Olaf (Olav) de Noruega, Santo
Rey y Mártir, Julio 29
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Beatriz de Nazaret, Beata
Religiosa, 29 de julio
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Julián Aguilar Martín, Beato
Martir Laico, 29 de julio
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Jaume Mir Vime, Beato
Sacerdote y Mártir, 29 de julio
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Lupo de Troyes, Santo
Obispo, 29 de julio
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Lucio Martínez Mancebo y 7 compañeros
Mártires, Julio 29
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Urbano II, Beato
CLIX Papa, 29 Julio
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José Calasanz Marqués, Beato
Sacerdote y Mártir, Julio 29
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Marta de Betania, Santa
Memoria Litúrgica, 29 de julio
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Lázaro de Betania, Santo
Amigo de Jesús, 29 de julio
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viernes, 29 de julio de 2016
LOS SANTOS DE HOY VIERNES 29 DE JULIO 2016
SANTA MARTA, PATRONA DE LAS COCINERAS Y AMAS DE CASA, 29 DE JULIO
Hoy 29 de julio la Iglesia Católica celebra a Santa Marta, patrona de las cocineras y amas de casa
REDACCIÓN CENTRAL, 29 Jul. 16 / (ACI).- El 29 de julio la Iglesia universal recuerda la figura de Santa Marta de Betania, hermana de María y Lázaro, patrona de los imposibles, del hogar, de las cocineras, amas de casa, sirvientas, casas de huéspedes, hoteleros, lavanderas y de las hermanas de la caridad.
Es a ella a quien el Señor le diría como narra el Evangelio de San Lucas (10, 41-42): “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada”.
A Santa Marta se le representa vestida de azul o verde, con una cruz, un delantal y portando unas llaves. Ella está en actitud de servicio y con un dragón a sus pies.
Esta discípula de Jesús es generalmente invocada por los fieles para pedir su protección ante las cosas urgentes y difíciles, pues fue a través de sus súplicas que obtuvo la resurrección de su hermano Lázaro.
La santa que siempre mostró un gran afán de servicio, es también implorada para que ayude a los fieles a desempeñar sus deberes cristianos con diligencia y responsabilidad.
Los santos Basilio y Gregorio Magno la consideran modelo evangélico de las almas contemplativas.
EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 29 DE JULIO DEL 2016
Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas
Tiempo Ordinario
Tiempo Ordinario. Cristo nos pone en guardia ante el mucho hacer y el poco meditar.
Por: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
Oración introductoria
Jesús, yo quiero la mejor parte. Creo y espero en Ti y, porque te amo, quiero tener un diálogo contigo en esta oración, ¡ven a mi corazón! Con tu gracia podré dejar de lado todas las distracciones, preocupaciones e ideas que me pueden separar de Ti.
Petición
Jesús, guía mi mente y mi corazón para saber escoger siempre la mejor parte, que es la oración.
Meditación del Papa Francisco
¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es esa cosa sola que necesitamos? Ante todo es importante comprender que no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha de la Palabra del Señor, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes contrapuestas, sino, al contrario, son dos aspectos, ambos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que nunca se han de separar, sino vivir en profunda unidad y armonía. Pero entonces, ¿por qué Marta recibe la reprensión, si bien hecha con dulzura? Porque consideró esencial sólo lo que estaba haciendo, es decir, estaba demasiado absorbida y preocupada por las cosas que había que “hacer”. En un cristiano, las obras de servicio y de caridad nunca están separadas de la fuente principal de cada acción nuestra: es decir, la escucha de la Palabra del Señor, el estar —como María— a los pies de Jesús, con la actitud del discípulo. Y por esto es que se reprende a Marta. (S.S. Francisco, 21 de julio 2013)
En aquel tiempo, entró Jesús en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
Oración introductoria
Jesús, yo quiero la mejor parte. Creo y espero en Ti y, porque te amo, quiero tener un diálogo contigo en esta oración, ¡ven a mi corazón! Con tu gracia podré dejar de lado todas las distracciones, preocupaciones e ideas que me pueden separar de Ti.
Petición
Jesús, guía mi mente y mi corazón para saber escoger siempre la mejor parte, que es la oración.
Meditación del Papa Francisco
¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es esa cosa sola que necesitamos? Ante todo es importante comprender que no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha de la Palabra del Señor, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes contrapuestas, sino, al contrario, son dos aspectos, ambos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que nunca se han de separar, sino vivir en profunda unidad y armonía. Pero entonces, ¿por qué Marta recibe la reprensión, si bien hecha con dulzura? Porque consideró esencial sólo lo que estaba haciendo, es decir, estaba demasiado absorbida y preocupada por las cosas que había que “hacer”. En un cristiano, las obras de servicio y de caridad nunca están separadas de la fuente principal de cada acción nuestra: es decir, la escucha de la Palabra del Señor, el estar —como María— a los pies de Jesús, con la actitud del discípulo. Y por esto es que se reprende a Marta. (S.S. Francisco, 21 de julio 2013)
Reflexión
Hoy tengo que terminar el trabajo de trigonometría, que es para mañana, también tengo que ir de compras con mi madre; luego ver mi programa favorito, más tarde salir con mi novia, la música está a todo volumen...
Nos preocupamos por muchas cosas, nos quejamos de que hay poco tiempo para aquello que nos gusta, pero no nos damos cuenta de que solo una cosa es necesaria, escuchar al Señor en nuestro interior.
El evangelio de hoy nos presenta a una mujer atareada con los quehaceres de la casa, metida en muchos problemas, sin importarle quién está dentro de ella. Se pierde la dicha de vivir unos momentos increíbles al lado del Maestro de las gentes, pero no se da cuenta de la importancia que tiene el escuchar.
Cristo nos pone en guardia ante el mucho hacer y el poco meditar. Es necesario vivir más de cerca del evangelio. Con ello podemos ser hombres contemplativos y en el campo del apostolado hacer más y mejor, porque se cuenta con el apoyo de Cristo mismo.
Propósito
Ante la tentación de la actividad excesiva, no renunciar a mi tiempo de oración. No dejar la "mejor parte"
Diálogo con Cristo
Jesús, cuántas veces he dejado a un lado mi oración para darle vuelo a mi imaginación: programando, planeando los grandes proyectos que podría llevar a cabo, pero olvidando que lo único que puede garantizar el éxito apostólico es que Tú seas la parte central de cualquier esfuerzo. Permite que nunca olvide que mi misión proviene de tu inspiración, que inicia y se sostiene sólo con tu gracia, que desde el principio y hasta el final todo debe ser por Ti y para Ti.
Hoy tengo que terminar el trabajo de trigonometría, que es para mañana, también tengo que ir de compras con mi madre; luego ver mi programa favorito, más tarde salir con mi novia, la música está a todo volumen...
Nos preocupamos por muchas cosas, nos quejamos de que hay poco tiempo para aquello que nos gusta, pero no nos damos cuenta de que solo una cosa es necesaria, escuchar al Señor en nuestro interior.
El evangelio de hoy nos presenta a una mujer atareada con los quehaceres de la casa, metida en muchos problemas, sin importarle quién está dentro de ella. Se pierde la dicha de vivir unos momentos increíbles al lado del Maestro de las gentes, pero no se da cuenta de la importancia que tiene el escuchar.
Cristo nos pone en guardia ante el mucho hacer y el poco meditar. Es necesario vivir más de cerca del evangelio. Con ello podemos ser hombres contemplativos y en el campo del apostolado hacer más y mejor, porque se cuenta con el apoyo de Cristo mismo.
Propósito
Ante la tentación de la actividad excesiva, no renunciar a mi tiempo de oración. No dejar la "mejor parte"
Diálogo con Cristo
Jesús, cuántas veces he dejado a un lado mi oración para darle vuelo a mi imaginación: programando, planeando los grandes proyectos que podría llevar a cabo, pero olvidando que lo único que puede garantizar el éxito apostólico es que Tú seas la parte central de cualquier esfuerzo. Permite que nunca olvide que mi misión proviene de tu inspiración, que inicia y se sostiene sólo con tu gracia, que desde el principio y hasta el final todo debe ser por Ti y para Ti.