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viernes, 24 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO RECONOCE EL MARTIRIO DE 39 ESPAÑOLES Y APRUEBA MILAGROS DE FUTUROS SANTOS


Papa reconoce el martirio de 39 españoles y aprueba milagros de futuros santos
Foto: Alex Lecea 



VATICANO, 23 Mar. 17 / 12:03 pm (ACI).- El Papa Francisco ha autorizado la aprobación de un decreto en el que se reconoce el martirio de 39 españoles asesinados en 1936 por odio a la fe durante la Guerra Civil; asimismo autorizó la promulgación de los decretos que reconocen el milagro atribuido a futuros santos, entre ellos los pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta Marto.

En el caso de los mártires españoles, se trata de 33 sacerdotes y hermanos coadjutores de la Congregación de la Misión, y de 6 laicos de la Asociación de la Medalla Milagrosa de la Beata Virgen María.

El grupo está encabezado por el Siervo de Dios José María Fernández Sánchez. Nacido el 15 de enero de 1875 en Oviedo, Asturias. Ingresó en el noviciado de los Padres Paúles en Madrid en el año 1895. Profesó el 25 de abril de 1897 y se ordenó el 18 de octubre de 1898.

Fue profesor de Filosofía, Teología y Derecho en Madrid y, posteriormente, misionero en la India entre 1921 y 1928.

De regreso a España, se encargó de la dirección espiritual del Seminario Conciliar de Oviedo y en 1931 fue nombrado Subdirector de las Hijas de la Caridad de la Provincia española, instalándose en una residencia cercana al noviciado de las Hijas de la Caridad, en Madrid.

Después del estallido de la Guerra Civil en el año 1936, se desató en las zonas de España controladas por el gobierno republicano una feroz persecución religiosa. Obligado a refugiarse, el P. José María fue acogido, junto a otros sacerdotes y religiosos, por una familia que regentaba una pensión.

El 20 de agosto de 1936 se presentaron en la pensión un grupo de milicianos que detuvieron al P. Fernández y a sus compañeros. Después de pasar por diferentes prisiones, fue asesinado junto al Cementerio de Vallecas, Madrid, el 23 de octubre de 1936.

Otras causas

El Vaticano informó que el Pontífice también autorizó la promulgación de los decretos que reconocen:

-El milagro atribuido a la intercesión del Beato Angelo de Acri, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capucinos, nacido el 9 de octubre de 1669 en Acri, Italia, y fallecido el 30 de octubre de 1739.

-El milagro atribuido a la intercesión del Beato Francisco Marto, nacido el 11 de junio de 1908 y muerto el 4 de abril de 1919, y de la Beata Jacinta Marto, nacida el 11 de marzo de 1910 y muerta el 20 de febrero de 1920

-El martirio de la Sierva de Dios Regina Mariam Vattali, Hermana de la Congregación de las Hermanas Clarisas Franciscanas, muerta por el odio a la fe en la India, de donde era natural, el 25 de febrero de 1995.

-Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Daniele da Samarate, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, nacido en Samarate, Italia, el 15 de junio de 1876 y muerto el 19 de mayo de 1924.

-Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Macrina Raparelli, fundadora de la Congregación de las Basilianas Hijas de Santa Macrina, nacida en Roma el 2 de abril de 1893 y fallecida el 26 de febrero de 1970.

-Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Daniela Zanetta, laica nacida en Maggiora, Italia, el 15 de diciembre de 1962 y fallecida el 14 de abril de 1986.

Por último, el Santo Padre también aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos miembros de la Congregación sobre la canonización de los siguientes Beatos:

-Andrea de Soveral y Ambrogio Franceso Ferro, sacerdotes diocesanos; y Matteo Moreira, laico, y 27 compañeros mártires asesinados por odio a la fe en Brasil el 16 de julio de 1645 y el 3 de octubre de 1645.

-Cristoforo, Antonio y Giovanni, adolescentes mártires asesinados por odio a la fe en México en 1529.

PAPA FRANCISCO APRUEBA CANONIZACIÓN DE LOS PROTOMÁRTIRES DE BRASIL


Papa Francisco aprueba canonización 
de los protomártires de Brasil







RÍO DE JANEIRO, 23 Mar. 17 / 10:49 pm (ACI).- El Papa Francisco aprobó hoy la canonización de los protomártires de Brasil, los sacerdotes Andrea Soveral y Ambrogio Francesco Ferro, el laico Mateus Moreira y otros 27 compañeros mártires.

Según informó la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice aprobó “los votos favorables de la Sesión Ordinaria de cardenales y obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos”.


Los conocidos en Brasil como mártires de Cunhaú y Uruaçu, fueron asesinados por odio a la fe el 16 de julio de 1645 y el 3 de octubre de 1645.

En Brasil, el Arzobispo de Natal, Mons. Jaime Vieira Rocha, dio a conocer esta noticia a través de radio Rural de la arquidiócesis.

Manifestó que “estamos muy felices por este momento de acción de gracias a Dios”.

Además explicó que el Papa Francisco convocará un consistorio para oficializar la canonización de los mártires.

“Pero ya podemos estar alegres. Hoy es el día en que la Arquidiócesis de Natal, la Iglesia de Brasil y todo el pueblo de Dios, sobre todo los devotos de los mártires de Cunhaú y Uruaçu, recordarán este momento histórico cuando se difundió la aprobación de la canonización de los mártires”, expresó Mons. Vieira.

Finalizó recordando una frase del himno de los protomártires que dice: “Mártires de la fe, hijo de Río Grande, hombres y mujeres, jóvenes y niños. Por el Buen Pastor dieron su sangre, nuestra Iglesia en fiesta canta sus himnos”.

El nombre de protomártires les fue concedido por San Juan Pablo II el 13 de octubre de 1991 durante la Misa de Clausura del XII Congreso Eucarístico en Natal.

La historia de estos protomártires se remonta a los años 1630 y 1654 cuando los holandeses calvinistas ocupaban los territorios del noreste de Brasil. En esa época querían obligar a los católicos a convertirse al calvinismo y prohibieron la celebración de la Misa.

En el año 1645 los católicos de Engenho de Cunhaú fueron martirizados violentamente durante la celebración de la Eucaristía. Tres meses después sucedió lo mismo en Uruaçu, pero el martirio fue más cruel.

Según cuenta la tradición, a Mateus Moreira le arrancaron el corazón por la espalda y antes de morir gritó: “¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!”.

Los sacerdotes Andrea Soveral y Ambrogio Francesco Ferro, Mateus Moreira y los otros 27 mártires fueron beatificados por San Juan Pablo II el 5 de marzo del año 2000.

Traducido por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Digital.

CONOZCA LA HISTORIA DE EMILIA, LA PRIMERA GITANA BEATIFICADA Y MÁRTIR DEL ROSARIO


Conozca la historia de Emilia, la primera gitana beatificada y mártir del rosario
Por Blanca Ruiz
 Foto: Editorial Palabra.




MADRID, 24 Mar. 17 / 10:17 am (ACI).- El 25 de marzo el Cardenal Angelo Amato, Prefecto para las Causas de los Santos, beatificará en Almería (España) a un grupo de 115 mártires de la persecución religiosa durante la Guerra Civil española (1936-1939), entre quienes destaca Emilia Fernández, conocida como la canastera, y que será la primera mujer gitana beatificada.

Martín Ibarra, Doctor en Historia, ha publicado el libro “Emilia, la canastera. Mártir del rosario” en el que narra su vida y muerte en prisión.


Según explica Ibarra en una entrevista concedida a ACI Prensa, “la vida de Emilia hasta los 24 años es la normal para una gitana andaluza de principios de siglo. Se dedica a su familia, a su trabajo como canastera. Era una mujer trabajadora, gitana y honrada”.

Su marido, Juan Cortés, y ella fueron encarcelados por intentar evitar que Juan fuera a la guerra. Cuando entró en la cárcel, Emilia estaba embarazada.

En la prisión no se tuvo ningún tipo de consideración con Emilia a pesar de su estado. Se le asignó la misma ración de comida que al resto de las presas que era siempre insuficiente.

Después de una investigación exhaustiva, Ibarra apunta que Emilia “lleva adelante su embarazo en la cárcel en unas condiciones terribles, pasa muchísima hambre”.

El autor del libro “Emilia la canastera” precisa que fue en la prisión donde “descubre su fe, porque aunque había sido bautizada nunca pisó una iglesia. Fue especialmente a través del rosario que le enseña su catequista Dolores del Olmo”.

“Todas las tardes las presas rezaban, aunque les estaba prohibido. Emilia quiere saber más de su fe y pide a Dolores del Olmo que le explique. Allí se da cuenta de que pertenece a la Iglesia y aprende el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria”, apunta Ibarra a ACI Prensa.

La directora de la prisión de mujeres, Dolores Salmerón, supo que Emilia y otras presas rezaban y por eso ofreció a la canastera más comida, dejarla libre y también liberar a su marido si daba el nombre de quien le había enseñado a orar.  

Emilia se negó a delatar a su catequista por lo que fue castigada en una celda de aislamiento.

Pocos meses después Emilia dio a luz “entre hemorragias y con muchísimos dolores. Entre grito de dolor y sollozo, su catequista le va diciendo jaculatorias que Emilia repite, aunque no puede más de dolor”, asegura Ibarra.

Además precisa que “ella aprendió con su vida el “hágase tu voluntad” que se dice en el Padrenuestro, porque acepta la voluntad de Dios”.

Dolores del Olmo, su catequista, bautizó a la hija de Emilia con el nombre de Ángeles.

“Emilia es mártir de los sufrimientos, porque muere unos diez días después de dar a luz por no haber sido atendida, agarrando su rosario. Ella tuvo la posibilidad de apostatar, de delatar a quien le enseñó la fe, pero no lo hizo. Es un ejemplo”, asegura Ibarra.

En ese sentido, Martín Ibarra afirma que a Emilia “la devoción al rosario le lleva a amar más a Jesucristo. Lleva a cabo su maternidad arriesgando su vida y de hecho muere por no tener atención médica. Muere por los sufrimientos, por ser fiel a su fe, por traer una vida al mundo y por no haber cedido al deseo de su carcelera de que apostatara”.

Según explica el autor del libro “Emilia la canastera. Mártir del rosario”, esta beatificación es “un signo de vitalidad de la Iglesia que muestra con su vida que vale la pena ser cristiano. Es una llamada al optimismo y a la responsabilidad, que nos enseña con su vida que Dios está a nuestro lado, también en las dificultades”.

“Emilia entra en la cárcel sin conocer apenas la fe y cuando muere, lo hace como amiga de Dios. Eso es precioso”, insiste Ibarra.

La causa de beatificación de estos mártires de Almería (España) está encabezada por el deán José Álvarez-Benavides y de la Torre y 114 compañeros mártires: 95 sacerdotes, 20 laicos y 2 mujeres. Una de ellas es Emilia, la canastera.

Emilia será la primera mujer gitana beata. El primer beato gitano fue beatificado por San Juan Pablo II en 1997, se trata de Ceferino Giménez Malla, conocido como El Pelé. También murió durante la persecución religiosa de la Guerra Civil española por defender a un sacerdote. Tenía el rosario en la mano y antes de que le fusilaran gritó “¡Viva Cristo Rey!”.

Ibarra explica que “para la comunidad gitana es muy importante la beatificación de Emilia y la del beato Ceferino Giménez Malla, el Pelé, porque muestra que uno de los suyos ha sido declarado por la Iglesia como amigo de Dios. Tanto Ceferino como Emilia son mártires del rosario porque los dos se niegan a dejar de rezarlo. Esto demuestra que la Virgen nos lleva a Dios y para estos dos mártires Ella fue la puerta del Cielo”.

Puede leer el primer capítulo de “Emilia, la canastera. Mártir del rosario” AQUÍ o comprar el libro AQUÍ.

BEATO ROMERO INSPIRÓ LA JORNADA DE ORACIÓN Y AYUNO POR LOS MISIONEROS MÁRTIRES


Beato Romero inspiró la Jornada de oración y ayuno por los Misioneros Mártires
 Foto: David Ramos / ACI Prensa.



ROMA, 24 Mar. 17 / 03:17 pm (ACI).- La Jornada de oración y ayuno por los Misioneros Mártires, que se celebra cada 24 de marzo, tomó la fecha del asesinato del Arzobispo de San Salvador (El Salvador), Beato Óscar Arnulfo Romero.

Según informó Radio Vaticana, el Movimiento de Jóvenes de las Obras Misionales Pontificias de Italia eligió esta fecha en memoria de la muerte de Mons. Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador, y beatificado el 23 de mayo de 2015.

La Jornada se celebra en varios países, promovida por las diócesis, instituciones religiosas y misioneros.

El P. Luca Pandolfi, sacerdote de la Diócesis de Roma y Director del Centro de Comunicaciones Sociales de la Pontificia Universidad Urbaniana, señaló que esta fecha “es un momento para detenerse y reflexionar sobre la situación de tantos hermanos y hermanas que dan testimonio con sus vidas de la llamada que recibieron del Señor Jesús y de su Evangelio”.

Este año, la Jornada anima a tener un gesto de solidaridad, espiritual y material, para Siria, que ha sufrido años de guerra.

También se preparó un texto para un Via Crucis inspirado en la encíclica Laudato Si’, del Papa Francisco, y en memoria de los mártires misioneros.

PAPA FRANCISCO APRUEBA 4 CAUSAS DE CANONIZACIÓN

Papa Francisco aprueba 4 causas de canonización
La Iglesia contará así con 36 nuevos nombres en el canon de los santos


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 



El 23 de marzo de 2017 el Santo Padre Francisco recibió en audiencia a Su Eminencia el cardenal Angelo Amato, S.D.B., Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Durante dicha audiencia, el Santo Padre ha aprobado los decretos de sendos milagros obrado por Dios por intercesión de los Beatos Ángel de Acri y los Beatos Jacinta y Francisco Martos; también aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de cardenales y obispos miembros de la Congregación para la canonización de los siguientes beatos:
Cristóbal, Antonio y Juan, niños mártires, asesinados por odio a la fe en México en 1529.
Andrés de Soveral y Ambrosio Francisco Ferro, sacerdotes diocesanos, y Mateo Moreira, laico, y 27 compañeros mártires, asesinados por odio a la fe en Brasil el 16 de julio de 1645 y el 3 de octubre de 1645.
Ángel de Acri
Sacerdote Capuchino que supo llegar al corazón de las pobres gentes, campesinos y pastores en su mayoría, que malvivían trabajando de sol a sol, mientras los beneficios iban a parar a los señores. Les hablaba del amor de Dios con un mensaje sencillo, comprensible, despojado de retóricas y artificios, en conformidad con el espíritu franciscano. Obtuvo muchas conversiones. Fueron treinta y ocho años los que pasó predicando cuaresmas, ejercicios espirituales, misiones populares, etc., por muchas regiones de Italia, pasando por encima de penalidades y contratiempos. No se amilanaba a la hora de defender a los débiles. Denunciaba con pasión los abusos que cometían contra ellos lesionando sus derechos esenciales, y reclamaba a las autoridades civiles y a miembros de la nobleza el trato justo que merecían. Fue un gran confesor y pacificador. En el púlpito no le temblaba el pulso a la hora de condenar la gravedad de la conducta de los pecadores, aunque en el confesionario acogía a los penitentes con misericordia y piedad.


Fue beatificado en 1825 por el Papa León XII.
Los Pastorcillos de Fátima
El Beato Francisco Marto -nacido el 11 de junio de 1908 y muerto el 4 de abril de 1919-, y la Beata Jacinta Marto -nacida el 11 de marzo de 1910 y muerta el 20 de febrero de 1920- fueron testigos de las apariciones de la Virgen en Portugal en 1917.
Los hermanos Francisco y Jacinta fueron beatificados en el año 2000 por el Papa San Juan Pablo II.
El milagro que permitirá la canonización de ambos pastorcitos es la curación de un niño brasileño.
Ellos, junto con su prima Lucía, fueron testigos de las apariciones de la Virgen María en Cova de Iría, en Fátima, entre mayo y octubre de 1917. Francisco tenía nueve años, Jacinta siete y Lucía diez.
En total, la Virgen se les apareció 6 veces. En la tercera aparición, el 13 de julio, la Virgen les reveló el Secreto de Fátima. Según las crónicas, Lucía se puso pálida y gritó de miedo llamando a la Virgen por su nombre. Hubo un trueno, y la visión terminó.
Durante el período de tiempo en que se produjeron las apariciones, los tres niños tuvieron que hacer frente a las incomprensiones de sus familias y vecinos, y a la persecución del gobierno portugués, profundamente anticlerical. Pero aceptaron esas dificultades con fe y valentía: “Si nos matan, no importa. Vamos al cielo”, decían.
Tras las apariciones, los tres pastorcitos siguieron su vida normal, hasta la muerte de Francisco y Jacinta.
Francisco mostró un espíritu de amor y reparación para con Dios ofendido, a pesar de su vida tan corta. Su gran preocupación era “consolar a Nuestro Señor”. Pasaba horas pensando en Dios, por lo que siempre fue considerado como un contemplativo.
Su precoz vocación de eremita fue reconocida en el decreto de heroicidad de virtudes, según el cual después de las apariciones “se escondía detrás de los árboles para rezar solo; otras veces subía a los lugares más elevados y solitarios y ahí se entregaba a la oración tan intensamente que no oía las voces de los que lo llamaban”.
La vida de Jacinta se caracterizó por el Espíritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los pecadores. Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desagravio al Corazón Inmaculado de María, de todo ofrecía un sacrificio a Dios.
Los Niños Mártires de Tlaxcala
Fueron beatificados el 6 de mayo de 1990, en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México, por San Juan Pablo II. Para la canonización no será necesario un milagro dado el voto positivo de los cardenales miembros de la Congregación para la Causa de los Santos y su aprobación por el Santo Padre Francisco.
Cristóbal, Antonio y Juan, mártires, que alegres dieron su asentimiento a la fe cristiana en tiempo de la primera evangelización de América.
El primero nacido en Atlihuetzía, Tlaxcala aproximadamente en 1515 era el hijo mayor y el predilecto de Acxotécatl -el cacique principal-. Cristóbal aprendía mucho de la doctrina cristiana al escuchar a los frailes franciscanos así que pidió el bautismo el cual le fue administrado días después. Tras bautizarse, exhortó a su padre y a su familia para que dejaran la embriaguez y la adoración de ídolos, causando la ira de su progenitor quien decidió quitarle la vida, así que lo tomo de los cabellos, lo tiro al suelo y le dio crueles golpes con un grueso palo de encina y luego mandó a que lo arrojaran a una hoguera.
Antonio y Juan nacieron el en pueblo de Tizatlán, entonces parte del señorío de Tlaxcala. Educados primero por franciscanos y luego por dominicos, los niños recolectaron ídolos en poblados de la región para luego destruirlos. Los pobladores de la región los sorprendieron y mataron a ambos niños con palos.
30 Mártires Brasileños
Fueron los primeros mártires en tierra brasileña, asesinados por calvinistas holandeses instalados en Brasil en esos días; fueron beatificados por San Juan Pablo II el 5 de marzo de 2000.
Sus martirios ocurrieron entre el 16 de julio y el 3 de octubre de 1645. En la primera fecha Andrés de Soveral, presbítero de la Compañia de Jesús, Domingo Carvalho junto a un grupo de fieles fueron cruelmente asesinados durante la celebración eucarística en la ciudad de Cunhaú, cerca de Natal, estado de Río Grande do Norte.
Menos de tres meses después, en Uruaçu, también cerca de Natal, Ambrosio Francisco Ferro, presbítero, Mateo Moreira, laico, y compañeros mártires fueron asesinados por holandeses, calvinistas de religión, quienes eran acompañados por un pastor protestante que les ofreció la vida a quienes apostataban, todos los que se resistieron a esta oferta fueron bárbaramente sacrificados.
Este grupo de mártires, de manera similar a los Niños Mártires de Tlaxcala, serán canonizados sin necesidad de la comprobación de un milagro obrado por su intercesión.
Las fechas en que se realizarán las ceremonias de canonización aún no han sido determinadas.
Fuentes:
ACI Prensa
News.va
Catholic.net

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 24 DE MARZO DEL 2017


Un suspiro me hablaría tanto.
San Marcos 12, 28-34. III Viernes de Cuaresma


Por: H. Iván Yoed González, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Por qué vengo a rezar?, ¿por qué me encuentro aquí? Las razones son tan conocidas como desconocidas –unas las conozco yo, otras sólo Tú. No conozco qué obrarás en mi alma, pero puedo estar seguro de que será algo grande. Heme aquí. Quiero estar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”.  Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”.
El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Jesús, viendo que había hablado sensatamente, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
"Escucha"… ¿Escuchas a Dios?, ¿dónde lo escuchas? Puedo escucharlo en mi interior. Hay una voz, puedo llamarla así, que se llama consciencia. También puedo llamarle Dios. Porque, ¿quién es el que me lleva hacia lugares altos, sino sólo el que está en lo alto? Si quiero llamarlo reflexión, llamarlo especulación o genialidad, lo cierto es que siempre en mi interior hay algo que me lleva a trascender. Ése eres Tú. Lo sepa o no. Pero, ¿lo escucho?
Señor, poco sé escuchar y, ¡cómo me deleito en acariciar mis pensamientos! Es agradable de verdad pensar que tengo la razón, que ya me encuentro bien; que no hay necesidad de cambiar algo, que ya lo he comprendido todo; que con mi mente abarco suficientemente cuanto veo y cuanto vivo. Y, sin embargo, ¡qué lejos estoy de la verdad! Pero no lo veo y quizá incluso ni lo creo. Tan dentro en mí, tan profundo en mí me encuentro; y al mismo tiempo tan afuera. Pues si estuviese verdaderamente dentro, algo distinto me hablaría y  no sería mi voz sino la de alguien más.
Si yo aprendiera este arte, incluso un suspiro me hablaría tanto... Pero es que a veces ni los gritos o los llantos me interpelan. Ni la palabra de los pobres, ni la palabra de los santos, ni la palabra de Dios. Y aun ahora me cuesta pensar que todavía deba escuchar más. ¿No soy ya lo suficientemente bueno? Quizás no. Tal vez no, Señor. Al menos tal vez…
Si abriese un poco los ojos, si agudizase un poco más mi oído, alcanzaría a percibir algo más grande aún por alcanzar. Pero la decisión es mía. El recorrido es nuestro. El don ya está ofrecido por tu gracia. Ahora es necesario el receptor.
"Escucha Israel". "Escucha".
Ellos no sabían dialogar, no sabían dialogar con Dios, porque no sabían orar y escuchar la voz del Señor, y no sabían hablar con los demás. Solamente interpretaban como era la ley para hacerla más precisa, y estaban cerrados a los signos de Dios en la historia, se cerraron a su pueblo. Estaban cerrados y la falta de diálogo, y el cierre del corazón, les llevó a no obedecer a Dios. Este es el drama de estos doctores de Israel, de estos teólogos del pueblo de Dios: no sabían escuchar, no sabían dialogar. El diálogo se hace con Dios y con los demás.
(Homilía de S.S. Francisco, 16 de abril de 2015, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Escucharé con atención a las personas.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN A SANTA CATALINA DE SUECIA


Oración a Santa Catalina de Suecia


Santa Catalina, Dios te dio la gracia de poder predecir sobrenaturalmente muchas cosas. Tu alma inmaculada estuvo siempre dispuesta en el ejercicio de la confesión diaria y permitiste gracias a tus obras, la confesión de aquellos que arrepentidos en la hora de su muerte recurrieron a ti, para que los ayudaras a conseguir la confesión. Intercede por nosotros ante el Señor para que nuestras almas recurran al sacramento de la confesión con más frecuencia y seamos dignos hijos de Dios que llevan la buena noticia del Evangelio a todos aquellos que nos rodean. Queremos ser fieles a Cristo, ayúdanos, te lo pedimos, ora por nosotros, que podamos vivir fielmente nuestra vocación y tendamos siempre a la perfección de nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

SANTA CATALINA DE SUECIA, PATRONA DE LAS VÍRGENES, 24 DE MARZO


Hoy 24 de marzo se conmemora a Santa Catalina de Suecia, Patrona de las vírgenes

 (ACI).- Santa Catalina de Suecia fue la cuarta hija de Santa Brígida, Patrona de Europa. Es una religiosa considerada la santa patrona de las vírgenes y generalmente es representada con un látigo a su lado, el cual, según la tradición, vino a su ayuda cuándo jóvenes sin castidad buscaban atraparla.

Fue una mujer sencilla y pobre que dedicó muchas horas del día a la meditación de la pasión y muerte de Cristo, al rezo de los salmos penitenciales y el Oficio de la Virgen María. Solía visitar a pobres y enfermos en los hospitales, realizaba trabajos domésticos y rezaba en los lugares de culto.

Catalina nació en Suecia en 1331 o 1332. A la edad de 7 años fue encargada a la abadesa del convento de Risberg para que continúe recibiendo la educación católica impartida por sus padres. Fue así que creció en ella un deseo para la vida de auto mortificación y consagración total a Dios.

No obstante, a la edad de 13, su padre decidió casarla con un noble de ascendencia alemana, Eggart von Kürnen. Después del casamiento Catalina persuadió a su esposo –que era creyente- para mantener un voto de castidad, el cual cumplirían hasta el final.

En 1349, después del fallecimiento de su padre, Catalina llegó a un acuerdo con su marido y partió junto a Santa Brígida (su madre) hacia una peregrinación para venerar las tumbas de San Pedro y San Pablo en Roma.

Al llegar recibió la noticia de que su esposo había muerto, y tiempo después, rechazó cualquier oferta de matrimonio. Fue así que Catalina decidió vivir con su madre imitando fervorosamente su vida ascética y su pertenencia a Dios.

En 1372 Catalina y su hermano Birger acompañaron a su madre a una peregrinación a Tierra Santa. Brígida falleció al poco tiempo de su regreso a Roma y en 1374 su cuerpo fue enviado a Suecia para que sea enterrado en Vadstena, en el convento donde fundó La Orden del Santísimo Salvador.

Catalina vivió y dirigió el convento que fundó su madre hasta 1375, tiempo en el que regresó a Roma para promover su canonización. Pese a no obtener resultados, logró la ratificación en la aprobación de las reglas de la orden brigidina, alrededor de 1378.

Tras cinco años regresó a su tierra natal y el obispado le entregó formalmente la dirección de la nueva orden religiosa. Poco tiempo después enfermó y falleció el 24 de marzo de 1381. En 1484 Inocencio VIII dio permiso para su veneración como santa. Su fiesta es celebrada por la Iglesia el 24 de marzo.

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Biografía de Santa Catalina de Suecia


A la edad de siete años fue enviada a la abadesa del convento de Riseberg para ser educada y pronto mostró, al igual que su madre, un deseo para vida de auto mortificación y devoción para cosas espirituales. Al mandato de su padre, cuando tiene trece o catorce años, se casa con un noble de descendencia alemana, Eggart von Kürnen. Ella inmediatamente persuade a su esposo, quién era un hombre religioso, a unirse con ella en un voto de castidad.

Ambos viven en un estado de virginidad y devotan su vida al ejercicio de perfección cristiana y caridad activa. A pesar del amor profundo hacia su esposo, Catalina acompaña a su madre a Roma en 1349. En 1351 Catalina recibe noticias de la muerte de su esposo en Suecia, por lo que decide permanecer al lado de su madre en Roma. Ella vive constantemente con su madre, toma una parte activa en la labor fructífera de St. Brígida e imita fervorosamente la vida ascética de su madre. Aunque la bella y distinguida viuda está rodeada de admiradores, ella constantemente rehúsa todas las ofertas de matrimonio. En 1372 St. Catalina y su hermano, Birger, acompañan a su madre a una peregrinación a la Tierra Santa; después de su regreso a Roma, St. Catalina está con su madre en la última enfermedad y muerte de ella.

En 1374, obedeciendo los últimos deseos de St. Brígida, Catalina traja el cuerpo de su madre a regreso a Suecia, para ser enterrada en Wadstena, de cuya fundación ella llegó a ser directora. Es la casa madre de la Orden Brigidina, también llamada La Orden del Santo Salvador. Catalina manejó el convento con gran habilidad y vivió ahí en armonía con los principios impuestos por la fundadora. Al año siguiente fue a Roma a promover la canonización de St Brígida y para obtener una nueva confirmación papal de la orden. Ella aseguró otra confirmación, ambas de Gregorio XI (1337) y de Urbano VI (1379), pero no fue capáz de ganar en ese tiempo la canonización de su madre, por la confusión causada por el Cisma que retrasó el proceso.

Cuando hubo este cisma ella se mostró, cómo St. Catalina de Siena, con firme adhesión al Papa Romano Urbano VI, en cuyo favor ella testificó delante de una commisión judicial. Catalina se quedó cinco años en Italia y al regreasr a casa, portaba una carta de comendación del Papa. Poco después de su llegada a Suecia se enfermó y murió el 24 de marzo de 1381. Al tiempo de su muerte St. Catalina era jefe del convento de Wadstena, fundada por su madre; de ahí el nombre Catalina Vastanensis, por el cuál es ocasionalmente llamada. En 1484 Inocencio VIII dió permiso para su veneración como santa.

Catalina escribió un trabajo devocional titulado “Consolación del Alma” (Sielinna Troëst), largamente compuesto de citaciones Escrípturales y antiguos libros religiosos; no hay copia en existencia. Generalmente ella es representada con una cierva a su lado, la cual se ha dicho vino a su ayuda cuando jóvenes sin castidad buscaban cortejarla.