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viernes, 11 de diciembre de 2015

SAN DÁMASO I, DEFENSOR DE LA IGLESIA Y PROMOTOR DEL CULTO A LOS MÁRTIRES, 11 DE NOVIEMBRE


Hoy celebramos a San Dámaso, defensor de la Iglesia y promotor del culto a los mártires
Por María Ximena Rondón





 (ACI).- Se le conoce por ser un asiduo defensor de la Iglesia Católica, por ser promotor del culto a los mártires y, según la tradición, fue quien introdujo la oración "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén".

El Papa San Dámaso, cuyo nombre significa “domador”, nació aproximadamente en el año 304. Su padre Antonio era español y su madre fue Laurencia.

El Santo creció en Roma donde prestó sus servicios a la iglesia de San Lorenzo mártir. Fue secretario de los Pontífices San Liberio y San Félix.

Fue elegido como Sucesor de San Pedro en el año 366 en medio de un ambiente conflictivo. Su elección fue rechazada por los seguidores del difunto Papa Liberio quienes escogieron al diácono Ursino que fue consagrado de modo irregular.



En el año 367, el emperador Valentiniano desterró a Ursino a Colonia y reconoció a Dámaso como Papa. Sin embargo, sus opositores no dejaron de perseguirlo.

En el año 378 lo acusaron de adúltero en la corte imperial, pero fue exonerado por el propio Emperador Graciano y poco después por un sínodo romano de 44 que excomulgó a los acusadores.

El Santo tuvo por secretario a San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la Biblia al latín, lo que dio como resultado la famosa traducción conocida como "La Vulgata".

Dámaso también fue un defensor vigoroso de la fe católica. Durante los sínodos romanos de los años 368 y 369, condenó el Apolinarismo y Macedonialismo. También ayudó a la Iglesia Oriental contra el arrianismo.

Asimismo, apoyó la petición de los senadores cristianos para retirar el altar de Victoria del Senado. Fue testigo el 27 de febrero de 380 del decreto “Del fide Católica” de Teodosio I, que declaró al catolicismo como la religión del Estado romano.

Dictó varios decretos y actas para defender la primacía de la Sede Apostólica. Entre estos se destaca la afirmación que basa la supremacía eclesiástica de la Iglesia Romana en las propias palabras de Jesucristo y no en decretos conciliares.

San Dámaso restauró la ahora iglesia de San Lorenzo en Dámaso y la dotó con instalaciones para los archivos de la Iglesia en Roma. También construyó la basílica de San Sebastián en la Vía Apia.

Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el Obispo más importante del mundo.

Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

SANTA MARAVILLAS DE JESÚS, RELIGIOSA CARMELITA DESCALZA, 11 DE DICIEMBRE


Hoy se celebra a Santa Maravillas de Jesús, de la Orden de las Carmelitas Descalzas






ROMA, 11 Dic. (ACI).- “Lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera”, solía repetir Santa Maravillas de Jesús, religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas y cuya fiesta se celebra cada 11 de diciembre. Así como Santa Teresa de Jesús, fundó varios carmelos.

María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán nació en Madrid, España, en 1891. Su padre llegó a ser Embajador de España ante la Santa Sede. Desde pequeña sintió una llamada a consagrarse al Señor en virginidad. En su adolescencia y juventud realizó muchas obras de caridad a los más necesitados.

Le gustaba leer mucho las obras de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz. Es así que ingresó a las Carmelitas Descalzas de El Escorial (Madrid) en 1919 y recibió el nombre de Maravillas de Jesús.

En 1923 recibió la inspiración de fundar un carmelo en el Cerro de los Ángeles, en el centro geográfico de España, donde se había elevado un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Con ayuda del Obispo de Madrid-Alcalá se pudo llevar adelante esta obra. Hizo su profesión solemne y en 1926 se inauguró el convento, siendo ella priora de la comunidad.



Ante la presencia de muchas vocaciones, la Madre Maravillas vio la señal de Dios para fundar nuevas “Casas de la Virgen”. Es así que en 1933, fundó otro Carmelo en Kottayam (India) y envió ocho monjas.

En la persecución religiosa en España, a partir de 1931, en las noches pasaba muchas horas orando desde su Carmelo y contemplando el monumento al Sagrado Corazón. Obtuvo del Papa Pío XI el permiso de salir con su comunidad, exponiendo su vida.

En 1936 la Carmelitas fueron expulsadas de su convento y llevadas a las Ursulinas de Getafe. Después las hermanas se refugiaron en un piso (departamento) de una calle de Madrid y se vieron expuestas a privaciones y amenazas.

Al año siguiente, pasando por Lourdes, llegaron al abandonado “desierto” de Las Batuecas, en Salamanca, que se había adquirido antes de la guerra. Allí, a petición del Obispo de Coria-Cáceres fundó otro Carmelo y que años más tarde sería cedido a los padres carmelitas descalzos.

En 1939 retorna al Carmelo de El Cerro de los Ángeles, que se encontraba totalmente destruido, y la Madre Maravillas fue elegida nuevamente priora por su testimonio de fe, fortaleza y confianza en Dios que había demostrado todo este tiempo. Desde entonces realizó la fundación de muchos otros carmelos.

En 1961 fundó el de La Aldehuela, Madrid, en el que fue elegida priora y donde viviría hasta sus últimos días. La Santa Madre Maravillas continuó ayudando a los más necesitados, edificó una Iglesia, un colegio y sostuvo a muchos seminaristas para que llegaran a ser sacerdotes. Con una fundación benéfica ayudó a religiosas enfermas.

Todo esto y muchos servicios más fueron iniciados sin medios económicos, pero Santa Maravillas confiaba siempre en la providencia de Dios. Se sentía feliz de ser carmelita descalza e “hija de nuestra santa madre Teresa”. Obtuvo de la Santa Sede la aprobación de la “Asociación de Santa Teresa”, integrada por los carmelos fundados por ella y otros.

Irradiaba paz, dulzura en sus palabras y gestos. Fue una gran mística y tenía la capacidad de contagiar el amor de Dios. Partió a la Casa del Padre un 11 de diciembre de 1974. Sus últimas palabras fueron: “¡Qué felicidad morir carmelita!”

San Juan Pablo II la canonizó en el 2003 y sus reliquias permanecen en la Iglesia del Carmelo de La Aldehuela.

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 11 DE DICIEMBRE DEL 2015


Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado
Adviento



Mateo 11, 16-19. Adviento. Quien lucha desde la fe, triunfa, porque no lucha sólo, sino hombro a hombro con Dios. 


Por: Carlos Henrique Farias, L.C. | Fuente: Catholic.net 



Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 16-19
¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: "Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado cantos fúnebres, y no os habéis lamentado." Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Demonio tiene." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores." Y la Sabiduría se ha hecho prestigiosa por sus obras.

Oración Introductoria
Señor, quiero amarte y ser generoso en mi entrega diaria, pero muchas veces el miedo, las dudas, las inseguridades e incertidumbres, aprietan mi vida. Por eso, actúo como un niño que no se satisface con nada. Jesús, ¡cuántas veces Tú, en persona, has venido en mis prójimos y yo te he rechazado, por no reconocerte! Ayúdame a madurar mi fe, mi amor y mi entrega, para lanzarme con entusiasmo en tus manos, para cantar cuando Tú me tocas flauta, y también llorar, cuando me entonas los cantos fúnebres.

Petición
Jesús, quiero asemejarme a ti, unir mi voluntad a la tuya. Quiero seguir amándote en el estado de vida que he elegido. Quiero caminar desde tus manos, mirar desde tus ojos, ser feliz desde tu corazón. Por eso, mi dulce Jesús, pido que vivas en mí para que tu fe sea la mía; tus amores, los míos; tus alegrías, las mías. En fin, que sea uno contigo.

Meditación del Papa Francisco
Pero yo no les entiendo, son como aquellos niños: hemos sonado la flauta y no han bailado; hemos cantado un lamento y no han llorado ¿Pero qué quieren? ¡Queremos salvarnos como nos gusta! Es siempre este el cierre al mundo de Dios […]
No confundamos 'libertad' con 'autonomía', elegir la salvación que consideramos sea aquella 'justa'. ¿Creo que Jesús sea el Maestro que nos enseña la salvación? ¿O por el contrario voy por todas partes para alquilar a un gurú que me enseñe otra?
¿Un camino más seguro o me refugio bajo el techo de las prescripciones y de tantos mandamientos confeccionados por los hombres? Y así me siento seguro y con esta 'seguridad' -es un poco duro decirlo- seguridad con la que compro mi salvación, y que Jesús da gratuitamente con la gratitud de Dios? Hoy nos hará bien ponernos estas preguntas. Y la última: ¿yo me resisto a la salvación de Jesús? (Cf Homilía de S.S. Francisco, 3 de octubre de 2014, en Santa Marta).
Reflexión 
La vida desde la fe es sencilla. Implica confiar y aceptar, pero, sobre todo, buscar hacer la voluntad de Dios. Quien lucha desde la fe, sabe que su lucha es victoriosa, porque no lucha sólo, sino hombro a hombro con Dios. Acepta con gusto lo venido de Dios, porque sabe que Él es su Padre y quiere lo mejor para él. Sabe ver la mano amorosa de su Providencia en cada una de las diversas circunstancias de la vida, porque se siente amado y cuidado por Dios. No se queja, sino que vive el momento presente confiando siempre en quien es Todopoderoso.

Jesús no nos pide mucho. Sólo nos enseña e invita a tener los pies en la tierra y el corazón en el cielo.

Propósito
En el día de hoy, voy a buscar vivir los contratiempos con visión sobrenatural y amor, aceptando con agrado los planes de Dios sobre los míos.

Diálogo con Cristo
Señor, quiero agradecerte por todos los beneficios que tu inefable bondad me hace alcanzar cada día y en cada momento. Te pido fortaleza y constancia para seguir tus inspiraciones, pues sabes que soy muy débil. Sabes que muchas veces no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Tú conoces lo que llevo en mi corazón, Jesús. Por eso, concédeme la gracia de potenciar lo que es bueno y rectificar lo malo. Jesús, confío en ti. Ayúdame a asemejarme en criterios, acciones y deseos contigo.

"Si no le dejas, Él no te dejará"  (San Josemaría Escrivá, Camino, n. 730)

Preguntas o comentarios al autor  Carlos Henrique Farias, LC