Páginas

sábado, 11 de marzo de 2017

HIMNO DE SAN SOFRONIO


Himno de San Sofronio


Oh, Sofronio de Jerusalén, el más sabio entre los patriarcas, que luchaste con divino celo por los Mandamientos, difundiste la verdad con tus labios y con buen orden estableciste los cimientos de la Iglesia y transmitiste la fe entre las filas monásticas. Has sacado a la luz los discursos más sabios y con ellos nos instruiste; por eso te aclamamos diciendo: Salve, oh espléndido relator de la fe verdadera.

SAN SOFRONIO DE JERUSALÉN, 11 DE MARZO


Hoy 11 de marzo es la fiesta de San Sofronio de Jerusalén, patriarca de Jerusalén


 (ACI).- San Sofronio de Jerusalén fue un monje, patriarca de Jerusalén entre los años 634 al 638 y un gran teólogo de la Iglesia que luchó contra la herejía monotelista.

Durante su patriarcado los cristianos tuvieron una cierta libertad de culto en los lugares santos, pese a que los árabes tenían tomada la ciudad de Jerusalén.


San Sofronio nació en Damasco en el año 550 (o 560) en el seno de una familia cristiana. De joven fue profesor de retórica y por ello se le llamó “el escolástico” o “el sofista”.


Años más tarde entró como monje en el monasterio de San Teodosio, cerca de Jerusalén. Posteriormente marchó a Alejandría donde conoció al asceta San Juan Moshu.

Prontamente se convirtió en su discípulo y juntos peregrinaron a través de Siria, Palestina, Egipto y Roma.

Después de la muerte de San Juan Moshu, en Roma, San Sofronio se volvió a Jerusalén donde comenzó a luchar contra los monotelitas, siendo el primero que se dio cuenta del peligro que suponía esta doctrina herética.

Sofronio fue elegido patriarca de Jerusalén en el año 634, y en su discurso ante quienes lo eligieron, rechazó enérgicamente la enseñanza monotelita, siendo enviado este discurso posteriormente en forma de carta encíclica al Papa Honorio y a todos los demás patriarcas.

En esa encíclica se incluyen numerosas citas de fuentes patrísticas, apoyando la existencia de las dos naturalezas en Cristo.


El patriarca Sofronio participó activamente en la lucha por la defensa de Jerusalén, pero se vio forzado a mediar sobre las condiciones de la rendición de la Ciudad Santa con los conquistadores árabes, cuando esta fue tomada por Omar en el año 637

San Sofronio tuvo éxito en la obtención de determinados derechos civiles y religiosos para los cristianos, pero a cambio de pagar anualmente un tributo. Falleció el 11 de marzo del año 638.

**********

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 11 DE MARZO DEL 2017


Lo extraordinario del Amor
San Mateo 5, 43-48. I Sábado de Cuaresma.



Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obras de misericordia". Amén (Oración de la misa del día)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Amar es entregarse. No es solamente un contrato, «dar para recibir». Más bien, quien ama de verdad no espera que le paguen. Dedica su tiempo, aun sabiendo que el tiempo no vuelve, y da su propia vida porque sabe que es un don supremo e irremplazable.
Así ama Dios. Él da a todos la vida, sabiendo que no podemos pagarle un don tan grande. Incluso se da a sí mismo, haciéndose hombre como nosotros. Y más aún: Cristo, Dios y hombre, muere en la cruz por todos, para salvar a los pecadores. Sabe que no todos le aman, y que no todos le agradecen, pero no le importa. Él ama y su alegría está más en dar que en recibir.
Cristo nos invita cada cuaresma a aprender de su manera de amar. Tal vez no nos encontraremos todos los días con enemigos que atenten contra nuestra vida o nos odien seriamente. Pero siempre podemos crecer en la práctica que san Pablo recomienda: «Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo.» (Efesios 4, 31-32)
Pidamos a Cristo que nos ayude a amar como Él. Aunque sean cosas pequeñas y sencillas, pidámosle la alegría de amar gratuitamente. Que Él nos conceda la gracia de reproducir su imagen en nuestra vida y en cada una de nuestras acciones.
Amar es bello, es el camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. Por ejemplo, pensemos cuando recibimos un regalo: nos hace felices, pero para preparar ese regalo las personas generosas han dedicado tiempo y dedicación y, de ese modo, regalándonos algo, nos han dado también algo de ellas mismas, algo de lo que han sabido privarse. Pensemos también al regalo que vuestros padres y animadores os han hecho, al dejaros venir a Roma para este Jubileo dedicado a vosotros. Han programado, organizado, preparado todo para vosotros, y esto les daba alegría, aun cuando hayan renunciado a un viaje para ellos. Esto es amor concreto. En efecto, amar quiere decir dar, no sólo algo material, sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las capacidades personales.

(Homilía de S.S. Francisco, 24 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré hoy estar atento a mi manera de hablar: que sea de bondad y comprensión a ejemplo de Cristo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.