Páginas

miércoles, 19 de abril de 2017

SALMO 104: QUE SE ALEGREN LOS QUE BUSCAN AL SEÑOR


Sal 104,1-2.3-4.6-7.8-9

R/. Que se alegren los que buscan al Señor


Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.

Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 19 DE ABRIL 2017


Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída
San Lucas 24,13-35. Miércoles de la Octava de Pascua


Por: H. Hiram Galán LC´ | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, Tú conoces mi vida, sabes mejor que yo de mis debilidades; ayúdame a perseverar en el camino hacia la santidad y que este momento de intimidad contigo, me renueve el amor que siento por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 24,13-35
El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?".
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?". Él les preguntó: "¿Qué cosa?". Ellos les respondieron: "Lo de Jesús el Nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a Él no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?". Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!".
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón". Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Aparentemente somos nosotros quienes buscamos estar con el Señor, somos nosotros quienes le pedimos que se quede junto a nosotros porque comienza el atardecer de nuestra vida. ¡Pero no!, en realidad es Él quien sale al encuentro, es Él quien se cruza en la rivera de nuestras vidas.
Con esta consciencia descubrimos que el Señor siempre está a la puerta y llama; pero el abrirle la puerta es una decisión que sólo nosotros podemos tomar. Él conoce las necesidades de nuestro corazón, Él sabe lo que realmente necesitamos y quiere llenar nuestras carencias de cariño y amor. Pero también es un caballero y respeta nuestra libertad. Dios pone siempre el noventa y nueve punto nueve por ciento en nuestras vidas pero espera que nosotros respondamos a ese uno por ciento.
No temas a Dios, no te avergüences frente a Él que te conoce mejor que tú mismo.
Ayúdame, Madre Santísima, a descubrir la felicidad plena que sólo se puede encontrar en Dios y en el cumplimiento de su voluntad, aunque aparentemente parezca algo doloroso.
El amor de Dios no cesará nunca, ni en nuestra vida ni en la historia del mundo. Es un amor que permanece siempre joven, activo y dinámico, y que atrae hacia sí de un modo incomparable. Es un amor fiel que no traiciona, a pesar de nuestras contradicciones. Es un amor fecundo que genera y va más allá de nuestra pereza. En efecto, de este amor todos somos testigos. El amor de Dios nos sale al encuentro, como un río en crecida que nos arrolla pero sin aniquilarnos; más bien, es condición de vida: "Si no tengo amor, no soy nada", dice san Pablo. Cuanto más nos dejamos involucrar por este amor, tanto más se regenera nuestra vida. Verdaderamente deberíamos decir con toda nuestra fuerza: soy amado, luego existo.
(Catequesis de S.S. Francisco, 3 de septiembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Estaré atento para escuchar cuando Jesús me hable y trataré de cumplir lo que me pida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 19 DE ABRIL DEL 2017

Elfego de Winchester, Santo
Obispo y Mártir, 19 de abril
Jaime Llach Candell, BeatoJaime Llach Candell, Beato
Sacerdote y Mártir, 19 de abril
Ramón Llach Candell, BeatoRamón Llach Candell, Beato
Sacerdote y Mártir, 19 de abril
Jacobo Duckett, BeatoJacobo Duckett, Beato
Mártir, 19 de abril
Conrado de Ascoli, BeatoConrado de Ascoli, Beato
Religioso Franciscano, 19 de abril
Emma de Sajonia, SantaEmma de Sajonia, Santa
Viuda, 19 de abril
Expedito, SantoExpedito, Santo
Mártir, 19 de abril
León IX, SantoLeón IX, Santo
CLII Papa, 19 de abril
Bernardo el Penitente, BeatoBernardo el Penitente, Beato
Penitente, 19 de abril

ORACIÓN A SAN EXPEDITO PARA URGENTES NECESIDADES ECONÓMICAS


Oración a San Expedito 
para urgentes necesidades económicas


San Expedito bendito protector nuestro:
guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno,
hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia,
te reclamo con urgencia y fervor
para que vengas en mi auxilio.

Las necesidades urgentes que hay en mi vida
no me permiten el descanso
vivo en estado de preocupación y de depresión continua.

Me siento solo y desesperado,
el abatimiento me acompaña,
el desconcierto me guía, y el sufrimiento se ha apoderado de mi.

Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes,
ayúdame, santo glorioso, a levantarme.

Te pido que acudas presto y derrames sobre mí
el valor, la energía, la esperanza,
que alivies mis penurias y miserias,
para que con tu mediación logre solucionar 
las angustiosas necesidades,
los problemas económicos que me apremian
y la ruina de la que no se como salir,
te pido que con tu caridad me concedas:

(Mencionar ahora la petición).

Ayúdame a utilizar mi coraje,
a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad,
para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando,
se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo,
que todo sea una experiencia que tuve que pasar
para aprender y mejorar,
y que solucionados los obstáculos
se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.

Glorioso San Expedito, oye mi suplica,
te ruego atiendas mis ruegos con urgencia.

Gracias san Expedito, santo benevolente,
pues se que estas aquí conmigo, escuchándome,
y que mi mejoría comenzará en este mismo momento,
yo te lo agradeceré el resto de mi vida
y llevare tu nombre al que lo precise.

Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria

SAN EXPEDITO, SANTO DE LAS CAUSAS JUSTAS Y URGENTES, 19 DE ABRIL


Hoy 19 de abril es fiesta de San Expedito, mediador ante problemas urgentes



 (ACI).- San Expedito fue un comandante de la legión romana y mártir de la Iglesia del siglo cuarto. Se le venera como protector ante problemas en el trabajo, la familia y en caso de juicios. Es decir, se le suele invocar en problemas urgentes debido a una rápida acción que realizó contra el demonio. Su fiesta se celebra cada 19 de abril.

Según la tradición, cuando San Expedito se iba a convertir, el maligno se le acercó en forma de un cuervo y le empezó a gritar: “cras, cras, cras”. Que en latín significa “mañana, mañana, mañana”. Todo para tratar de que dejase su decisión para después y se enfriara su fe.


El santo de inmediato aplastó al cuervo tentador, diciendo: “¡Hodie, hodie, hodie!” que quiere decir “hoy, hoy, hoy”. “No dejaré nada para mañana, a partir de hoy seré cristiano”, añadió. Al final, murió como un valiente mártir.

San Expedito también es protector de jóvenes, estudiantes y enfermos. Se le representa como un soldado con una cruz en la que está escrito “hodie” (hoy) y la hoja de palma que simboliza el martirio. En sus pies le colocan un cuervo con la palabra “cras” (mañana).

En este día, miles de fieles se congregan en la Parroquia Nuestra Señora Balvanera de Buenos Aires para venerar una antigua imagen de San Expedito y participar de las Misas, confesiones y bendición de objetos.