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LECTURAS BÍBLICAS Y MEDITACIONES DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 4 SEPTIEMBRE 2016


XXII del Tiempo Ordinario – Ciclo C
Domingo 28 de Agosto de 2016

”Invita a aquellos que no pueden pagarte… te pagarán cuando resuciten los justos“

Evangelio 20 noviembre 2011 color

Primera lectura
Lectura del Eclesiástico (3,17-18.20.28-29):

Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta. El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará.

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 67,4-5ac.6-7ab.10-11

R/. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres

Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor;
su nombre es el Señor. R/.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (12,18-19.22-24a):

Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.

Palabra de Dios

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Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (14, 25-33)

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar.” ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»

Palabra del Señor

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NO DE CUALQUIER MANERA


Jesús va camino de Jerusalén. El evangelista nos dice que le “acompañaba mucha gente”. Sin embargo, Jesús no se hace ilusiones. No se deja engañar por entusiasmos fáciles de las gentes. A algunos les preocupa hoy cómo va descendiendo el número de los cristianos. A Jesús le interesaba más la calidad de sus seguidores que su número.

De pronto “se vuelve” y comienza a hablar a aquella muchedumbre de las exigencias concretas que encierra el acompañarlo de manera lúcida y responsable. No quiere que la gente lo siga de cualquier manera. Ser discípulo de Jesús es una decisión que ha de marcar la vida entera de la persona.

Jesús les habla, en primer lugar de la familia. Aquellas gentes tienen su propia familia: padres y madres, mujer e hijos, hermanos y hermanas. Son sus seres más queridos y entrañables. Pero, si no dejan a un lado los intereses familiares para colaborar con él en promover una familia humana, no basada en lazos de sangre sino construida desde la justicia y la solidaridad fraterna, no podrán ser sus discípulos.

Jesús no está pensando en deshacer los hogares eliminando el cariño y la convivencia familiar. Pero, si alguien pone por encima de todo el honor de su familia, el patrimonio, la herencia o el bienestar familiar, no podrá ser su discípulo ni trabajar con él en el proyecto de un mundo más humano.

Más aún. Si alguien solo piensa en sí mismo y en sus cosas, si vive solo para disfrutar de su bienestar, si se preocupa únicamente de sus intereses, que no se engañe, no puede ser discípulo de Jesús. Le falta libertad interior, coherencia y responsabilidad para tomarlo en serio.

Jesús sigue hablando con crudeza: “Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser mi discípulo”. Si uno vive evitando problemas y conflictos, si no sabe asumir riesgos y penalidades, si no está dispuesto a soportar sufrimientos por el reino de Dios y su justicia, no puede ser discípulo de Jesús.

No se puede ser cristiano de cualquier manera. No hemos de confundir la vida cristiana con formas de vivir que desfiguran y vacían de contenido el seguimiento humilde, pero responsable a Jesús.

Sorprende la libertad del Papa Francisco para denunciar estilos de cristianos que poco tienen que ver con los discípulos de Jesús: “cristianos de buenos modales, pero malas costumbres”, “creyentes de museo”, “hipócritas de la casuística”, “cristianos incapaces de vivir contra corriente”, cristianos “corruptos” que solo piensan en sí mismos, “cristianos educados” que no anuncian el evangelio…


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc 14, 25-33


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«Cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío»


Hoy, Jesús nos indica el lugar que debe ocupar el prójimo en nuestra jerarquía del amor y nos habla del seguimiento a su persona que debe caracterizar la vida cristiana, un itinerario que pasa por diversas etapas en el que acompañamos a Jesucristo con nuestra cruz: «El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío» (Lc 14,27).

¿Entra Jesús en conflicto con la Ley de Dios, que nos ordena honrar a nuestros padres y amar al prójimo, cuando dice: «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío» (Lc 14,26)? Naturalmente que no. Jesucristo dijo que Él no vino a derogar la Ley sino a llevarla a su plenitud; por eso Él da la interpretación justa. Al exigir un amor incondicional, propio de Dios, declara que Él es Dios, que debemos amarle sobre todas las cosas y que todo debemos ordenarlo en su amor. En el amor a Dios, que nos lleva a entregarnos confiadamente a Jesucristo, amaremos al prójimo con un amor sincero y justo. Dice san Agustín: «He aquí que te arrastra el afán por la verdad de Dios y de percibir su voluntad en las santas Escrituras».

La vida cristiana es un viaje continuo con Jesús. Hoy día, muchos se apuntan, teóricamente, a ser cristianos, pero de hecho no viajan con Jesús: se quedan en el punto de partida y no empiezan el camino, o abandonan pronto, o hacen otro viaje con otros compañeros. El equipaje para andar en esta vida con Jesús es la cruz, cada cual con la suya; pero, junto con la cuota de dolor que nos toca a los seguidores de Cristo, se incluye también el consuelo con el que Dios conforta a sus testigos en cualquier clase de prueba. Dios es nuestra esperanza y en Él está la fuente de vida.


Comentario: Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España)

SANTA ROSALÍA, VIRGEN Y EREMITA, 4 DE SEPTIEMBRE


Hoy es la fiesta de Santa Rosalía, virgen y eremita
Por Diego López Marina


 (ACI).- Santa Rosalía fue una noble virgen y eremita del siglo XII muy venerada en toda Sicilia y en Palermo (Italia), ciudad de la cual ella es patrona. Su nombre en latín significa “Guirnalda de rosas”.

El culto de esta Santa fue promovido en todo mundo por los Benedictinos porque al invocarla se obtenía protección contra enfermedades infecciosas como la peste o se recibía auxilio en momentos difíciles.

Según la tradición de la Iglesia fue una mujer que vivió en soledad, pobreza y penitencia; asimismo se le atribuyen numerosos milagros, especialmente la extinción de la peste que en su época asolaba el condado de Sicilia.

La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas, en alusión a su nombre; y un crucifico y una calavera, por su ascesis.

Según el sacerdote bolandista (colaborador jesuita que recopilaba datos sobre los santos), P. Juan Stilting, fue hija de Sinibaldo, el conde de Quisquina y Monte Rosa (actual territorio de Santo Stefano Quisquina y Bivona), y es descendiente de la familia de Carlomagno.

Rosalía fue educada en la corte, y por su belleza y bondad se convirtió en dama de honor de la reina Margarita de Navarra, esposa del rey Guillermo II. Pero siendo joven dejó su hogar y el palacio real para dedicar su vida a la oración y las mortificaciones, ocultándose en el monasterio basiliano de Santo Salvador en Palermo.  

Como sus padres y un hombre al que la habían prometido querían disuadirla, huyó a una cueva cerca de Bivona (Sicilia) y más tarde a otra ubicada en el Monte Peregrino, cerca de Palermo, en la cual murió y fue enterrada.

Sus restos fueron descubiertos y llevados a la Catedral de Palermo en 1624. Se probó la autenticidad de sus reliquias un año después y por ello el Papa Urbano VIII incluyó su nombre en la lista del Martirologio Romano para el 15 de julio y el 4 de septiembre.

El día 15 de junio se celebra en Sicilia y otras partes de Italia una fiesta especial conmemorando el traslado de sus reliquias. El 4 de septiembre su fiesta la celebra la Iglesia Universal. 

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Breve biografía de Santa Rosalía 

La patrona de Palermo (Italia), que goza de una gran devoción en Sicilia lo mismo que las mártires Agueda de Catama y Lucía de Siracusa, no tiene una historia igualmente rica de testimonios y tradiciones. Un estudio dice que murió en 1620. Octavio Gaietani, lamentaba no haber encontrado huellas dejadas por los antepasados sobre esta santa, a pesar de haberlas buscado en todas partes con mucho cuidado. Parece que la santa, a los tres años de su muerte, pensó en colmar esta laguna apareciéndose en octubre de 1623 a una mujer enferma, y ordenándole que fuera en peregrinación a la iglesita sobre el monte Pellegrino, un áspero promontorio que cierra el golfo de Palermo. La mujer esperó el mes de mayo siguiente para satisfacer el deseo de Santa Rosalia, que se le volvió a aparecer y le dijo el lugar en donde se encontraban sus restos.
El 15 de julio las búsquedas terminaron exitosamente, pero los huesos hallados en una gruta excavada entre las piedras no tenían ninguna inscripción que señalara su pertenencia. Al principio se pensó que no se trataba de restos humanos. El arzobispo de Palermo, Giannettino Doria, nombró una comisión de expertos, médicos y teólogos, que el 11 de febrero de 1625 se pronunció por la autenticidad de las reliquias. Esto suscitó la devoción popular, y el Papa Urbano VIII, en 1630, incluyó el nombre de la santa en el Martirologio Romano para el 15 de julio y el 4 de septiembre.

En ese mismo tiempo, y precisamente el 25 de agosto 1624, cuarenta días después del hallazgo de los huesos, dos albañiles, mientras trabajaban en el convento dominico de San Esteban de Quisquina, encontraron en una gruta una inscripción latina, muy rudimental, que decía: "Ego Rosalia Sinibaldi Quisquinae et Rosarum Domini filia amore Domini mei Jesu Christi in hoc antro habitari decrevi", yo Rosalia Sinibaldi, hija de las rosas del Señor, por amor de mi Señor Jesucristo he decidido vivir en esta caverna de Quisquina. Esto confirmaba en parte las tradiciones orales, recogidas por el mismo Gaietani, que hablaban de Rosalia, que nació en Palermo y vivió durante algunos años en la corte de la reina Margarita, esposa del rey Guillermo I de Sicilia (1154-1166).

La reina le regaló el monte Pellegrino, y Rosalia fue a vivir allí por la soledad que ofrecía. Vivió haciendo penitencia, y allí murió después de haber peregrinado por otros lugares más desiertos, siguiendo el ejemplo de los antiguos anacoretas.

SANTORAL DE HOY DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE 2016

Pedro Sánchez Barba, BeatoPedro Sánchez Barba, Beato
Sacerdote y mártir, 4 de septiembre
Buenaventura Muñoz Martínez, BeatoBuenaventura Muñoz Martínez, Beato
Mártir, 4 de septiembre
Nicolás Rusca, BeatoNicolás Rusca, Beato
Sacerdote y mártir, 4 de septiembre
Irmgarda (Irma) de Süchteln, SantaIrmgarda (Irma) de Süchteln, Santa
Condesa, Septiembre 4
Marcelo de Chalons-sur-Saone, SantoMarcelo de Chalons-sur-Saone, Santo
Mártir, Septiembre 4
Ida de Herzfeld, SantaIda de Herzfeld, Santa
Viuda, Septiembre 4
Moisés SantoMoisés Santo
Profeta, 4 de Septiembre
Bonifacio I, SantoBonifacio I, Santo
XLII Papa, Septiembre 4
Rosalía, SantaRosalía, Santa
Virgen, 4 de septiembre

PAPA FRANCISCO CANONIZÓ A SANTA TERESA DE CALCUTA, FIESTA EN EL CIELO Y TIERRA


 Fiesta en el cielo y la tierra: El Papa canonizó a Santa Teresa de Calcuta


VATICANO, 04 Sep. 16 / (ACI).- En una multitudinaria Misa celebrada este domingo 4 de septiembre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, a la que se calcula asitieron unas 120 mil personas, el Papa Francisco canonizó a Santa Teresa de Calcuta.

Luego de escuchar la petición del Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal Angelo Amato, para que la Madre Teresa sea inscrita en el libro de los santos; y tras las lectura de una breve reseña biográfica, se procedió a la letanía de los santos.

Tras el canto de las letanías, el Santo Padre leyó la siguiente fórmula para declarar Santa a la Madre Teresa de Calcuta:

“En honor a la Santísima Trinidad,
para exaltación de la fe católica
y crecimiento de la vida cristiana,
con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo,
de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
y la Nuestra,
después de haber reflexionado largamente,
invocando muchas veces la ayuda divina
y oído el parecer
de numerosos hermanos en el episcopado,
declaramos y definimos a
la Beata Teresa de Calcuta
Santa
y la inscribimos en el Catálogo de los Santos,
y establecemos que en toda la Iglesia
sea devotamente honrada entre los Santos.
En el nombre del Padre y del Hijo
Y del Espíritu Santo.
Amén”.

Al inciar la Eucaristía se colocó un especial relicario de la nueva Santa con un gran significado espiritual. Tiene forma de cruz, con un corazón alrededor y las reliquias (cabello y sangre) están dentro de una "gota de agua" que representa la sed los pobres y necesitados del mundo. Los colores recuerdan el blanco y el azul del sari (hábito) de la Madre Teresa, que también representan a la Virgen María.


En su homilía, el Papa Francisco dijo que "Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando incesantemente que 'el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre'".

"Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos".

"La misericordia ha sido para ella la «sal» que daba sabor a cada obra suya, y la «luz» que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento", resaltó.


Su misión, continuó el Papa, "en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres".

"Hoy entrego esta emblemática figura de mujer y de consagrada a todo el mundo del voluntariado: que ella sea vuestro modelo de santidad".

El Santo Padre hizo votos también para que "esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión".

El Pontífice recordó también que la "Madre Teresa amaba decir: 'Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír'. Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura".


Teresa de Calcuta, cuyo nombre fue Gonxha Agnes Bojaxhiu, nació en Skopje el 26 de agosto de 1910. Fue bautizada al día siguiente y recibió la Primera Comunión a la edad de 5 años.

En 1928 ingresó a la Congregación de las Hermanas de Loreto en Irlanda. Llegó a la India en 1929 y emitió los primeros votos en 1937. Se distinguió por su amor y celo en los 20 años que estuvo en esa congregación en la India.

En septiembre de 1946 recibió la llamada, a través de visiones del mismo Señor Jesús, de "renunciar a todo y servirlo en los más pobres entre los pobres".

En 1948 obtuvo el permiso eclesiástico para iniciar su apostolado en los barrios más pobres de Calcuta.

Fundó a las Misioneras de la Caridad el 7 de octubre de 1950, reconocidas como de derecho pontificio en febrero de 1965. El carisma de la congregación es entregarse por los más pobres entre los pobres.

En 1963 fundó la rama masculina, los Hermanos Misioneros de la Caridad, en 1973 a las Hermanas Contemplativas, en 1979 a los Hermanos Contemplativos, y a los Padres Misioneros de la Caridad en 1984; y el movimiento Corpus Christi para sacerdotes.

Cuando volvió a la Casa del Padre el 5 de septiembre de 1997 la Congregación contaba con 3.842 religiosas viviendo en 594 casas en 120 países.

Pese a vivir 50 años de aridez espiritual u "oscuridad interior", la Madre Teresa siempre sirvió con gran amor, convirtiéndose en testimonio vivo de la misericordia y la ternura de Dios para con todos.