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martes, 14 de octubre de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 14 DE OCTUBRE DEL 2014
No es importante lo exterior
Tiempo Ordinario
Lucas 11, 37-41. Tiempo Ordinario. ¿Por qué nos fijamos en la presentación exterior cuando lo más importante es la interior?
Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Reflexión
Muchas veces pensamos que tenemos que estar bien presentados para las fiestas, y si no significa que eres una persona maleducada. Pero ¿por qué nos fijamos en la presentación exterior cuando lo más importante es la interior?
Cristo se enoja con los fariseos porque no han sabido apreciar la belleza interior sin mirar la exterior, por eso purifican los vasos por fuera olvidándose de que lo importante está dentro no fuera.
Propósito
Pidamos la gracia de purificar nuestros corazones con los sacramentos y las oraciones que pueden limpiar el interior del hombre. Aprendamos a apreciar en las demás personas lo bello de sus almas y no tanto la fealdad o suciedad de la persona que está frente a nosotros.
Diálogo con Cristo
Señor, dame la sabiduría para no convertir tus mandamientos en un fin (cuando son sólo medios), ni situarme en una posición laxa que busca evadir el esfuerzo. Te ofrezco que, con tu gracia, viviré una caridad generosa: hacer el bien a los demás, brindar apoyo a todos, ofrecer la estima sincera y servir en todo lo que me sea posible, éstos sí son los mejores medios para purificar mis debilidades.
Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros.
Oración introductoria
Dios mío, Tú eres mi Padre amoroso que anhelas que experimente la auténtica paz y felicidad al dejarte ser el centro de mi vida interior. Guía mi meditación para que me aleje de las preocupaciones exteriores y pasajeras y pueda ser dócil a tus inspiraciones.
Petición
Jesús, ayúdame a experimentar vivamente tu amor en esta oración para corresponderte con más docilidad.
Meditación del Papa Francisco
El llamamiento profético constituye un desafío para todos nosotros, ninguno excluido, y nos recuerda que la conversión no se reduce a formas exteriores o a vagos propósitos, sino que implica y transforma toda la existencia a partir del centro de la persona, desde la conciencia. Estamos invitados a emprender un camino en el cual, desafiando la rutina, nos esforzamos por abrir los ojos y los oídos, pero sobre todo, abrir el corazón, para ir más allá de nuestro “huertecito”.
Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros.
Oración introductoria
Dios mío, Tú eres mi Padre amoroso que anhelas que experimente la auténtica paz y felicidad al dejarte ser el centro de mi vida interior. Guía mi meditación para que me aleje de las preocupaciones exteriores y pasajeras y pueda ser dócil a tus inspiraciones.
Petición
Jesús, ayúdame a experimentar vivamente tu amor en esta oración para corresponderte con más docilidad.
Meditación del Papa Francisco
El llamamiento profético constituye un desafío para todos nosotros, ninguno excluido, y nos recuerda que la conversión no se reduce a formas exteriores o a vagos propósitos, sino que implica y transforma toda la existencia a partir del centro de la persona, desde la conciencia. Estamos invitados a emprender un camino en el cual, desafiando la rutina, nos esforzamos por abrir los ojos y los oídos, pero sobre todo, abrir el corazón, para ir más allá de nuestro “huertecito”.
Abrirse a Dios y a los hermanos. Sabemos que este mundo cada vez más artificial nos hace vivir en una cultura del “hacer”, de lo “útil”, donde sin darnos cuenta excluimos a Dios de nuestro horizonte. Pero excluimos también el horizonte mismo. Hay que “espabilarnos”, recordando que somos creaturas, sencillamente que no somos Dios. Cuando veo en el pequeño ambiente cotidiano algunas luchas de poder por ocupar sitios, pienso: esta gente juega a ser Dios creador. Aún no se han dado cuenta de que no son Dios» (Cf S.S. Francisco, 5 de marzo de 2014).
Reflexión
Muchas veces pensamos que tenemos que estar bien presentados para las fiestas, y si no significa que eres una persona maleducada. Pero ¿por qué nos fijamos en la presentación exterior cuando lo más importante es la interior?
Cristo se enoja con los fariseos porque no han sabido apreciar la belleza interior sin mirar la exterior, por eso purifican los vasos por fuera olvidándose de que lo importante está dentro no fuera.
Propósito
Pidamos la gracia de purificar nuestros corazones con los sacramentos y las oraciones que pueden limpiar el interior del hombre. Aprendamos a apreciar en las demás personas lo bello de sus almas y no tanto la fealdad o suciedad de la persona que está frente a nosotros.
Diálogo con Cristo
Señor, dame la sabiduría para no convertir tus mandamientos en un fin (cuando son sólo medios), ni situarme en una posición laxa que busca evadir el esfuerzo. Te ofrezco que, con tu gracia, viviré una caridad generosa: hacer el bien a los demás, brindar apoyo a todos, ofrecer la estima sincera y servir en todo lo que me sea posible, éstos sí son los mejores medios para purificar mis debilidades.
SAN CALIXTO I, XVI PAPA Y MÁRTIR, OCTUBRE 14
Calixto I, Santo
XVI Papa, octubre 14
Por: P. Angel Amo | Fuente: Catholic.net
XVI Papa
Martirologio Romano: San Calixto I, papa y mártir, que, cuando era diácono, después de un destierro en la isla de Cerdeña tuvo a su cuidado el cementerio de la vía Apia que lleva su nombre, donde dejó para la posteridad las memorias de mártires, y elegido papa, promovió la recta doctrina, reconcilió benignamente a los apóstatas, terminando su intenso pontificado con la gloria del martirio. En este día se conmemora su sepultura en el cementerio de Calepodio, en la vía Aurelia, en Roma (c. 222).
Etimología: Calixto = Aquel de gran belleza, viene del griego
Las catacumbas son una meta obligatoria para los peregrinos y turistas que van a Roma. Particularmente célebres y frecuentadas son las de San Calixto, que el Papa Juan XXIII definió las más importantes y las más célebres de Roma. Quedan cerca de las también famosas catacumbas de San Sebastián y de Santa Domitila. Comprenden un área de 400 metros por 300, con cuatro pisos sobrepuestos; se ha calculado que tienen no menos de 20 kilómetros de corredores.
Esta obra colosal recuerda para siempre a San Calixto, porque fue él quien se preocupó por su realización, primero como diácono del Papa Ceferino y después como Papa. Pero este lugar no es precioso sólo por sus dimensiones, sino por el gran número y la importancia de los mártires que fueron depositados allí: particularmente célebres son las criptas de Santa Cecilia y la contigua de los Papas Ponciano, Antero, Fabián, etc. Por eso, puede parecer raro que falsee precisamente la de San Calixto que fue quien hizo construir esa cripta.
La tumba de San Calixto se encuentra en el corazón de la antigua y genuina Roma: en la basílica de Santa María en Trastevere, que fue construida por el Papa Julio a mediados del siglo IV, intitulada también a San Calixto.
Calixto nació en Trastevere en la segunda mitad del siglo II, y su padre era un tal Domicio. Era de humilde condición, pero muy apreciado por el correligionario o Carpóforo, que le confió la administración de sus bienes. Pero algo no marchó bien, pues poco después el pobre Calixto fue condenado a hacerle dar vueltas a una rueda de molino para pagar al patrón y a la comunidad cristiana los perjuicios ocasionados. Poco tiempo después Calixto tuvo que soportar otra dura condena, la flagelación y la deportación a Cerdeña, por las acusaciones de los judíos.
La comunidad cristiana lo rescató, incluso con la intervención de Marcia, la concubina de Commodo, y entonces Calixto colaboró con el Papa Víctor y con Ceferino, a quien sucedió como Papa en el 217.
Su elección provocó el cisma de Hipólito, que reprochaba a Calixto su origen servil y sobre todo su flexibilidad con los pecadores. San Calixto tuvo también que luchar contra la herejía sabeliana. Murió mártir, no a mano de la autoridad imperial como asegura el Martirologio Romano, sino durante una sublevación popular.
SANTA FORTUNATA, VIRGEN Y MÁRTIR, 14 DE OCTUBRE
Fortunata, Santa
Virgen y Mártir, 14 de octubre
Por: . | Fuente: P. Felipe Santos || TurismoMoquegua.com.pe || preguntasantoral.blogia.com
Martirologio Romano (1956): En Cesarea de Palestina, Santa Fortunata Virgen y Mártir -hermana de los dichos Mártires Carponio, Evaristo y Prisciano- la cual en la persecución de Diocleciano, después de haber padecido el potro, el fuego, las fieras y otros tormentos, entregó su alma a Dios. Su cuerpo lo llevaron a Nápoles de Campania († s.III)
Etimológicamente significa afortunada. Viene de la lengua latina.
No son actos heroicos sino sencillos y modestos.
Era una mártir de Cesarea de Palestina bajo el imperio de Diocleciano. Aunque murió allá, su cuerpo se lo trajeron a Nápoles.
En la segunda mitad del siglo VIII, el obispo de Nápoles Esteban II puso su culto en el monasterio de san Gaudioso.
Un documento del año 986 recuerda que la iglesia de Fortunata fue destruida y volvió a reconstruirse junto al lago Patria.
Desde luego el culto que se le tributa en la zona es muy fervoroso y muy abundante.
Lo que importa, aparte de los hechos históricos o no, es que existe devoción a esta santa, no solamente en Nápoles sino también en Palermo.
Y una devoción no sigue, después de tantos siglos, por un fanatismo ciego e irracional.
La gente no es tonta. Puede que haya dudas acerca del modo cómo la trajeron desde Palestina hasta el puerto de Nápoles.
Lo cierto y lo seguro es que no se puede inventar una devoción a una santa o santo. Tiene que haber motivos profundamente religiosos para que el pueblo fiel y sencillo comience a venerar sus reliquias y que, mediante las oraciones de petición, se hayan obrado milagros en su nombre.
Es también la patrona de Baucina. Según algunos estudiosos, con ella llegaron también tres mártires: Carponio, Evaristo y Prisciano.
Reliquias de Santa Fortunata en Perú
Santa Fortunata, virgen y mártir, nació entre los años 281 a 287 de nuestra era; las continuas persecuciones que sufrieron los cristianos por el Emperador Diocesano, en la llamada "Era de los Mártires", le tocó a Fortunata, al igual que muchos por su fe en Cristo, ser degollada un 14 de Octubre, entre los años 298 a 304 cuando sólo contaba con 17 años de edad, y cuyos restos se veneran con mucha fe en el altar de la Catedral de Moquegua, al sur del Perú.
Trasladado su cadáver al Cementerio de Calepodio en Roma, sus restos fueron exhumados quince siglos más tarde con autorización papal, y don Jaime Severine Canónigo de la Iglesia San Marco de Roma, custodio de las sagradas reliquias, donó el cuerpo de Santa Fortunata al Padre Fray Tadeo Ocampo, Comisario del Colegio de Propaganda FIDE de Moquegua, que se encontraba de visita en Roma a principios de 1796. Con los restos de la Santa se le dio también a Ocampo, un vaso con su sangre reseca por los siglos y las letras en originales en latín o sea la credencial de la autenticidad de Santa Fortunata. Con los sagrados restos, 23 religiosos y cuatro legos para su colegio de Moquegua, partió Ocampo del puerto español de Cádiz el 18 de octubre de 1796 en la nave mercante Nuestra Señora de la Soledad.
Llega a la ciudad de Moquegua después de dos años, luego de una travesia bastantes dificultosa (Río de Janeiro, Sao Pablo, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Salta, Arica, Ilo y Moquegua), la entrada a la ciudad la realizaron por el Portillo en donde se levanto un arco de flores, alfombrándose además la calle principal para el paso de la Santa que, conducía en hombros por la matronas de Moquegua, fue seguida de una lluvia de flores y del místico recogimiento por el clero, congregaciones religiosas y toda la feligresía que se congregó e la entrada de la ciudad. Los restos fueron recibidos por Lorenzo Vizcarra moqueguano que hizo como párroco de la ciudad y también a nombre del Obispo de la Diócesis de Arequipa. Mons. Chávez de la Rosa, fue trasladado luego a la Iglesia de San Francisco, en donde durante ocho días fue objeto de cultos especiales por parte del pueblo.
En una Urna, con pintura de Pan de Oro, se encuentra el sagrado cuerpo artísticamente retocado con una capa de yeso, en la cual muchos estudiosos han acreditado la autenticidad del cuerpo de la Santa.
Santa Fortunata es la virgen y mártir, único caso en el mundo, cuyo cuerpo presente ubicado en una urna se le venera con gran fe y devoción y es sacada en procesión desde 1798 cada 14 de octubre . (La fiesta en Moquegua se inicia en el mes de Octubre, entre los días 12 y 14).
Al existir dos cuerpos, sabemos que deben ser dos mártires distintas que no tan sólo tuvieron martirios similares sino tambien el mismo nombre. Sus historias se han mezclado con el pasar de los años, pero cada una cuenta con muchos devotos.
La controversia y una conclusión razonable
Uno de los primeros errores fue, en mi opinión, querer identificar el corposanto extraído de las catacumbas con esta santa mencionada en el Martirologio. El corposanto de Fortunata fue concedido, junto con un vaso de su sangre, a la ciudad italiana de Baucina (Palermo). La bula papal está disponible, es consultable y está firmada en Roma a 29 de enero de 1790. En 1840 fue recompuesto y recubierto con cera para su veneración. Desde entonces, ha recibido fiestas anuales donde la urna es sacada en procesión, junto con la lápida y la antigua arqueta, en un gran clamor popular. Ellos la identifican con la Santa Fortunata del Martirologio, pero al menos toda la documentación está en regla: hay bula papal, hay lápida, hay reliquias y hay un vaso con sangre. En principio, todo está correcto.
Sin embargo la controversia nace porque existe otra Santa Fortunata que se venera en Moquegua, Perú (en la imagen). Resulta que el padre franciscano Fray Tadeo Ocampo viajó a Roma y obtuvo un documento, firmado el 5 de enero de 1793, en el que se le otorgaba el cuerpo de la mártir, así como un vaso de vidrio con su sangre, para exponerlos a la veneración de los fieles en cualquier iglesia, oratorio o capilla.
El cuerpo llegó a Moquegua el 8 de octubre de 1796. Froilán Miranda Nieto hizo una descripción de lo que contiene desde entonces la urna que se conserva en la iglesia de Santo Domingo. Según él, se trata de una mujer hermosa de cabellos áureos y serena frente, perfecto perfil y breve boca que, dibujando la apacible sonrisa de las almas tranquilas, deja ver dos hileras de dientes diminutos y blancos. Esta descripción puede llevar a confusión y hacer creer al lector de que se trata uno de los cuerpos llamados incorruptos, mas no es así. Lo que Froilán Miranda está describiendo es la máscara de yeso y lujosos vestidos que cubren lo que hoy queda de esta Fortunata: un antiguo esqueleto articulado con alambres, recompuesto en 1840.
¿Qué ocurre aquí? Que hasta la fecha, algunas personas de Moquegua, siguen protestando que su Fortunata es la auténtica, y que los italianos tienen la falsa, ¿acaso no tendría sentido pensar que ambas son auténticas? ¿Por qué pegarse por la posesión de esta o cual Santa, si los santos no son un coche ni un chalet en los Andes? ¿Por qué una tiene que ser la auténtica y milagrosa y la otra impostora? Semejante despropósito me enerva por la falta de respeto y cariño entre cristianos que veneran a una mártir. Tratándose de una mártir de las catacumbas, no es que pueda haber dos, ¡es que puede haber doscientas Fortunatas! No sólo porque fue un nombre muy común para una mujer en la Antigüedad, sino porque, como muy bien han apuntado algunos estudiosos de los corposantos, a veces el nombre Fortunata en las lápidas no representa el nombre de la persona, sino un adjetivo: tú, "afortunada", que padeciste por Cristo.
Lo que sabemos por los documentos es que ni la una ni la otra corresponden a la Santa Mártir de Palestina. Espero que esto sirva para dejar ya fuera de toda duda que en las ciudades de Moquegua y Baucina se veneran santas distintas, aunque homónimas, y que nadie le ha robado la santa a nadie, ni unos tienen la buena ni otros tienen la mala. Y otra cosa sería que admitiesen que ni una ni otra tienen que ver con la Santa Fortunata palestina que viene reseñada en el Martirologio.
Por: . | Fuente: P. Felipe Santos || TurismoMoquegua.com.pe || preguntasantoral.blogia.com
Mártir
Santa Tradicional, no incluida en el actual Martirologio RomanoMartirologio Romano (1956): En Cesarea de Palestina, Santa Fortunata Virgen y Mártir -hermana de los dichos Mártires Carponio, Evaristo y Prisciano- la cual en la persecución de Diocleciano, después de haber padecido el potro, el fuego, las fieras y otros tormentos, entregó su alma a Dios. Su cuerpo lo llevaron a Nápoles de Campania († s.III)
No son actos heroicos sino sencillos y modestos.
Era una mártir de Cesarea de Palestina bajo el imperio de Diocleciano. Aunque murió allá, su cuerpo se lo trajeron a Nápoles.
En la segunda mitad del siglo VIII, el obispo de Nápoles Esteban II puso su culto en el monasterio de san Gaudioso.
Un documento del año 986 recuerda que la iglesia de Fortunata fue destruida y volvió a reconstruirse junto al lago Patria.
Desde luego el culto que se le tributa en la zona es muy fervoroso y muy abundante.
Lo que importa, aparte de los hechos históricos o no, es que existe devoción a esta santa, no solamente en Nápoles sino también en Palermo.
Y una devoción no sigue, después de tantos siglos, por un fanatismo ciego e irracional.
La gente no es tonta. Puede que haya dudas acerca del modo cómo la trajeron desde Palestina hasta el puerto de Nápoles.
Lo cierto y lo seguro es que no se puede inventar una devoción a una santa o santo. Tiene que haber motivos profundamente religiosos para que el pueblo fiel y sencillo comience a venerar sus reliquias y que, mediante las oraciones de petición, se hayan obrado milagros en su nombre.
Es también la patrona de Baucina. Según algunos estudiosos, con ella llegaron también tres mártires: Carponio, Evaristo y Prisciano.
Reliquias de Santa Fortunata en Perú
Santa Fortunata, virgen y mártir, nació entre los años 281 a 287 de nuestra era; las continuas persecuciones que sufrieron los cristianos por el Emperador Diocesano, en la llamada "Era de los Mártires", le tocó a Fortunata, al igual que muchos por su fe en Cristo, ser degollada un 14 de Octubre, entre los años 298 a 304 cuando sólo contaba con 17 años de edad, y cuyos restos se veneran con mucha fe en el altar de la Catedral de Moquegua, al sur del Perú.
Trasladado su cadáver al Cementerio de Calepodio en Roma, sus restos fueron exhumados quince siglos más tarde con autorización papal, y don Jaime Severine Canónigo de la Iglesia San Marco de Roma, custodio de las sagradas reliquias, donó el cuerpo de Santa Fortunata al Padre Fray Tadeo Ocampo, Comisario del Colegio de Propaganda FIDE de Moquegua, que se encontraba de visita en Roma a principios de 1796. Con los restos de la Santa se le dio también a Ocampo, un vaso con su sangre reseca por los siglos y las letras en originales en latín o sea la credencial de la autenticidad de Santa Fortunata. Con los sagrados restos, 23 religiosos y cuatro legos para su colegio de Moquegua, partió Ocampo del puerto español de Cádiz el 18 de octubre de 1796 en la nave mercante Nuestra Señora de la Soledad.
Llega a la ciudad de Moquegua después de dos años, luego de una travesia bastantes dificultosa (Río de Janeiro, Sao Pablo, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Salta, Arica, Ilo y Moquegua), la entrada a la ciudad la realizaron por el Portillo en donde se levanto un arco de flores, alfombrándose además la calle principal para el paso de la Santa que, conducía en hombros por la matronas de Moquegua, fue seguida de una lluvia de flores y del místico recogimiento por el clero, congregaciones religiosas y toda la feligresía que se congregó e la entrada de la ciudad. Los restos fueron recibidos por Lorenzo Vizcarra moqueguano que hizo como párroco de la ciudad y también a nombre del Obispo de la Diócesis de Arequipa. Mons. Chávez de la Rosa, fue trasladado luego a la Iglesia de San Francisco, en donde durante ocho días fue objeto de cultos especiales por parte del pueblo.
En una Urna, con pintura de Pan de Oro, se encuentra el sagrado cuerpo artísticamente retocado con una capa de yeso, en la cual muchos estudiosos han acreditado la autenticidad del cuerpo de la Santa.
Santa Fortunata es la virgen y mártir, único caso en el mundo, cuyo cuerpo presente ubicado en una urna se le venera con gran fe y devoción y es sacada en procesión desde 1798 cada 14 de octubre . (La fiesta en Moquegua se inicia en el mes de Octubre, entre los días 12 y 14).
Al existir dos cuerpos, sabemos que deben ser dos mártires distintas que no tan sólo tuvieron martirios similares sino tambien el mismo nombre. Sus historias se han mezclado con el pasar de los años, pero cada una cuenta con muchos devotos.
La controversia y una conclusión razonable
Uno de los primeros errores fue, en mi opinión, querer identificar el corposanto extraído de las catacumbas con esta santa mencionada en el Martirologio. El corposanto de Fortunata fue concedido, junto con un vaso de su sangre, a la ciudad italiana de Baucina (Palermo). La bula papal está disponible, es consultable y está firmada en Roma a 29 de enero de 1790. En 1840 fue recompuesto y recubierto con cera para su veneración. Desde entonces, ha recibido fiestas anuales donde la urna es sacada en procesión, junto con la lápida y la antigua arqueta, en un gran clamor popular. Ellos la identifican con la Santa Fortunata del Martirologio, pero al menos toda la documentación está en regla: hay bula papal, hay lápida, hay reliquias y hay un vaso con sangre. En principio, todo está correcto.
Sin embargo la controversia nace porque existe otra Santa Fortunata que se venera en Moquegua, Perú (en la imagen). Resulta que el padre franciscano Fray Tadeo Ocampo viajó a Roma y obtuvo un documento, firmado el 5 de enero de 1793, en el que se le otorgaba el cuerpo de la mártir, así como un vaso de vidrio con su sangre, para exponerlos a la veneración de los fieles en cualquier iglesia, oratorio o capilla.
El cuerpo llegó a Moquegua el 8 de octubre de 1796. Froilán Miranda Nieto hizo una descripción de lo que contiene desde entonces la urna que se conserva en la iglesia de Santo Domingo. Según él, se trata de una mujer hermosa de cabellos áureos y serena frente, perfecto perfil y breve boca que, dibujando la apacible sonrisa de las almas tranquilas, deja ver dos hileras de dientes diminutos y blancos. Esta descripción puede llevar a confusión y hacer creer al lector de que se trata uno de los cuerpos llamados incorruptos, mas no es así. Lo que Froilán Miranda está describiendo es la máscara de yeso y lujosos vestidos que cubren lo que hoy queda de esta Fortunata: un antiguo esqueleto articulado con alambres, recompuesto en 1840.
¿Qué ocurre aquí? Que hasta la fecha, algunas personas de Moquegua, siguen protestando que su Fortunata es la auténtica, y que los italianos tienen la falsa, ¿acaso no tendría sentido pensar que ambas son auténticas? ¿Por qué pegarse por la posesión de esta o cual Santa, si los santos no son un coche ni un chalet en los Andes? ¿Por qué una tiene que ser la auténtica y milagrosa y la otra impostora? Semejante despropósito me enerva por la falta de respeto y cariño entre cristianos que veneran a una mártir. Tratándose de una mártir de las catacumbas, no es que pueda haber dos, ¡es que puede haber doscientas Fortunatas! No sólo porque fue un nombre muy común para una mujer en la Antigüedad, sino porque, como muy bien han apuntado algunos estudiosos de los corposantos, a veces el nombre Fortunata en las lápidas no representa el nombre de la persona, sino un adjetivo: tú, "afortunada", que padeciste por Cristo.
Lo que sabemos por los documentos es que ni la una ni la otra corresponden a la Santa Mártir de Palestina. Espero que esto sirva para dejar ya fuera de toda duda que en las ciudades de Moquegua y Baucina se veneran santas distintas, aunque homónimas, y que nadie le ha robado la santa a nadie, ni unos tienen la buena ni otros tienen la mala. Y otra cosa sería que admitiesen que ni una ni otra tienen que ver con la Santa Fortunata palestina que viene reseñada en el Martirologio.