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jueves, 30 de marzo de 2017

SALMO 105: ACUÉRDATE DE MÍ, SEÑOR, POR AMOR A TU PUEBLO


Salmo 105
Sal 105,19-20.21-22.23



R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo

V/. En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.

V/. Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.

V/. Dios hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio. R/.

CANONIZACIÓN DE PRIMEROS MÁRTIRES DE AMÉRICA TENDRÍA GRAN IMPACTO EN LAS FAMILIAS


Canonización de primeros mártires de América tendría gran impacto en las familias
Por David Ramos
 Foto: Cortesía Diócesis de Tlaxcala.




 (ACI).- La próxima canonización de los Niños Mártires de Tlaxcala, de México, los primeros mártires de América, podría tener un profundo impacto en las familias, aseguró el Arzobispo mexicano que ha acompañado la causa en los últimos años.

El hoy Arzobispo de Tijuana, Mons. Francisco Moreno Barrón, fue hasta hace apenas medio año Obispo de Tlaxcala, y con esa responsabilidad pastoral encabezó durante los últimos años el esfuerzo por llegar al final de la causa de canonización de los beatos Cristóbal, Antonio y Juan.


En declaraciones para ACI Prensa, Mons. Moreno Barrón destacó que la canonización de los niños mártires mexicanos “es un momento de gracia, de bendición para la Iglesia universal” y un llamado a que “valoremos la familia como un don de Dios”.

“Espero que en otros países, como en el Perú, Estados Unidos, en donde quiera, sean también promovidos como patronos de la niñez en estos tiempos tan difíciles en que los niños son golpeados, abusados, en que falta realmente un respeto integral y una promoción de los mismos en la Iglesia y en la sociedad”, dijo.

Los Niños Mártires de Tlaxcala fueron asesinados por odio a la fe entre 1527 y 1529, mientras evangelizaban y combatían la idolatría en sus comunidades, luego de recibir la catequesis y el bautismo de los misioneros franciscanos y dominicos. Apenas tres décadas atrás, en 1492, Cristóbal Colón llegaba a tierras americanas.

En el caso del Beato Cristóbal, fue asesinado por su propio padre, quien lo golpeó y luego quemó, furioso por la labor evangelizadora de su hijo. Antonio y Juan fueron matados a palos por miembros de su comunidad.

Los tres tenían alrededor de 12 años al momento de su muerte.

El Arzobispo aseguró que la canonización será un “regalo para la Iglesia universal”, que debe acogerse “con una gran alegría, una gratitud especial a Dios”, al tiempo que debe asumirse el compromiso “de promover a estos niños, particularmente, entre muchas niñas y niños que podrán imitarles en su vida humana y cristiana”.

Mons. Moreno Barrón explicó que no se necesitó un milagro para la aprobación de la canonización de los tres niños, porque se siguió el proceso “por la vía de la fama de santidad”.

“No olvidemos que se trata de niños mártires. Ya el martirio les da el acceso a la santidad”, dijo.

El Prelado mexicano indicó que el Papa Francisco tomó en cuenta que los cardenales y obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos, que analizaron a profundidad la documentación sobre los tres beatos, dieron su voto favorable para la canonización.

Solo quedaría esperar que el Papa Francisco anuncie la fecha para la canonización, en un próximo consistorio, dijo el Arzobispo.

Mons. Moreno Barrón destacó que “se trata de los primeros mártires de América, y un día que sean canonizados estos niños serán una bendición no solo para Tlaxcala, sino para todo México, América y el mundo entero”.

Esta canonización, subrayó, “será un impulso muy fuerte para descubrir el llamado a la santidad de una manera especial de los niños, adolescentes y jóvenes”.

Por su parte, el P. Cristóbal Gaspariano, vocero de la Diócesis de Tlaxcala, aseguró que han recibido la noticia de la canonización “con gran júbilo” y señaló que “son años de trabajo” promoviendo la causa y enseñando su vida a los niños de la región.

“Las parroquias nos hemos organizado con comisiones de Niños Mártires en todas las parroquias, donde cada 23 de mes se hace una Misa”, dijo, y explicó que el 23 de septiembre se celebra ahí la fiesta de los tres beatos.

“También hacemos peregrinaciones con cada parroquia al santuario de los niños mártires”, en un evento que reúne a unos 10 mil. “Muchos van vestidos con el traje típico de los niños mártires”.

“Ya tenemos años viviendo la experiencia”, señaló.

El P. Gaspariano dijo que “hoy está faltando en la Iglesia Católica, en general, que el niño que ha hecho sus sacramentos salga con ese espíritu misionero, como decimos en América Latina, que sea discípulo misionero”.

“Creo que es un buen momento para retomar lo que se ha dicho en Aparecida, con el modelo de estos niños e impulsemos otra vez ese trabajo pastoral tan necesario en nuestra Iglesia”.

Mons. Francisco Moreno Barrón recordó que el hoy Papa Emérito Benedicto XVI, en su visita a Guadalajara (México) en 2012, recordó a los Niños Mártires de Tlaxcala “en la plaza y los presentó como ejemplo a los niños de México”.

“Y hace poco, los Obispos de México, tomamos la decisión por unanimidad de proclamarlos patronos de la niñez mexicana. Esta documentación se mandó a Roma y ya hemos recibido la ratificación de esto”, señaló.

SAN LEONARDO MURIALDO, FUNDADOR, 30 DE MARZO

Leonardo Murialdo, Santo
Fundador, 30 de marzo


Por: n/a | Fuente: Corazones.org 



Fundador

Martirologio Romano: En Turín, Italia, san Leonardo Murialdo, presbítero, que fundó la Pía Sociedad de San José, para educar en la fe y la caridad cristianas a los niños abandonados († 1900).
Fecha de beatificación: 3 de noviembre de 1963 por S.S. Pablo VI
Fecha de canonización: 3 de mayo de 1970 por S.S. Pablo VI

Breve Biografía

Leonardo Murialdo no es un hombre lejano: nace en Turín (Italia) el 26 de octubre de 1828 y muere en la misma ciudad el 30 de marzo de 1900. Es una persona dulce y noble, un hermano que se entrega todo a otros hermanos que no tienen casa y familia, que están solos y sin cariño, que non conocen a Dios.

A los 17 años, después de una crisis religiosa, decide consagrarse a Dios y en 1851 recibe la ordenación sacerdotal. Es el cura de los barrios pobres, el apóstol de los pequeños limpiachimeneas, de los chicos de la calle, de los encarcelados, de los jóvenes obreros.

Piensa en la formación profesional de los jóvenes, en su capacitación para el mundo adulto y obrero. En 1866 acepta dirigir el colegio "Artesanitos", una institución para chicos pobres y huérfanos.

Dócil a la voluntad de Dios y para dar continuidad a su misión educativa, el 19 de marzo de 1873 dio vida a la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo), formada por sacerdotes y laicos.

La pedagogía de san Leonardo se puede resumir "en el espíritu de dulzura, de paciencia y de familiaridad, porque éste es el secreto para realizar el bien entre los niños y los jóvenes". Este estilo educativo encuentra su fuente en el amor misericordioso de Dios que Murialdo experimentó desde su juventud. Todo esto se puede resumir en el vivir con los niños y jóvenes como "amigo, hermano y padre".

Hoy los Josefinos de Murialdo continúan en la Iglesia su amor hacia los niños y los jóvenes en los centros juveniles, colegios, casa-hogar, parroquias, misiones... Están presentes en varios países de América Latina, de Europa y de Africa.

El 3 de mayo de 1970 Leonardo Murialdo es proclamado santo por el Papa Pablo VI. Su fiesta se celebra el 30 de Marzo, los salesianos lo festejan el 18 de Mayo.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 30 DE MARZO DEL 2017

Cristo nos revela al Padre
San Juan 5, 31-47. IV Jueves de Cuaresma


Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero Señor estar contigo en este rato. Sé que me estabas esperando y que me amas sin medida. Te pido, Señor, aumentes mi fe, mi esperanza y mi amor. Dame la gracia de vivir esta cuaresma de la mejor manera para prepararme bien para esta Semana Santa. No permitas que sea una cuaresma más de mi vida, sino que sea el tiempo propicio para encontrarme contigo y dejarme transformar por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 5,31-47
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Hoy, Señor, me hablas de una verdad que bien meditada puede cambiar algo en mi relación contigo. Es cierto que nunca he escuchado la voz del Padre ni visto su semblante. Pero me recuerdas que Tú has venido a suplir esta carencia. Bien sabes, Jesús, que como ser humano que soy, necesito de los sentidos para poder conocer algo. ¡Qué difícil es creer en alguien que no se ve, que no se toca, que no se oye con los sentidos externos!
Sin embargo Tú viniste para resolver ese problema. Desde que te hiciste hombre es más fácil conocer a Dios. Un Dios hecho hombre. Esto es maravilloso porque eres un Dios que habla nuestro lenguaje, que experimenta nuestras emociones, que padece nuestras penas. Eres un Dios que escucha nuestra naturaleza, que camina por nuestros caminos y que come los frutos de nuestra tierra. Gracias, Señor, por haber venido a revelar el rostro de tu Padre, de mi Padre Dios.
Pero puedo pensar que aun así no puedo conocer tu actuar humano. Y para resolver este nuevo interrogante has querido dejarnos el Evangelio, la Sagrada Escritura. En ellos puedo encontrar tu humanidad que interpela mi vida. En los Evangelios de verdad puedo conocerte, experimentarte y amarte.
Concédeme la gracia, Señor, de hacer una experiencia profunda de Ti y de tu amor. Experiencia de un Dios vivo y real, un Dios que me ama, me conoce y me comprende. Experiencia lograda con ayuda de la Sagrada Escritura. Concédeme, Señor, esta gracia en esta cuaresma.
El cristiano, con la fuerza del Espíritu, da testimonio de que el Señor vive, que el Señor ha resucitado, que el Señor está entre nosotros, que el Señor celebra con nosotros su muerte, su resurrección, cada vez que nos acercamos al altar; y lo hace en su vida cotidiana, con su modo de obrar. Es el testimonio continuo del cristiano. Al mismo tiempo, el cristiano debe ser consciente de que a veces este testimonio provoca ataques, provoca persecuciones: son las pequeñas persecuciones, como las de las habladurías y las críticas, pero también las persecuciones de las que la historia de la Iglesia está llena.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de mayo de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy leeré un pasaje evangélico y contemplaré aspectos humanos de Cristo que puedo imitar.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

SAN JUAN CLÍMACO, 30 DE MARZO, MONJE Y MAESTRO ESPIRITUAL


Hoy 30 de marzo se conmemora a San Juan Clímaco, monje y maestro espiritual



 (ACI).- San Juan Clímaco fue un monje cristiano, maestro espiritual y autor del libro “Escala del Paraíso” que llegó a ser muy popular en la Edad Media. El nombre de este libro es la fuente del nombre de este Santo ya que es una transliteración latina del término griego klímakos, que significa “de la escala”.

El Santo “de la escala” nació en Palestina en el 575 y su vida se desarrolló cuando Bizancio, capital del Imperio romano de Oriente, se encontraba en decadencia ante las invasiones bárbaras y la pérdida de territorio.

Desde muy pequeño se formó leyendo los libros de San Gregorio Nacianceno y San Basilio. A los 16 años decidió ser monje y partió al Monte Sinaí (Egipto).

Según los escritos del monje Daniel de Raito, Clímaco tuvo como maestro al abad Martirio (superior del monasterio) y después de cuatro años de preparación fue admitido como religioso.

A los veinte años eligió vivir como eremita en una gruta a los pies de un monte ubicado a ocho kilómetros del actual monasterio de Santa Catalina (Monte Sinaí).  

Desde ese entonces se dedicó por cuarenta años a la meditación de la Biblia, oración y algunos trabajos manuales. Así se convirtió en uno de los más grandes sabios de la Biblia y director espiritual de decenas de monjes en Oriente.

En su vejez los monjes lo eligieron abad del monasterio del Monte Sinaí. En ese tiempo redactó diversos textos y la “Escala del Paraíso”, un tratado de vida espiritual que describe el camino del monje desde la renuncia al mundo hasta la perfección del amor.

En el libro se distinguen tres fases sucesivas para alcanzar esta perfección del amor: la primera es la ruptura con el mundo con el fin de volver al estado de infancia evangélica; la segunda está constituida por el combate espiritual contra las pasiones; y la tercera es la perfección cristiana.

San Juan Clímaco murió cerca del año 650. La Iglesia lo conmemora el 30 marzo.

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Biografía de San Juan Clímaco
30 de marzo 


San Juan Clímaco nació en Palestina y se formó leyendo los libros de San Gregorio Nacianceno y de San Basilio. A los 16 años se fue de monje al Monte Sinaí. Después de cuatro años de preparación fue admitido como religioso. El mismo narraba después que en sus primeros años hubo dos factores que le ayudaron mucho a progresar en el camino de la perfección. El primero: no dedicar tiempo a conversaciones inútiles, y el segundo: haber encontrado un director espiritual santo y sabio que le ayudó a reconocer los obstáculos y peligros que se oponían a su santidad. De su director aprendió a no discutir jamás con nadie, y a no llevarle jamás la contraria a ninguno, si lo que el otro decía no iba contra la Ley de Dios o la moral cristiana.

Pasó 40 años dedicado a la meditación de la Biblia, a la oración, y a algunos trabajos manuales. Y llegó a ser uno de los más grandes sabios sobre la Biblia de Oriente, pero ocultaba su sabiduría y en todo aparecía como un sencillo monje más, igual a todos los otros. En lo que sí aparecía distinto era en su desprendimiento total de todo afecto por el comer y el beber. Sus ayunos eran continuos y los demás decían que pareciera como si el comer y el beber más bien le produjera disgusto que alegría. Era su penitencia, ayunar, ayunar siempre.

Su oración más frecuente era el pedir perdón a Dios por los propios pecados y por los pecados de la demás gente. Los que lo veían rezar afirmaban que sus ojos parecían dos aljibes de lágrimas. Lloraba frecuentemente al pensar en lo mucho que todos ofendemos cada día a Nuestro Señor. Y de vez en cuando se entraba a una cueva a rezar y allí se le oía gritar: ¡Perdón, Señor piedad. No nos castigues como merecen nuestros pecados. Jesús misericordioso tened compasión de nosotros los pobres pecadores! Las piedras retumbaban con sus gritos al pedir perdón por todos.

El principal don que Dios le concedió fue el ser un gran director espiritual. Al principio de su vida de monje, varios compañeros lo criticaban diciéndole que perdía demasiado tiempo dando consejos a los demás. Que eso era hablar más de la cuenta. Juan creyó que aquello era un caritativo consejo y se impuso la penitencia de estarse un año sin hablar nada ni dar ningún consejo. Pero al final de aquel año se reunieron todos los monjes de la comunidad y le pidieron que por amor a Dios y al prójimo siguiera dando dirección espiritual, porque el gran regalo que Dios le había concedido era el de saber dirigir muy bien las almas. Y empezó de nuevo a aconsejar. Las gentes que lo visitaban en el Monte Sinaí decían de él: "Así como Moisés cuando subió al Monte a orar bajó luego hacia sus compañeros con el rostro totalmente iluminado, así este santo monje después de que va a orar a Dios viene a nosotros lleno de iluminaciones del cielo para dirigirnos hacia la santidad".

El superior del convento le pidió que pusiera por escrito los remedios que él daba a la gente para obtener la santidad. Y fue entonces cuando escribió el famoso libro del cual le vino luego su apellido: "Clímaco", o Escalera para subir al cielo. Se compone de 30 capítulos, que enseñan los treinta grados para ir subiendo en santidad hasta llegar a la perfección. El primer peldaño o la primera escalera es cumplir aquello que dijo Jesús: "Quien desea ser mi discípulo tiene que negarse a sí mismo". El primer escalón es llevarse la contraria a sí mismo, mortificarse en algo cada día. El segundo es tratar de recobrar la blancura del alma pidiendo muchas veces perdón a Dios por pecados cometidos, el tercero es el plan o propósito de enmendarse y cambiar de vida. Los últimos tres, los peldaños superiores, son practicar la Fe, la Esperanza y la Caridad. Todo el libro está ilustrado con muchas frases hermosas y con agradables ejemplos que lo hacen muy agradable.

A San Juan Clímaco le concedió Dios otro gran regalo y fue el de lograr llevar la paz a muchísimas almas angustiadas y llenas de preocupaciones. Llegaban personas desesperadas a causa de terribles tentaciones y él les decía: "Oremos porque los malos espíritus se alejan con la oración". Y después de dedicarse a rezar por varios minutos en su compañía aquella persona sentía una paz y una tranquilidad que antes no había experimentado nunca. El santo decía a la gente: "Así como los israelitas quizás no habrían logrado atravesar el desierto si no hubieran sido guiados por Moisés, así muchas almas no logran llegar a la santidad si no tienen un director espiritual que los guíe". Y él fue ese guía providencial para millares de personas por 40 años.

Un joven que era dirigido espiritualmente por San Juan Clímaco, estaba durmiendo junto a una gran roca, a muchos kilómetros del santo, cuando oyó que este lo llamaba y le decía: "Aléjese de ahí". El otro despertó y salió corriendo, y en ese momento se desplomó la roca, de tal manera que lo habría aplastado si se hubiera quedado allí.

En un año en el que por muchos meses no caía una gota de agua y las cosechas se perdían y los animales se morían de sed, las gentes fueron a donde nuestro santo a rogarle que le pidiera a Dios para que enviara las lluvias. El subió al Monte Sinaí a orar y Dios respondió enviando abundantes lluvias.

Era tal la fama que tenían las oraciones de San Juan Clímaco, que el mismo Papa San Gregorio le escribió pidiéndole que lo encomendara en sus oraciones y le envió colchones y camas para que pudiera hospedar a los peregrinos que iban a pedirle dirección espiritual.

Cuando ya tenía más de 70 años, los monjes lo eligieron Abad o Superior del monasterio del Monte Sinaí y ejerció su cargo con satisfacción y provecho espiritual de todos. Cuando sintió que la muerte se acercaba renunció al cargo de superior y se dedicó por completo a preparar su viaje a la eternidad. Y al cumplir los 80 años murió santamente en su monasterio del Monte Sinaí. Jorge, su discípulo predilecto, le pidió llorando: "Padre, lléveme en su compañía al cielo". El oró y le dijo: "Tu petición ha sido aceptada". Y poco después murió Jorge también.

SANTORAL DE HOY JUEVES 30 DE MARZO DEL 2017

Antonio Maria Develuy y 5 compañeros, Santos
Martires de Corea, 30 de marzo
Segundo de Asti, SantoSegundo de Asti, Santo
Mártir, 30 de marzo
Régulo de Senlis, SantoRégulo de Senlis, Santo
Obispo, 30 de marzo
Osburga, SantaOsburga, Santa
Abadesa, 30 de marzo
Julio Álvarez Mendoza, SantoJulio Álvarez Mendoza, Santo
Presbítero y Mártir, 30 de marzo
Ludovico de Casoria (Arcángel Palmentieri), SantoLudovico de Casoria (Arcángel Palmentieri), Santo
Presbítero y Fundador, 30 de marzo
María Restituta Kafka, BeataMaría Restituta Kafka, Beata
Virgen y mártir, 30 de marzo
Leonardo Murialdo, SantoLeonardo Murialdo, Santo
Fundador, 30 de marzo
Zósimo de Siracusa, SantoZósimo de Siracusa, Santo
Obispo, 30 de marzo
Amadeo IX de Saboya, BeatoAmadeo IX de Saboya, Beato
Laico, 30 de marzo
Juan Clímaco, SantoJuan Clímaco, Santo
Abad, 30 de marzo
Pedro Regalado, SantoPedro Regalado, Santo
Presbítero. 30 de marzo