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sábado, 2 de abril de 2016

UN DÍA COMO HOY 2 DE ABRIL SAN JUAN PABLO II PARTIÓ A LA CASA DEL PADRE


Un día como hoy San Juan Pablo II partió a la Casa del Padre
Por Abel Camasca



 (ACI).- Este 2 de abril se conmemoran 11 años del fallecimiento de San Juan Pablo II, el Papa polaco que estuvo al frente de la Iglesia Católica por 26 años y 5 meses. Es recordado como el “Papa peregrino”, fue un gran defensor de las familias y amado por los jóvenes.

San Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 horas, la noche previa al Domingo de la Divina Misericordia que él mismo instituyó y de la que fue muy devoto.

Pocos minutos después, Mons. Leonardo Sandri, que entonces era el Sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede (en la actualidad es Cardenal Prefecto para la Congregación de las Iglesias Orientales), anunció la noticia a las miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al resto del mundo, que seguía las últimas horas del Pontífice a través de los medios de comunicación.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje al papa polaco, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la Basílica de San Pedro.

El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el Cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y fue canonizado por el Papa Francisco el 27 de abril del 2014 junto a San Juan XIII.

San Juan Pablo II lideró el tercer pontificado más largo en los más de 2.000 años de historia de la Iglesia, realizando 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 en ese país.

Impulsó las Jornadas Mundiales de la Juventud en las que se reunió con millones de jóvenes de todo el mundo e inauguró los Encuentros Mundiales de las Familias.

SAN FRANCISCO DE PAULA, EREMITA Y FUNDADOR, 2 DE ABRIL

Francisco de Paula, Santo
Eremita y Fundador, 2 de abril 


Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net 



Eremita y Fundador
de la Orden de los Mínimos en Calabria

Martirologio Romano: San Francisco de Paula, ermitaño, fundador de la Orden de los Mínimos en Calabria, prescribiendo a sus discípulos que viviesen de limosnas, no teniendo propiedad ni manipulando dinero, y que utilizasen sólo alimentos cuaresmales. Llamado a Francia por el rey Luis XI, le asistió en el lecho de muerte, y célebre por la austeridad de vida, murió a su vez en Plessis-les-Tours, junto a Tours († 1507).
Etimológicamente: Francisco = el abanderado, de origen germano.
Fecha de canonización: En 1519 por el Papa León X.
Breve Biografía
Francisco nació en Paula, región de Calabria (Italia) en el año 1416, y es uno de los más jóvenes fundadores de órdenes religiosas que recuerda la historia.

A los trece años vistió el hábito franciscano, pero dos años más tarde desapareció. Después de algunos años lo descubrió un cazador en un refugio en las ásperas montañas cerca de Cosenza.

La fama de su santidad y de sus milagros atrajo a un buen número de jóvenes deseosos de seguir su ejemplo, con los cuales fundó la Orden de los Mínimos o Ermitaños de san Francisco de Asís.

Los invitó a la penitencia, reduciendo su alimentación durante los 365 días del año a pan, pescado, agua y verduras.

Pero las duras penitencias no acortaron su vida, pues vivió hasta la edad de 91 años. Murió un viernes santo, el 2 de abril de 1507, mientras se encontraba en Francia, en Plessis-les-Tours.

Fue canonizado por el Papa León X en 1519, a los doce años de su muerte, y aún hoy se le propone no sólo como modelo de penitencia, sino también -como dijo Pablo VI el 27 de mayo de 1977- como modelo de valentía para denunciar “las malversaciones de los poderosos”.

Una vez el pobre fraile, flaco y agotado por los ayunos, iba de Cosenza a Reggio Calabria y de aquí necesitaba pasar el estrecho de Mesma, pues se dirigía a Sicilia. Como ninguno de los barqueros quiso llevarlo, el santo extendió su manto y sobre él navegó por el mar hasta Mesina. El prodigio le ganó la reputación de taumaturgo y el título de patrono de los marineros. La vida de este austero santo, que vivió entre honores siquiera sin darse cuenta, está llena de milagros. Su fama superó los confines de Italia y llegó hasta Francia, a donde Luis XI quiso que el Papa lo enviara para que lo curara de una grave enfermedad.

El humilde fraile, avisado por un enviado pontificio, emprendió el viaje a Francia. Cuando llegó a París no le restituyó al rey la salud que pedía, pero sí le dio la del alma: lo reconcilió con Dios y lo convenció a aceptar su Santísima voluntad. Antes de morir, Luis XI lo nombró director espiritual del hijo y sucesor Carlos III.

ORACIÓN
Sol luminoso de caridad y verdadero Padre de los pobres,
San Francisco de Paula,
como pobre y necesitado de salvación recurro a ti
para que me alcanzes del Señor una fe viva, una esperanza firme,
una caridad ardiente
y una paciencia inalterable en las pruebas y contrariedades de la vida.
Tú, que de un modo vivo y completo
reflejaste la imagen de nuestro divino Redentor,
ayúdeme a modelar mi vida según el ejemplo y enseñanzas
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Dame tu ayuda poderosa en toda dificultad material o espiritual
e intercede por mí para que,
caminando santamente durante esta peregrinación terrena,
merezca gozar contigo de los inefables gozos de la divinidad
en la plenitud de la eterna bienaventuranza.
Estas gracias espero confiadamente alcanzar por tu eficaz protección
y la maternal intercesión de la Santísima Virgen María,
en virtud de los méritos infinitos de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

LOS SANTOS DE HOY: SÁBADO 2 DE ABRIL DEL 2016

Teodosia de Cesarea, SantaTeodosia de Cesarea, Santa
Virgen y Mártir, 2 de abril
Juan Pablo II, SantoJuan Pablo II, Santo
CCLXIV Papa, 2 de abril
Abundio de Como, SantoAbundio de Como, Santo
Obispo, 2 de abril
Nicecio de Lyon, SantoNicecio de Lyon, Santo
Obispo, 2 de abril
Juan Payne, SantoJuan Payne, Santo
Presbítero y Mártir, 2 de abril
Pedro Calungsod, SantoPedro Calungsod, Santo
Catequista Mártir, 2 de abril
Leopoldo de Gaiche, BeatoLeopoldo de Gaiche, Beato
Presbítero Franciscano, 2 de abril
Juancito (Costa), BeatoJuancito (Costa), Beato
Mártir, 2 de abril
Francisco Coll y Guitart, SantoFrancisco Coll y Guitart, Santo
Presbítero Dominico, 2 de abril
Isabel Vendramini, BeataIsabel Vendramini, Beata
Funadadora, 2 de abril
Diego Luis de San Vitores, BeatoDiego Luis de San Vitores, Beato
Presbítero, Misionero y Mártir, 2 de abril
Guillermo (Vilmos) Apor, BeatoGuillermo (Vilmos) Apor, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Mykola (Nicolás) Carneckyj, BeatoMykola (Nicolás) Carneckyj, Beato
Obispo y Mártir, 2 de abril
Eustasio de Luxeuil,  SantoEustasio de Luxeuil, Santo
Abad, 2 de abril
Francisco de Paula, SantoFrancisco de Paula, Santo
Eremita y Fundador, 2 de abril

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 2 DE ABRIL DEL 2016


Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
Pascua


Marcos 16, 9-15. Sábado de Pascua. El cristiano es, en la Iglesia y con la Iglesia, un misionero de Cristo enviado al mundo. 


Por: Omar López | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a llevar la noticia los discípulos, los cuales estaban llorando, agobiados por la tristeza; Pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado. Jesús les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda la creatura".
Oración introductoria
Dios mío, creo en Ti, pero necesito aumentar mi fe porque la incredulidad y la dureza de corazón, que recriminas en tus discípulos, están también presentes en mi vida cotidiana, cuando se presentan los problemas, cuando la exigencia de cumplir tu voluntad se ve superior a las propias fuerzas o cuando no comprendo o acepto las dificultades. Ilumina esta oración para que tu luz y tu verdad me lleven a predicar tu Evangelio.

Petición
Señor, aparécete en mi oración, o dame la humildad de saber que me escuchas, aunque no «sienta» nada.

Meditación del Papa Francisco
Los discípulos a su vez han recibido la llamada a estar con Jesús y a ser enviados por Él para predicar el Evangelio, y así́ se ven colmados de alegría. ¿Por qué́ no entramos también nosotros en este torrente de alegría?
“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada”. Por lo tanto, la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son los que se dejan aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio. Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización. […] En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. (S.S. Francisco, Mensaje para la 88ª Jornada Mundial de las Misiones, 14 de junio de 2014).
Reflexión
Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. (1 Co, 15,14). Desde la primera generación cristiana la Iglesia se reconoce en esta expresión de San Pablo. El problema que se ha siempre presentado es aquél de cómo interpretar esta verdad central del credo. ¿Quiere decir que ha resucitado verdaderamente, es decir, que vive por siempre en su cuerpo y no solamente como simple manera espiritual?

Es esto lo que afirma la Escritura y la fe de la Iglesia. La resurrección en cuanto tal, es decir, el acto por el cual Dios glorifica a Jesús, es inaccesible y se puede alcanzar sólo por la fe. Por eso es importante que este hecho no huya de la búsqueda histórica. Es inimaginable la primera predicación cristiana, sin la experiencia pascual de los apóstoles que testimonian que Jesús se ha manifestado muchas veces antes de la muerte. Sólo esta verdad da un significado auténtico y trascendental a la propia existencia, la ilumina y la hace vivir con optimismo. La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. Todo tiene razón de existir con la resurrección de Cristo y el mismo dolor se transforma.

Propósito
Ser testigo de Cristo con un comentario o una buena acción, aunque me cueste.

Diálogo con Cristo
Jesús, no podré ser un testigo auténtico de tu resurrección si primero no logro amar a cada uno de mis hermanos con el mismo amor con que Tú los amas. Dame una caridad como la tuya: total, generosa, desinteresada, que sólo busque el bien de los demás y acepte a todos por igual, sin poner límites y sin hacer acepciones entre las personas. Esto se dice fácil, pero para lograrlo, necesito convertirme en una persona que haya hecho la experiencia de tu amor en su propia vida, por medio de la vida sacramental, la oración y mi ayuda a los demás.
Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2015).



El Viernes Santo, empezó la Novena a la Divina Misericordia. cuya fiesta se celebra el domingo siguiente a la Resurrección.


Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia 

"En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres.

Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia" ..... " (Fragmento del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de 5 de mayo de 2000.

Indulgencias en el Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:

"Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti")".