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martes, 18 de julio de 2017
SAN ARSENIO, MONJE Y MÍSTICO, 18 DE JULIO
Hoy 18 de julio es fiesta de San Arsenio, famoso monje y místico
(ACI).- San Arsenio fue un monje anacoreta del siglo V, tan famoso por su sabiduría que las personas viajaban semanas o meses con tal de hacerle consultas y oír sus consejos.
En el 383 el emperador Teodosio I el Grande llamó a Arsenio, luego de ser recomendado por el Papa San Dámaso I, para que sea el profesor de sus dos hijos. Durante diez años este santo vivió en el palacio del emperador educando a sus herederos, Arcadio y Honorio.
A la edad de 40, luego de una profunda crisis espiritual, la tradición cuenta que Dios le dijo: "Apártate del trato con la gente y ve a la soledad". De este modo abandonó Constantinopla, se embarcó secretamente en dirección a Alejandría y fue al desierto de Scetis.
Al llegar al monasterio del desierto cerca del año 400, el prior lo sometió a duras pruebas para comprobar su vocación y humildad. Después de demostrar que era apto para esa vida de humillación y mortificación fue admitido para la vida monástica.
Allí San Arsenio se hizo muy conocido por todos por sus penitencias extraordinarias: pasaba toda la noche en oración, ayunaba y trabajaba arduamente como mortificación. También se le conoció por sus dichos o frases breves.
En una ocasión le comunicaron que un senador le había dejado en herencia una gran fortuna. El santo renunció a todo a favor de los pobres y exclamó: "Antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas que me impidan adquirir las riquezas del cielo".
San Arsenio falleció en Egipto sobre el año 445.
LOS SANTOS DE HOY MARTES 18 DE JULIO DEL 2017
Federico de Utrecht, Santo
Obispo, Julio 18
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Tarsicia (Olga) Mackiv, Beata
Virgen y Martir, 18 de julio
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Teodosia de Constantinopla, Santa
Mártir, Julio 18
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Simón de Lipnica, Santo
Sacerdote Franciscano, 18 de julio
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Bruno de Segni, Santo
Obispo, Julio 18
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Arnulfo de Metz, Santo
Obispo, 18 de julio
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Marina de Orense, Santa
Mártir, Julio 18
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Sinforosa y sus siete hijos, Santos
Mártires, Julio 18
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LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 18 DE JULIO DEL 2017
Lecturas de hoy Martes de la 15ª semana del Tiempo Ordinario
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (2,1-15a):
En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu; ella concibió y dio a luz un niño. Viendo qué hermoso era, lo tuvo escondido tres meses. No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura, y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo. Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba. La hija del Faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla. Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó a la criada a recogerla. La abrió, miró dentro, y encontró un niño llorando.
Conmovida, comentó: «Es un niño de los hebreos.»
Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: «¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?»
Respondió la hija del Faraón: «Anda.»
La muchacha fue y llamó a la madre del niño.
La hija del Faraón le dijo: «Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré.»
La mujer tomó al niño y lo crió.
Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «Lo he sacado del agua.»
Pasaron los años, Moisés creció, fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.
Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: «¿Por qué golpeas a tu compañero?»
Él le contestó: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?»
Moisés se asustó pensando: «La cosa se ha sabido.» Cuando el Faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para darle muerte; pero Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país de Madián.
Palabra de Dios
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Salmo
Sal 68,3.14.30-31.33-34
R/. Humildes, buscad al Señor,
y revivirá vuestro corazón
Me estoy hundiendo en un cieno profundo
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua,
me arrastra la corriente. R/.
Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío,
el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R/.
Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.
Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.
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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):
En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»
Palabra del Señor
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Comentario al Evangelio de hoy martes, 18 de julio de 2017
Queridos hermanos:
La historia de Moisés y el pueblo hebreo puede ser un estupendo espejo para contemplar nuestra propia historia, como suele ocurrir tantas veces en la Biblia. Si ayer decíamos que el secreto está en el cómo, en el sentido, en el sabor de fondo… hoy se nos recuerda que no todo vale ni a cualquier precio. Que lo más “santo” no justifica cualquier fin: «Y vio Moisés cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena»
Es una llamada de nuevo a ser muy conscientes de por qué y para qué hacemos las cosas. De lo contrario, enseguida nos encontraremos como Moisés, que esa aparente buena y valiente acción se vuelve contra nosotros: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio? Moisés se asustó pensando: La cosa se ha sabido.»
O como dice el evangelio de hoy: «Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.» Corozaín y Betsaida somos también nosotros; Dios hace tantos milagros, tantas cosas buenas en nosotros.. y sin embargo, ¡Cuánto nos cuesta agradecer, cambiar, crecer, pensar antes de actuar, ser honestos con nosotros mismos, discernir… Por matar un egipcio creyendo que somos jueces de hermanos hebreos, pensamos escalar el cielo… y quizá bajemos al infierno. El infierno del reproche de los demás (que no nos pidieron que fuéramos sus defensores); el infierno de la soledad, de la duda, de la incomprensión, del orgullo, de la vanidad… Pero no lo olvides: ni Moisés, ni Pablo, ni la Magdalena terminaron su historia en sus propias trampas o meteduras de pata…. La historia de Dios con cada uno de nosotros no para!
http://www.ciudadredonda.org/seccion/iglesia
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Comentario al Evangelio de hoy martes, 18 de julio de 2017
Queridos hermanos:
La historia de Moisés y el pueblo hebreo puede ser un estupendo espejo para contemplar nuestra propia historia, como suele ocurrir tantas veces en la Biblia. Si ayer decíamos que el secreto está en el cómo, en el sentido, en el sabor de fondo… hoy se nos recuerda que no todo vale ni a cualquier precio. Que lo más “santo” no justifica cualquier fin: «Y vio Moisés cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena»
Es una llamada de nuevo a ser muy conscientes de por qué y para qué hacemos las cosas. De lo contrario, enseguida nos encontraremos como Moisés, que esa aparente buena y valiente acción se vuelve contra nosotros: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio? Moisés se asustó pensando: La cosa se ha sabido.»
O como dice el evangelio de hoy: «Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.» Corozaín y Betsaida somos también nosotros; Dios hace tantos milagros, tantas cosas buenas en nosotros.. y sin embargo, ¡Cuánto nos cuesta agradecer, cambiar, crecer, pensar antes de actuar, ser honestos con nosotros mismos, discernir… Por matar un egipcio creyendo que somos jueces de hermanos hebreos, pensamos escalar el cielo… y quizá bajemos al infierno. El infierno del reproche de los demás (que no nos pidieron que fuéramos sus defensores); el infierno de la soledad, de la duda, de la incomprensión, del orgullo, de la vanidad… Pero no lo olvides: ni Moisés, ni Pablo, ni la Magdalena terminaron su historia en sus propias trampas o meteduras de pata…. La historia de Dios con cada uno de nosotros no para!
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