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lunes, 22 de septiembre de 2014

SAN PÍO DE PIETRELCINA, PRESBÍTERO CAPUCHINO, SEPTIEMBRE 23


Autor: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org 
Padre Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione), Santo
Presbítero Capuchino, Septiembre 23


Padre Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione), Santo
Un hombre de oración y sufrimiento

Martirologio Romano: San Pío de Pietrelcina (Francisco) Forgione, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, que en el convento de San Giovanni Rotondo, en Apulia, se dedicó a la dirección espiritual de los fieles y a la reconciliación de los penitentes, mostrando una atención particular hacia los pobres y necesitados, terminando en este día su peregrinación terrena y configurándose con Cristo crucificado (1968)
"Siempre humíllense amorosamente ante Dios y ante los hombres. Porque Dios le habla a aquellos que son verdaderamente humildes de corazón, y los enriquece con grandes dones."

San Giovanni Rotondo, Italia.

En un convento de la Hermandad de los Capuchinos, en la ladera del monte Gargano, vivió por muchísimos años el que probablemente fuera el Sacerdote Místico más destacado del siglo XX, a punto actualmente de ser declarado Santo por el Vaticano. El Padre Pío, nacido en Pietrelcina en 1887, fue un hombre rico en manifestaciones de su santidad. Enorme cantidad de milagros rodearon su vida, testimoniados por miles de personas que durante décadas concurrieron allí a confesarse. Sus Misas, a decir de los concurrentes, recordaban en forma vívida el Sacrificio y Muerte del Señor a través de la entrega con que el Padre Pío celebraba cada Eucaristía. 

Es notable su carisma de bilocación: la capacidad de estar presente en dos lugares al mismo tiempo, a miles de kilómetros de distancia muchas veces. El Padre Pío raramente abandonó San Giovanni Rotondo; sin embargo se lo ha visto y testimoniado curando almas y cuerpos en diversos lugares del mundo en distintas épocas. También tenía el don de ver las almas: confesarse con el Padre Pío era desnudarse ante Dios, ya que él decía los pecados y relataba las conciencias a sus sorprendidos feligreses (a veces con gran dureza y enojo, ya que tenía un fuerte carácter, especialmente cuando se ofendía seriamente a Dios). Tenía también el don de la sanación (a través de sus manos Jesús curó a muchísima gente, tanto física como espiritualmente) y el don de la profecía (anticipó hechos que luego se cumplieron al pie de la letra).

Vivió rodeado de la Presencia de Jesús y María, pero también de Santos y Angeles, y de almas que buscaban su oración, para subir desde el Purgatorio al Cielo. Pero su gracia más grande radicó, sin duda alguna, en sus estigmas: en 1918 recibe las cinco Llagas de Cristo en sus manos, en sus pies y en su costado izquierdo. Estas llagas sangraron toda su vida, aproximadamente una taza de té por día, hasta su muerte ocurrida en 1968. Múltiples estudios médicos y científicos se realizaron sobre sus Estigmas, no encontrándose nunca explicación alguna a su presencia u origen.

Su sangre y cuerpo emanaban un aroma celestial, a flores diversas, que acariciaba no solo a los asistentes a sus Misas, sino también a quienes se encontraban con él en otras ciudades del mundo, a través de sus dones de bilocación. Vivió sufriendo ataques del demonio, tanto físicos como espirituales, que se multiplicaron a medida que las conversiones y la fe crecían a su alrededor.

En diciembre de 2001 el Vaticano emite el decreto que aprueba los milagros necesarios para canonizar a nuestro héroe, San Pío de Pietrelcina y fué canonizado el 16 de julio de 2002.

Vivimos en un mundo que niega lo sobrenatural, se aferra a lo material y a todo lo que pueda ser explicado a través de la razón, o percibido por los sentidos. Sin embargo, Dios prescinde de nuestra razón y de nuestros sentidos, a la hora de someternos a las pruebas de nuestra fe. De cuando en cuando nos prodiga con regalos del mundo sobrenatural, a través del testimonio y el acceso a la divinidad de los seres Celestiales. El Padre Pío es una puerta abierta a Cristo, a María, a los ángeles y los santos. Es también un testimonio de la pequeñez del ser humano y una invitación a creer y dejar de buscar explicación a los hechos de la Divina Providencia (la voluntad de Dios), sino simplemente a unir nuestra voluntad a la de Dios, y ser lisa y llanamente su instrumento, como el Padre Pío lo fue.

La vida entera del Padre Pío no puede ser explicada a través de la razón o la lógica humana. La fe y fuerza del Santo del Gargano dan por tierra con todas las escuelas filosóficas terrenales, dejando una sola salida a todo intento de crecimiento del hombre: el encuentro con el Dios eterno, el que nos mira desde lo alto y nos pide, por medio de Su infinita Misericordia, que nos entreguemos simplemente a Su Voluntad. La negación de nuestro yo (la muerte de nuestro ego), se constituye en la principal meta de nuestra evolución, porque SÓLO DIOS ES ! 

Debemos negarnos  a nosotros mismos y vivir para y por Él. El Padre Pío vivió en la más absoluta humildad y negación de sí mismo, y miren los prodigios que Jesús hizo a través suyo ! 






EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 22 DE SEPTIEMBRE DEL 2014



Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
No hay nada oculto
Lucas 8, 16-18. Tiempo Ordinario. Mi conciencia, ¿es como una luz o debo esconderla de los demás?
 
No hay nada oculto
No hay nada oculto
Del santo Evangelio según san Lucas 8, 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará. 

Oración introductoria 

Señor, yo creo, confío y te amo, pero quisiera tener una fe más operante y luminosa que atraiga a los demás. Por intercesión de María, espero que esta oración aumente mi fe, mi esperanza y mi caridad, porque te amo sobre todas las cosas.

Petición

Padre santo, dame la generosidad para compartir con los demás, especialmente con mi familia, la luz de tu Evangelio.

Meditación del Papa Francisco

Iluminación porque, a través del Bautismo, la persona humana se colma de la gracia de Cristo, “luz verdadera que ilumina a todo hombre” y destruye las tinieblas del pecado. Por esto en la ceremonia del Bautismo a los padres se les entrega un cirio encendido para simbolizar esta iluminación. El Bautismo nos ilumina desde dentro con la luz de Jesús. Por este don, el bautizado está llamado a convertirse él mismo en "luz" para los hermanos, especialmente para los que están en las tinieblas y no ven la luz en el horizonte de sus vidas.
Probemos a preguntarnos: el Bautismo, para mí, ¿es un hecho del pasado, de ese día que ustedes hoy buscan en casa para saber cuál es, o una realidad viva, que tiene que ver con mi presente, en todo momento? ¿Te sientes fuerte, con la fuerza que te da Cristo, con su Sangre, con su Resurrección? ¿Tú te sientes fuerte? O ¿te sientes débil? ¿Sin fuerzas? El Bautismo da fuerzas. Con el Bautismo, ¿te sientes un poco iluminado, iluminada con la luz que viene de Cristo? ¿Eres un hombre o una mujer de luz? O ¿eres un hombre, una mujer oscuros, sin la luz de Jesús? Piensen en esto. Tomen la gracia del Bautismo, que es un regalo, es convertirse en luz, luz para todos. (S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2013) .

Reflexión

La sinceridad nos permite ir con la cabeza bien alta, en todo momento. El hombre sincero es la persona de una sola pieza, sin dobleces, sin compartimentos secretos, sin engaños.

Ser sincero no es nada fácil, porque es más sencillo adaptarse a las circunstancias y poner buena cara a todos que mantenerse fiel a la palabra dada y a los principios adquiridos. Por ejemplo, el que está convencido de que la vida humana constituye un valor supremo y que no puede ser negociada por ninguna ley ni ideología política puede ser tachado de "conservador", antiguo, etc. Etiquetas incómodas, desde luego. Pero, ¿con quién prefiere quedar bien? ¿Con unos hombres de ideas pasajeras, o con el Dios eterno, creador de cuanto hay en el cielo y en la tierra, con el que le ha dado la vida y es su Señor?

La sinceridad es una virtud que debe forjarse cada día, en cada momento. No se consigue de una vez para siempre, sino que hay que renovarla en cada ocasión que se presente. ¿Soy sincero en esta respuesta? ¿Soy coherente con mi fe ante esta situación? Es preciso examinarse diariamente para ver cómo está nuestra conciencia. ¿Es como una luz? ¿O debo esconderla de los demás, para que no descubran cómo soy?

Porque nada hay oculto que no quede manifiesto. Algún día se revelará la verdad y es mejor estar preparado desde ahora.

Propósito

No esconder ni auto-engañarme en mi diario examen de conciencia, al no querer reconocer lo malo que me apena y que, por eso, prefiero ignorar.

Reflexión apostólica

Dar con generosidad. Compartir lo bueno que tengo (material y espiritual), con quien más lo necesita. No temer el desgaste, no esperar recompensa inmediata, tomar conciencia de mi responsabilidad como discípulo y misionero de Cristo. Señor, pongo a tu cuidado estos propósitos para que sean una realidad en mi vida cotidiana.