escapamos. 
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, 
que hizo el cielo y la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» 
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy jueves, 28 de diciembre de 2017
Fernando Prado, cmf


Saludos, amigos,

El día de los santos inocentes no es un día para tomárselo a broma. En la historia bíblica aparece, con toda su densidad, el misterio del mal. La historia de Herodes, que no sabe refrenar su ira ante la frustración, nos habla de cómo el ser humano es capaz de lo peor cuando no puede salirse con la suya. Lo vemos, a veces impasiblemente, en muchos ámbitos de la vida. La frustración genera siempre violencia. Más o menos intensa. La tendencia es a proyectar esta violencia hacia los demás y, por lo general, suele resultar que se hace de forma airada, desproporcionada, sin calcular las consecuencias.

En un mundo como el nuestro, tan interconectado, nadie está libre de las descontroladas consecuencias del mal encauzamiento de la frustración de otros. Es lo que sucede a quienes no fabricaron las guerras y, sin embargo, las padecen. Tantos niños, por ejemplo, que ni comprenden las cosas todavía, se ven envueltos en situaciones terribles, fruto de las frustraciones ideológicas de unos adultos que no calculan las consecuencias de los actos que estas ideas, pretensiones o sueños irresponsables desencadenan. Lo podemos aplicar a muchas otras situaciones. No es la guerra únicamente la que deja sufrimiento y víctimas inocentes. Hay tantos inocentes, víctimas de injusticias políticas, sociales, laborales…

Jesús experimentó desde bien pequeño, en su propia carne ­–que es la nuestra- lo que es ser víctima de la injusticia. Es una forma más que tiene Dios de mostrarnos que comparte su camino con los hombres, especialmente con los que sufren. Huye a Egipto para volver de Egipto, como el pueblo de Israel. No es un extraño. Comparte nuestro dolor, nuestra vida, nuestra carne.

Y en medio de esta historia y de este proceder injusto de Herodes, aparece, como una suave luz, la figura de José –el justo-, su padre. José es custodio de la humanidad y de la vida amenazada del niño. En él vemos la respuesta humana del hombre que procede de forma diferente a la de Herodes. Ante la violencia y la incomprensible amenaza (es el misterio del mal), aparece esta pequeña pero brillante luz que alumbra, de alguna manera, nuestro camino y nuestra tarea: custodiar y proteger la vida, como José.   

Pidamos al Señor en este día la gracia de sentir que Él no es alguien extraño a nosotros. Pidámosle huir siempre de la actitud violenta de Herodes, que no sabe encauzar su frustración. Que seamos más bien como José, custodios de la vida amenazada. Que tengamos un buen día y que el Señor nos siga bendiciendo con su cercanía.

Un saludo cordial de vuestro hermano
Fernando Prado, cmf.


SANTORAL DE HOY JUEVES 28 DICIEMBRE 2017

Mattía Nazarei, BeataMattía Nazarei, Beata
Abadesa Clarisa, 28 Diciembre
Catalina (Caterina) Volpicelli, SantaCatalina (Caterina) Volpicelli, Santa
Fundadora, 28 de diciembre
Gregorio (Hryhorij) Khomysyn, BeatoGregorio (Hryhorij) Khomysyn, Beato
Obispo y Mártir, 28 de diciembre
Gaspar de Búfalo, SanGaspar de Búfalo, San
Presbítero y Fundador, 28 de diciembre
Los Santos InocentesLos Santos Inocentes
Fiesta Litúrgica 28 de diciembre