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lunes, 23 de enero de 2017

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 23 DE ENERO DEL 2017


El más allá y la Providencia
Marcos 3, 22-30. III Lunes de Tiempo Ordinario. Ciclo A.



Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por el don de la fe que me permite ponerme en contacto directo contigo. Bien sabes que confío en Ti, pero ayúdame a confiar más en Ti, a poner mi esperanza solamente en Ti. Te amo, Señor, pero quiero amarte más. Te pido perdón por mis faltas y pecado. Dame la gracia de no volver a ofenderte. Enséñame a orar como enseñaste a tus discípulos. Dame un celo apasionado por la salvación de las almas.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3, 22-30
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén, decían acerca de Jesús: "Este hombre esta poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera."
Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Solo así podrá saquear la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús digo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
El mundo de hoy me empuja a vivir toda mi vida en un plano simplemente natural. El «más allá» ha pasado a ser sólo un pensamiento descabellado que algunos pocos siguen. En otros casos el «más allá» se relaciona con el movimiento de las estrellas, la posición de las constelaciones, la alineación de los planetas o las energías que vagan por el universo. La visión sobrenatural de la vida tiene poco espacio en el mundo actual.
Sin embargo, en el Evangelio de hoy me invitas a ver mi vida y todo lo que en ella sucede con una visión sobrenatural. Una visión que va más allá de las reglas de la física, de las fórmulas químicas, de las operaciones matemáticas. Una visión que va justamente «más allá» de las estrellas, planetas o energías siderales.
Era lo que pasaba a los fariseos de tu tiempo. Al ver que expulsabas a los demonios, y no tener una solución posible al fenómeno, se quedaban en la visión natural del suceso. Peor aún, a una acción divina, atribuyen una acción diabólica. Su visión de este acto concreto que realizas, al ser incomprensible en sus esquemas, lo empañan de superstición.
Tu respuesta echa abajo todos sus pensamientos. Y así, me dejas una enseñanza para vivir sabiendo descubrir tu mano providente que actúa en mi vida para llevarme hacia el bien. Todo lo que sucede en ella lo permites para que yo crezca, madure, me forme, te conozca más y mejor, a fin de cuentas, llegue a Ti y te amo. Hoy más que de suerte, de superstición, me hablas de Providencia. Una Providencia que, guiada por el amor, actúa de forma concreta en mi día a día. ¿Cómo he percibido esta Providencia en mi vida?
Dame la gracia, Señor, de descubrir tu mano que actúa en las cosas sencillas y concretas de la vida diaria. De no creer que todo pasa en mi vida de manera casual, automática, sin sentido… sino descubrir tu acción amorosa en mi vida.
«Hay una diferencia entre cantidad y plenitud. Tú puedes tener tanto dinero, pero ser una persona vacía. No hay plenitud en tu corazón. Pensad esta semana en la diferencia que hay entre cantidad y plenitud. No es cosa de billetera, sino de corazón. Hay diferencia entre billetera y corazón… Hay enfermedades cardíacas que hacen que el corazón se baje hasta la billetera… ¡Y esto no va bien! Amar a Dios “con todo el corazón” significa confiar en Él, en su providencia, y servirlo en los hermanos más pobres, sin esperar nada a cambio.»
(Ángelus de S.S. Francisco, 8 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré agradecer a Dios diciendo una jaculatoria cuando me suceda algo de mi agrado en este día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN DE SAN ILDEFONSO A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


Oración de San Ildefonso a la Santísima Virgen María


Oh clementísima Virgen!,
que con mano piadosa repartes vida a los muertos,
salud a los enfermos,
luz a los ciegos,
solaz a los desesperados
y consuelo a los que lloran.

Saca de los tesoros de tu misericordia
refrigerio para mi ánimo quebrantado,
alegría para mi entendimiento
y llamas de caridad para mi durísimo pecho.

Sé vida y salud de mi alma,
dulzura y paz de mi corazón
y suavidad y regocijo de mi espíritu.

Y, pues, tú eres estrella clarísima del mar,
madre llena de compasión,
endereza mis pasos,
defiéndeme de riesgos de enemigos,
aléjame de todo mal y maldad,
hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual,
asistido de tu auxilio,
enriquecido con tu gracia,
vencidas las enemistades del infernal dragón,
salga de este mundo
para los eternos y seguros gozos
de la vida bienaventurada.

Amén.

SAN ILDEFONSO, 23 DE ENERO



San Ildefonso, capellán y fiel notario de la Virgen
23 de enero

 (ACI).- "Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería", le dijo la Virgen María cuando se le apareció a San Ildefonso. El Santo tenía profunda devoción a la Inmaculada Concepción doce siglos antes que se proclamara el dogma. Su fiesta se celebra cada 23 de enero.

San Ildefonso, nació en Toledo (España), en el año 606. Fue educado en Sevilla por San Isidoro. Ildefonso optó por la vida monástica y con el tiempo fue elegido Abad de Agalia. En el 657 es elegido Arzobispo de Toledo y unificó la liturgia en España. Escribió muchas obras importantes sobre la Virgen María.


Cierta noche de diciembre, San Ildefonso junto a sus clérigos y algunos otros fueron a la iglesia a cantar himnos en honor a la Virgen. En eso vieron que la capilla brillaba con luz deslumbrante. La mayoría salió huyendo, excepto el santo y sus dos diáconos.

Cuando se acercaron al altar se encontraron a María, la Inmaculada Concepción, sentada en la silla del Obispo y acompañada de vírgenes que entonaban cantos celestiales. La Virgen le hizo seña para que se acercara. El santo así lo hizo y la Virgen le regaló una casulla. Ella misma lo invistió y le dijo que sólo la usara en los días festivos designados en su honor.

La aparición y la casulla fueron tan evidentes que el Concilio de Toledo fijó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. En el Acta Sanctorum este hecho aparece como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.


San Ildefonso partió a la Casa del Padre en el 669. Los peregrinos pueden observar en la catedral la piedra en que la Madre de Dios puso sus pies cuando se apareció al santo.

Oración a María de San Ildefonso

A ti acudo, única Virgen y Madre de Dios. Ante la única que ha obrado la Encarnación de mi Dios me postro.

Me humillo ante la única que es Madre de mi Señor. Te ruego que por ser la Esclava de tu Hijo me permitas consagrarme a ti y a Dios, ser tu esclavo y esclavo de tu Hijo, servirte a ti y a tu Señor.

A Él, sin embargo, como a mi Creador y a ti como Madre de nuestro Creador; a Él como Señor de las virtudes y a ti como Esclava del Señor de todas las cosas; a Él como a Dios y a ti como a Madre de Dios. Yo soy tu siervo, porque mi Señor es tu Hijo. Tú eres mi Señora, porque eres esclava de mi Señor.

Concédeme, por tanto, esto, ¡oh Jesús Dios, Hijo del hombre!, creer del parto de la Virgen aquello que complete mi fe en tu Encarnación; hablar de la maternidad virginal aquello que llene mis labios de tus alabanzas; amar en tu Madre aquello que tú llenes en mí con tu amor; servir a tu Madre de tal modo que reconozcas que te he servido a ti; vivir bajo su gobierno de tal manera que sepa que te estoy agradando y ser en este mundo de tal modo gobernado por Ella, que ese dominio me conduzca a que Tú seas mi Señor en la eternidad.

¡Ojalá yo, siendo un instrumento dócil en las manos del sumo Dios, consiga con mis ruegos ser ligado a la Virgen Madre por un vínculo de devota esclavitud y vivir sirviéndola continuamente!


Pues los que no aceptáis que María sea siempre Virgen; los que no queréis reconocer a mi Creador por Hijo suyo, y a Ella por Madre de mi Creador; si no glorificáis a este Dios como Hijo de Ella,  tampoco glorificáis como Dios a mi Señor. No glorificáis como Dios a mi Señor los que no proclamáis bienaventurada a la que el Espíritu Santo ha mandado llamar así por todas las naciones; los que no rendís honor a la Madre del Señor con la excusa de honrar a Dios su Hijo.

Sin embargo yo, precisamente por ser siervo de su Hijo, deseo que Ella sea mi Señora; para estar bajo el imperio de su Hijo, quiero servirle a Ella; para probar que soy siervo de Dios, busco el testimonio del dominio sobre mí de su Madre; para ser servidor de Aquel que engendra eternamente al Hijo, deseo servir fielmente a la que lo ha engendrado como hombre.

Pues el servicio a la Esclava está orientado al servicio del Señor; lo que se da a la Madre redunda en el Hijo; lo que recibe la que nutre, termina en el que es nutrido, y el honor que el servidor rinde a la Reina viene a recaer sobre el Rey. Por eso me gozo en mi Señora, canto mi alegría a la Madre del Señor, exulto con la Sierva de su Hijo, que ha sido hecha Madre de mi Creador y disfruto con Aquélla en la que el Verbo se ha hecho carne.

Porque gracias a la Virgen yo confío en la muerte de este Hijo de Dios y espero que mi salvación y mi alegría venga de Dios siempre y sin mengua, ahora, desde ahora y en todo tiempo y en toda edad por los siglos de los siglos. Amén.

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San Ildefonso
23 de Enero

Este santo ha sido considerado como una de las mayores glorias de la Iglesia de España, la cual le honra como Doctor de la Iglesia. El santo era sobrino de San Eugenio, Obispo de Toledo a quien debía suceder en el cargo. A pesar de la oposición paternal, San Idelfonso tomó los hábitos religiosos desde temprana edad, en el convento de Agalia, muy cerca de Toledo, del que fue más tarde Abad.

Fue ordenado diácono en el año 630, y posteriormente, siendo todavía un monje, fundó un convento de religiosas en los alrededores. Siendo Abad asistió al séptimo y octavo Concilio de Toledo, en 653 y 655, respectivamente.

Uno de los ragos más característicos de la obra literaria de San Idelfonso es el entusiasmo casi exagerado con que el santo habla de la Santísima Virgen, y que se debe fundamentalmente al lenguaje mariano que se impuso en Toledo por aquella época.