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jueves, 5 de septiembre de 2013

TERESA DE CALCUTA, UNA MUJER, UNA VERDADERA HEROÍNA

Autor: Marcelino de Andrés y Juan Pablo Ledesma
Una mujer, una verdadera heroína
Historia de amor.. Madre Teresa de Calcuta.
 
Una mujer, una verdadera heroína
Una mujer, una verdadera heroína
Bengala no tiene mar. Es un océano de miseria y pobreza humana. Teresa Bojaxhiu, más conocida comoMadre Teresa, describe con su puño y letra...

“Muchos vienen de lejos, a veces caminando durante horas. Rostros macilentos, cuerpos cansinos, condecorados de llagas en las orejas y en los pies. Por sus espaldas corren surcos de sangre y de pústula. No basta acoger y compadecerse.

Es necesario explicarles al menos tres veces cómo se toma una medicina, y contestar al menos tres veces a las mismas preguntas. La mesa de operaciones es muy sencilla: un cajón viejo. Han llegado algunas mujeres con sus hijos. Hay que cortar, apretar y vendar sus heridas. De una joven mujer cuelga un brazo fracturado. Entre el grupo del fondo se adelanta un joven que durante una lucha con un delincuente -asegura él- ha recibido una cuchillada en la espalda.

También se acerca un hombre con un paquete del cual penden, como dos ramas secas, las piernecitas de un niño. Admiración ante el bulto que ahora desenvuelve. ¡Sorpresa! Es un chiquillo. Parece muy débil.

-Pronto entrará en la eternidad-, susurra una voz lastimera.

-Quizás ya sea demasiado tarde-, cuchichean alrededor. Ni corta ni perezosa, una hermana corre a acercar unas gotas de agua bendita entre sus manos... El hombre parece ni entender la trascendencia de estos instantes y, recogiendo su envoltorio, unas simples páginas de periódico arrugado, teme que no se quiera al niño y dice a voz en grito:

-Si no lo quieren, lo echaré en cualquier parte, en cualquier basurero.¡Seguro que las ratas o los perros no lo despreciarán!

A todos se les hiela el corazón.¡No! ¡Pobre criatura! Débil y ciego, manojo de carne que apenas resiste la vida. Ciego, completamente ciego.

Con mucha piedad y cariño la hermana toma al niño entre sus tiernos brazos. Lo tiene en el regazo. El pequeño ha encontrado una segunda madre. Otra hermana, emocionada, susurra unas palabras del Evangelio: "Quien acoge a un niño como éste, me acoge a mí".

Esta es una historia de amor. No me la he inventado. Sucedió Una historia real que se repite cada día, en cada corazón generoso y abierto. Esta historia no tiene tiempo, porque puede ser la tuya, la de tu amigo, la de... Tampoco tiene un espacio o un lugar concreto, porque se puede representar en cualquier escenario de la vida. Basta tener corazón, aprenderse el papel de bueno y salir al encuentro.

De la historia que acabas de leer, ¿quién te gustaría ser? ¿Ese corazón inundado de amor por los sufrimientos humanos? ¿Esa mano que abraza y sobrelleva la enfermedad de otros? ¿O el egoísmo vil y asesino, encarnado en indiferencia y desinterés que desenvuelve el paquete de la vida?

En el fondo, todos representamos y somos ese niño, pobre, indefenso, que lucha por vivir, por ser aceptado y amado. Y los demás, el prójimo, son uno u otro: o la mano amorosa o la garra asesina. No hay vuelta de hoja. Y es que hay enfermedades más terribles y espantosas que el cáncer, la lepra o el sida.

Casa en Santa Fe, Ciudad de México. Cerca de 200 niños enfermos. Para muchos una antesala de muerte, un horno de dolor humano. Se requiere de mucho temple y de gran coraje para entrar y mirar a estos... ¿niños? ¿desperdicios de persona? ¿monstruos de la naturaleza? Es preciso armarse de valor para visitarlos y no hundirse en el pozo del desaliento.

Es allí donde se encuentran y, al mismo tiempo, se enfrentan dos mundos muy reales y muy distintos. Los dos mundos que somos cada uno de nosotros: el mundo del egoísmo y el del amor.

No son enfermeras, profesoras, ni asistentes sociales. Son "ángeles en la tierra". Toda su vida es un "desafío valeroso del amor". Los enfermos y los pobres son su constante y cotidiana pasión. Los niños abandonados, los huérfanos y moribundos de los basureros de la Ciudad.

¿Cómo puede haber en la tierra personas tan buenas, tan generosas y desprendidas de sí? ¿Cómo se llega a ese grado de bondad? ¿Cómo se aprende a amar?

Amar es un arte y sólo se aprende a amar, amando. Este ejercicio requiere olvidarse de uno mismo; soltar amarras y mirar al mundo y ver a los hombres y mujeres de nuestro mundo: mapas del dolor.

Y ante esta realidad, poder decir con Madre Teresa: "Somos una gota en el océano de la miseria y del sufrimiento humano. Pero si no fuese por esa gota, la miseria y el sufrimiento serían todavía más grandes..."
 

BEATA TERESA DE CALCUTA, FUNDADORA, 5 DE SEPTIEMBRE

Autor: Judith Corsino | Fuente: judithcorsino.com
Teresa de Calcuta, Beata
Fundadora, 5 de septiembre
 
Teresa de Calcuta, Beata

Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu
Fundadora

Martirologio Romano: En la ciudad de Calcuta, en la India, beata Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu, virgen, que, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados (1997).

La Madre Teresa fue albanesa de nacimiento y su nombre original es Agnes Gonxha Bojaxhiu. En el año 1948 la Madre Teresa adquirió la ciudadanía hindú. A los 18 años de edad, la Madre Teresa ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto en Irlanda. Recibió su formación religiosa en Dublín, Irlanda y en Dardjiling, India.

En el año 1931, la Madre Teresa tomó el nombre de Teresa en honor a una monja francesa, Thérèse Martin quien fue canonizada en 1927 con el título de Santa Thérèse de Lisieux. En el año 1937 la Madre Teresa tomó los votos religiosos y enseñó por 20 años en el Colegio Santa María en Calcuta, India y en el año 1946, precisamente el 10 de setiembre, recibió otro llamado de Dios, el servicio hacia los más pobres. En el año 1948, el Papa Pio XII le concedió a la Madre Teresa permiso para dejar sus funciones como monja independiente y empezó a compartir su vida en las calles de Calcuta con los más pobres, los enfermos y los hambrientos.

La Madre Teresa fundó una congregación llamada las Misioneras de la Caridad. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle. En el año 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra. En el año 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

La Madre Teresa merece un lugar especial en esta red gigantesca de comunicación porque su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio. Ganó el Premio Nobel de la Paz en el año 1979 contra su voluntad pero que agradeció en nombre de los más pobres entre los pobres.

Beatificación: 19 Octubre, 2003