Páginas

martes, 12 de septiembre de 2017

HISTORIA JOVEN QUE SE LIBRÓ DEL DEMONIO GRACIAS AL SANTO NOMBRE DE MARÍA


La historia de la joven que se libró del demonio gracias al nombre de María





 (ACI).- Cuenta San Alfonso María de Ligorio en su libro “Las Glorias de María” (Cap. X) que, siguiendo las referencias de otros dos autores católicos, hacia el 1465 vivía en Güeldres (Holanda) una joven llamada María que fue a hacer unos recados a Nimega (Países Bajos) y allí fue tratada groseramente por su tía.

Por el camino de vuelta, la muchacha desconsolada y encolerizada invocó la ayuda del demonio y este se le apareció en forma de hombre, prometiéndole ayudarla con algunas condiciones.

“No te pido otra cosa –le dijo el enemigo– sino que de hoy en adelante no vuelvas a hacer la señal de la cruz y que cambies de nombre’. ‘En cuanto a lo primero, no haré más la señal de la cruz –le respondió–, pero mi nombre de María, no lo cambiaré. Lo quiero demasiado’. ‘Y yo no te ayudaré’, le replicó el demonio”.

Después de discutir por un tiempo, los dos acordaron que ella se llamaría con la primera letra del nombre de María, es decir, Eme. Una vez cerrado el pacto, ambos se fueron a Amberes, donde la joven vivió seis años con esa perversa compañía y llevando una mala vida.

Cierto día la chica le dijo al enemigo que deseaba ir a su tierra, al demonio le repugnaba la idea pero finalmente consintió. Al llegar a la ciudad de Nimega, se dieron con la sorpresa de que se estaba representando en la plaza la vida de Santa María.

“Al ver semejante representación, la pobre Eme, por aquel poco de devoción hacia la Madre de Dios que había conservado, rompió a llorar. ‘¿Qué hacemos aquí? –le dijo el compañero–. ¿Quieres que representemos otra comedia?’ La agarró para sacarla de aquel lugar, pero ella se resistía, por lo que él, viendo que la perdía, enfurecido la levantó en el aire y la lanzó al medio del teatro”.

Es así que la joven contó su triste historia, fue a confesarse con el párroco, quien la remitió al Obispo y éste al Papa. El Pontífice, después de oír su confesión le impuso como penitencia llevar siempre tres argollas de hierro: una en el cuello y una en cada brazo.

La joven María obedeció y se retiró a Maestricht (Países Bajos), donde se encerró en un monasterio para penitentes.

“Allí vivió catorce años haciendo ásperas penitencias. Una mañana, al levantarse vio que se habían roto las tres argollas. Dos años después murió con fama de santidad; y pidió ser enterrada con aquellas tres argollas que, de esclava del infierno, la habían cambiado en feliz esclava de su libertadora”.

EL DULCE NOMBRE DE MARÍA, 12 SEPTIEMBRE


El Dulce Nombre de María
Memoria Litúrgica, 12 de septiembre


Por: Jesús Marí Ballester | Fuente: Corazones.org 




Origen de la fiesta: Victoria en la batalla de Viena, 1683

En 1682 el Sultán Mehmet IV declaró la guerra y escribió al emperador Leopoldo I: "Primero nosotros le ordenamos a que nos espere en su ciudad de residencia, Viena, para que le podamos decapitar... (...) Nosotros lo exterminaremos a usted y a todos sus seguidores... (...) Los niños y los adultos serán expuestos a las mas atroces torturas antes de ultimarlos en la manera mas ignominiosa imaginable..."

Kara Mustafa Pasha, frente al ejército Otomano del Sultán, llegó a las puertas de Viena y la sitió el 14 de julio de 1683. El emperador Leopoldo y la mayoría de las tropas y ciudadanos huyeron de la ciudad, quedando en ella solo 5000 civiles y 11,000 soldados al mando de Ernst Rüdiger von Starhemberg. El número de invasores era superior a los defensores, 20:1. Se propusieron destruir sus murallas socavándolas y dinamitándolas. En Septiembre, los defensores estaban sin comida y extenuados. Los turcos lograron abrir boquetes en la muralla y la ciudad estaba al borde de la derrota cuando providencialmente les llegó auxilio. 

Juan Sobieski n.1629, coronado rey de Polonia en 1674, bien llamado el "León del Norte" vino al rescate. Partió de Cracovia el 15 de Agosto. En camino las tropas visitaron el santuario de la Virgen de Cñestochowa, patrona de Polonia, se consagraron a ella y Sobieski puso a Polonia bajo su protección. El 6 de Septiembre, los polacos cruñaron el Danubio 30km, N.O. de Viena y se unieron con las fuerñas imperiales y otras que habían respondido a la llamada de formar una Liga Santa de defensa con el respaldo del Papa Inocencio XI. (Luis XIV de Francia no respondió y mas bien aprovechó la oportunidad para atacar ciudades alemanas).

El 11 de Septiembre las tropas de Sobieski llegaron a Viena. Aunque los turcos les superaban en número (según cálculos de Sobieski, 76,000 vs 300,000), sabían que el futuro de Europa y de la cristiandad estaban en juego. El 12 de Septiembre, temprano en la mañana, Sobieski fue a Misa y se puso en manos de Dios.

La victoria salvó a Europa y frustró el plan de conquista islámica de Europa. Sobieski dio todo el crédito por la victoria a Dios. Dijo: "Veni, vidi, Deus vicit". En agradecimiento a Nuestra Señora por la victoria obtenida, el Papa Inocencio XI extendió la fiesta del Dulce Nombre de María a la Iglesia Universal, el 12 de Septiembre.





El Nombre

Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". El nombre de María, traducido del hebreo "Miriam", significa, Doncella, Señora, Princesa.

Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume.

En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la esposa, que le espera con las manos humedecidas por la mirra. "Yo vengo a mi jardín, hermana y novia mía, a recoger el bálsamo y la mirra". "He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la manilla de la cerradura". Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. "Y entrando a la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra". La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el seno de María. Maria es pues, el centro de unión de Dios con los hombres. Los lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como María, que ya llevaba la hermana de Moisés, y muy común en Israel. Y que para los filólogos significa hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos bellos y sugerentes.

La Misión

En la Historia de la Salvación es Dios quien impone o cambia el nombre a los personajes a quienes destina a una misión importante. A Simón, Jesús le dice: "Tú te llamas Simón. En adelante te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi Iglesia". María venía al mundo con la misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará, simplemente, MARIA, el nombre que tenía, y cumple todos esos significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las generaciones. María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna. María valiente que no teme huir a Egipto para salvar a su hijo. Compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando ve el apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del dolor de la Cruz de su Hijo y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén de la Iglesia en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad. María, humana. María, decidida y generosa. María, fiel y amiga. María fuerte y confiada. María, Inmaculada, Madre, Estrella de la Evangelización.

SANTORAL DE HOY MARTES 12 SEPTIEMBRE 2017

Roger (Pedro Sulpicio Cristobal) Faverge, Beato
Mártir Lasallista, 12 de septiembre
Apolinar Franco, Tomás de Zumárraga 4 compañeros, BeatosApolinar Franco, Tomás de Zumárraga 4 compañeros, Beatos
Sacerdotes y Religiosos Mártires, 12 de septiembre
Francisco Maqueda López, BeatoFrancisco Maqueda López, Beato
Seminarista y Mártir, 12 de septiembre
El Dulce Nombre de MaríaEl Dulce Nombre de María
Memoria Litúrgica, 12 de septiembre
María Luisa (Gertrudis) Prosperi, BeataMaría Luisa (Gertrudis) Prosperi, Beata
Abadesa, 12 de septiembre
María Victoria de Fornari-Strata BeataMaría Victoria de Fornari-Strata Beata
Biografía 12 de septiembre
Guido, SantoGuido, Santo
Campesino modelo de Anderlecht, 12 de septiembre

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 12 SEPTIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 23ª semana del Tiempo Ordinario
12 de septiembre





Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 6-15

Hermanos:

Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded según

Arraigados en él, dejaos construir y afianzar en la fe que os enseñaron, y rebosad agradecimiento.

Cuidado con que haya alguno que os capture con esa teoría que es una insulsa patraña forjada y transmitida por hombres, fundada en los elementos del mundo y no en Cristo.

Porque es en Cristo en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y por él, que es cabeza de todo principado y autoridad, habéis obtenido vuestra plenitud.

Por él fuisteis también circuncidados con una circuncisión no hecha por hombres, cuando os despojaron de los bajos instintos de la carne, por la circuncisión de Cristo.

Por el bautismo fuisteis sepultados con él, y habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por vuestros pecados, porque no estabais circuncidados; pero Dios os dio vida en él, perdonándoos todos los pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a los principados y autoridades, los ofreció en espectáculo público y los llevó cautivos en su cortejo

Palabra de Dios.


Salmo
Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11

R/. El Señor es bueno con todos.

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.. R/. 

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas R/. 

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañasR/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según San Lucas (6, 12-19):

Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles.
A Simón, a quien llamó Pedro,
y a su hermano Andrés;
a Santiago y Juan,
a Felipe y Bartolomé,
a Mateo y Tomás,
a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabra del Señor




Queridos amigos y amigas:

La carta a los colosenses nos invita a ser consecuentes: "Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, proceded como cristianos" . ¡Que más quisiéramos! ¿Verdad?

Precisamente la coherencia es la que nos da más seguridad en nuestra fe, la que nos hace sentirnos bien como cristianos, la que nos va descubriendo los beneficios de este don inapreciable que hemos recibido. Y, sin embargo, ¡qué difícil se nos hace a veces! ¿No ser cuestión de correr bien la carrera? Cuando subimos una montaña alta, y lo disfrutamos, o caminamos hacia una meta reconfortante, lo peor que podemos hacer es parar demasiado en el ascenso o desviarnos del camino.

Hace ya algunos años, en una marcha con un grupo de muchachos por la montaña, había dos que no llegaban nunca a las paradas de descanso del grupo y había que ir a buscarlos. Siempre se detenían por su cuenta, cada pocos pasos, y siempre se quejaban de andar y decían que querían volver a su casa. Cuando salieron sabían dónde iban y qué iban a hacer, en teoría, pero la experiencia del camino no caló en ellos. No decidieron "correr bien la carrera", no entendieron la satisfacción que proporcionaba un pequeño esfuerzo. Y se quedaban fuera. Ya que hemos aceptado a Cristo Jesús en nuestra mente, decidamos correr bien la carrera, disfrutar del camino, encontrar la satisfacción en el esfuerzo. Si las metas volantes son reconfortantes, ¿qué no será la meta final? El evangelio de hoy es también una invitación para correr bien la carrera. Un aliciente para subir a la montaña a orar, como Jesús, sentir que nos llama por nuestro nombre para bajar, también con él, y atender a los que necesitan palabras-gestos porque están enfermos o atormentados. No podemos perder más tiempo en incoherencias.

* Ciudadredonda