Autor: Jaime Rodríguez | Fuente: Catholic.net Condiciones para seguir a Jesús | |
Mateo 8,18-22. Tiempo Ordinario. Si el amor es sincero y sin reservas, Cristo mismo estará presente para darnos la fuerza. | |
Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos». Oración introductoria Señor, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Teóricamente yo también quiero seguirte, ansío ser fiel a los innumerables dones de tu gracia; pero, bien conoces mi debilidad, mis apegos… Hoy me pongo de rodillas ante Ti y te suplico me des la luz y la fuerza de tu Espíritu Santo. Petición Ven, Espíritu Santo, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad Meditación del Papa Francisco El Señor es muy generoso. El Señor abre todas las puertas. También el Señor comprende al que dice: "¡No, Señor, no quiero ir contigo!" Lo entiende y espera, porque es misericordioso. Pero al Señor no le gusta ese hombre que dice ‘sí’ y hace ‘no’; que finge agradecerle por tantas cosas bonitas, pero en realidad va por su camino; que tiene buenas formas, pero hace su propia voluntad y no la del Señor: aquellos que siempre se excusan, aquellos que no conocen la alegría, que no experimentan la alegría de la pertenencia. Pidamos al Señor esta gracia: entender bien cuanto es hermoso ser invitados a la fiesta, cuanto es hermoso estar con todos y compartir con todos las propias cualidades, cuanto es hermoso estar con Él y que feo es jugar entre el "sí" y el "no", decir que "sí", pero conformarme con estar sólo enumerado en la lista de los cristianos... (Cf. S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta). . Reflexión La petición de Jesús es exigente y a la vez, menciona condiciones muy severas "quien pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás no es apto para el reino de los cielos". Pero, cuando se ama, se es exigente con el amado, se desea su fidelidad, su paz, con dividimos con los mismos sentimientos, con las mismas esperanzas y con las mismas necesidades. El amor no se conforma con los recortes de tiempo, entre el trabajo y las diversiones. Una relación de amor se hace a través del diálogo íntimo, del empeño que comporta un riesgo personal. Si no es así, entonces no es una relación auténtica y sincera, sino incumplidora y caprichosa, que espera los acontecimientos y sospecha dudas. ¿Es esta la relación que Dios quiere con los hombres? Y a pesar del amor de Cristo, ¿vamos a responder con menos amor? Él, que nos ha amado absolutamente hasta llegar a morir en la cruz para salvarnos de la muerte y del pecado. Jesús no rechaza la oferta que el escriba y el discípulo le ofrecen. Pero con su respuesta exigente les hace entender que, cuando se dona una cosa se hace de forma generosa y íntegra, no incierta y parcial. La vocación, y no sólo a la vida consagrada, sino también la vocación al matrimonio, a la paternidad o al empeño cristiano en general, una vez reconocida, debe ser concretada, sin miedo al respeto humano. A menudo contamos con temores, dificultades, problemas sin embargo, si el amor es sincero y sin reservas, Cristo mismo estará presente para darnos la fuerza y las soluciones para vencerlos. Propósito Ante el Santísimo Sacramento, revisar mi vida: ¿qué me pide Dios que no he querido darle? Diálogo con Cristo Señor, el ambiente y los medios de comunicación buscan imponer un estilo de vida donde lo práctico y el bienestar ocupan el primer lugar. Seguirte, comprometer la vida al ideal del Evangelio, es ir contra corriente. Así es, y así ha sido siempre. No permitas que me engañe, que busque evadir mis responsabilidades. Ayúdame a saber vivir mi misión, identificándome plenamente con el ideal que me propone tu Evangelio. |
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lunes, 30 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 30 DE JUNIO DEL 2014
Los Santos de hoy lunes 30 de junio de 2014
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PRIMEROS MÁRTIRES DE LA SANTA IGLESIA ROMANA, MÁRTIRES, JUNIO 30
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domingo, 29 de junio de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 29 DE JUNIO DEL 2014
Autor: Buenaventura Acero | Fuente: Catholic.net A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos | |
Mateo 16, 13-19. Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Ellos encontraron la fuerza para llevar a término su misión en la tierra. | |
Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Oración introductoria Cristo, san Pedro y san Pablo, y muchos otros, dieron su vida porque creían en el amor, en la locura de tu amor que te llevó al extremo de morir en la cruz. Dame la gracia de comprender, en esta oración, que debo buscar vivir, transmitir y ser testigo de ese amor. Petición Dios mío, que este tiempo de oración sea una expresión de mi amor. Meditación del Papa Francisco Jesús da el poder, la Iglesia es depositaria del poder de las llaves. Así de abrir o cerrar, de perdonar. Dios perdona a cada hombre en su soberana misericordia, pero Él mismo ha querido que cuantos pertenecen a Cristo y a su Iglesia, reciban el perdón mediante los ministros de la Comunidad. A través del misterio apostólico la misericordia de Dios me alcanza, mis culpas son perdonadas y se me dona la alegría. En este modo Jesús nos llama a vivir la reconciliación también en la dimensión eclesial, comunitaria. Y esto es muy bonito. La Iglesia, que es santa y a la vez necesitada de penitencia, acompaña nuestro camino de conversión durante toda la vida. La Iglesia no es dueña del poder de las llaves, no es dueña, sino sierva del ministerio de la misericordia y se alegra todas las veces que puede ofrecer este don divino. (S.S. Francisco, 20 de noviembre de 2013. Reflexión Cristo pregunta a sus apóstoles: ¿quién dice la gente que soy yo? Pone esta pregunta sólo después de haber llevado a término su misión de enseñar lo que el Padre le ha dicho. Podría decirse que el caso ya está expuesto y ahora llega el momento de pronunciar el juicio. Sin embargo, la gente que ha visto y oído todas las pruebas necesarias para reconocerlo como Mesías, no termina por comprender sus signos. Es como si un velo cubriera sus ojos y les impidiese dar una respuesta segura y convincente: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo." Para Pedro, al igual que para Pablo tiempo después, Cristo fue un auténtico enigma difícil de descifrar. Por ejemplo, ¿qué pensaría Pedro al ver a su maestro caminando sobre las aguas? O ¿cuáles sentimientos fluirían es su corazón cuando escucha de Cristo "sobre ti edificaré mi Iglesia" y más tarde le dice "apártate de mí Satanás." Este misterio sobre Cristo lo comprenderíamos mejor con los ojos de la fe que nos da el Padre. Mientras la fe no sea le oxígeno de nuestra vida, no seremos capaces de reconocer a Cristo como el Mesías. Por esto Cristo le dice a Pedro "dichoso Tú, Pedro, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre sino mi Padre que está en el cielo." El don de la fe se lo dona el Padre a Pedro no por mérito de Pedro ni por sus cualidades personales -era pescador- sino por su propia bondad Dios. Es el don más precioso, el de reconocer a Dios como Mesías, como la auténtica luz que guiará nuestros pasos hacia la felicidad eterna. Y gracias a la fe Pedro y Pablo encontraron la fuerza para llevar a término su misión en la tierra. Propósito Haré una oración especial por el Papa Francisco, pidiendo a Dios lo ilumine y lo fortalezca en su misión. Diálogo con Cristo Señor, siendo fiel a la Iglesia, estoy seguro que te soy fiel. Estar en comunión con el Papa es estar en comunión contigo. Por eso hoy te quiero confirmar mi amor y mi deseo de caminar siempre al paso de la Iglesia, sin poner límites a mi servicio ni a mi amor. |
Los Santos de hoy domingo 29 de junio de 2014
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